Libros

La fe y el diálogo con Cristo

El nuevo libro de César Franco, emplea acertadamente los diálogos de Jesús con algunos de sus coetáneos para hablar al lector, al cual anima a aceptar el desafío de la fe.

Andrés García Serrano·15 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Independientemente del vocabulario típicamente joánico (“conocer, dar testimonio, permanecer, verdad, gloria”, etc.), una de las principales características de la composición del IV Evangelio, a diferencia de los sinópticos, es la presencia de frecuentes diálogos de Jesús con distintos personajes, diálogos que a veces terminan con un monólogo de Jesús. Precisamente por esto, los comentaristas del evangelio según san Juan llaman a Jesús “el maestro del diálogo”, puesto que con mucha frecuencia dialoga durante el día, como con la samaritana, o durante la noche, como con Nicodemo.

Libro

Título: El desafío de la fe
Autor: César Franco
Editorial: Encuentro
Páginas: 201
Año: 2021

Esta nota propia del evangelio según san Juan es acertadamente subrayada por el autor de la monografía que presentamos, que aprovecha los diálogos de Jesús con distintos personajes para dialogar e interpelar al lector. Del mismo modo que Jesús trata de llevar a sus coetáneos a la fe, el autor ayuda al lector a abrazar la fe.

Ciertamente, “el desafío de la fe” atraviesa todo el libro, desde su primera hasta su última página. La fe viene de la escucha y César Franco emplea acertadamente los diálogos de Jesús con algunos de sus coetáneos para hablar al lector, animándolo a aceptar no sólo el desafío de la fe, sino también la dinámica misma de la fe, aceptar a Jesús en su identidad y verdad plena, puesto que las distintas dimensiones de Jesús van apareciendo en sus diálogos.  

En este sentido, César Franco utiliza todas las herramientas que la pragmalingüística ofrece. Es decir, analiza las expresiones lingüísticas, que tratan de interpelar no sólo al interlocutor de Jesús, sino también al interlocutor de Juan, es decir, el lector de todos los tiempos. De este modo, el autor, siendo fiel a la narrativa bíblica, exhibe, una vez más, su dimensión pastoral, haciendo eficaz la Palabra de Dios en el corazón de todo lector. 

Además, el autor realiza con naturalidad otro tipo de diálogo, el diálogo entre la palabra y la respuesta, entre la Revelación y la Tradición. A juicio de J. Ratzinger, en su famoso artículo “Wort und Antwort”, la clave de la exégesis hodierna radica en este diálogo entre la Palabra que Dios ha pronunciado y la respuesta que dicha Palabra ha provocado al ser recibida, especialmente en las primeras generaciones cristianas.

De hecho, sin esta respuesta, no habría comunicación posible, puesto que toda comunicación requiere tanto un emisor que la transmita, como un receptor que la acoja. Es lo que, normalmente, se llama “historia de la recepción”. Con mucha frecuencia, el autor trae acertados textos de los Padres de la Iglesia, que ayudan a extraer todas las dimensiones espirituales presentes en el texto joánico. 

San Cirilo de Jerusalén definió el evangelio según san Juan como “el evangelio espiritual”, subrayando el carácter particular de este evangelio por su profundidad teológica. Sin embargo, con frecuencia, encontramos comentarios al mismo poco espirituales, que dejan fría al alma. Llama la atención que de un texto tan espiritual nazcan comentarios tan poco espirituales. No es el caso que nos ocupa. La fácil y profunda pluma, a la que nos tiene acostumbrados el autor del mismo, extrae las consecuencias teológicas y espirituales de tan elevado texto. 

Ya afirmó Orígenes que “el sentido del evangelio de Juan nadie lo puede captar si no ha reposado sobre el pecho de Jesús”. El autor de este comentario ciertamente favorece que el lector repose su cabeza sobre el pecho del Maestro para poder “abrazar a Jesús”, que es la esencia del acto de fe, según la célebre definición de san Ireneo. En este sentido, este libro nos ayuda a tener la misma experiencia de aquellos que pudieron ver, oír y tocar a Jesús, para poder acogerlo en toda su verdad, es decir, creer en Él.

El autorAndrés García Serrano

Cine

Minari. El amor es para todos

En la sección de cine de Omnes reseñamos Minari, la última película de Lee Isaac Chung.

Patricio Sánchez-Jáuregui·15 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Minari

Título original: Minari
Dirección: Lee Isaac Chung
Guión: Lee Isaac Chung
País y año: Estados Unidos, 2020

Lee Isaac Chung (1978), director americano de padres inmigrantes, con Minari da un paso más en su trayectoria cinematográfica, eminentemente social. Su carrera ha sido aclamada y premiada desde que estrenara su primera película, Munyurangabo, donde ya establecía las bases de lo que sería una cinematografía comprometida con los aspectos más profundos de la vida. Premiada en Sundance y con seis nominaciones a los Óscar de 2021, entre ellas mejor película, mejor director y mejor actor (Yeun), Minari es una apuesta fuerte por un guión sensible, pulido y unas grandes actuaciones. 

Tras una década trabajando a lo largo de la costa oeste de EEUU, la familia Yi se muda a Arkansas, donde el padre busca cumplir sus sueños: comprar y labrar una tierra para poder establecerse por su cuenta. Esto nos meterá de lleno en la psique del padre, un brillante Steven Yeun que encarna a Jacob, un hombre tan patriarcal como su nombre, orgulloso y racional. Este personaje se debatirá entre su orgullo, sus sueños y mantener su matrimonio con Han Ye-ri, la cual rompe lanzas en favor de la sensatez y rescatar la confianza perdida en su marido. Y este es, en palabras del director, el tema principal: la historia de un matrimonio. La vida de ambos cambiará aún más con la llegada de la madre de ella, una suegra inteligente y llana que se toma la vida con filosofía, siendo una fuente de inagotable cariño. 

Minari es un largometraje estadounidense escrito y dirigido por Lee Isaac Chung. Es un drama semi-biográfico sobre el matrimonio, la lucha por los sueños, la búsqueda de raíces y la importancia de la familia. Resalta el desarraigo y la búsqueda de comunidad. En esta línea, la Iglesia juega un papel importante, pero la recluye a un papel comunitario, en la línea del colectivismo filosófico de Byung-Chul Han. Dentro del matrimonio crea una clásica situación que contrapone racionalismo y fe, y añade a esta la superstición, en una lucha donde nadie gana. Crea, asimismo, un mejunje religioso considerable (da igual ir a una iglesia que otra, equipara la fe a la superstición) con alguna crítica velada a las religiones institucionales. 

El estilo cinematográfico de la película está cuidado y tiene un ritmo pausado, con temas musicales instrumentales y discretos de Emile Mosseri (Kajillionaire). Un estilo de rodaje depurado y sencillo, con un moderado, pero poderoso uso del plano secuencia. 

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América Latina

Crisis en la frontera de Estados Unidos con México

Desde el inicio de la administración de Joe Biden ha incrementado drásticamente el número de personas que tratan de llegar a Estados Unidos sin los documentos necesarios. Una cantidad que ha producido un desbordamiento en la capacidad de los centros temporales de detención en la frontera.

Gonzalo Meza·15 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

En los últimos días se ha difundido en medios de comunicación la imagen de una persona que lanza a dos niños desde lo alto de la valla fronteriza México-Estados Unidos (EUA). Quedaron abandonados a su suerte. Ellos son solo dos de los miles de menores que llegan a territorio norteamericano sin documentos y sin compañía.

Un incremento drástico

Desde el inicio de la administración del presidente J. Biden, se ha producido un incremento muy drástico en el número de personas que tratan de llegar a los EUA sin los documentos necesarios. El grupo más numeroso son los menores no acompañados. Sus padres probablemente pagaron miles de dólares a un “coyote” (traficante de personas) para que los llevaran con otros familiares al territorio americano. Algunos llegan a la frontera, en donde son abandonados a su suerte o dejados con adultos que no conocen. Es el drama de los menores no acompañados en la frontera México-EUA. Fueron casi 19,000 tan solo en el mes de marzo.

DATO

172.000

inmigrantes indocumentados se interceptaron en el mes de marzo.

En las últimas semanas la inmigración indocumentada en los EUA ha alcanzado niveles que no se habían visto en veinte años, esto según informa la Oficina de Aduanas y Acción Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés). Al mes de marzo se habían interceptado y detenido a 172,000 personas, lo cual representa un incremento de más del 71% con respecto al mes anterior. La mayor parte de estas personas son adultos provenientes de México y América Central, quienes huyen de la violencia, la pobreza, la falta de oportunidades y desastres naturales en sus países.

Giro del discurso político

Este incremento de cruces indocumentados tiene muchas causas, siendo una de ellas el nuevo enfoque migratorio del presidente Biden, quien cambió el discurso anti migratorio y nativista de Donald Trump por una política con un “espíritu humanitario”. El cambio radical en el discurso político, generó la impresión de que la nueva administración estaba otorgando posibilidades para emigrar. 

Una buena parte de las personas interceptadas en la frontera sin documentos son deportadas (103,900 en marzo del 2021); no obstante, a los niños no acompañados, por ley no se les puede expulsar, sino que deben permanecer en custodia hasta encontrar a familiares o en su defecto sean trasladados a unidades especializadas de cuidado infantil. Se trata de un lento proceso burocrático.

Un desbordamiento

El drástico incremento de estos casos ha ocasionado un desbordamiento en la capacidad de los centros temporales de detención en la frontera. Hay una sobreocupación de lugares disponibles. A este problema se suman la pandemia y los protocolos sanitarios que se deben tomar, lo cual reduce aun más los espacios disponibles. A mediados de marzo del 2021, la CBP alojaba en sus centros temporales de detención a 4,200 niños entre los 7 y los 13 años. Otros menores son acogidos en albergues de las Caridades Católicas u otros centros especializados en convenio con las autoridades.

DATO

4.200

niños entre 7 y 13 años han estado alojados en los centros de la CBP, solo en el mes de marzo.

Para resolver esta crisis, el gobierno federal norteamericano ha estado trabajando con las autoridades de los estados fronterizos para expandir la capacidad de los centros de acogida y abrir albergues temporales. También se está trabajando con el gobierno de México. El presidente Biden designó a la ex embajadora de los EUA en México, Roberta Jacobson como Coordinadora de la frontera sur. Y aunque la funcionaria, diplomática de carrera, sólo permanecerá en dicho cargo hasta finales de abril, ha emprendido una serie de acciones para aliviar la crisis, entre ellas una visita a México para dialogar con sus contrapartes y buscar soluciones al problema migratorio. Fue muy clara.

«No hagan el viaje»

En un mensaje del 23 de marzo Jacobson dijo a quienes tenían la intención de emigrar de forma irregular: “No vengan a la frontera. La frontera está cerrada. Las personas que intentan viajar a Estados Unidos de manera irregular corren el riesgo de convertirse en víctimas de delitos y trata de personas. Es un viaje peligroso. Sé que muchos pueden estar soportando dolor y dificultades, pero debo enfatizar que la frontera de Estados Unidos está cerrada. No hagan el viaje”.

Unas semanas más tarde, el 7 de abril, la vicepresidenta norteamericana Kamala Harris, sostuvo una conversación virtual con el presidente de México Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores. En la reunión, se abordaron medidas para atender el fenómeno migratorio a fin de promover una migración segura, ordenada y legal. También conversaron sobre proyectos de cooperación económica para el sur de México y Centroamérica. Ambos gobiernos coincidieron en la urgencia de implementar programas de ayuda humanitaria de emergencia en Guatemala, Honduras y El Salvador y con ello evitar la emigración de nacionales de dichos países hacia el Norte. 

Alerta de los obispos

Ante esta crisis humanitaria, los obispos mexicanos y norteamericanos de las diócesis fronterizas expresaron su preocupación por los acontecimientos y pidieron soluciones que preserven la vida y otorguen una inmigración segura y ordenada. Los prelados de ambas naciones exhortaron a los líderes políticos y a la sociedad civil a trabajar  juntos para acoger e integrar a los inmigrantes respetando su dignidad y preservando la unidad familiar.

“Pedimos que se dé especial atención a las poblaciones particularmente vulnerables, como los niños. Insistimos fuertemente que se implementen estructuras y haya reformas en nuestras leyes para promover una cultura acogedora para los migrantes, respetando al mismo tiempo la soberanía y la seguridad en nuestros países. Prometemos nuestro apoyo continuo a los esfuerzos de nuestros respectivos gobiernos para proteger y cuidar a las familias, así como a los individuos, que se sienten obligadas a migrar. Para lograr esto, nos comprometemos con el trabajo continuo de las organizaciones católicas en la frontera y en otros lugares que son atendidos generosamente por laicos, consagrados y clérigos».

Insistimos fuertemente que se implementen estructuras y haya reformas en nuestras leyes para promover una cultura acogedora para los migrantes.

Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos

Un problema de fondo

El problema fronterizo y sus dramas no se resolverán en unas semanas. Mientras tanto seguiremos presenciando trágicas imágenes de niños abandonados en la frontera. El sistema migratorio en los EUA dejó de funcionar desde hace varias décadas. Se podrá contener y paliar temporalmente con la ayuda de ambos gobiernos, de asociaciones civiles y religiosas. No es un asunto de muros, ni de albergues, ni de exitosas reuniones bilaterales. Es un problema de fondo que tiene que ver con la identidad, el pasado y el futuro de Estados Unidos como país. Resolverlo requiere un capital económico y político que ningún partido ni líder civil están dispuestos a pagar en este momento.  

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España

«Tenemos que tener el coraje de explicar la fe»

La teóloga y profesora de la Universidad de Notre Dame de Australia, Tracey Rowland, ha sido, junto al profesor Pablo Blanco, de la Universidad de Navarra, la principal ponente del Foro Omnes, celebrado durante la mañana del 14 de abril.

Maria José Atienza·14 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Tracey Rowland, ganadora del Premio Ratzinger 2020, ha sido la ponente principal de este encuentro en el que Pablo Blanco, sacerdote y profesor en la universidad de Navarra, ha sido el encargado de introducir y moderar este foro.

En su intervención, tras presentar el currículo de la ponente, ha destacado cómo, con la aparición de las publicaciones “Hochland y Communio, los aires teológicos van cambiando. En ámbito anglosajón, tal como nos propone Rowland, la Radical Orthodoxy, la Ortodoxia radical, un movimiento que surgió en Cambridge en los años noventa del siglo pasado, y que proponía algo tan poco ilustrado y tan posmoderno como el valor de la liturgia como lugar teológico, entre otras propuestas”.

Blanco ha querido señalar asimismo que “Tracey Rowland nos recuerda que la propuesta de Joseph Ratzinger no consiste solo en una cristianización de la cultura, sino en una ‘trinitarización’ de ella: en una lectura en clave trinitaria de la cultura”.

Hochland: una visión integradora

La premio Ratzinger 2020 de Teología, Tracey Rowland, ha comenzado su intervención recordando cómo la relación y el interés entre la teología y la cultura se remonta a los últimos compases del siglo XIX y, especialmente, a inicios del siglo XX con la fundación de la revista Hochland por parte de Carl Muth que perseguía lograr en Alemania aquello que había vivido en Francia donde «los católicos creyentes se movían con gran libertad en la élite intelectual del país, participando en las grandes discusiones como socios iguales”. Hochland, ha recodado la profesora Rowland “se publicó entre 1903 y 1971 con un cierre de cinco años entre los años 1941-46 debido a la oposición nazi a su línea editorial.

Hochland se diferenciaba de otras revistas católicas en que publicaba artículos de todo el espectro de las humanidades, no sólo ensayos de Teología y Filosofía, sino trabajos sobre Arte, literatura, historia, política y música. Fue, pues, uno de los primeros intentos de ofrecer reflexiones sobre la vida cultural a través de la lente de la teología y la filosofía y de otras disciplinas de humanidades”. Una publicación, como ha definido Rowland «abierta a la integración de disciplinas y a una visión del mundo compuesta por elementos multidisciplinares”.

«Hochland fue uno de los primeros intentos de ofrecer reflexiones sobre la vida cultural a través de la lente de la teología”

Tracey Rowland. Premio Ratzinger 2020

Communio: International Review

Hochland sería la precursora de Communio: International Review, fundada por Hans Urs von Balthasar, Henri Lubac y Joseph Ratzinger, de la cual, uno de sus rasgos distintivos es “su atención a la relación entre fe y cultura y la oferta de análisis teológicos de los fenómenos culturales contemporáneos”. Racey Rowland ha apuntado “la estrecha sinergia entre la línea de Communio y el movimiento de la Ortodoxia Radical (Radical Orthodoxy)”, al que pertenecen nombres como John Milbank, Catherine Pickstock  o Graham Ward.

Revista: Communio: International Review
Fundadores: Hans Urs von Balthasar, Henri Lubac, Joseph Ratzinger
Año de inicio: 1972

Tanto estos como los impulsores de Communio “quieren dialogar con la cultura, pero «se niegan a dialogar con la cultura en términos no teológicos». En esta línea, Rowland ha recogido la afirmación del obispo Robert Barron, de Los Ángeles, de que “cuando se trata de pensar en la relación entre la teología y la cultura, la cuestión más fundamental es la de si Cristo posiciona a la cultura o si la cultura posiciona a Cristo”.

“Ratzinger – ha continuado la doctora Rowland- defiende una completa transformación trinitaria de la cultura, no sólo una transformación cristológica, sino una transformación trinitaria. Uno encuentra el principio fundamental de esta transformación expresado en el documento ‘La fe y la Inculturación’, publicado Comisión Teológica Internacional entonces bajo la dirección de Ratzinger”.

Rowland ha traído a colación la expresión de Aidan Nichols OP, «taxis Trinitaria», para describir “cómo los ámbitos de la cultura pueden ser apropiados por las diferentes Personas de la Trinidad”, de tal modo que “las culturas pueden analizarse teológicamente planteando preguntas como las siguientes: ¿cuáles son los orígenes y los objetivos de esta cultura? ¿Cómo se integran o relacionan entre sí los elementos que componen la cultura?  Y, ¿qué espiritualidad/es rige el ethos moral de esta cultura?

El hombre masa y la evangelización

Los nombres de Christopher Dawson y Romano Guardini son claves en el desarrollo de estos conceptos. Especialmente Guardini, ha continuado Rowland algunas de cuyas obras “especialmente sus Cartas desde el lago Como, El fin del mundo moderno y Libertad, gracia y destino, explican cómo la cultura de la modernidad tiene la forma de la máquina y cómo el hombre masa, desconectado de la cultura de la Encarnación, se ha empobrecido culturalmente al rebajar sistemáticamente sus horizontes espirituales”. Rowland ha subrayado como en su obra “’El fin del mundo moderno’, Guardini estableció una conexión entre el carácter del hombre masa y los problemas de la evangelización en el mundo contemporáneo. Describió al hombre masa como una persona sin voluntad, vulnerable a la manipulación ideológica, e identificó la causa de esta disposición como una relación causal entre la falta de una cultura fructífera y elevada”.

Rowland ha señalado otro elemento teológico de la transformación trinitaria de la cultura presente en la obra de Guardini: la precedencia del Logos al ethos. Para este teólogo, el hecho contrario, es decir, la prioridad del ethos sobre el Logos es la causa de lo que él conocía como las dimensiones patológicas de la cultura de la modernidad. “Una vez que se niega la importancia de la ontología no hay forma de vincular las facultades del alma humana como el intelecto, la memoria, la voluntad, la imaginación y el corazón entendido como punto de integración de todas estas facultades con las virtudes teologales (fe, esperanza y amor) y las propiedades trascendentales del ser (verdad, belleza, bondad y unidad)”.

La transformación trinitaria de la cultura

“Si la persona humana está hecha a imagen de Dios para crecer a semejanza de Cristo, entonces la teología trinitaria es absolutamente fundacional para cualquier teología de la persona humana y cualquier teología de la cultura”. Rowland no ha negado que “aunque la teología de la cultura de Joseph Ratzinger y sus colegas de Communio podría describirse como ‘principios para una transformación trinitaria de la cultura’, y aunque puede haber muchos aspectos de esta teología que se comparten con los estudiosos de los círculos de la Ortodoxia Radical que proceden de comunidades eclesiales reformistas, existen, no obstante, enfoques alternativos y, de hecho, antitéticos, de la relación entre teología y cultura actualmente en el ‘mercado’ como la teología correlacionista, promovida por Edward Schillebeeckx.

La profesora de la Universidad de Notre Dame se ha referido, asimismo, a las posiciones desarrolladas por Hans Urs von Balthasar, seguidor de Guardini, contrarias a las nociones del correlacionismo ya que presupone una relación extrínseca entre Cristo y el mundo mientras que, según Urs von Balthasar: «Los cristianos no necesitan reconciliar a Cristo y al mundo entre sí, ni mediar entre Cristo y el mundo: Cristo mismo es la única mediación y reconciliación. Asimismo ha recordado otra crítica de este teólogo, lo que él conocía como “destilación de valores” y que se refiere a un proceso que «destila» los llamados valores cristianos y los “vende” al mundo “sin cargar a los no cristianos con las creencias teológicas de las que se destilaron los valores. una vez que los ‘valores’, así llamados, han sido destilados de las doctrinas cristianas, tienen la tendencia a ‘mutar’, adoptan nuevos significados y sirven a fines anticristianos. Numerosos estudiosos han señalado el hecho de que las formas más violentas de la ideología anticristiana son siempre parásitas de la enseñanza cristiana”.

El peligro iconoclasta

Rowland se ha detenido, finalmente, en lo que “Ratzinger llama el peligro de la ‘iconoclastia’. Se trata del miedo a afirmar la belleza y la alta cultura. Una idea, que ha recordado Tracey Rowland “ha tenido una fuerte presencia en la teología protestante”. En este sentido: “la belleza y la alta cultura se asociaron con el catolicismo barroco y contrarreformista, y como la escolástica barroca no estaba de moda, todo lo que acompañaba a la escolástica barroca pasó a no estarlo. En algunas partes del mundo católico esto incluía la liturgia solemne y su sustitución por lo que Ratzinger llama ‘liturgia parroquial de fiesta de té’. En otras partes del mundo católico, la liturgia solemne y el mobiliario eclesiástico bello, ornamentos y los vasos sagrados, se asociaron con el mundo del catolicismo de clase alta y se consideraron incompatibles con la opción preferencial por los pobres”. Esta iconoclastia “no es una opción cristiana, como declaró Ratzinger, ya que la Encarnación significa que el Dios invisible entra en el mundo visible”.

“La visión teológica de los círculos de Communio trabaja por una nueva transformación trinitaria de todas las dimensiones de nuestra cultura”

Tracey Rowland

“La visión teológica de los círculos de Communio”, ha concluido Rowland, es “no rebajar los horizontes de la fe a las dimensiones de la cultura de masas ni entrar en el contraproducente proceso de destilar los valores cristianos de la doctrina cristiana, sino trabajar por una nueva transformación trinitaria de todas las dimensiones de nuestra cultura”.

El encuentro se ha cerrado con un animado coloquio entre espectadores y ponentes en los que se han abordado temas como la de “re-contextualización” de la fe en la cultura de la post-modernidad, el papel de los medios de comunicación en esta relación entre teología y cultura o la consistencia de propuestas como las del recientemente fallecido Hans Küng con su ética mundial.

Sobre la relación de las teorías sociales con la teología, la profesora Rowland ha señalado en el curso del coloquio que debe reconocerse el necesario papel a esas teorías. Sin embargo, de acuerdo con la tesis de que es Cristo quien “posiciona” la cultura y no ésta a Cristo, a la hora de valorarlas no puede dejarse aparte la tradición de la fe. El mismo Señor envió a los discípulos a convertir a todos, y no sencillamente a comparar los valores de los distintos grupos religiosas. «La fe no es un producto más en el mercado”, ha afirmado Rowland. Por eso, “si la élite intelectual católica simplemente asume unas creencias de moda, el resultado final sería que los católicos se convertirían en hijos de su época, y nada más. Perderían la conexión con la verdad, y eso sería una tragedia terrible, especialmente para las generaciones jóvenes. Tenemos que tener el coraje de explicar la fe”.

 

Vaticano

El Papa asegura que enseñar a rezar es una tarea esencial de la Iglesia

El Papa Francisco ha reflexionado sobre la Iglesia como maestra de oración,  y ha afirmado que "sin fe, todo se derrumba; y sin oración, la fe se extingue". 

David Fernández Alonso·14 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

La audiencia general de esta mañana se ha celebrado a las 9.15 horas, como es habitual, en la Biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano. Echamos de menos esas audiencias con público, en las que el Papa se dirige personalmente a los fieles que se congregan en el Aula Pablo VI o en la Plaza de san Pedro.

El Papa, continuando el ciclo de catequesis sobre la oración, ha centrado su meditación en el tema: «La Iglesia maestra de oración». Después de resumir su catequesis en las diferentes lenguas, el Santo Padre dirigió saludos especiales a los fieles de distintas lenguas. La Audiencia General concluyó con el rezo del Pater Noster y la Bendición Apostólica.

La Iglesia es maestra de oración

«La Iglesia es una gran escuela de oración», comenzó Francisco. «Muchos de nosotros hemos aprendido a decir nuestras primeras oraciones de las rodillas de nuestros padres o abuelos. Tal vez apreciamos el recuerdo de nuestra madre y nuestro padre, que nos enseñaron a rezar nuestras oraciones antes de irnos a dormir. Esos momentos de recogimiento suelen ser aquellos en los que los padres escuchan algunas confidencias íntimas de sus hijos y pueden dar sus consejos inspirados en el Evangelio. Luego, en el camino de crecimiento, hay otros encuentros, con otros testigos y maestros de oración (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2686-2687). Es bueno recordarlos».

«La vida de una parroquia y de toda comunidad cristiana está marcada por los tiempos de la liturgia y la oración comunitaria. Ese don que en la infancia recibimos con sencillez, nos damos cuenta de que es un gran patrimonio, un patrimonio riquísimo, y que se debe profundizar en la experiencia de la oración cada vez más (cf. ibíd., 2688). El vestido de la fe no está almidonado, se desarrolla con nosotros; no es rígido, crece, incluso a través de momentos de crisis y resurrección; de hecho, no se puede crecer sin momentos de crisis, porque la crisis te hace crecer: es una forma necesaria de crecer entrar en crisis».

La oración es nuestra fuerza

«Y el aliento de la fe es la oración: crecemos en la fe tanto como aprendemos a rezar. Después de ciertos pasajes de la vida, nos damos cuenta de que sin la fe no habríamos podido salir adelante y que la oración ha sido nuestra fuerza. No sólo la oración personal, sino también el de nuestros hermanos y hermanas, y el de la comunidad que nos ha acompañado y apoyado, el de las personas que nos conocen, el de las personas a las que pedimos que recen por nosotros».

Sin fe, todo se derrumba; y sin oración, la fe se extingue. La fe y la oración, juntas. No hay otra manera. Por eso, la Iglesia, que es casa y escuela de comunión, es casa y escuela de la fe y de la oración

Papa FranciscoAudiencia general del 14 de abril de 2021

«También por esta razón», continúa el Pontífice, haciendo hincapié en la enseñanza de la Iglesia sobre la oración, «en la Iglesia surgen continuamente comunidades y grupos dedicados a la oración. Algunos cristianos sienten incluso la llamada a hacer de la oración la acción principal de sus días. En la Iglesia hay monasterios, hay conventos, ermitas, donde viven personas consagradas a Dios y que a menudo se convierten en centros de irradiación espiritual. Son comunidades de oración que irradian espiritualidad. Son pequeños oasis en los que se comparte la oración intensa y se construye día a día la comunión fraterna. Son células vitales, no sólo para el tejido de la Iglesia, sino para la propia sociedad. Pensemos, por ejemplo, en el papel que el monacato ha desempeñado en el nacimiento y crecimiento de la civilización europea, y también en otras culturas. Rezar y trabajar en comunidad hace que el mundo avance. Es un motor».

¿Dónde está la oración?

«Todo en la Iglesia nace en la oración, y todo crece en la oración. Cuando el Enemigo, el Maligno, quiere luchar contra la Iglesia, lo hace en primer lugar intentando secar sus fuentes, impidiendo que rece. Por ejemplo, lo vemos en ciertos grupos que se ponen de acuerdo para llevar a cabo reformas eclesiales, cambios en la vida de la Iglesia… Están todas las organizaciones, están los medios de comunicación que informan a todo el mundo… Pero la oración no se ve, no se reza. «Tenemos que cambiar esto, tenemos que tomar esta decisión que es un poco fuerte…». Es interesante la propuesta, es interesante, sólo con la discusión, sólo con los medios de comunicación, pero ¿dónde está la oración?»

«La oración es lo que abre la puerta al Espíritu Santo, que es quien inspira a seguir adelante. Los cambios en la Iglesia sin oración no son cambios de la Iglesia, son cambios de grupo. Y cuando el Enemigo -como dije- quiere combatir a la Iglesia, lo hace en primer lugar tratando de secar sus fuentes, impidiéndole rezar, y [haciendo que] haga estas otras propuestas. Si la oración cesa, durante un tiempo parece que todo puede seguir como siempre -por inercia-, pero al poco tiempo la Iglesia se da cuenta de que se ha convertido en una cáscara vacía, que ha perdido su columna vertebral, que ya no posee la fuente de calor y amor».

El Papa ha reflexionado sobre la vida de los santos: «Las mujeres y los hombres santos no tienen una vida más fácil que los demás, al contrario, también tienen sus propios problemas a los que enfrentarse y, lo que es más, a menudo son objeto de oposición. Pero su fuerza es la oración, que siempre sacan del «pozo» inagotable de la Madre Iglesia. Con la oración alimentan la llama de su fe, como se hacía con el aceite de las lámparas. Y así avanzan caminando con fe y esperanza. Los santos, que a menudo cuentan poco a los ojos del mundo, son en realidad los que lo sostienen, no con las armas del dinero y del poder, de los medios de comunicación y demás, sino con las armas de la oración».

El aceite de la oración

«La lámpara de la verdadera fe de la Iglesia estará siempre encendida en la tierra mientras exista el aceite de la oración. Es lo que lleva la fe y lleva nuestra pobre, débil y pecadora vida, pero la oración la lleva con seguridad. Es una pregunta que debemos hacernos los cristianos: ¿rezo? ¿Rezamos? ¿Cómo rezo? ¿Como los loros o rezo con el corazón? ¿Cómo rezo? ¿Rezo seguro de que estoy en la Iglesia y rezo con la Iglesia, o rezo un poco según mis ideas y dejo que mis ideas se conviertan en oración? Esto es una oración pagana, no una oración cristiana. Repito: podemos concluir que la lámpara de la fe estará siempre encendida en la tierra mientras exista el aceite de la oración».

Rezar y enseñar a rezar

Y casi en conclusión, Francisco afirmó que «ésta es una tarea esencial de la Iglesia: rezar y enseñar a rezar».

«Transmitir de generación en generación la lámpara de la fe con el aceite de la oración. La lámpara de la fe que ilumina, que realmente arregla las cosas como son, pero que sólo puede seguir con el aceite de la oración. Si no, se apaga. Sin la luz de esta lámpara, no podríamos ver el camino para evangelizar, es más, no podríamos ver el camino para creer bien; no podríamos ver los rostros hermanos para acercarse y servir; no podríamos iluminar la sala donde nos reunimos en comunidad… Sin fe, todo se derrumba; y sin oración, la fe se extingue. La fe y la oración, juntas. No hay otra manera. Por eso, la Iglesia, que es casa y escuela de comunión, es casa y escuela de la fe y de la oración».

Lecturas del domingo

Lecturas domingo III de Pascua

Andrea Mardegan comenta las lecturas del domingo III de Pascua y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·14 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Los dos discípulos de Emaús habían experimentado el modo delicado de Jesús de meterse en su conversación, y la luminosidad de sus explicaciones: lo que ocurrió a Jesús de Nazaret estaba en las Escrituras. No es muerte y derrota, sino vida y victoria. 

Llegados a la meta, que aparece rápido cuando se va en buena compañía y las conversaciones están abiertas a un futuro de esperanza, le invitan a quedarse con ellos porque se hacía tarde. Jesús permanece, parte el pan, lo distribuye y desaparece. Entonces entienden que está resucitado y vivo, y la tarde ya no es tarde, y sus pies ya no están cansados: vuelan a dar la buena noticia a Pedro y a los otros. Se encuentran con los hermanos y las hermanas en la fe, no hay hora tardía que valga, y les comunican su experiencia de vida y de salvación. 

Justo en ese momento, vuelven a ver a Jesús: en la fraternidad de la Iglesia y en la comunión siempre está presente Él. La primera palabra que dice es “paz”. Lleva la paz, y la paz es uno de los signos de su presencia. Como pasó en la tempestad del lago, se llenan de miedo y piensan ver a un fantasma. Un espíritu humano sin cuerpo da miedo, porque no hemos tenido experiencia de eso, y porque nos sugiere la muerte. Jesús, casi sorprendido por la sorpresa de ellos, pregunta: “¿Por qué os asustáis, y por qué admitís esos pensamientos en vuestros corazones? Mirad mis manos y mis pies. Soy yo mismo. Palpadme y comprended que un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo. Y dicho esto, les mostró las manos y los pies”. Primero vieron, luego tocaron. Es tan importante el cuerpo del Señor, que Jesús se deja tocar sin temor. 

Luego, Jesús ve que “no acababan de creer por la alegría”, quizá porque no estamos acostumbrados a pensar que una alegría así de grande pueda ser verdadera: que nuestro maestro, que había muerto, haya vuelto a la vida. Que la muerte haya sido vencida para siempre, que el futuro sea el reino de la vida: si tenemos tanta alegría estamos soñando. 

Entonces, conociendo el gran poder de comunión y la fuerza de realidad que tiene comer juntos, les pide comida, le dan un pez asado y lo come delante de ellos. Después repite el discurso que hizo a los de Emaús, añadiendo citas de los Salmos. Así es de importante la Escritura, que es citada por tres veces en pocas frases: “Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos”, “abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras”, “les dice: Así está escrito”. La Escritura y sus profecías, su experiencia viva y la palabra de Jesús, los convierten en testigos de la conversión y del perdón de los pecados en todo el mundo. Y a nosotros con ellos. 

El camino es la vida

Recuerdo aquella voz que me dijo "el camino es una metáfora de la vida. Si tira la toalla aquí, la tirará en la vida. Si sale adelante aquí, saldrá en la vida". 

14 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Sobre el papel, la etapa Vigo-Redondela es relativamente sencilla, pero algo me decía que aquella iba a ser una jornada complicada. Efectivamente, la ampolla de la planta del pie empezó a levantarse y una lluvia fina pero helada comenzó a ensombrecer el soñado e idílico caminar entre pinos y robles con vistas al Atlántico. La cena de la noche anterior no me había sentado muy bien y algunas sensaciones intestinales me hacían prever alguna que otra parada de urgencia en el trayecto. Maldije la hora en que dije que sí a aquella peregrinación a Santiago.

A los pocos kilómetros, me desligué del grupo de forma que solo podía oír mi respiración y el ligero crepitar de las finas gotas sobre la capucha del chubasquero.

Tras una curva en la que el sendero se estrechaba y el bosque se hacía más espeso, me zambullí en una espesa niebla y, al instante, escuché que alguien me llamaba:

–Psst, ¡Para ya!

–¿Perdona? –Contesté sin saber muy bien hacia donde mirar.

–¡Déjalo ya, hombre! ¿No ves que estás descompuesto, herido, mojado y solo? Muy cerca de aquí hay una parada de autobús. Pillas uno y en 20 minutos estás en el albergue tomando una cerveza.

La voz me era muy familiar, me recordaba a la de mi mejor amigo del instituto. Nos pusimos a charlar y parecía, efectivamente, conocerme de toda la vida. Me dio la razón en casi todo y me sugirió algunas soluciones brillantes para algunos problemas de mi vida. De repente, la niebla se disipó y, frente a mí, apareció la parada de autobús. ¡Qué visión más estupenda!  

Mientras esperaba, me acerqué a una fuente cercana a rellenar de agua fresca mi botella. Había allí una chica haciendo lo mismo que, nada más verme, me preguntó:

–¿Qué? ¿Ha charlado ya con la voz?

–Ehh, ¿qué voz?

–Vamos, no se haga el despistado, la voz esa… –sonrió, dándose golpecitos con el dedo índice en la sien–

–Es una voz que te dice que el sufrimiento no tiene sentido, que no vale la pena plantearse grandes metas, que lo único que cuenta es disfrutar del aquí y del ahora, que hay soluciones fáciles para todo… Mire, el camino es una metáfora de la vida. Si tira la toalla aquí, la tirará en la vida. Si sale adelante aquí, saldrá en la vida. ¡Buen camino! –Se despidió, echándose de nuevo la mochila al hombro y emprendiendo la marcha.

De vuelta a la parada, las palabras de la chica me hicieron reflexionar sobre mi falta de fe cuando las cosas no marchan como yo quiero. Tanto fue así que, cuando apareció el bus, lo dejé pasar y continué la etapa y el camino hasta el final.

Camino santiago

Estamos en época de plantearnos qué hacer este verano. No hay que olvidar que este año coinciden el Año Santo Compostelano y el Año Santo Guadalupense. Cualquiera de estas dos peregrinaciones, nos ofrecen la posibilidad de caminar en la naturaleza sin aglomeraciones, tiempo para reflexionar, para poner en orden las ideas, tiempo para creer… Si está atravesando una nube espesa, olvide otras voces y vaya a buscar la voz del Señor. Quizá la escuche, como me pasó a mí, junto a una fuente cualquiera, en el camino de la vida.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Ecología integral

Tajante condena de la eutanasia por los obispos de Canadá

Los obispos canadienses han condenado de forma contundente la eutanasia y el suicidio asistido, al rechazar la reciente ampliación de la ley existente hasta ahora en el país. Se trata de “un asesinato deliberado de la vida humana”, afirman.

Rafael Miner·14 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

“Nuestra posición sigue siendo inequívoca: la eutanasia y el suicidio asistido constituyen el asesinato deliberado de la vida humana en violación de los mandamientos de Dios; erosionan la dignidad compartida al impedir la consideración, la aceptación y el acompañamiento de quienes sufren y mueren. Además, socavan el deber fundamental que tenemos de cuidar a los miembros más débiles y vulnerables de la sociedad”.

La Conferencia Episcopal Canadiense (CCCB) ha rechazado de este modo la reciente aprobación del proyecto de ley de nominado C-7, conocido como “Asistencia médica para morir” (MAiD), que amplía la posibilidad de recibir asistencia médica para poner fin a la vida, antes reservada sólo a quienes tuvieran “una razonable previsión de muerte natural”.

De hecho, la nueva legislación incluye asimismo a personas que pueden no estar en riesgo de muerte inminente, pero que han alcanzado un estado de “sufrimiento físico o psicológico intolerable, debido a una enfermedad o discapacidad incurable”. La nota está fechada el 8 de abril y ha sido firmada por monseñor Richard Gagnon, arzobispo de Winnipeg y presidente de la conferencia de obispos de Canadá, en nombre de los miembros de la Comisión Permanente, que representan a todos los obispos de la nación  (https://www.cccb.ca/).

Presiones a personas discapacitadas

El texto añade que “la vida humana debe ser protegida desde la concepción hasta la muerte natural, en todas las etapas y bajo todas las condiciones”. Las posibles presiones que se colocarán a personas con enfermedades mentales o discapacidades resultantes de los cambios legislativos son demasiado reales, peligrosas y potencialmente destructivas”.

Canadá es unos de los escasos países del mundo que ha legalizado la eutanasia, junto a los Países Bajos, Colombia y ahora España, como ha informado omnesmag.com. La carta del arzobispo Gagnon recuerda que “del mismo modo que sucedió ante la legislación de 2016 que despenalizó estas prácticas en todo Canadá, los obispos católicos de Canadá se han opuesto sistemáticamente a tal ley, y más recientemente a su expansión a través del proyecto de ley C-7”.

La Jerarquía católica muestra su apoyo y agradecimiento a todos los trabajadores sanitarios y voluntarios “compasivos”, para que “continúen defendiendo la vida, resistiendo a la eutanasia y al suicidio asistido, promoviendo la atención a los familiares, amigos y seres queridos en su sufrimiento, o asistiendo a los enfermos y moribundos”.

El presidente de los obispos canadienses afirma también que “nuestra promoción debe continuar para un acceso rápido a la atención de salud mental, el apoyo social a las personas con este tipo de enfermedades y a los programas de prevención del suicidio. Debe incluir la gestión y el apoyo a las personas con enfermedades crónicas y / o degenerativas y a las personas que viven aisladas en nuestras instalaciones de cuidados de larga duración”.

50 líderes religiosos en contra

A finales del año pasado, más de 50 líderes de las confesiones religiosas en Canadá se manifestaron contra este proyecto. “Nos sentimos obligados a expresar nuestra gran preocupación y oposición al proyecto de ley C-7 que, entre otras cosas, amplía el acceso a la eutanasia y al suicidio asistido a los que no se están muriendo”, declararon en una carta los representantes de las tradiciones religiosas, que pidieron que la vida “se defienda a toda costa”, informó Vatican News.

“Nos sentimos obligados a expresar nuestra gran preocupación y oposición al proyecto de ley C-7 que, entre otras cosas, amplía el acceso a la eutanasia y al suicidio asistido a los que no se están muriendo»”, escribieron. “Nuestra reflexión colectiva se centra en el hecho de que hemos llegado tan lejos como sociedad, pero al mismo tiempo hemos retrocedido tan seriamente en la forma en que tratamos a los débiles, los enfermos y los marginados”.

Por otra parte, afirmaron el valor de la dignidad de la persona humana y la necesidad de los cuidados paliativos. “Estamos convencidos de que un sistema robusto de cuidados paliativos a disposición de todos los canadienses es una respuesta mucho más eficaz al sufrimiento y a la protección de la dignidad sagrada de la persona humana; los cuidados paliativos abordan el dolor en un entorno cariñoso y afectuoso, en el que las personas hacen todo lo posible por ofrecer comodidad y confort”.

La carta fue firmada y promovida por la CCCB, el rabino Reuven P. Bulka, el Consejo Canadiense de Imanes, la Comunidad Evangélica del Canadá y la Ahmadiyya Musulmana Jama’at Canada.

Mons. Paglia: “ser humanos”

El arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, al comentar la aprobación de la ley de eutanasia en España, afirmó: “Debemos responder a la difusión de una verdadera cultura de la eutanasia, en Europa y en el mundo, con un enfoque cultural diferente”.

“El sufrimiento y la desesperación de los enfermos”, añadió, “no deben ser ignorados. Pero la solución no es anticipar el final de la vida. La solución es ocuparse del sufrimiento físico y psíquico. La Academia Pontificia para la Vida apoya la necesidad de difundir los cuidados paliativos, que no son la antesala de la eutanasia, sino una verdadera cultura paliativa de atención a toda la persona, con un enfoque holístico”, señaló la agencia oficial vaticana.

“Cuando ya no podemos sanar, siempre podemos cuidar a las personas. No debemos anticipar el trabajo sucio de la muerte con la eutanasia. Debemos ser humanos, estar al lado de los que sufren, no dejarlos en manos de una deshumanización de la medicina o en manos de la industria de la eutanasia”, concluyó Monseñor Paglia.

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Vocaciones

Sacerdotes santos: san Vicente de Paúl

El sacerdote francés desarrolló una espiritualidad centrada en Dios, la Iglesia y los pobres, y trata en sus obras preferentemente los temas ascéticos. "Fue un auténtico gigante de la caridad y un genio de capacidad organizativa".

Manuel Belda·14 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Vicente de Paúl nació en 1581, en el pueblo francés de Pouy, que en la actualidad se llama Saint-Vincent-de Paul.

Su vida

No se sabe mucho sobre su época juvenil. Fue ordenado sacerdote el 23 de setiembre de 1604, habiendo conseguido el Bachillerato en Teología.

Llegó a París en 1608 y durante el periodo entre el 1608 y el 1617 sufrió una profunda trasformación interior, bajo el influjo del cardenal Pierre de Bérulle. En 1617 tuvo lugar su “conversión” a los pobres sin evangelizar y a los más necesitados. 

En 1625 fundó una comunidad de sacerdotes dedicados a la evangelización de los campesinos pobres, lo cual respondía a una necesidad concreta, ya que en la Francia de aquella época el 85 % de la población vivía en el campo. Esta comunidad también se dedicaba a la formación del clero. La llamó Congregación de la Misión, y es conocida popularmente como “Misioneros de san Vicente”, “Vicentinos”, o “Lazaristas” (por ser la Casa de san Lázaro, en París, la Casa Madre de la Congregación, hasta la Revolución francesa). La Congregación fue aprobada por el Papa Urbano VIII el 12 de enero de 1633, con la Bula Salvatoris nostri.

También fundó, junto con santa Luisa de Marillac, una comunidad femenina de servicio, llamada Hijas de la Caridad.

San Vicente de Paúl fue un auténtico gigante de la caridad y un genio de capacidad organizativa. Sus obras de caridad fueron concebidas con la estrategia de un plan de batalla. Además tuvo el mérito de saber elegir y formar muy bien a sus colaboradores.

San Vicente de Paúl murió en París, el 27 de setiembre de 1660, y fue canonizado por Clemente XII el 16 de marzo de 1737. Su fiesta se celebra el 27 de setiembre, aniversario de su dies natalis.

Sus obras

Sus obras se recogen en la edición clásica a cargo de P. Coste, Saint Vincent de Paul. Correspondance, entretiens, documents, 14 volúmenes, París 1920-1925. Son casi exclusivamente cartas y apuntes tomados por los asistentes a sus conferencias. Escribió alrededor de 30.000 cartas, de las que nos han llegado solamente 2.500.  

Su doctrina espiritual

Se puede afirmar que la espiritualidad de san Vicente de Paúl recibe la influencia tanto del cardenal Pierre de Bérulle como de san Francisco de Sales. Elabora una síntesis muy personal de la doctrina espiritual de estos dos grandes autores.

Su espiritualidad está centrada en Dios, la Iglesia y los pobres, y trata preferentemente de temas ascéticos: la humildad, la caridad, la oración, etc. Su aspiración es conseguir practicar a fondo las virtudes cristianas en las circunstancias de la vida cotidiana. 

El Dios que él contempla es el Verbo Encarnado, a quien ve presente en los pobres. Por eso escribe: “Dios ama a los pobres, y por consiguiente ama a los que aman a los pobres; porque cuando se ama mucho a una persona, se siente afecto también por sus amigos y por sus siervos. Así pues, la pequeña compañía de la Misión trata de dedicarse con amor al servicio de los pobres, que son los predilectos de Dios; por ello tenemos motivos para esperar que, por amor a ellos, Dios nos amará. Dediquémonos con renovado amor al servicio de los pobres, es más, busquemos a los más miserables y abandonados, reconozcamos delante de Dios que ellos son nuestros señores y que no somos dignos de prestarles nuestros humildes servicios”.

Para san Vicente, sus hijos espirituales deben ser “cartujos en casa y apóstoles en el campo”. De san Francisco de Sales toma la idea de que la perfección no consiste en los éxtasis, sino en el cumplimiento de la voluntad de Dios. Según san Vicente, el amor “afectivo” tiene que llegar a ser “amor efectivo”, que consiste en “hacer las cosas que manda y desea la persona amada. De esto es lo que pretende hablar Nuestro Señor cuando dice: Si quis diligit me, sermonem meum servabit, ‘si alguno me ama guardará mi palabra’”.

El amor efectivo es la prueba más segura de todo amor: “Amemos a Dios, hermanos, amemos a Dios, pero a costa de nuestros brazos, con el sudor de nuestra frente. Porque muy frecuentemente tantos actos de amor, de benevolencia, y otros afectos parecidos y prácticas de un corazón tierno, aunque son buenísimos, sin embargo son sospechosos cuando no llegan a la práctica del amor efectivo. Porque muchos, al estar llenos de grandes sentimientos, creen que ya han hecho todo; y cuando se encuentran en la ocasión de obrar se echan hacia atrás. Muchos se contentan con las suaves conversaciones que tienen con Dios en la oración, pero cuando salen de ella, si se trata de trabajar por Dios, de sufrir, de mortificarse, de ayudar a los pobres, de buscar la oveja perdida, de llevar con alegría las privaciones, de aceptar la enfermedad o cualquier otra desgracia, les falta el valor necesario”. 

San Vicente quiere que sus hijos e hijas espirituales sean personas capaces de encontrar en el servicio al prójimo lo que habían tenido que abandonar en la oración: “No se deja a Dios por Dios”.

La vocación del Misionero de la Caridad y de las Hijas de la Caridad es amar a Dios y hacerlo amar: “No me basta amar a Dios si mi prójimo no lo ama”. 

Libros

La pedagogía de la imagen

El libro que nos recomienda Julio de la Vega-Hazas es una puerta abierta al examen detallado de toda la riqueza encerrada en las vidrieras de la catedral de Segovia.

Julio de la Vega-Hazas·13 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Vivimos en una nueva era digital, en la que la imagen está sustituyendo en buena parte a la letra escrita como método de aprendizaje. Pero, aunque la tecnología sea nueva, esta pedagogía no lo es en absoluto. En un mundo donde solo una parte de la población sabía leer, desde la Edad Media los templos asumieron la tarea de hacer una catequesis a través de la imagen. Si en el románico, además de la escultura, se realizó fundamentalmente con las pinturas murales, en el gótico se trasladó a las vidrieras, con la ventaja para nosotros de que éstas se conservan mucho mejor. Y, como no podía ser de otro modo, destacan con mucho –por su número y calidad- las vidrieras de las catedrales. 

La catedral de Segovia es uno de los mejores ejemplos de esta catequesis de la imagen. Su estilo, gótico tardío, deja muchos espacios para las vidrieras. A la vez, la fecha de su terminación hizo que las vidrieras sean de un estilo posterior –fundamentalmente manierista-, con la consiguiente mejora en la calidad de las imágenes y los emplomados. Y Segovia lo aprovechó bien, con un esfuerzo económico importante para la época. Encontramos en sus cristales un magnífico recorrido por el Antiguo Testamento, por la vida del Señor, por la figura de la Virgen María, por una selección de Padres de la Iglesia (no podía faltar la representación de la Tradición en un momento de contrarreforma). 

Libro

Título: La luz de los misterios. Vidrieras de la Catedral de Segovia
Autor: José Miguel Espinosa Sarmiento
Editorial: ArtiSplendore
Páginas: 158
Año: 2019

Este libro, que tiene como autor a José Miguel Espinosa, canónigo de la catedral de Segovia, es una puerta abierta al examen detallado de toda esa riqueza encerrada en sus vidrieras. Su principal acierto, como señala en su prólogo el Obispo de Segovia, D. César Franco, consiste en que no se centra en el estudio histórico-artístico de las mismas –aunque no faltan las correspondientes referencias-, sino en su significado y en lo que quieren transmitir. O sea, Espinosa recrea la catequesis que se quiso dar con las imágenes y, con ello, proporciona lo más sustancial de su valor histórico. 

Una por una, van desfilando por sus algo más de 150 páginas, las imágenes con fotografías a color de muy buena resolución (alguna necesitó del concurso de un dron para obtener la calidad requerida). Y, junto a cada una, su explicación, su enseñanza, su significado, no solo como obra singular sino también en su papel dentro del conjunto. 

Quienes se hagan con un ejemplar, especialmente si lo adquieren dentro de una pausada visita a esta magnífica catedral, podrán aprender –y se llevarán consigo- no solo una explicación histórica de las vidrieras y su valor, sino sobre todo una catequesis, que, sumadas las partes, resulta ser sorprendentemente completa.

El autorJulio de la Vega-Hazas

Vaticano

Más de treinta nuevos reclutas para la Guardia Suiza

El próximo 6 de mayo se celebrará el tradicional acto de juramento de los nuevos reclutas de la Guardia Suiza Pontificia, guardando las restricciones sanitarias.

David Fernández Alonso·13 de abril de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Debido a la situación actual por la pandemia de coronavirus, y de acuerdo con los superiores de la Guardia Suiza, el tradicional acto de juramento solemne de la Guardia Suiza Pontificia se celebrará sin público externo y de acuerdo con las normas de protección vigentes.

Por lo tanto, serán 34 los guardias que realizarán su juramento solemne, según la tradición, el 6 de mayo de 2021 ante sus padres y hermanos. Además de ellos, estarán presentes representantes de la Confederación Suiza y del Ejército Suizo, de la Conferencia Episcopal Suiza y de las Fundaciones de la Guardia Suiza Pontificia.

DATO

34

nuevos guardias suizos prestarán juramento el próximo 6 de mayo.

Como ha comunicado el representante de prensa del Cuerpo de la Guardia Suiza, los invitados externos no podrán asistir. En cambio, se retransmitirá en directo la Santa Misa por la mañana y el Juramento por la tarde.

El jueves, 6 de mayo de 2021 a las 7.30 horas, dará comienzo la Santa Misa con los guardias que prestarán juramento en la Basílica de San Pedro. A las 17.00 de la tarde, tendrá lugar la ceremonia del Juramento en el Cortile San Damaso, que en caso de mal tiempo se trasladará al Aula Pablo VI.

Más adelante, se facilitará un anuncio más detallado, con información sobre los guardias que prestarán juramento y cómo se puede seguir la ceremonia.

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Actualidad

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Omnes·13 de abril de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

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Iniciativas

Torreciudad: del siglo XI al XXI

El actual santuario oscense de Torreciudad fue inaugurado en 1975. Desde este rincón situado a las puertas del Pirineo se continúa y se extiende por todo el mundo una devoción del siglo XI, que se adentra en el siglo XXI aprovechando todas las posibilidades técnicas y digitales propias de nuestro tiempo.

Maria José Atienza·13 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

Enclavado junto al río Cinca, el santuario de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad ha sido, desde hace diez siglos, centro de fe y devoción mariana. A lo largo de su vida, numerosas personas han acudido a la intercesión de la Virgen bajo esta advocación. Su devoción se extendió, especialmente, tras la construcción del nuevo santuario impulsado por san Josemaría Escrivá y que abrió sus puertas en 1975.  

Torreciudad es, en la actualidad, un amplio espacio que integra fe, cultura, ecología y formación. El santuario y su entorno se han renovado, tanto en sus instalaciones, como en nuevos proyectos como aplicaciones móviles, para ofrecer a sus visitantes una experiencia de fe completa y actual. Todo ello con un objetivo doble, como destaca Antonio Qintana, director de Desarrollo de Torreciudad: “Adaptar el Santuario al peregrino de hoy y facilitar una autentica y personal experiencia de encuentro con la Virgen. Y al mismo tiempo, hacer posible lo que el Santo Padre indica que han de ser los santuarios: un lugar de consuelo”

San Josemaría Escrivá heredó esa devoción mariana que, desde hace casi mil años, ha llevado a miles de personas a rezar ante la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad. Su impulso al nuevo santuario buscaba “conseguir un derroche de gracias que la Virgen querrá hacer a todos los que vengan a visitar esta milenaria imagen. Y esto es lo que comprobamos aquí cada día. Por otro lado, hay que hacer comprensible y palpable toda esta riqueza espiritual que se manifiesta en cada ladrillo del santuario y, por eso, hemos aplicado una nueva museografía y ayudar a que cualquier persona capte ese encuentro personal con la Virgen”, subraya Quintana. 

Los nuevos espacios de Torreciudad

Vive la experiencia de la fe

El espacio Vive la experiencia de la fe está ubicado en un espacio del nivel -1 bajo la explanada. Este espacio ofrece al visitante de una sorprendente inmersión multimedia en la que, a través de 5 ámbitos, se plantean diversas preguntas y reflexiones sobre las grandes cuestiones de la vida humana: Dios, la libertad, la felicidad, la Virgen María, el amor… Todo ello para explicar la naturaleza del santuario y facilitar una experiencia de renovación interior. 

El espacio Vive la experiencia de la fe. Foto: © ganasdevivir.es

El “video-mapping” del retablo

Uno de los elementos más característicos del nuevo santuario de Torreciudad es su retablo, realizado en alabastro por el escultor Joan Mayné y cuyas imágenes representan distintos momentos de la vida de la Virgen María. En el centro se encuentra el camarín la misma talla románica de Nuestra Señora de Torreciudad que se encontraba en la ermita antigua, así como el sagrario.

Un momento del «video-mapping» del retablo.

Las posibilidades actuales han dado lugar a un mapping, respetuoso con la presencia del Señor Sacramentado en el retablo y que narra, en forma de diálogo entre la Virgen y San Josemaría las distintas escenas que conforman este retablo. La idea base de esta gran proyección audiovisual es el amor y las diferentes formas en las que se manifiesta: a través del servicio, del sacrificio, del trabajo y de la entrega. 

“Una devoción milenaria”

También en los últimos años ha experimentado cambios el espacio expositivo Una devoción milenaria. La antigua exposición histórica sobre Torreciudad ha renovado totalmente sus contenidos y ha apostado por una presentación interactiva en diálogo con el visitante. El recorrido se inicia en los orígenes medievales de la devoción a Nuestra Señora de Torreciudad, una talla románica de gran belleza y serenidad en la que el Niño se muestra sentado sobre las rodillas de su Madre como en un trono, y que fue entronizada en 1084. La información escrita, fotográfica, infográfica y audiovisual de estos diez siglos de devoción se combina con agilidad para proporcionar una experiencia de conocimiento atractiva y perdurable. 

La Virgen en el centro

Otro de los espacios que han sido renovados en el proyecto del santuario es la galería de imágenes de la Virgen de todo el mundo. Desde hace décadas, grupos de peregrinos han ido llevando a Torreciudad imágenes de advocaciones variadas de Nuestra Señora: desde Nuestra Señora del Rocío, la Virgen de Guadalupe, etc. Esta galería es uno de los lugares más valorados y visitados del santuario en el que los peregrinos pueden contemplar una amplia selección de imágenes agrupadas con criterios geográficos y mariológicos. También tienen a su disposición dos grandes pantallas táctiles en las que pueden buscar las fotografías del resto de Patronas que han sido entregadas al santuario a lo largo de los años. 

El santuario forma parte, junto con los santuarios del Pilar, Lourdes, Meritxell (Andorra) y Montserrat de la conocida “Ruta Mariana”. Se trata de uno de los destinos de turismo religioso con mayor proyección en Europa y que conforma un recorrido en el que se mezcla cultura y devoción, arte y espiritualidad, naturaleza.

La devoción mariana dio lugar también, en 2002, al Instituto Mariológico de Torreciudad, fruto de un convenio entre la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y el Patronato de Torreciudad. Su finalidad es fomentar los estudios mariológicos y contribuir, desde la perspectiva científica, a la difusión de la devoción mariana, y su principal actividad es la publicación del anuario Scripta de Maria.

El santuario en el móvil 

Adentrarse en el Santuario de Torreciudad es ahora mucho más sencillo e interactivo gracias a su aplicación móvil. Se trata de una completa guía elaborada para facilitar la preparación y el máximo aprovechamiento de la visita. Peregrinos y visitantes pueden acceder de manera ágil a la información y fotografías de todos los lugares de interés de Torreciudad. Con las funciones GPS y Bluetooth activadas, la propia aplicación informa al usuario acerca de lo que está contemplando en cada lugar.

La aplicación es especialmente útil en aquellos lugares del santuario con imágenes basadas en devociones cristianas, como los misterios del Rosario, el Via Crucis o los Dolores y gozos de san José, que se reparten a lo largo del entorno. Para estos ejercicios piadosos se ofrecen textos que ayudan a meditar sobre estas escenas y a dedicar un tiempo a la oración. Se explica, asimismo, el modo de vivir la costumbre de encender velas a la Virgen y de atar cintas junto a su imagen, ambas cosas, actos tradicionales de las visitas a los santuarios de la Virgen. 

El santuario de Torreciudad recibe, cada año, a miles de personas de todo el mundo que acuden a los pies de la Virgen en peregrinación, convivencias o visitas particulares. Son especialmente conocida las Jornadas de las Familias, a inicios del mes de septiembre, en la que cientos de familias se reúnen en el santuario. Con la llegada de la pandemia, “MisaTorreciudad” se convirtió en una de las búsquedas principales de Google. Gracias a los medios digitaes, miles de personas continuaron su vida de piedad con la misa diaria o dominical desde el Santuario. Antonio Quintana recuerda que “antes del confinamiento ya pusimos en marcha el sistema de streaming para facilitar la participación en la Misa a las personas impedidas. Cuando llegó el confinamiento total arreglamos las cosas para poder ofrecer varias Misas al día.  El Consejo de Conferencias Episcopales Europeas se hizo eco ya que éramos de los pocos que la ofrecían en ‘streaming’, llegando a más de 2.5 millones de personas. Más adelante, gracias a Dios, se sumaron otras parroquias y santuarios, ampliando la oferta para que todo el que quisiera pudiera asistir, aunque fuera virtualmente. Era sobrecogedor ver el templo cerrado y vacío pero al mismo tiempo, sabiendo que nos escuchaban millones de personas y que estábamos dando un gran servicio a la Iglesia. Todavía lo seguimos haciendo, especialmente para los países de Sudamérica que viven todavía un confinamiento severo. Nos han llegado muchos mensajes cada día de agradecimiento y de conversiones, de vuelta a la práctica cristiana y de deseos de venir, en cuanto se pudiera, a dar gracias a la Virgen por tantos favores. La Virgen de Torreciudad, aún telemáticamente, siempre derrocha sus gracias”.

España

Las campanas tañeron ante la despoblación. ¿Y ahora qué?

Numerosos templos de localidades aragonesas, extremeñas y castellanas hicieron repicar sus campanas a finales de marzo para visibilizar la “España vaciada”.  Toca ahora profundizar en los mensajes.

Rafael Miner·13 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

El objetivo era hacer visible el problema de la España vaciada, herida por la despoblación y el abandono. Y las campanas de las iglesias de Zaragoza, incluida la Basílica del Pilar, sonaron cinco minutos en plena Semana Santa, el 31 de marzo, en solidaridad con las plataformas sociales que denuncian la situación en la que se encuentran los pueblos de la llamada ‘España vaciada’.

Mons. Carlos Escribano había solicitado un toque de campanas a las parroquias de la diócesis, coincidiendo con el segundo aniversario de la manifestación que hace un año recorrió las calles de Madrid, Un repique de campanas para visibilizar el problema de la despoblación en el mundo rural.

El arzobispo de Zaragoza ha manifestado que continúa “muy vigente” la carta pastoral Nazaret era un pueblo pequeño, publicada por los obispos de las seis diócesis aragonesas en diciembre de 2019, sobre la Iglesia en Aragón al servicio del mundo rural.

“Los gozos y esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo”, ha escrito Mons. Escribano, recordando el mensaje del Concilio Vaticano II.

Alerta también en Extremadura, León y Zamora

El tañido de campanas aragonesas vino precedido por las de las parroquias de la provincia eclesiástica de Mérida-Badajoz, que se unieron el pasado día 29, Lunes Santo, a la petición realizada por los obispos de las diócesis extremeñas para tañer las campanas a las 11 horas, como señal de alerta para reflexionar sobre la situación de la Extremadura vaciada.

Con las campanas, el arzobispo de Mérida-Badajoz, Mons. Celso Morga; el obispo de Plasencia, Mons. José Luis Retana, y el administrador diocesano de Coria-Cáceres, Mons. Diego Zambrano, llamaron a “analizar nuestra realidad y a organizarnos para incidir en ella”, afirmaron en la nota que se leyó el fin de semana en las parroquias. Dos de los templos que hicieron sonar sus campanas fueron la concatedral de Santa María y la Basílica de Santa Eulalia en Mérida (Badajoz), entre otros muchos.

Extremadura es una de las regiones españolas que “reclama especial atención”, señala la nota, que ofreció, por ejemplo, estos datos: “un 37,7 % de la población vive en riesgo de pobreza, siendo la región con menos renta de todo el país, con 115.455 personas en la cola del paro”.

Por otra parte, el texto incidía la idea de que “nuestros pueblos envejecen, sin apenas niños ni jóvenes; el campo se asfixia cada vez más”, y “somos un espacio vacío para las comunicaciones (internet, autovías, trenes). Un total de 88 municipios han perdido una cuarta parte de su población”.

Los obispos extremeños miran “esta situación con realismo, pero también con esperanza cristiana, que no se deja vencer por el pesimismo, y desde nuestra misión eclesial queremos dar respuestas positivas y esperanzadoras a esta situación”. Y animan a trabajar “unos desde la fe, que nos mueve a trabajar por el Reino de Dios; otros, desde sus valores humanos. Y todos como parte de esta tierra que sufre, pero que tantos recursos tiene para salir de su situación, que tantas capacidades puede poner en marcha. Que tanto futuro tiene por construir”.

Ese día se hicieron notar también parroquias de municipios castellanos. Las campanas de diversas localidades de León tañeron el día 31 en Villavante y en otras localidades como Valderrey, Santa Marina de Torre, Celadilla del Páramo, Villares de Órbigo, Villarejo de Órbigo, San Andrés de las Fuentes, etc., y se oyeron asimismo las campanas en más de un centenar de pueblos de comarcas de Zamora.

Respuestas pastorales

En España existen en torno a 8.130 municipios[MRB1]  según datos oficiales a finales de 2019, y algo más de 23.000 parroquias, según la memoria de la Conferencia Episcopal. Y los problemas de la ‘España vaciada’, en gran parte debidos a la escasa natalidad y a la emigración de los jóvenes a las ciudades, no se quedan en el ámbito civil y económico.

Más de la mitad de los pueblos de España tienen menos de mil habitantes, y buena parte de ellos están en riesgo de despoblación inmediata, pero la Iglesia no abandona a esas pequeñas comunidades rurales envejecidas, y estudio poner en marcha nuevas fórmulas de atención pastoral.

Como ha explicado Juan Carlos Mateos, director del secretariado de la Comisión Episcopal del Clero y Seminarios de la Conferencia Episcopal, los sacerdotes son hoy menos numerosos y tienen más años que en otras épocas, y sus parroquias se quedan en no pocas ocasiones con escasos fieles.

El esfuerzo que deben realizar algunos sacerdotes, normalmente más jóvenes, para atender a los parroquianos es enorme y supera a veces sus fuerzas, en especial en comunidades autónomas como las dos Castillas, provincias de Galicia, Asturias, territorios de Aragón, Extremadura, zonas de Andalucía, etcétera. Y esto por no hablar de lo que Juan Carlos Mateos ha denominado “La increencia y la secularización, que tampoco son un fenómeno ajeno a la España rural”.

Fórmulas en estudio

En este contexto de “respuesta pastoral” al fenómeno de la despoblación, de creatividad y de modernización, el obispo de Osma-Soria, Mons. Abilio Martínez Varea, formuló en un Foro de la revista Palabra, ahora Omnes, celebrado a finales de 2019, la propuesta de “madurar la posibilidad de considerar como una sola comunidad parroquial el conjunto de parroquias confiadas al cuidado pastoral de un sacerdote y de obrar en consecuencia en términos pastorales. Nuestra actual organización pastoral, con muchas pequeñas parroquias diseminadas en un territorio muy extenso, exige un profundo replanteamiento. Se impone, por tanto, una serena reflexión a todos los niveles en la diócesis”.

El Foro tuvo lugar en Madrid con la presencia del ingeniero Alejandro Macarrón, consultor y director de Renacimiento Demográfico, que moderó el acto; del obispo de Cuenca, Mons. José María Yangüas; vicarios de otras diócesis afectadas, como la de Coria-Cáceres; párrocos castellanos que atienden hasta 30 ó 35 parroquias; y diversos expertos como José Luis Pascual, director de Sistemas Informáticos y Redes de la archidiócesis de Burgos desde hace años.

Natalidad muy baja

Estamos pasando de ser un país en el que un abuelo cuidaba a cuatro nietos, a otro en el que los cuatro abuelos vigilan a un único nieto, recordó el ingeniero Alejandro Macarrón en el citado Foro, con palabras de Tomás Burgos, ex-Secretario de Estado de la Seguridad Social. El envejecimiento medio de los españoles, muy preocupante por su magnitud y ritmo de crecimiento, a juicio del consultor, alcanza cotas muy elevadas en gran parte de España.

La mayor causa de despoblación en las provincias rurales en los últimos 40 años ha sido y sigue siendo la insuficiente natalidad. Los casos de Soria y Jaén son muy ilustrativos”, dijo Alejandro Macarrón. Jaén, con mucha más emigración neta que Soria desde 1975, ha perdido muchos menos habitantes, y su población está bastante menos envejecida. Esto se debe a que su tasa media de fecundidad ha sido mucho mayor que la soriana en las décadas pasadas (ya no)”.

En el problema de fondo de nacimientos en España”, añade Alejandro Macarrón, “mientras no haya un cambio de mentalidades y de leyes en favor de la natalidad y la formación de familias estables con varios niños, no caben esperar cambios sustanciales. Pero al menos que no haya un ‘supenhundimiento’ adicional por la pandemia sería ya algo positivo, un pequeño alivio tras los catastróficos datos de nacimientos de diciembre y enero”.

Algunas iniciativas

En los últimos tiempos, las iniciativas para repoblar la España rural se comienzan a revitalizar. Por ejemplo, el plan Repuebla, que se centra en provincias de Castilla y León, y que tiene dos fases, como informó la cadena Cope. La primera es de contacto con ayuntamientos para crear un banco de viviendas libres. En la segunda, se alquilan o venden estas viviendas a aquellos usuarios dispuestos a trasladarse a la zona (www.planrepuebla.es). Pueden ver asimismo ideas de diversos tipos y estilos en www.españadespoblada.es ó en www.volveralpueblo.org.

Educación

Claves educativas del siglo II para un currículo de Religión del siglo XXI

"La gloria de Dios es que el hombre viva; la vida del hombre es contemplar a Dios." (San Ireneo de Lyon, C. H., libro 4,20:7

Javier Segura·13 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Ahora que estamos repensando el nuevo currículo de Religión merece la pena mirar en profundidad y descubrir las claves que nos ayudarán a que realmente ese currículo cumpla con su cometido de enseñanza-aprendizaje.

Pensando en esto me ha venido la célebre frase de san Irineo de Lyon, ‘la gloria de Dios es que el hombre viva’, y creo que nos aporta una visión sugerente. Especialmente si no quitamos la segunda parte de la sentencia del santo obispo, ‘la vida del hombre es contemplar a Dios’.

En este ejercicio que es la enseñanza escolar de la Religión hay dos orillas de un río que hay que unir: Dios y los hombres. El currículo debe acertar en la forma de hacerlo, y ahí está su importante y, a veces, complicada misión. Quizás en otros momentos hayamos partido demasiado de un contenido teológico que teníamos que adaptar y explicar a los niños y adolescentes. Un contenido que el profesor de Religión se esforzaba por hacer significativo, y en ello empleaba muchas de sus energías.

En la enseñanza escolar de la Religión hay dos orillas de un río que hay que unir: Dios y los hombres, y éso es lo la misión del currículo de Religión.

Javier Segura

La sentencia de san Ireneo nos invita a recorrer ese camino entre el hombre y Dios, pero en otra dirección. Acercarnos primero al hombre, con todo su deseo de vida y vida en plenitud. Escuchar sus inquietudes, sus luchas, sus heridas, sus aspiraciones… y ayudarle a descubrir que Dios mismo quiere llenar esos anhelos. Que su historia no le es ajena. Que la gloria de Dios es que ese niño llegue a la vida plena, que ese joven viva con toda la potencia que el mismo Dios sembró en su corazón. Por algo dijo Jesús ‘he venido para que tengan vida y vida en abundancia’ (Jn 10,10).

Eso nos llevará a un currículo con un acento netamente educativo, cuyo objetivo central sea la maduración plena e integral del alumno, desde las claves que aporta el cristianismo.

Pero este proyecto ha de sustentarse en dos presupuestos básicos, que si no están bien encaminados, pueden hacer que el currículo y la propia enseñanza religiosa escolar queden infructuosos.

El currículo ha de tener un acento netamente educativo, cuyo objetivo central sea la maduración plena e integral del alumno desde las claves del cristianismo.

Javier Segura

Por una parte hay que escuchar bien al santo de Esmirna y poner el acento también en la segunda parte de la frase. Verdaderamente Dios quiere que el hombre viva, pero la vida del hombre es contemplar a Dios. Ese anhelo profundo del corazón que todos los seres humanos sienten tiene un nombre, es Dios. Él es la fuente de la vida, y si al ser humano le quitamos a Dios, no le estamos arrebatando una idea más o menos interesante, sino que le arrebatamos el origen de su propia vida. Porque quizás este es el gran problema de la transmisión del cristianismo, que hayamos convertido al propio Dios en una idea y al cristianismo en una ideología, cuando es algo muy distinto. Dios es una persona y el cristianismo es un encuentro. Por eso en el centro del currículo, a la vez que debe estar el joven y su maduración, debe plantearse que en el encuentro personal con Dios está la plenitud de todas las dimensiones de su ser.

El segundo pilar en que debe asentarse el proyecto es en una correcta antropología. Y esto no es algo abstracto o meramente especulativo. De visiones antropológicas erróneas se llega a realizaciones de las personas incompletas y desestructuradas que generan frustración. Debemos ofrecer a nuestros jóvenes una visión del ser humano que les sirva de referencia para la plena y madura integración de todas las dimensiones de su vida. Pero esto pasa porque el propio currículo tenga de fondo esa clara visión. Como tantas veces ocurre no hay que dar nada por supuesto, hay que ponerle el cascabel al gato, y tener clara la propuesta de qué modelo de persona tenemos.

Quizás el propio san Irineo de Lyon nos aporta de nuevo una luz al respecto cuando nos dice que «a causa de su amor infinito, Cristo se ha convertido en lo que nosotros somos, a fin de hacer plenamente de nosotros lo que él es.»

Ese horizonte de lo que estamos llamados a ser, el mejor modelo antropológico que podemos presentar a nuestros jóvenes, el centro del currículo sea cual sea la dirección en la que recorremos el puente que une al hombre y Dios, no es otro que Jesucristo.

El mejor modelo antropológico que podemos presentar a nuestros jóvenes no es otro que Jesucristo.

Javier Segura

Si tenemos claros estos principios, el hombre y su maduración, Dios como plenitud de vida y una antropología clara que tenga a Cristo como referente definitivo, la enseñanza religiosa escolar podrá aportar mucho dentro del sistema educativo y a la propia vida de los niños y jóvenes.

Vaticano

La tarea de la Secretaría de Estado: una «voz clara» para la unidad

La Secretaría de Estado de la Santa Sede despliega un aparato de estructuras para garantizar la unidad a través de las relaciones diplomáticas con los Estados.

Giovanni Tridente·12 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

128 nunciaturas apostólicas para los 174 países que tienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, 12 delegaciones apostólicas ante las Iglesias locales y 17 organizaciones internacionales. Se trata de las estructuras de enlace entre la Secretaría de Estado de la Santa Sede y las Iglesias dispersas en todas las zonas del mundo, que constituyen lo que se denomina «diplomacia pontificia», para el desarrollo de las relaciones de amistad entre la Sede Apostólica y los diversos Estados al servicio del bien común.

Así se desprende de un reportaje publicado ayer en L’Osservatore Romano, que para la ocasión también publicó una entrevista con el Secretario de Estado de la Santa Sede, el card. Pietro Parolin.

La unidad de la familia humana

En la situación actual, aún más compleja por la pandemia, «es más necesaria que nunca una voz clara que anime a las naciones a no olvidar los errores y los horrores de los conflictos pasados y también los que, por desgracia, están en curso» – explicó Parolin. Por eso es fundamental hacerse eco del magisterio del Papa Francisco, que no pierde ocasión de recordar la unidad de la familia humana, «y en consecuencia sobre la necesidad de que la comunidad internacional afronte los desafíos de forma concertada y multilateral».

El organismo vaticano que colabora estrechamente con la misión del Sumo Pontífice se divide actualmente en tres Secciones: Asuntos Generales (correspondencia, documentos pontificios, traducciones, organización de viajes apostólicos); Relaciones con los Estados (relaciones diplomáticas con los Estados y otros sujetos de derecho internacional para promover la concordia, la libertad religiosa y la paz entre los pueblos; y la última creada por el Papa Francisco en 2017, denominada para el Personal Diplomático de la Santa Sede, dirigida a quienes trabajan en el servicio diplomático en las 128 representaciones pontificias.

Tres secciones

La primera Sección está dirigida por un sustituto (el arzobispo venezolano Edgar Peña Parra) y un asesor (el italiano monseñor Luigi Roberto Cona). La segunda sección está dirigida en cambio por el secretario (el arzobispo inglés Paul Richard Gallagher) y por dos subsecretarios, el sacerdote polaco Mirosław Stanisław Wachowsk (sector bilateral) y, desde el 15 de enero de este año, la laica italiana Francesca Di Giovanni (sector bilateral), la primera mujer que asume una función directiva en la Secretaría de Estado. Por último, la tercera sección, encabezada por un secretario para las representaciones pontificias (el arzobispo polaco Jan Romeo Pawłowski) y un subsecretario (el sacerdote colombiano Mauricio Rueda Beltz).

Un testimonio elocuente

Al igual que sus dirigentes, el personal de servicio también está formado por personas de diversas nacionalidades y procedencias, sumando más de 100 laicos, la mitad de los cuales son mujeres empleadas en diversas tareas. «El hecho de que personas con historias, culturas y sensibilidades diferentes puedan trabajar juntas constituye un testimonio elocuente de la posibilidad de construir relaciones fraternas y pacíficas entre todos los pueblos», dijo el Card. Parolin.

Por lo que respecta a los gastos ordinarios y extraordinarios de apoyo a toda la red internacional sobre la que se apoya la diplomacia pontificia, en 2020 ascendieron a un total de 23,8 millones de euros, con una reducción prevista de unos 4 millones de euros respecto al año anterior.

Hablando de estos aspectos, como se recordará, a principios de este año se transfirió a la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) toda la gestión de las inversiones financieras y de los bienes inmuebles propiedad de la Secretaría de Estado, incluido el Obolo di San Pietro, en aplicación de un motu proprio específico del Papa Francisco.

Mundo

Europa celebra veinte años de ecumenismo

El Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC) celebran el 20º aniversario de la "Charta Œcumenica".

David Fernández Alonso·12 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

La «Charta Œcumenica – Directrices para aumentar la cooperación entre las Iglesias en Europa«, firmada en 2001 por los presidentes de la CCEE y la CEC, es un documento fundamental que busca preservar y desarrollar la fraternidad entre las Iglesias europeas.

Con motivo del 20º aniversario de la Carta, el cardenal Angelo Bagnasco, presidente del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas (CCEE), y el reverendo Christian Krieger, presidente de la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC), han emitido una declaración conjunta en la que se alegran y dan gracias a Dios «por la paz que hemos experimentado y por los logros del movimiento ecuménico mundial».

Juntos en espíritu

«Mientras las Iglesias redefinen su ministerio en medio de la pandemia de Covid-19», los dos presidentes reafirmaron «juntos y en un espíritu de unidad nuestro compromiso de dar testimonio de Cristo como nuestro Salvador y su promesa de una vida transformada en el poder del Espíritu Santo», conscientes de que «las viejas y nuevas divisiones en la Iglesia necesitan ser sanadas, las desigualdades sociales y económicas requieren la transformación de nuestras actitudes y estructuras».

Las continuas amenazas a la democracia y al entorno natural exigen una atención renovada a la totalidad de la vida. El resurgimiento de los conflictos armados y los atentados terroristas en algunas partes del continente en los últimos años exige arrepentimiento, perdón y justicia».

Que seamos instrumentos de unidad

Por último, invitan a rezar para que todos sean uno: «queremos ser instrumentos de esta unidad y comprometernos de nuevo a reforzar la comunión eclesial mediante la oración y la acción comunes, ofreciendo al mismo tiempo nuestro servicio al mundo para la promoción de la justicia y la paz».

Un evento ecuménico de aniversario

Como parte de las celebraciones de este aniversario, la CCEE y la CEC han organizado un encuentro ecuménico online el 22 de abril de 2021 de 19:00 a 20:30 (CEST).

Todas las Iglesias y socios ecuménicos están invitados a participar en el evento, titulado: «Estad alegres en la esperanza, pacientes en el sufrimiento, perseverantes en la oración», inspirado en el versículo de la carta de San Pablo a los Romanos 12,12.

Para la ocasión, se publicará un folleto con los materiales del encuentro ecuménico, así como reflexiones sobre las Directrices. El folleto, que puede descargarse gratuitamente en las páginas web de los CCEE y CEC en inglés, francés, alemán e italiano, está destinado a las iglesias y puede utilizarse a lo largo del año para las celebraciones locales.

Publicamos a continuación la Declaración conjunta de los Presidentes del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas y de la Conferencia de Iglesias Europeas:

Vigésimo aniversario de la Charta Œcumenica

«En los últimos veinte años, el continente europeo ha vivido en general un periodo de paz, junto con una mejora de las relaciones ecuménicas. Esto se ha demostrado en ámbitos de la vida cotidiana como el testimonio común, la acción en el ecumenismo local, así como los matrimonios interconfesionales. Se han alcanzado varios acuerdos teológicos y se ha formado ecuménicamente una nueva generación de teólogos. Han florecido diversas iniciativas interconfesionales. Las iglesias han reforzado su labor en pro de un mundo justo y pacífico, entre otras cosas por el creciente movimiento de personas de otros continentes, y han aumentado sus esfuerzos para cuidar la creación. El mensaje de la Charta Oecumenica ha contribuido y dado nuevo vigor a todo este crecimiento y transformación. Por la paz que hemos experimentado y los logros del movimiento ecuménico mundial, nos alegramos y damos gracias a Dios nuestro Creador.

Mientras nos esforzamos por el Reino de Dios, nuestras sociedades e Iglesias continúan siendo desafiadas por nuestro pecado humano y todo tipo de división. Las viejas y nuevas divisiones en la Iglesia necesitan ser sanadas, las desigualdades sociales y económicas requieren la transformación de nuestras actitudes y estructuras. Las continuas amenazas a la democracia y al entorno natural exigen una atención renovada a la totalidad de la vida. El resurgimiento de los conflictos armados y de los atentados terroristas en algunas partes del continente en los últimos años exige arrepentimiento, perdón y justicia. Ante estas realidades, mientras las iglesias redefinen su ministerio en medio de la pandemia de Covid-19, reafirmemos juntos y en un espíritu de unidad nuestro compromiso de dar testimonio de Cristo como nuestro Salvador y de su promesa de una vida transformada en el poder del Espíritu Santo.

Siguiendo el testamento de nuestro Señor expresado en Juan 17 y en la Charta Oecumenica «para que todos sean uno», somos conscientes de que la unidad de los cristianos no es sólo el resultado de nuestros esfuerzos humanos. Al mismo tiempo, esta unidad, por la que Jesús oró y sufrió, debe ser perceptible en este mundo. En este sentido, queremos ser instrumentos de esta unidad y comprometernos de nuevo a fortalecer la comunión eclesial mediante la oración y la acción comunes, ofreciendo al mismo tiempo nuestro servicio al mundo para la promoción de la justicia y la paz».

¿Qué está pasando por el mundo digital?

Si hiciéramos una encuesta rápida sobre el mundo real, es posible que la gente contestara: las vacunas, AstraZeneca, mucho paro, batallas políticas… Pero el mundo digital es igual de real. Pasen y vean.

12 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Cinco o seis noticias, que invitan a una reflexión, conjunta me han llamado la atención estas semanas. Tienen que ver con las libertades y también con el mundo digital en el que vivimos.

1) Canciones en Cuba. El cantante cubano Yotuel, del grupo Orishas, ha publicado un video titulado ‘Patria y vida’. Junto a él, cantan el dúo Gente de Zona, el músico Descemer Bueno y los raperos Maykel ‘Osorbo’ Castillo y El Funky, que forman parte del movimiento cubano disidente de San Isidro. Culpan al gobierno de la crisis económica, la falta de comida y la presión contra quienes piensan diferente, informa France24. Aunque no canta, aparece asimismo Luis Manuel Otero, coordinador del Movimiento San Isidro, conformado en 2018 para promover la libertad de expresión en la isla.

Los artistas se oponen de manera directa a la conocida frase que acuñó Fidel Castro en marzo de 1960, ‘Patria o muerte’, y hacen un llamamiento en su canción para cambiar esas palabras por ‘patria y vida’”, dice la letra.

2) Dominio de las ‘big tech’. Las denominadas ‘big tech’ (grandes tecnológicas),afianzan su dominio mundial y superan por primera vez el billón de dólares de ingresos, impulsadas en 2020 por el fuerte tirón digital del año más duro de la pandemia. Hablamos de Apple, Amazon, Microsoft, Alphabet (Google) y Facebook.

En paralelo, el director general de Renta 4 Banco, Jesús Sánchez Quiñones, subrayaba en ‘Expansión’ dos cosas:

a) las seis compañías más grandes del S&P 500 (en Wall Street), son todas tecnológicas: las citadas antes, más Tesla; e individualmente, Apple, Microsoft o Amazon valen más en bolsa que todo el Producto Interior Bruto (PIB) español.

Y b) las últimas actuaciones de algunas de ellas “limitando la libertad de expresión de miles de personas y sacando del mercado a un competidor de Twitter como Parler, marca un punto de inflexión”, hasta el punto de que “el fiscal general de Texas ha iniciado una investigación”.

3) Noticias sobre Twitch. Los medios hablan cada vez más de Twitch, definido como “el Youtube de los videojuegos” por vozpopuli.com. Está centrado sobre todo en la retransmisión de videos relacionados con videojuegos, y desconocido para la mayoría de la gente, pero no para los seguidores de Ibai Llanos, por ejemplo, ni para los mercados.

Amazon compró Twitch en agosto de 2014 por 735 millones de euros. En el momento de su compra, contaba con 55 millones de usuarios. Hoy tiene 525 millones (17,5 millones al día) con una audiencia promedio de más de 1,5 millones de espectadores.

Esta plataforma ha actualizado recientemente sus políticas para prohibir las conductas graves e indebidas que puedan afectar a su comunidad de usuarios, aunque ocurran fuera de la plataforma, en especial las que se refieren a las incitaciones al odio y al acoso, ha informado ABC. La normativa se aplicará siempre que haya cuando exista “evidencia comprobable disponible”, también en otras redes sociales, e incluso fuera de Internet.

Por citar una tercera mención, la youtuber y presentadora de eSports, Cristinini, ha explicado en el programa Zapeando, de laSexta, en qué consiste Twitch, “Es un sitio donde tus hijos ven a otras personas jugar a videojuegos y hacer directos”, ha explicado. Lo que engancha a los jóvenes es la improvisación, “sin guiones, o escaletas. Tú te metes en directo y que sea lo que Dios quiera. Es lo que gusta”, cuenta lasexta.com

4) El tornado de las redes sociales. El domingo 11 de abril, El País ha publicado un análisis con este titular en portada: “La tecnoutopía que se convirtió en una ciénaga”.  Dentro, el título parecía más constructivo: “Cómo sacar a las redes sociales de la ciénaga”. El lead señala que Facebook ha sido denunciado por Reporteros sin Fronteras en Francia por permitir la difusión de “desinformación y odio”. “Atravesamos una era de desencanto con las redes, nacidas como una tecnoutopía de la libertad de expresión. Quizá, alertan algunos expertos, hemos cedido demasiado poder a este oligopolio”, añade.

Las primeras líneas dicen, textualmente, que “Donald Trump se quedó en enero sin cuentas en la mayor parte de las redes sociales. La decisión asustó incluso a muchos de quienes están en contra de sus mensajes llenos de mayúsculas. Una parte de los críticos opinan que estas plataformas se han convertido en un oligopolio del debate público y que no deberían tener tanto poder como para dejar sin voz al expresidente. Otros apuntan que esto certifica el final de una tecnoutopía que nunca nos debimos creer, y que jamás debimos convertir las redes sociales en nuestro soporte preferido para el debate público”. El resto del análisis es de pago.

5) Youtube cancela la cuenta de EWTN en España. El lunes de Semana Santa,

EWTN, la mayor cadena de tv de contenido religioso del mundo, que emite en más de 145 países, informó que Youtube, propiedad de Alphabet (Google), había cancelado, o censurado, su cuenta en la plataforma.

El motivo alegado fue “contenido inapropiado”, o “inadecuado”. El presidente de la cadena de tv en España, José Carlos González Hurtado, informó en un email familiar, en vísperas de las celebraciones de Semana Santa, que el “contenido inapropiado” se refería “a un documental sobre la verdad del aborto y de la píldora abortiva RU 486”.

Tras ser restituida la cuenta de Youtube Live, fue cancelada definitivamente por otro “contenido inapropiado”. Esta vez fueron unos dibujos animados, “Santos y Héroes”. “Creamos una cuenta en Facebook Live y empezamos a emitir desde allí. Al día siguiente nos suspendieron la cuenta. Creo que tenemos el honor de ser el primer sitio católico en haber sido censurado por Youtube y Facebook en España…”, añadió el presidente.

El motivo alegado por Youtube para la cancelación fue “infringir las Normas de la Comunidad”. Youtube tiene tiene más de 2.000 millones de usuarios al mes, y señala entre sus Normas que “los motivos por los que podemos cancelar una cuenta o un canal son infringir reiteradamente las Normas de la Comunidad o los Términos del Servicio (por ejemplo, cuando un usuario publica continuamente vídeos o comentarios que denotan abuso, acoso u odio), con independencia del tipo de contenido; o incurrir en un caso grave de uso inadecuado, aunque solo sea una vez (por ejemplo, cuando un usuario se comporta de forma abusivaenvía spam o comparte pornografía)”.

Internet, lugar expuesto

En los últimos tiempos, el debate sobre la bondad de las nuevas tecnologías, y particularmente sobre la red y sus plataformas, ha aumentado notablemente, como se ha visto en el reportaje citado de El País, pero podríamos citar El Mundo y su versión digital, elmundo,es, líder en la red, o ABC y abc.es, etc., o La Vanguardia, etc.

El Papa Francisco, en su Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de enero de 2019, señaló con claridad la apertura a la red. “Desde que internet ha estado disponible, la Iglesia siempre ha intentado promover su uso al servicio del encuentro entre las personas y de la solidaridad entre todos, e invita una reflexión”.

La red es un recurso de nuestro tiempo, añadió, y “constituye una fuente de conocimientos y de relaciones hasta hace poco inimaginable”. Sin embargo, se ha convertido “en uno de los lugares más expuestos a la desinformación y a la distorsión consciente y planificada de los hechos y de las relaciones interpersonales, que a menudo asumen la forma del descrédito”.

El Papa reconoció que “por un lado, las redes sociales sirven para que estemos más en contacto, nos encontremos y ayudemos los unos a los otros; pero por otro, se prestan también a un uso manipulador de los datos personales con la finalidad de obtener ventajas políticas y económicas, sin el respeto debido a la persona y a sus derechos”.

Francisco se refirió también a que la red “constituye una ocasión para favorecer el encuentro con los demás, pero puede también potenciar nuestro autoaislamiento, como una telaraña que atrapa”.

Distinción entre dominio y abuso de dominio

Al comenzar estas líneas, nos referíamos a una reflexión común a varias de las noticias apuntadas arriba. Es la siguiente. Una cosa es el dominio legítimo de una posición en algún campo, sea económico, en los mercados, social, político, etc., y otra bien distinta el abuso de esa posición de dominio, que debe probarse. Los textos legislativos sobre el Derecho de la Competencia y otros así lo reflejan con claridad.

José Carlos González-Hurtado argumenta, a raíz de la última noticia, que las ‘big tech’ “no son neutrales ni están controladas por ninguna autoridad pública”. “Por poner varios paralelismos, es como si la compañía de la luz decidiera cortar la electricidad porque no aprobara el uso que se hace de esa electricidad. O como si la compañía del agua cerrara el suministro por razones ideológicas”.

El asunto llevaría algún tiempo de debate, porque la Comisión Europea anunció a finales de año que se había planteado la posibilidad de imponer multas de hasta un 10 por ciento de sus ingresos a algunas grandes compañías tecnológicas, por presunto abuso de posición dominante (lainformacion.com).

Además, la propia canciller alemana Angela Merkel ha declarado que “los legisladores son los que deben establecer las normas que regulen la libertad de expresión y no las empresas privadas”. Según varios expertos, es éste un debate que irá a más a ambos lados del Atlántico.

De momento, la red es un campo poco regulado en el mundo. Junto a los beneficios que han traído al mundo en el orden de las comunicaciones sociales, avanzar en su regulación es un desafío pendiente, que tocará a los juristas afrontar.

El autorRafael Miner

Periodista y escritor. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra. Ha dirigido y colaborado en medios especializados en economía, política, sociedad y religión. Es premio de periodismo Ángel Herrera Oria 2020.

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España

«En las iglesias europeas querríamos ver el testimonio de su fe»

François Saleh Moll es uno de los protagonistas de la Campaña de la Jornada de Oración por las Vocaciones Nativas y ha compartido con Omnes su visión de esta jornada y cómo podemos ser parte de esa construcción de la Iglesia en territorios de misión.

Maria José Atienza·12 de abril de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Junto a laicos, sacerdotes, consagradas… etc François Saleh Moll es una de las voces de la Campaña de la Jornada de Oración por las Vocaciones Nativas de este año impulsada por CEE, CONFER, CEDIS y Obras Misionales Pontificias (OMP), con el lema “¿Para quién soy yo?”.

Este Misionero Javeriano natural del Chad que vive en Marruecos ha querido compartir con Omnes un mensaje de ánimo y esperanza en esta Jornada. Para Saleh Moll, «cuando hablamos de vocaciones nativas el término más adecuado sería vocaciones de las iglesias locales».

Este misionero nos recuerda que en continentes como Asia o África «hay una respuesta positiva a la evangelización. Hay muchas conversiones y vocaciones». Una respuesta que, recalca «da sentido a nuestra vocación, a nuestra existencia cristiana».

¿Cómo pueden ayudar Jornadas como ésta de Oración por las vocaciones nativas al desarrollo de las Iglesias locales en países de nueva evangelización? Además de la necesaria aportación económica, Saleh Moll señala la importancia del «testimonio de fe» y apunta: «hoy se habla de una perdida de fe europea. El ánimo que querríamos ver en las iglesias europeas es que ellas mismas den testimonio de su fe, que vivan los Sacramentos y apoyen con la oración».

Una llamada de ánimo

¡Tú también puedes! Así se despideFrançois Saleh Moll de los lectores de Omnes, porque «en cada una de vuestras iglesias locales sois también vocaciones nativas».

España

Santa Teresa de Jesús «supo trasladar el cielo a la tierra, haciendo de su vida una morada de Dios»

El congreso dedicado a la primera mujer doctora de la Iglesia ha comenzado con la Santa Misa en la Iglesia de Santa Teresa. Durante la celebración se ha leído un mensaje del Santo Padre con ocasión de este congreso.

Maria José Atienza·12 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

En su mensaje, leído al comenzar la celebración eucarística de inicio del Congreso Internacional «Santa Teresa de Jesús, Mujer Excepcional», el Papa ha recordado que el nombramiento de Doctora de la Iglesia «reconoce el precioso magisterio que Dios nos ha regalado en sus escritos y en el testimonio de su vida».

Ejemplo del papel de la mujer en la Iglesia y la sociedad

El pontífice ha destacado además que «a pesar de los cinco siglos que nos separan de su existencia terrena, la llama que Jesús encendió en Teresa sigue brillando» y ha querido señalar, especialmente, «su arrojo, su inteligencia, su tenacidad, a los que unió una sensibilidad para lo bello, son un ejemplo eximio del papel que la mujer ha ejercido a lo largo de la historia en la Iglesia y en la sociedad».

A los participantes de este congreso el Papa les ha animado a profundizar «en el mensaje de la santa y difundiendo su enseñanza. Es hermoso recordar que sus vivencias místicas la trasladaban al cielo, pero ella supo trasladar el cielo a la tierra, haciendo de su vida una morada de Dios en la que todos tenían cabida».

Figuras internacionales

El congreso, que se desarrollará desde este lunes 12 de abril al 15 del mismo mes cuenta, entre otros, con la participación del Card. Aquilino Bocos que hablará de «La reforma teresiana y nuestra reforma. La inolvidable lección de la primera Doctora de la Iglesia», las intervenciones del Dr. Silvano Giordano ocd y la profesora Marianne Schlosser así como el broche final del Card. Dr. Ricardo Blázquez Pérez que disertará sobre «Santa Teresa de Jesús «Maestra de espirituales» para nuestro tiempo».

El congreso podrá seguirse a través de su web y del canal de Youtube de la Universidad Católica de Ávila.

Hay que recordar que este Congreso Internacional tiene, además, un fin benéfico, ya que el importe de todas las inscripciones serán donados al monasterio de la Anunciación del Señor de Alba de Tormes, que fue la octava fundación de la Madre Teresa de Jesús, donde pasó sus últimos 15 días de vida.

Vaticano

Un simposio teológico internacional para reflexionar sobre el sacerdocio

En un contexto de cambio de los tiempos y de cambio en la Iglesia, la Santa Sede convoca un Simposio Teológico Internacional para reflexionar sobre la realidad del sacerdocio y sobre los retos que afrontan los sacerdotes en la actualidad.

David Fernández Alonso·12 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la mañana del lunes 12 de abril, en directo desde la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha tenido lugar la Conferencia de Prensa para la presentación del Simposio Teológico Internacional titulado «Por una Teología Fundamental del Sacerdocio», organizado por la Congregación para los Obispos, que se celebrará en Roma del 17 al 19 de febrero de 2022.

Entre los ponentes de la rueda de prensa de presentación que han intervenido se encuentra Su Eminencia el Card. Marc Ouellet, P.S.S., Prefecto de la Congregación para los Obispos; el Prof. Vincent Siret, Rector del Pontificio Seminario Francés de Roma, en conexión remota; y la Prof. Michelina Tenace, Profesora de Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana.

Prolongar la reflexión iniciada

«Un simposio teológico» afirmó el cardenal Ouellet durante su intervención, «no pretende ofrecer soluciones prácticas a todos los problemas pastorales y misioneros de la Iglesia, pero puede ayudarnos a profundizar en el fundamento de la misión de la Iglesia. La comprensión de la Revelación Divina sobre el sacerdocio de Cristo y la participación de la Iglesia en este sacerdocio es una cuestión crucial para nuestro tiempo».

La comprensión de la Revelación Divina sobre el sacerdocio de Cristo y la participación de la Iglesia en este sacerdocio es una cuestión crucial para nuestro tiempo.

Marc OuelletPrefecto de la Congregación para los Obispos

Ouellet ha asegurado que durante «los sínodos sobre la familia, sobre los jóvenes y sobre la Iglesia en la Amazonia, se plantearon en toda su magnitud las cuestiones relativas al sacerdocio y a la sinodalidad, insistiendo en la realidad del bautismo, base de todas las vocaciones. Ha llegado el momento de prolongar la reflexión y de promover un movimiento vocacional que facilite la puesta en común de las diversas experiencias eclesiales en todo el planeta».

La profesora Michelina Tecina ha resumido algunos temas que se tratarán durante el Simposio: la importancia de los ministros ordenados, la teología de la vocación, la cuestión del celibato, la relación con lo sagrado…

Las jornadas del Simposio

El profesor Vincent Siret, Rector del Pontificio Seminario Francés de Roma ha presentado de modo más concreto el Simposio. Los días se dividen de manera que se aborden los diferentes temas. Cada media jornada está presidida por un cardenal. La jornada del 17 de febrero se titula «Tradición y nuevos horizontes» y será presidida por la mañana por el Cardenal Ouellet y por la tarde por el Prefecto de la Congregación para el Clero.

Las ponencias del 18 de febrero se agrupan en torno al trío «Trinidad, misión, sacramentalidad». La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos presidirá por la mañana y la Congregación para la Educación Católica por la tarde.

El sábado 19, la Santa Misa será presidida por la mañana por el Secretario de Estado, el cardenal Parolin, en la basílica de San Pedro. A continuación, los trabajos se reunirán bajo los temas «Celibato, Carisma, Espiritualidad», bajo la presidencia de la Congregación para las Causas de los Santos por la mañana y, por la tarde, la del Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. El Papa Francisco intervendrá esa misma tarde para de algún modo impulsar la misión de los participantes.

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Zoom

El joven adorador Jorge Bergoglio

Jorge Bergoglio aparece en una hoja de registro para la Adoración Nocturna en la Basílica del Santísimo Sacramento en Buenos Aires. Una imagen que conmovió al Papa al recordarle su etapa de adorador cuando tenía entre 18 y 19 años.

Maria José Atienza·12 de abril de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
América Latina

Pantallazo sobre la libertad de enseñanza en Canadá

En provincias como Alberta o Québec se está replanteando el currículo educativo que, entre otras cosas, ha despertado el debate sobre la libertad de enseñanza. 

Fernando Emilio Mignone·11 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

En Alberta, después de un año de consultas con familias y educadores, el gobierno provincial dio detalles el 29 de marzo sobre un nuevo currículo para los primeros seis grados de la enseñanza, que respeta ciertos valores de la familia y la ciudadanía e historia canadiense “ignorados” por el currículo anterior, según la ministro provincial de Educación, Adriana LaGrange. Padres y maestros tendrán todo un año para dar sus pareceres, y recién en septiembre de 2022 se empezará a aplicar.

Mientras tanto en Québec se está revisando el currículo de una materia de Ética y Cultura Religiosa, muy controvertida, que es obligatoria en 10 grados y que muchos padres de familia piensan que obliga a enseñar el relativismo. A pesar de que el 10 % de las escuelas son privadas, también ellas deben enseñar esta materia. Las protestas de padres judíos, católicos y otros, llegaron a los más altos tribunales. En el caso Loyola High School de Montreal versus Quebec, la Corte Suprema canadiense defendió la libertad religiosa en contra del secularismo estatal. Victoria pírrica, ya que el gobierno continúa obligando a que se enseñen las ideas à la mode sobre sexualidad y género. Pero, por otro lado, resiste por ahora la cancel culture – la tendencia a no dar a leer a los alumnos los clásicos de la literatura quebequense.

Alberta y Québec son dos botones de muestra (bastante opuestos) en esta federación antigua, transcontinental, democrática-parlamentaria. Un país que cuenta con un 40 % de católicos (frente a menos del 25 % en Estados Unidos).

El este “laicista” y el oeste libre 

La frontera entre las provincias de Québec y Ontario delimita en cierta manera dos Canadás, en cuanto a la libertad de enseñanza. Al oeste, mucha; y al este, laicismo.

La historia de este país explica esta diferencia. Originariamente Québec y Ontario tuvieron sistemas educativos públicos católicos y protestantes. Y por “simetría constitucional”, después de la fundación del país por la ley (del Parlamento británico) del 1 de julio de 1867 de la Norteamérica Británica, las provincias de Ontario y otras más occidentales tuvieron también escuelas estatales religiosas. 

Pero hubo cambios dramáticos en las últimas décadas del siglo XX, hacia el laicismo por un lado y hacia la libertad de enseñanza por otro. Como decíamos, en las cinco provincias situadas al oeste de la frontera Ontario-Québec (Ontario, Manitoba, Saskatchewan, Alberta, British Columbia), sigue habiendo hoy en día escuelas católicas y algunas protestantes, subvencionadas total o parcialmente por cada provincia. Esas 5 provincias tienen 27 millones de habitantes, comparados con los 12 millones de habitantes de las provincias más “laicistas” del este, sobre todo Québec y Terranova. Estas últimas han abandonado las escuelas religiosas públicas (aunque existen escuelas privadas, religiosas o no). De hecho, Québec, después de su “revolución francesa” de los años 1960, ha instaurado una especie de “religión civil” a través de su Ministerio de Educación.

Eso sí, gracias a la pandemia, en Québec crece la educación en casa, aunque la proporción está por debajo del porcentaje de home schooling que hay en las provincias mayoritariamente anglófonas (es decir, todas las demás). En todo el país, aproximadamente el 1 % de los estudiantes reciben enseñanza en casa; y el home schooling siempre ha sido legal en todo el Canadá.

Brett Fawcett opina

Brett Fawcett, de Edmonton (Alberta), enseña en la Canadian International School of Guangzhou en China, y es un estudioso de la educación católica canadiense. Ha realizado una investigación cuyas conclusiones vienen aquí como anillo al dedo. En diálogo conmigo, me explica que el principio constitucional básico con respecto a las escuelas “denominacionales” (no olvidemos las escuelas estatales protestantes, aunque estén hoy en vía de extinción) es el siguiente: si una provincia ingresó en la federación canadiense en 1867 o más tarde teniendo protecciones jurídicas explícitas para ese tipo de educación, las legislaturas provinciales no pueden derogarlas sin una modificación constitucional. Gracias a la invasión cultural desde el sur, Canadá está “tiranizada” por ideas de filosofía política estadounidenses. Pero los fundadores de Canadá establecieron un sistema educativo muy diferente del de USA, “por muy buenas razones”.

Fawcett ha investigado la educación estatal católica y prueba que los estudiantes casi siempre aprenden más, abandonan menos los estudios, son más respetados si son indígenas, etc. Es decir, comprueba que ese tipo de educación trae muchas ventajas a la sociedad, amén de ahorrar dinero al fisco. Dice que, en los artículos especializados, la frase “Catholic school advantage” describe en tres palabras este fenómeno. “Sospecho,” dice Fawcett, “que los que critican la educación subvencionada católica conceden sus éxitos sin contradecirlos porque no quieren que nadie se fije demasiado en ellos. Si la gente fuera a fijarse más, y viera cuánto bien hace a los jóvenes, todos los argumentos en contra que parecen tan persuasivos parecerían de repente más débiles. Y no es de ahora; es de siempre que las escuelas católicas han sido mejores, y eso a pesar de la constante oposición, del escepticismo y de las desventajas”.

Estas ventajas las resume Fawcett del siguiente modo: mejores resultados académicos; comunidades más cálidas y acogedoras (por ejemplo, para los indígenas, los inmigrantes, los no católicos); y el hecho decisivo de que muchos padres (incluso musulmanes, cristianos no católicos y otros) escogen estas escuelas. Fawcett argumenta con una visión global. Explica que sucede lo mismo en muchos otros países, como Estados Unidos (la juez de la Corte Suprema Sonia Sotomayor contó al New York Times que niños afroamericanos y latinos como ella pudieron ascender de sus orígenes humildes a carreras exitosas gracias a las escuelas católicas), Chile, Holanda, el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, etc.

Además, ha hecho un análisis histórico en el que señala las luchas desde el inicio del país por establecer y mantener estas escuelas. En este sentido destaca el inmigrante católico irlandés Thomas D’Arcy McGee, político montrealense que en los años 60 del siglo XIX contribuyó decisivamente, junto con un opositor político protestante, a incorporar en la constitución canadiense el principio constitucional arriba mencionado.

Añade Fawcett que el multiculturalismo canadiense -una filosofía política distinta del “crisol cultural” estadounidense- se apoya en gran parte en las escuelas estatales religiosas. ¡Las culturas dominantes son mucho más “asimilacionistas” cuando… dominan! Esto se comprueba en Québec hoy, cuando los gobiernos, una vez abolidas en 1997 las escuelas estatales religiosas, imponen las ideologías de turno (gay, de género), desconociendo el concepto del derecho de los padres a la educación de sus hijos.

Fawcett cita a John Stuart Mill: ya el filósofo inglés advirtió que la diversidad de educación es de una importancia indecible.

“Canadá siempre quiso ser una sociedad multicultural. La razón por la que poblaciones francesas e inglesas de la América del Norte británica estuvieron dispuestas a unirse para formar una nación, a pesar de las tensiones entre ellas, fue que querían proteger sus respectivas civilizaciones de ser absorbidas en la carne triturada de los Estados Unidos”

“Las escuelas católicas preservan la valiosa diversidad de culturas, incluyendo, por ejemplo, el hecho de que estudiantes musulmanes pueden rezar sus oraciones en un colegio católico de Toronto”.

“El gran filósofo canadiense George P. Grant, en su libro Lament for a Nation, de 1965, recordaba a sus lectores que Canadá fue fundado por dos civilizaciones religiosas que querían preservarse de la invasiva sociedad liberal de Estados Unidos. La razón por la cual tuvieron que formar otra nación fue para resistir a los Estados Unidos, porque era imperialista. Era una nación seductora y atractiva, erradicó a otras culturas e impuso la suya”.

“Grant argumentó que, dado que el liberalismo ve como bien primario al individuo atomizado y a sus deseos, está vinculado a la tecnología, que a su vez está relacionada con la satisfacción del deseo del individuo. Una sociedad basada en el liberalismo tecnológico juzga todo en relación con la utilidad de la tecnología. Si una cultura obstaculiza a la tecnología, esa cultura es barrida sin contemplaciones”.

Mundo

Jóvenes refugiados de Irak, agradecidos por la visita del Papa

Las historias de Soleen y Sheet muestran cómo la fe en Cristo es un apoyo fundamental en las dificultades, hasta cuando son tan graves como la cercanía de la muerte. 

José Luis Domingo·11 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Los refugiados que tuvieron que abandonar Irak tras la irrupción del Estado Islámico en 2014 empiezan a volver a sus hogares. La visita del Papa ha alentado a los jóvenes, un grupo de especial riesgo y, a la vez, de gran apoyo para esta tarea.

Soleen nació en Qaraqosh (antigua Nínive, en Irak) el 19 de julio de 1998, en el seno de una familia cristiana. Creció en un ambiente en el que se hablaba arameo en casa y se vivía la fe a diario, tanto en el hogar como en la ciudad. “Durante cada fiesta religiosa, todo el mundo bajaba a la calle o subía a los tejados de las casas para seguir las procesiones o asistir a la misa que se celebraba en las plazas de las iglesias y se retransmitía por megafonía a todo Qaraqosh”, recuerda la joven. “Como en todas las escuelas públicas, teníamos clases de religión según la religión de los alumnos”.

Sin embargo, a lo largo de 2014, la vida de Soleen cambió, como la de miles de cristianos en Irak. El 9 de junio, los soldados del Daesh entraron en Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak. A los cristianos y judíos de la ciudad sólo les quedaba una opción: convertirse al islam o aceptar el estatuto de dhimmi (protegido), nombre que dan los musulmanes al cristiano o al judío que vive en un país donde la religión del Estado es el islam; el dhimmi es tolerado pero se le considera un ciudadano de segunda clase. El cristiano dhimmi puede vivir su fe, pero sin que se le vea hacerlo. Ya no puede trabajar y debe pagar un impuesto fijado en 250 euros al mes por Daesh. Las iglesias están cerradas y las misas están prohibidas. Amenazados con la decapitación si no se sometían a esta nueva regla, los cristianos de Mosul decidieron huir y refugiarse en Qaraqosh. Pero el 6 de agosto, después de haber bombardeado la ciudad varias veces, Daesh entró en Qaraqosh.

Dejarlo todo

Dejando todo lo que era su vida, los padres de Soleen emprenden la huida con sus cuatro hijos y la abuela hacia Erbil, una ciudad del Kurdistán iraquí situada a unos 60 kilómetros. Erbil quedó sumergida por un flujo ininterrumpido de familias. Parques, solares vacíos, patios de colegio, gimnasios, edificios en construcción: todos los espacios disponibles fueron ocupados. “En el centro de los campamentos, las familias colocaron las imágenes de la Virgen que habían podido llevar con ellas”.

Hasta entonces, Soleen nunca había dudado de su fe. Pero ese día, por primera y única vez en su vida, perdió la confianza en Dios. “Recuerdo haberle dicho a mi madre que Dios nos había abandonado. Mi madre me contestó que no, que Él no nos había abandonado, que nunca nos abandonaría y que seguiría velando por nosotros. No fue fácil, pero traté de pensar que tal vez Dios nos enviaba esta prueba para hacernos crecer en nuestra fe, para que nunca perdamos la confianza en Él y sepamos agradecerle todo. Para ayudarme, he releído a menudo estas palabras de Cristo: ‘Los hombres os entregarán para que os torturen y os den muerte; todos los pueblos os odiarán por mi causa. En ese momento muchos abandonarán la fe… Pero el que se mantenga firme hasta el final se salvará’. Este Evangelio me da mucha fuerza para seguir siendo fiel, para amar a Dios siempre y para perdonar a Daesh”.

Llegada a Europa

Tras dos meses en Erbil, la familia de Soleen fue una de las primeras en poder marcharse a Grenoble (Francia), gracias a una persona que, conociendo al tío de Soleen (sacerdote en Baghdad), consiguió encontrarles una familia de acogida. 

Y fue entonces cuando Soleen conoció el Centro Lanfrey. “¡Mi oración había sido atendida! En Lanfrey descubrí actividades de formación y acompañamiento espiritual que me permitieron aprender muchas cosas y crecer en mi fe”. Gracias a los amigos que hizo allí y que se turnaron para enseñarle francés, Soleen no sólo descubrió el gusto por la lengua francesa, sino que también redescubrió el gusto por la vida. Aprendió el vocabulario de la fe y cómo hablar de Dios a los demás en Francia. Hoy, aunque nada volverá a ser lo mismo porque echa de menos a muchos de sus seres queridos, Soleen sabe que ella y su familia tuvieron mucha suerte.

Testimonio de fe para cambiar la sociedad

La historia de Sheet, de 26 años y estudiante de l’Ecole de Management EMD de Marsella, es similar. Recuerda la noche en que tuvieron que escaparse de Qaraqosh entre las bombas, dejando atrás sus bienes a merced del pillaje que rápidamente se instaló en la ciudad. Confiesa haber vivido la misma experiencia de desamparo y de esperanza frustrada al llegar a Francia. “Llegados al aeropuerto Charles De Gaulle, atravesamos de noche París para llegar a la estación donde cogeríamos el tren. Viendo desde el exterior las magníficas y numerosas iglesias de la ciudad estábamos felices pensando que llegábamos a un país cristiano donde no había guerra. El shock se produjo cuando entramos en las iglesias para la misa y descubrimos que estaban vacías en contraste con las iglesias de Qaraqosh completamente llenas donde siempre encontrabas los sacerdotes disponibles. Gracias a mis padres hemos mantenido viva nuestra fe”. Sheet siente hoy la necesidad de testimoniar su fe y transformar la sociedad francesa.

Mirando al futuro

El viaje del Papa ha sido un gran momento para todos nosotros. El mensaje que ha pronunciado ha sido de paz: somos todos hermanos; antes de reconstruir las casas y las ciudades debemos reconstruir los vínculos que nos unen con los otros, reconstruir la confianza. Porque hoy en día en Irak hay problemas entre los chiíes, los suníes y los kurdos, y los cristianos estamos en medio. La reconciliación es el primer paso para reconstruir Irak”, añade Sheet.

Una cierta desconfianza está instalada entre los cristianos de Irak hacia los musulmanes que consideran todavía impregnados de la ideología de Daesh. Se necesitará tiempo y una paz duradera para reconstruir los vínculos dañados entre las comunidades que componen Irak.

Según Soleen, “Daesh ha conseguido quitarnos nuestra casa, nuestra familia, nuestros amigos, pero no ha conseguido robarnos lo esencial: nuestra fe en Cristo. Cuando pienso en Daesh, rezo para que Dios les perdone”. Es difícil escuchar estas palabras. ¡Y sin embargo, para Soleen es muy importante!

El autorJosé Luis Domingo

Corresponsal de Omnes en Francia.

FirmasJosé María Calderón

Primavera vocacional

La Jornada de Oración por las Vocaciones Nativas aúna la petición y la acción de gracias de la Iglesia por esos jóvenes que, en Asia y África, responden a la llamada de Dios y necesitan de apoyo económico para sacar adelante sus estudios y labor pastoral.

11 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Desde hace muchos años, no sé cuántos, los meses de marzo y de abril, han sido meses en los que se nos ha invitado a rezar por las vocaciones. Seguro que la fiesta de san José ha influido en ello… 

Es también en esta época, en la primavera, en la que la Iglesia nos presenta una realidad preciosa: el surgimiento de numerosas vocaciones para el sacerdocio y para la vida consagrada en África, América y Asia. 

Si, en Europa estamos de secano y debemos rezar y debemos pedir, porque el hecho de que haya o no haya vocaciones no es una mera anécdota; realmente es una fotografía de la situación espiritual de nuestra Iglesia en estos lugares.

En cambio, en esos países que llamamos de misión, la realidad es muy otra: los noviciados y los seminarios muestran una preciosa vitalidad. Muchos jóvenes se plantean con generosidad la entrega a Dios y a la Iglesia, y es un gran regalo poder compartir con ellos un rato de oración, un momento de tertulia, ¡la Eucaristía!

Gracias a la Santa Sede, a través de la Obra Misional Pontificia de San Pedro Apóstol, estos noviciados y seminarios se pueden abrir cada día y se les puede proveer de profesores preparados, de bibliotecas de teología, de medios para su sustento y se consigue que no se pierdan esas vocaciones, como pedía el Papa San Juan Pablo II.

Muchos sacerdotes y muchos cristianos colaboran con becas de formación para que uno de esos jóvenes pueda hacer sus estudios de formación sin angustias. ¿Hay algo más bonito que saber que un joven, una joven está, en algún país de misión, rezando por mí, porque le he apadrinado en sus estudios?

A esto se llama sentir el peso y la responsabilidad de la Iglesia, a esto se llama ayudar al Papa a que la Iglesia en tierras de misión crezca y se desarrolle. 

Con el fin de promover esta conciencia, en España celebraremos el próximo 25 de abril, la Jornada de Vocaciones Nativas, para que todos, cada uno en su situación concreta, sepa que podemos/debemos ser parte activa en el fortalecimiento de los territorios de misión y de sus vocaciones. 

El lema elegido para la Jornada de 2021 nos lo ha regalado el Papa Francisco: ¿Para quién eres tú?… ¡para Dios, para la Iglesia, para mis hermanos! Eso son las vocaciones nativas. ¡Que ninguna de ellas se pierda por falta de medios!

El autorJosé María Calderón

Director de Obras Misionales Pontificias (OMP) España

Vocaciones

Vocaciones de aquí y de allá: una necesidad constante en la Iglesia

La cercana celebración de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas pone de manifiesto el compromiso de toda la Iglesia con quienes responden a una especial llamada de Dios.

Maria José Atienza·9 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El próximo 25 de abril se celebran, de forma conjunta, la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas, organizadas por CEE, CONFER, CEDIS y Obras Misionales Pontificias (OMP).

Esta jornada se centra, de manera especial, en la labor de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol –una de las cuatro Obras Misionales Pontificias (OMP) – que es el instrumento que tiene el Papa desde hace más de 130 años para canalizar las ayudas de todos los católicos del mundo y sostener la formación de las vocaciones nativas que, en muchas ocasiones tienen serias dificultades para seguir adelante en su formación por problemas económicos.

“¿Para quién soy yo?”

Este ha sido el lema escogido para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas. Una pregunta recogida por el papa Francisco en la Christus vivit: “«Muchas veces, en la vida, perdemos tiempo preguntándonos: ‘Pero ¿quién soy yo?’. Y tú puedes preguntarte quién eres y pasar toda una vida buscando quién eres. Pero pregúntate: ‘¿Para quién soy yo?’». Eres para Dios, sin duda. Pero Él quiso que seas también para los demás».

Unión con las vocaciones Nativas

La Jornada de Oración por las vocaciones se celebra en nuestro país unida a las Vocaciones nativas. De este modo, se pretende que los jóvenes acojan la posibilidad de la llamada vocacional como un camino de vida válido y, además, que la comunidad cristiana y la sociedad en general promuevan las vocaciones de especial consagración con la oración y el acompañamiento, y finalmente colaborar económicamente en la formación de las vocaciones que surjan en países de misión. Como explican desde OMP «si es importante dedicar al menos un día a rezar por las vocaciones, un cristiano —que necesariamente tiene el corazón católico, universal— no puede dejar de pensar también en las vocaciones de aquellos países donde la vida cristiana está comenzando a ser una realidad».

Web, Vigilia de oración y canción para la Jornada

Los impulsores de esta Jornada tienen previstas diversas acciones para dar a conocer esta jornada en nuestro país. La primera de ellas ha sido la puesta en marcha de una web propia en la que se recogen testimonios diversos, materiales de oración, el mensaje del Papa para esta Jornada así como maneras de colaborar con las vocaciones nativas.

El sábado 10 de abril comenzarán los actos en torno a esta fecha con la presentación de la canción «¿Para quién soy yo?» compuesta e interpretada por el grupo Hakuna y el 24 está prevista la emisión de una Vigilia de Oración a las 20.00h. a través de su canal de YouTube.

La Jornada será presentada en Rueda de prensa el próximo 20 de abril.

Vocaciones en España y en el mundo

Actualmente, según datos de la Comisión Episcopal del Clero y Seminarios de la CEE, son 1.066 los seminaristas mayores de todas las diócesis españolas (62 menos que el curso anterior) y fueron ordenados presbíteros 126 (2 más). Y en los seminarios menores de nuestro país hay 827 seminaristas (el pasado ejercicio eran 890), de los cuales pasaron al seminario mayor 25 (3 más que el año precedente).

Respecto a los institutos religiosos y sociedades de vida apostólica, según las estadísticas de CONFER de octubre de 2020, sus miembros son 37.286: 28.323 religiosas, de 302 congregaciones (contando 659 junioras); y 8.963 religiosos, de 109 (con 260 juniores). Ello supone un descenso de 1.402 respecto a 2019. Como realidad y esperanza de futuro, 207 novicias y 90 novicios, no contabilizados en el total citado.

A enero de 2021, las cifras de CEDIS, la Conferencia Española de Institutos Seculares, hablan de 2.354 integrantes (36 menos que a comienzos de 2020). De esos institutos, 26 son de fundación española, mientras que otros 14, fundados fuera de nuestras fronteras, tienen miembros presentes en nuestro país.

DATO

76.759

Seminaristas pueden realizar sus estudios y pagar su manutención gracias a la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol

La Obra Pontificia de San Pedro Apóstol

La Obra Pontificia de San Pedro Apóstol tiene encomendado por la Santa Sede el cuidado de todos los seminarios en los territorios de misión. Y sostiene anualmente 76.759 seminaristas (uno de cada tres seminaristas del mundo) y 8.094 novicios y novicias en su primer año canónico. Desde OMP España en 2020 se destinaron casi 1,5 millones de euros para ayudar a 52 seminarios de 19 países. De esta aportación se beneficiaron 3.535 seminaristas y 183 formadores. También, con ese dinero, se contribuyó a la formación de en torno a 500 novicios/as.

América Latina

República Dominicana: hacia el año jubilar

La reciente presentación de dos documentos oficiales en 2021 de la Conferencia del Episcopado Dominicano (La Carta Pastoral y el Mensaje con motivo del mes de la patria) marcan la pauta para los católicos durante este año.

José Amable Durán·9 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Cada año la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) emite dos documentos oficiales: una carta pastoral que se ha publicado el 21 de enero, con ocasión de la fiesta de Nuestra Señora de la Altagracia, protectora del pueblo dominicano, dirigida a toda la feligresía en la que aborda un tema de fe desde el aspecto bíblico-doctrinal y teológico-pastoral; y un Mensaje que se ha publicado el 27 de febrero, día de la Independencia Nacional, dirigido a todos los dominicanos, en los que trata temas de interés nacional  proponiendo y sugiriendo sabias orientaciones sociopolíticas desde la luz de la fe y la doctrina social de la Iglesia. En este breve artículo me permito presentar los dos documentos publicados este año 2021.

La Carta Pastoral

La Carta Pastoral del 21 de enero 2021 lleva por título: “Nuestra Señora de la Altagracia, un regalo de Dios al pueblo dominicano”. Se trata de un documento con dos objetivos bien claros: Llevar unas palabras de aliento y esperanza a nuestro pueblo (ante los diversos sufrimientos causados, de manera especial, por los efectos de la pandemia del Covid-19) y  disponer el corazón de los cristianos católicos a la celebración de los 100 años de la coronación canónica de Nuestra Señora de la Altagracia que se celebrarán con un año jubilar que iniciará, Dios mediante,  el 15 de agosto del 2021 y concluirá el 15 de agosto del 2022. 

Para lograr estos dos objetivos los obispos, hacen memoria del don que el Señor nos ha hecho desde los orígenes  mismo de nuestra  historia, en la imagen milagrosa de Nuestra Señora de la Altagracia, al tiempo que  resaltan la devoción mariana de los dominicanos. Por otra parte, en concordancia con el documento de Aparecida, presentan a la Virgen como “modelo de discípula misionera e intercesora a favor de sus hijos. Finalmente, invitan a renovar nuestra fe, mediante una ardorosa devoción a nuestra madre espiritual, acogiendo como ella el Reino de Dios, al tiempo que encomiendan a su poderosa protección a todo el pueblo dominicano.  


El Mensaje por el mes de la patria

El mensaje del 27 de febrero 2021, lo ha titulado: “Y al mundo mostremos que somos hermanos”. En este breve documento, los obispos, como pastores de nuestro pueblo, inspirándose en la encíclica Fratelli Tuti del Papa Francisco, y en uno de los poemas del patricio Juan Pablo Duarte, de donde toman su título, tratan de responder a una pregunta clave: ¿qué significa construir la fraternidad en suelo dominicano hoy? Y responden haciendo las siguientes afirmaciones: 

El hogar

En primer lugar, el espíritu fraterno se construye en el hogar, pero denuncian que no todas las familias tienen las mismas posibilidades, de ahí el deber que tiene el estado de crear las condiciones necesarias para que todas las familias logren desarrollarse sanamente en un ambiente estable. En este sentido, como acción concreta invitan a las universidades católicas a organizar un simposio abierto a  fin de ayudar a definir una auténtica política familiar adecuada para toda la sociedad dominicana.  

En segundo lugar, frente al drama del aborto y la “sociedad del descarte”, subrayan que no hay verdadera fraternidad sin cuidar la vida humana en todas sus etapas y expresiones.

Una fraternidad universal

En tercer lugar, la construcción de una fraternidad universal. En este sentido,  motivan  a cultivar un sano nacionalismo, es decir, un sentido de la dominicanidad que no se cierre en un sentimiento nacional exacerbado y cerrado al extranjero o al diferente, mucho menos desde nuestra realidad de creyentes; a este tenor, en comunión con el Santo Padre, animan a vencer el temor que hoy provoca el encuentro con los migrantes y extranjeros, y más bien, dejarnos enriquecer y complementar con su dones y talentos. 

Cuarto, la corrupción rompe con la fraternidad como nación. Los Obispos reconocen que los dominicanos, como reclamo de justicia y reivindicación de su dignidad personal y de pueblo, han ido tomando paulatinamente una más clara conciencia de este flagelo. No obstante, también llaman no sólo a reclamar sus justos derechos, sino también ha hacer un examen de conciencia personal para no caer en aquella mala práctica de solo ver la paja en el ojo ajeno (Cf. Mt 7, 3-4). 

Mostrar que somos hermanos

Por último, «…Y al mundo mostremos que somos hermanos». Hoy como ayer, la independencia sigue siendo una tarea pendiente, “que ha de realizarse paciente y valientemente desde el derecho que asiste a todos los pueblos.” Ahora bien, no basta el derecho, es preciso enarbolar “emociones políticas universalizables”  que sirvan de motor al compromiso político. A este tenor, nuestro Himno nacional recoge este sentir en una de sus estrofas cuando dice: “Ningún pueblo ser libre merece si es esclavo, indolente y servil, si en su pecho la llama no crece que templó el heroísmo viril.” Finalmente, nuestros pastores reconocen el espíritu de acogida y solidaridad que nos caracteriza como dominicanos, al tiempo que llevan un mensaje de esperanza exhortando a no perder la fe en medio de las dificultades y a continuar “mostrando al mundo que somos hermanos».

El autorJosé Amable Durán

Obispo Auxiliar de la Archidiócesis de Santo Domingo, República Dominicana

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Evangelización

¿Homilías aburridas? En aquel tiempo… aprovechemos el tiempo

El efecto "vengo a hablar de mi libro" suele ser recurrente en algunas homilías de domingo. Vale la pena hacer examen de conciencia y creernos de veras que la Palabra De Dios está viva y es locuaz.

Javier Sánchez Cervera·9 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En aquel tiempo… aprovechemos el tiempo. Con estas palabras resumíamos el otro día un grupo de sacerdotes esa tentación que tenemos algunos de hacer decir al Evangelio lo que a mí me parece. Y cuando digo “lo que me parece” me refiero a un desahogo por un problema personal, a un tema en el que me siento cómodo sin pensar más, a un artículo que leí́ en el despacho, a un folleto que compré en Paulinas, o a cualquier otra cosa. 

aprovechemos el tiempo

El efecto “vengo a hablar de mi libro” se verifica una y otra vez cuando tengo mi tema -generalmente mi mono-tema- y da igual lo que digan las lecturas, la liturgia, la gente o la momia de Tutankamón, que no me salgo de ahí y empujo, estrujo y zarandeo la Palabra de Dios lo que haga falta para que termine apoyando mis movidas. 

En estos casos se nos podrían aplicar con toda propiedad las palabras del Evangelio: “¿Con quién voy a comparar esta generación? Se parece a unos niños que se sientan en las plazas y les reprochan a sus compañeros: ‘Hemos tocado para vosotros la flauta y no habéis bailado; hemos cantado lamentaciones y no habéis hecho duelo’. Porque ha venido Juan, que no come ni bebe, y dicen: ‘Tiene un demonio’. Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Mirad un hombre comilón y bebedor, amigo de publicanos y pecadores’” (Mt 11, 16-19).

El problema que tiene el Evangelio es que no se queja. Lo puedes utilizar como pisapapeles, o puedes manipularlo para golpear -literal o figuradamente- al personal. De todos modos el problema no sería, en cualquier caso, del Evangelio, sino de quien lo manipula ya que, como dice el Apocalipsis: “Si alguien añade algo a ellas, Dios enviará sobre él las plagas descritas en este libro. Y si alguien quita alguna de las palabras de este libro profético, Dios le quitará su parte en el árbol de la vida y en la ciudad santa que se han descrito en este libro” (Ap 22, 18-19).

Lo que viene a recalcar esta última advertencia contenida en la Biblia es que nosotros somos servidores de la Palabra de Dios y no propietarios y, por lo tanto, se nos pide una actitud de desprendimiento de las propias ideas, neuras, y argumentarios que, con el paso de los años, inevitablemente vamos acumulando para, en cambio, arrodillarnos ante Dios que nos habla para entregarnos una verdad eterna, íntima, necesaria para conocerle a Él y a nosotros mismos. 

El requisito previo es, claro está, un acto de fe: creernos de veras que es la Palabra de Dios la que es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo” (Hb 4, 12-13) y no es nuestra palabra, ni nuestra elocuencia, la que convence y transforma al personal. Creída de veras esta afirmación, lo que resta es que el predicador se ponga él mismo a la escucha para poder transmitir lo que ha contemplado. En palabras de Santo Tomás: “Contemplata aliis tradere”, brillar para iluminar, contemplar para comunicar (STh, II-II, q.188, a.6, c), ser, en definitiva, transparentes para que -como le gustaba decir a san Josemaría- solo Él se luzca. 

Por eso aquí tenemos, hermano predicador, un punto para nuestro examen de conciencia. Cuánto de mí hay en mis predicaciones y cuánto de Cristo y cómo hacer para que “Él crezca y yo disminuya” (Jn 3, 30), para que mi sermón de las siete palabras no se conviertan en siete mil, de las cuales seis mil novecientas noventa y tres son mías.

Que sí, que Bartimeo era ciego y Cristo le curó, pero no sé yo si el mensaje es que por eso hay que comprar más lotería de la ONCE…; y Lázaro salió del sepulcro después de varios días, pero de ahí́ a hacer una defensa a machete de la necesidad de cuidar el cementerio parroquial… Tú me entiendes. 

Se trata de dejar a un lado -de momento- nuestras ideas, nuestra sensibilidad, nuestros gustos y sumergirse en lo eterno de la Palabra de Dios, cribando en ella lo coyuntural y anecdótico hasta encontrar, cual pepita de oro en la batea, el mensaje que el Señor quiere comunicarnos en la predicación de cada día. 

Creo que un buen mecanismo -el más antiguo de todos- para este bateo de la Palabra de Dios es la Lectio Divina, aunque de ella hablaremos en la próxima publicación. 

¡Feliz Pascua!

Zoom

Capilla del Encuentro del Seminario Diocesano de Coria-Cáceres

Su diseño recuerda a la "tienda del encuentro" donde se conservaba el Arca se la Alianza, presencia del Señor en medio del pueblo.

Maria José Atienza·9 de abril de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

Francisco preside la Misa del domingo de la Divina Misericordia

El segundo domingo de Pascua se conoce como el Domingo de la Divina Misericordia. Es una devoción vivamente recomendada por los últimos Papas.

David Fernández Alonso·8 de abril de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El domingo 11 de abril, el papa Francisco ha presidido, por segunda vez, la Misa de la fiesta de la Divina Misericordia, en la iglesia del Santo Spirito in Sassia de Roma. La Santa Misa se celebró en privado a las 10:30 horas y, al final, desde la misma iglesia, el Papa dirigió el rezo del Regina Coeli, desde allí, y no desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, como está haciendo los últimos domingos, a causa de las restricciones sanitarias.

Tanto la Santa Misa y como el rezo del Regina Coeli del Papa del domingo 11 de abril han sido retransmitidos en directo por televisión por Vatican Media y transmitidos por Vatican News con comentarios en italiano, francés, inglés, alemán, español, portugués y árabe.

La fiesta de la Divina Misericordia procede del mensaje de la misericordia de Dios que recibió Sor M. Faustina Kowalska (1905-1938), que pide por la confianza en Dios y la actitud de misericordia hacia el prójimo. Llama a proclamar y orar por la Divina Misericordia para el mundo, incluyendo la práctica de nuevas formas del culto. 

La devoción a la Divina Misericordia creció muy rápidamente después de la beatificación (18 de abril de 1993) y canonización (30 de abril de 2000) de Sor Faustina y también debido a las peregrinaciones del Papa Juan Pablo II a Lagiewniki (1997 y 2002).

En el año 2000 el Papa Juan Pablo II canonizó a Santa Faustina y durante la ceremonia declaró: “Así pues, es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de ‘Domingo de la Divina Misericordia’”. (Homilía, 30 de abril, 2000). Tanto Benedicto XVI como el Papa Francisco han recomendado esta devoción.

Familia

La belleza y la riqueza de la familia

El recorrido que emprendemos con el año dedicado a la familia, irá custodiado por san José, cabeza de la Sagrada Familia, y servirá de preparación para el Encuentro Mundial de las Familias en 2022.

Giovanni Tridente·8 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Cinco años después de la publicación de la exhortación apostólica Amoris laetitia sobre la belleza y la alegría del amor familiar, desde el pasado 19 de marzo, solemnidad de San José, toda la Iglesia vive un año dedicado a la “buena noticia” de la familia y centrado en el anuncio cristiano sobre ella.

Cerca de las familias

Este camino pastoral pretende ser una preparación para el X Encuentro Mundial de las Familias, que esta vez se celebrará en Roma el 26 de junio de 2022 con la presencia del Papa. También quiere ser una oportunidad para profundizar en la riqueza aún no descubierta del documento especial del Papa Francisco. Entre los objetivos fuertes está el de acercar la Iglesia a las familias del mundo, más aún en esta época de pandemia, que pone a prueba su estabilidad y su misma felicidad. 

Hay otro documento que también se enmarca en estas celebraciones, y es Gaudete et exultate, publicado también un 19 de marzo, en 2018, dirigido a la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo. 

DATO

3 años

de Gaudete et exultate, sobre la llamada universal a la santidad.

Estos dos textos, por tanto, ponen de manifiesto el amor familiar como vocación y camino de santidad, y de comprender “el sentido profundo y salvífico de las relaciones familiares en la vida cotidiana”.

El anuncio del año dedicado a la “Familia Amoris laetitia” se había producido por el Papa Francisco durante el ángelus del pasado 27 de diciembre -no casualmente, la fiesta de la Sagrada Familia- poniéndola bajo la protección de san José “esposo y padre solícito”.

Año Especial de san José 

La figura de san José no será ajena a estos acontecimientos, ya que unas semanas antes, el 8 de diciembre, el mismo Pontífice había proclamado un Año Especial de san José para todo el año 2021, 150 años después del Decreto Quemadmodum Deus con el que el beato Pío IX lo declaró Patrono de la Iglesia Católica.

Junto a la proclamación del Año Especial, el Santo Padre ha publicado también una conmovedora Carta Apostólica, Patris corde, que, con el trasfondo de la pandemia del Covid-19, destaca la importancia de todas aquellas personas que, como el santo, “lejos de los focos, ejercitan cada día la paciencia e infunden esperanza, sembrando corresponsabilidad”. 

San José, en cambio, expresó concretamente su paternidad “al haber hecho de su vida una oblación de sí mismo en el amor puesto al servicio del Mesías”. 

DATO

5 años

de Amoris laetitia, sobre la belleza y el amor de la familia.

Otro aspecto destacado por el Santo Padre es la “valentía creativa” del esposo de María, aquella que surge sobre todo en las dificultades y que hace surgir en el hombre recursos inesperados. “El carpintero de Nazaret” -escribe- “sabe transformar un problema en una oportunidad anteponiendo siempre la confianza en la Providencia”.

Día Mundial de los Abuelos

Volviendo al Año de la Familia, se pretende fomentar “un renovado y creativo impulso pastoral para poner a la familia en el centro de la atención de la Iglesia y de la sociedad”, como explicó el Papa en uno de los últimos Ángelus.

Esto incluye también el papel de los abuelos y los ancianos, que están muy presentes en las intenciones del Santo Padre. No es casualidad que, a raíz de este especial Año de la Familia, haya querido establecer también una Jornada Mundial específica dedicada a ellos. Tendrá lugar cada año en la memoria litúrgica de los santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús, el cuarto domingo de julio. 

El Dicasterio ha creado una página web a través de la cual es posible estar informado de todas las iniciativas previstas para este año especial: foros, proyectos, catequesis, propuestas pastorales, que se promueven tanto en Roma como en las Conferencias Episcopales de todo el mundo: www.laityfamilylife.va

Toda la Sagrada Familia está, pues, “representada” en este itinerario pastoral que se inició en la Iglesia con los padres de Jesús, bajo el cuidado de su padre adoptivo san José, hasta sus abuelos Joaquín y Ana. Un llamamiento a redescubrir la importancia y la belleza de este núcleo primordial de la sociedad.

Ecología integral

Latinoamérica mejora en cuidados paliativos, pero es insuficiente

Diecisiete países latinoamericanos de habla española y portuguesa, con 630 millones de personas, cuentan con 1.562 equipos de cuidados paliativos. Se avanza, pero de modo insuficiente.

Rafael Miner·7 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

En estas fechas en las que Latinoamérica está siendo uno de los lugares del planeta más golpeados por el virus del Covid-19, por ejemplo en países como Brasil, Chile, Colombia o Perú, se ha hecho público el Atlas de Cuidados Paliativos en Latinoamérica 2020, que precisa el estado de este tipo de cuidados especializados en la región. Es decir, los que se proporcionan de modo integral a enfermos con un sufrimiento intenso debido a una enfermedad avanzada.

El trabajo ofrece información sobre 17 países latinoamericanos de habla española y portuguesa, habitados por más de 630 millones de personas, y aporta una revisión sistemática del desarrollo de estos cuidados especializados, con el fin de impulsarlos en toda la región. Los países que han participado en el estudio son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.  

Latinoamérica cuenta con 1.562 equipos de cuidados paliativos, lo que supone un ratio de 2,6 por cada millón de habitantes. Se trata de una tasa que refleja un avance en el número de servicios y en políticas públicas en la región desde 2013 en esta materia.

Sin embargo, la mejora no cubre todavía las necesidades de la población, al estimarse que sólo el 7,6 % de las personas que necesitan cuidados paliativos en América Latina los reciben, aunque hay ya cinco países (Colombia, Costa Rica, Chile, México y Perú), que disponen de una ley de cuidados paliativos, que no tiene España, por ejemplo.

Uruguay, Costa Rica y Chile, por delante

Los países con mayor tasa de equipos de cuidados paliativos por millón de habitantes son Uruguay (24,5), Costa Rica (14,74) y Chile (13,41). En la cola están Guatemala, Honduras (ambos con 0,64) y Perú en último lugar (0,58). De estos servicios, 1.173 están integrados en hospitales. Bolivia (0,89) y Ecuador (0,83) tienen la mayor tasa de estos recursos. En El Salvador y República Dominicana no se ha registrado ninguno. 

En cuanto a los cuidados paliativos pediátricos, se han detectado 123 equipos, que representan el 7,9 % de los servicios reportados. Los países con mayor tasa por millón de habitantes menores de 15 años son Uruguay (19,3) y Argentina (5,25). En Paraguay y Venezuela no se han identificado equipos. 

Estos son algunos de los datos que incluye el Atlas, elaborado por la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos (cuidadospaliativos.org); la Asociación Internacional de Hospices y Cuidados Paliativos  (hospicecare.com), y el Observatorio global de Cuidados Paliativos de la Universidad de Navarra, que pertenece al grupo de investigación Atlantes del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la misma universidad El trabajo se enmarca en uno de los focos de investigación de la estrategia 2025 de la Universidad de Navarra, “Medicina Paliativa”, dentro de “Medicina Personalizada”.

Otro de los indicadores analizados es la distribución de medicamentos potentes derivados del opio, los denominados opiáceos, para aliviar el dolor. Brasil (1.385 kg.), Argentina (762,7 kg.) y Colombia (556,1) encabezan la lista. Las naciones en las que existe mejor colaboración entre quienes prescriben estos analgésicos y quienes regulan su uso son El Salvador y Uruguay. En Brasil, Guatemala, Honduras, Paraguay y Venezuela se da la peor colaboración, según el Atlas.

Formación de médicos

La formación de los médicos constituye otro factor clave para impulsar la disciplina, de acuerdo con el Atlas. Ocho países reconocen Medicina Paliativa como especialidad y/o subespecialidad: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay y Venezuela. Chile se encuentra en proceso.

Asimismo, la promoción de leyes específicas supone un indicador fundamental para observar el desarrollo de la especialidad. Según este estudio, Colombia, Costa Rica, Chile, México y Perú tienen actualmente una ley de cuidados paliativos.

Por otra parte, México, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Ecuador, Brasil, Uruguay, Argentina y Chile han reportado un plan o estrategia nacional de cuidados paliativos, algunos explícitamente para pacientes con cáncer. Sin embargo, se desconoce su alcance y si cuentan con el presupuesto adecuado para su implementación. 

Previsiones de cuidados

La Comisión Lancet sobre Acceso Global a Cuidados Paliativos y Alivio del Dolor estima que 3,5 millones de personas latinoamericanas viven cada año con sufrimiento derivado de una enfermedad grave. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que la necesidad global de paliativos seguirá aumentando como consecuencia de la creciente carga que representan las enfermedades no transmisibles (cáncer, patologías cardiovasculares…) y del proceso de envejecimiento de la población.

DATO

3.500.000

Personas viven cada año con sufrimiento derivado de una enfermedad grave en Latinoamérica.

Preguntado por este dato, Miguel Sánchez Cárdenas, investigador del grupo Atlantes, ha manifestado que “este valor corresponde a una estimación. Si bien la Comisión Lancet ha estimado que más de 3,5 millones requieren cuidados paliativos, el número de personas que lo reciben es un cálculo en función al acceso que tendrán a servicios y medicamentos, por lo que recomendamos usarlo en proporción y no en números absolutos”.

Respecto a cuál sería un porcentaje adecuado de personas receptoras de cuidados paliativos especializados, Sánchez Cárdenas señala que la tasa “varía de acuerdo al tipo de enfermedad. Por ejemplo, en cáncer se considera que el 90 % de los pacientes requieren cuidados paliativos y deberían recibirlos. En otras enfermedades como las cardiovasculares, el 65%; en demencias, el 80 %; en enfermedades crónicas del pulmón, 80 %. Esto implica que los sistemas de salud tengan un acceso amplio para esta población y herramientas para identificar quién necesita cuidados paliativos”.

Valoración

Miguel Sánchez Cárdenas considera que respecto a 2013, cuando se publicó la primera edición del Atlas, “los datos y ratios han mejorado. Se ha incrementado el número de servicios, programas educativos y la existencia de políticas públicas en la región. Aunque es necesario indicar que aún se consideran insuficientes para cubrir la necesidad”.

La doctora Tania Pastrana, investigadora principal del proyecto, ha manifestado que “para impulsar el desarrollo de los Cuidados Paliativos en Latinoamérica es necesario conocer el nivel actual de la disciplina y su progreso a través del tiempo. Nos complace mucho ver que esta edición muestra avances importantes en todos los países de Latinoamérica”. “Con la información del Atlas es posible diseñar planes y programas adaptados a las necesidades y condiciones de cada país”, ha señalado la doctora Patricia Bonilla, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos.

Comparativa

Disponer de un marco legal para los cuidados paliativos se considera importante por numerosos especialistas, ante los intentos de legalizar la eutanasia en algunos países, como acaba de suceder en España, aunque existe algún Estado, como Colombia, que ha regulado ambos fenómenos: la eutanasia y los cuidados paliativos. Como se ha señalado, además de Colombia, tienen ya una ley de cuidados paliativos Costa Rica, Chile, México y Perú.

Colombia es uno de los escasos países del mundo que ha despenalizado la eutanasia, junto a Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, y algún estado de Australia y de Estados Unidos. En el país colombiano, la eutanasia se considera un derecho fundamental, y se aplica para mayores de seis años con una enfermedad incurable.

Europa

En cuanto a otros indicadores, como ha informado este portal omnesmag.com, el EAPC Atlas de Cuidados Paliativos en Europa 2019 informó que Europa cuenta con 6.388 servicios especializados en cuidados paliativos, de los que el 47 % se concentran en cuatro países: Alemania, Reino Unido, Francia e Italia.

Del total de equipos, 260 se encuentran en España, lo que supone una media de 0,6 por cien mil habitantes.La Asociación Europea de Cuidados Paliativos (EAPC), señala que este indicador debe ser de al menos 2. El Atlas coloca a España en el puesto 31 de los 51 países europeos que se analizaron, al mismo nivel que Georgia, Rumanía, Letonia o República Checa.

El Atlas europeo fue coordinado por el Dr. Carlos Centeno, investigador principal del Programa Atlantes del ICS y director de Medicina Paliativa de la Clínica Universidad de Navarra. En unas declaraciones concedidas a omnesmag.com, el Dr. Centeno manifestó: “Hoy se reclama la eutanasia en la sociedad, incluso en la ley, por muchas cosas que tienen solución. También la medicina tiene muchas cosas que decir ante un sufrimiento que en algunos momentos puede resultar intolerable. La medicina tiene algo, y yo sé que es eficaz, porque lo he visto en acción tantísimas veces”.

El minuto de gloria de los cobardes

La Pascua pone de relieve la insondable magnitud del amor divino manifestado en el perdón: Dios resucita para los cobardes que le negaron.

7 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Uno lee los evangelios correspondientes a las misas de los primeros días de Pascua y no puede menos que pensar de los Apóstoles “menuda pandilla de cobardes eran estos tipos”; escondidos, asustados, con temor… Son frases que se van repitiendo en los pasajes de estas jornadas. Y lo más chocante es que Jesucristo, pudiendo hacerlo, no los cambió por otros para hacer posible su Iglesia. Cualquier entrenador de un equipo de regional hubiera mandado a éstos al banquillo, por inútiles, y habría sacado un reemplazo cuando era el momento de ampliar las miras, llevar la Iglesia a todo el mundo y sufrir, en carne propia, por Cristo.

Exceptuando a las Santas Mujeres, que les dan un repaso de fortaleza a los discípulos bastante notable, incluso a Juan, que había aguantado hasta el final, lo vemos ahora algo amedrentado… En resumen, podemos decir que los relatos de estos días de pascua son “el minuto de gloria de los cobardes”. Y no sabes, Señor, qué alivio.

No tengo muy claro qué hubiéramos hecho cada uno de nosotros si nos hubiéramos encontrado en el pellejo de los Apóstoles. Quizás hubiéramos bravuconeado como Pedro para salir corriendo ante la acusación de una vieja cotilla, o hubiéramos sido otros hijos del trueno, juzgando a los demás y “ordenando” su ejecución por la divinidad, o quizás más callados, menos cercanos, como Nicodemo, pero con la valentía de dar la cara cuando todos se escudan en la noche.

Pues bien, aun así, la resurrección también va por los cobardes, o incluso va “más” por los cobardes, los realistas, los “si no veo, no creo”, por nosotros…

Los evangelios de estos días de Pascua son algo paradójicos. ¿Por qué recordar estas miserias de nuestra vida en unas jornadas gloriosas? Podían haberse centrado los textos en la parte instagramera de la historia: apariciones, paseos sobre las aguas… Y no lo hacen. Los relatos de estos días de alegría, de aleluya, nos recuerdan que sólo Dios puede juzgar los corazones, las historias, la vida cristiana de los demás; traen al frente la realidad de que, aunque creemos que somos “del equipo de los buenos”, también negamos al Señor, a veces incluso, por arrogarnos la potestad divina pidiendo que “baje fuego del cielo” en su nombre para eliminar “a ésos que no son tan buenos como nosotros”.

La Pascua pone de relieve la insondable magnitud del amor divino manifestado en el perdón. La lógica de Dios es esta, de principio a fin: Cristo muere como víctima expiatoria por nuestros pecados, y esto nos asombra; pero es más asombroso que, aun después de constatar que no estamos a la altura, por mucho que nos lo creamos o lo pregonemos, sigue confiando en nosotros y nuestra libre respuesta a esa llamada es la que cambia el curso de la Historia.

Dios que nos creó sin nosotros no nos salvará sin nosotros, a pesar de los pesares. También esto forma parte de la gran alegría de la Pascua: la certeza de que también resucitaremos los cobardes.

El autorMaria José Atienza

Directora de Omnes. Licenciada en Comunicación, con más de 15 años de experiencia en comunicación de la Iglesia. Ha colaborado en medios como COPE o RNE.

El hechizo de la voz

La propia voz nos induce a pensar que la nuestra es diferente de cualquier otra y que está invitada a expresarse, a intercambiar. Éste podría ser el comienzo de una nueva conciencia de lo que significa estar en el mundo.

7 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

«Pero solo tu voz escucho y sube / tu voz con vuelo y precisión de flecha». La voz tiene este poder práctico, como resume Neruda en estos versos: hace que la palabra sea audible y especial, y sabe asignarle su propia singularidad, una singularidad propia de la persona que la pronuncia.

La voz, combinación de sonidos distintivos, memoria y emociones, madura en nuestro interior, sube desde los pulmones hasta la garganta, hasta salir disparada de la boca como una flecha hacia su objetivo, entra en el espacio común y llega a los demás, revelando no sólo lo que pretendemos decir, sino también lo que nos gustaría ocultar. En esto la voz es leal, demasiado leal a nosotros, hasta el punto de traicionarnos.

En latín, vox significa sonido, tono, y es como un puente que une dos orillas, permitiendo una relación. Utilizada a menudo como sinónimo de palabra, de juicio y de sentencia, vox indica también el canto, como el de las sirenas (Sirenum voces), e incluso el encantamiento: en Horacio las voces sacrae son fórmulas mágicas, medios de curación. Una voz también puede curar, parece sugerir el poeta.

Tan íntima para nosotros, ha acabado siendo expoliada por una serie de refranes populares: «pasar la voz», «oír la voz», «dar la voz», «dar voz a los que no la tienen», todas ellas expresiones que despliegan su potencial relacional. O utilizamos la voz del corazón y la voz de la sangre, como si nuestros órganos mismos quisieran ser escuchados, directamente, sin mediación.

Se entiende inmediatamente que está destinado a la palabra. Pero en este destino ejerce un magnetismo particular: defiende a las palabras de la deriva a la abstracción, como si fueran nubes que vuelan sobre nuestras cabezas sin importarnos, buenas para hacer columnas como ésta, y nos libera del riesgo del logocentrismo, haciendo que nuestra forma de hablar sea (precisamente) concreta, corpórea. Con su particular «minuciosidad», la voz es la corporeidad del decir que se sitúa entre el cuerpo y la palabra, es el intercambio entre el cuerpo y la palabra.

Sólo plantea una condición: pedir que se le escuche. Y al presumir la escucha, se abre al reconocimiento de la diferencia: la palabra que me diriges no está separada de lo real, porque la dices ahora. Única como tú, como la curiosidad que alimenta, como la relación que se establece con lo otro.

Había una vez un rey, nos dice Calvino, que para no arriesgarse a perder su poder, acabó reduciéndose a un prisionero en su palacio, sentado en su trono y aferrado a su cetro. Bloqueado por el miedo a ser víctima de una conspiración, sólo se dedicó a una actividad, la de escuchar, que pronto se convirtió en una obsesión por controlar cada pequeño ruido. Hasta que escuchó una voz cantando… Una voz que provenía de una persona, única e irrepetible como todas las personas. Calvino subraya: una voz que siempre manifiesta lo que la persona tiene más oculto y más verdadero.

Esa voz cambió el destino del reino. ¿Cómo? En la fuerza de una intuición del rey: la voz señalaba que había una persona viva, garganta, pecho e historia, diferente a todas las demás, que le invitaba a salir de sí mismo, de su jaula. Y la escuchó.

Le pasa a un rey y nos puede pasar a nosotros.

El placer que la voz produce en el propio existir atrae y conmueve. Nos induce a pensar que la nuestra es diferente de cualquier otra y está invitada a expresarse, a intercambiar. Podría ser el comienzo de una nueva conciencia de lo que significa estar en el mundo, de lo que es una relación.

La voz tiene una última característica: resiste al tiempo, queda impresa en la memoria auditiva y sigue haciéndonos compañía aunque su dueño la pierda o se aleje. Este debe ser su hechizo.

El autorMaria Laura Conte

Licenciada en Letras Clásicas y doctora en Sociología de la Comunicación. Directora de Comunicación de la Fundación AVSI, con sede en Milán, dedicada a la cooperación al desarrollo y la ayuda humanitaria en todo el mundo. Ha recibido varios premios por su actividad periodística.

Vaticano

La diplomacia de Francisco

El Pontífice, verdadero creador de puentes, busca, en sus encuentros y en sus viajes, dialogar, consolar a los afligidos, defender la libertad religiosa y de los católicos. El especialista en geopolítica parisino Jean-Baptiste Noé, lo ha explicado en un coloquio virtual.

Fernando Emilio Mignone·7 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En coloquio virtual con sacerdotes canadienses, el especialista en geopolítica Jean-Baptiste Noé, parisino, explicó que el Papa puede hacer lo que ningún otro líder mundial. Fue el primer Papa en visitar Irak, una de las cunas del cristianismo, consolando a su pueblo crucificado, y el 6 de marzo tuvo el tercer gran encuentro personal de su pontificado, esta vez con el Ayatolá chií Al-Sistani. Se ven aquí claves del Francisco diplomático.

Un constructor de puentes

El Pontífice, verdadero creador de puentes, busca, en sus encuentros y en sus viajes, dialogar, consolar a los afligidos, defender la libertad religiosa y de los católicos. Quiere poner sobre el tapete a los que han caído entre las rendijas de la opinión pública.

Ningún otro jefe de estado podría haber visitado al Irak actual como lo hizo Francisco. Fue un gran orgullo para los iraquíes poder hospedarlo de manera securitaria. El Ayatolá Al-Sistani, de 90 años, no aparece públicamente con nadie: excepto con Francisco. Noé reiteró que los encuentros de Francisco con el gran imán egipcio Ahmed el-Tayyeb, y especialmente su firma conjunta hace dos años en Abu Dabi del Documento sobre la fraternidad humana, supusieron un avance en las relaciones con el Islam sunita – así como el encuentro hace un mes con Al-Sistani ha creado un puente con el Islam chií. 

Los nuncios: primeros diplomáticos modernos

Noé, a sus 37 años, ya destaca en su campo: es profesor universitario, escritor prolífico, redactor en jefe de la revista Conflits, y director del instituto de geopolítica Orbis. Dio una introducción magistral a la diplomacia vaticana. Explicó que los nuncios fueron los primeros diplomáticos modernos y que la Academia Pontificia Eclesiástica fue la primera en el mundo en formar diplomáticos.

Hoy en día solamente cinco países no tienen relaciones diplomáticas con el Vaticano, que es uno de los estados mejor informados sobre lo que sucede “en el piso” globalmente. Dio como ejemplo, que en sus memorias, un ex-embajador japonés al Vaticano recordó que su destino como embajador ante el Vaticano destacó en su carrera diplomática, porque a Roma peregrinan todos, tanto los poderosos como los indefensos.

A fuerza de carisma e inteligencia

Como Noé explica en su libro François le diplomate (Éditions Salvator, 2019), Francisco, desde su elección hace ocho años, actúa ágil y eficazmente sobre el escenario mundial. Reconcilió espectacularmente a Cuba y USA. Visitó a refugiados en la Isla de Lesbos. Sin experiencia diplomática anterior, a diferencia de sus predecesores Pío XII, Juan XXIII y Paulo VI, Francisco se ha impuesto con carisma e inteligencia como interlocutor privilegiado con líderes mundiales. 

Por supuesto desde hace más de un milenio y medio muchísimos Papas ejercieron un rol “internacional”, de tantas maneras. El Papa argentino, a pesar de las turbulencias atravesadas por la Iglesia, consigue reforzar la influencia global del Vaticano. Su “política extranjera” persigue una misión evangelizadora con otros medios.

Diplomacia neutra, pero no imparcial

Noé defendió el controvertido y secreto Acuerdo provisional entre la Santa Sede y China sobre el nombramiento de obispos (firmado en 2018 y prorrogado en 2020): “très mauvais mais très nécessaire”. ¿Por qué? Porque el Vaticano apuesta a que puede “aflojar el torno” de la persecución religiosa en China central. El Acuerdo no ha resuelto los problemas, ya que el presidente chino Xi Jinping se burla del Papa. Pero más vale algo malo que nada, la diplomacia siendo muy limitada con un gobierno tiránico.

La diplomacia de la Santa Sede es neutra pero no imparcial. Busca la paz. Por ejemplo, Juan Pablo II evitó una guerra entre Argentina y Chile sobre un conflicto limítrofe, y, mucho más cercano en el tiempo, Francisco buscó la paz, natural y neutralmente, en una reciente guerra: la segunda del Alto Karabaj (septiembre-noviembre 2020) entre Azerbaiyán y Armenia.

América Latina

Uruguay: «¡hay que sobrevivir en un país laico!»

La Iglesia en Uruguay siempre ha respondido a los ataques formando a sus fieles, enseñando a rezar, con una liturgia bien celebrada y, en ocasiones, con demostraciones públicas de fe.

Jaime Fuentes·7 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Sobrevivir. La Real Academia define este verbo como “vivir con escasos medios o en condiciones adversas”.“¡Hay que sobrevivir!”, me animó Benedicto XVI aquella mañana inolvidable de 2011, cuando supo que venía de Uruguay, “¡un país laico!”, exclamó.

Las leyes de separación de la Iglesia y el Estado, en 1918, y de los feriados religiosos, un año más tarde, marcan los momentos culminantes del esfuerzo secularizador de José Batlle y Ordóñez, presidente en dos oportunidades (1903 a 1907 y 1911 a 1915).  En 1906 se habían retirado los crucifijos de los hospitales. En 1907 se aprueba la ley de divorcio por mutuo consentimiento.

En 1909 se suprime toda clase de enseñanza religiosa en las escuelas públicas. En 1913 se legaliza el divorcio por la sola voluntad de la mujer…Y suma y sigue. Desde el diario El Día, por él fundado en 1867, Batlle y Ordóñez hacía una prédica fervorosa, para que la religión fuera relegada exclusivamente a la esfera privada y para convertir el laicismo en la nueva religión cívica. (El anticlericalismo llevaba a los de El Día a escribir dios con minúscula, a referirse a Pío XII como “el señor Pacelli”, a no dar la noticia del fallecimiento de ¡Pablo VI!… Dejó de publicarse en 1993).

En las antípodas de la masonería

No hay testimonios de que Batlle y Ordóñez fuera masón, pero sí los hay de que muchos de sus más cercanos colaboradores, miembros del Partido Colorado, que gobernó el país durante 93 años (1865 a 1959) pertenecieron a la Gran Logia de la Masonería del Uruguay, fundada en el lejano 1856. En su página web, el actual Gran Maestro, José Gartchitorena, se explaya en la explicación del ideario de la institución:

“A través de la divisa Libertad, Igualdad, Fraternidad, la Masonería toma posición activa en contra de la opresión del ser humano en todo terreno; rechaza todo sectarismo y la imposición de todo dogma que limite la libre expresión del pensamiento. […] Es necesario trabajar por sociedades libres, tolerantes, que aseguren los derechos a partir del cumplimiento de los deberes y que garanticen la libertad de conciencia de los individuos, reivindicando y promoviendo el Estado de Derecho, la laicidad y una Ética, pública y privada, que vele por el interés general”. En las “Preguntas frecuentes” se explica también que “la Masonería es una institución iniciática, universal, humanista y cultural… […] El dogma, como verdad revelada o principio innegable, está en las antípodas de la Masonería, que no reconoce otro limite que la razón para acceder al conocimiento”…

La persecución laicista

Sobrevivir, decía, es vivir con escasos medios o en condiciones adversas. Mariano Soler, primer arzobispo de Montevideo, supo hacerlo de la mejor manera. Ocupó esta sede desde 1897 hasta su fallecimiento, en 1908, y debió enfrentarse al furor anti Iglesia de Batlle y Ordóñez y de su Partido Colorado. 

Soler fue un campeón de la fe. Por medio de cartas pastorales, folletos, libros, conferencias y diferentes iniciativas de prensa, consiguió pertrechar doctrinalmente a su grey. Formó bien al laicado, trajo al Uruguay a muchas congregaciones dedicadas a la enseñanza, creó una conciencia católica enraizada en la fe y en la fidelidad al Papa. Cuando fallece, la labor que él comenzó se prolonga en la llamada “causa católica”, es decir, en el empeño de los laicos, acompañados por sacerdotes bien preparados, para resistir el embate anticlerical que, de diversos modos, continuó luchando contra la Iglesia.

Yo estudié en Montevideo, en un colegio de los Hermanos Maristas. Siendo niño, tuvimos que aprender un Himno a Artigas -prócer de la independencia- que cantábamos en las fiestas patrias sin caer en la cuenta de su contenido blasfemo: “El Padrenuestro Artigas, Señor de nuestra tierra, que como un sol llevaba la libertad en pos. Hoy es para los pueblos el verbo de la gloria, para la historia un genio, para la Patria un Dios…”. Los Hermanos Maristas seguramente eran conscientes de que semejante himno era un absurdo, pero había que obedecer al organismo oficial de la enseñanza…

También recuerdo que hubo una disposición del gobierno que rebajaba el billete de autobús, solamente a los escolares de las instituciones públicas, no de las privadas. Tan discriminatoria medida provocó fuertes protestas y, finalmente, se nos concedió el “boleto escolar” a los “privados”, siempre que encima del guardapolvo blanco nos colocáramos la moña azul propia de la escuela pública…

Los buenos frutos de la persecución

El mismo Jesucristo anunció que la persecución sería una nota propia de su Iglesia: “Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros” (Jn 15, 20). Es lo que hace el laicismo desde su nacimiento: de múltiples maneras, ayer y hoy, con mayor o menor virulencia, a cara descubierta o cínicamente.

La Iglesia, en Uruguay, respondió a los ataques formando a sus fieles, enseñando a rezar, con una liturgia bien celebrada y, en ocasiones, con demostraciones públicas de fe. ¿Cómo no recordar la procesión anual del Corpus, en la que participaban los alumnos de todos los colegios católicos, congregaba multitudes y, sin duda, fortalecía la fe de los fieles?

Será también que en los tiempos difíciles, puesta a prueba la fe, florecen los deseos de entrega de la gente joven… En las décadas de los cuarenta y los cincuenta, abundaron las vocaciones sacerdotales, tanto para el clero secular como para el religioso. Recuerdo bien la inauguración, en 1961, del edificio del nuevo y enorme Seminario Interdiocesano, cuya construcción fue posible con la colaboración de todos los católicos. (Sirvió hasta 1968; los vientos post conciliares aconsejaron que los seminaristas vivieran en pequeñas comunidades. El notable edificio se vendió al ejército uruguayo y en él funciona hoy la Escuela Militar, en la que estudian los futuros oficiales).

En los tiempos difíciles es necesario combatir con todas las armas, sin bajar los brazos. En 1952, un salesiano, el P. Eduardo Pavanetti, publicó el libro El laicismo superado, en su historia y en sus dogmas. Se trataba de un estudio serio, documentado, que ayudó no poco a la formación doctrinal sobre la realidad-real, por así decir, de lo que es el laicismo y contribuyó a despertar energías que estaban apagadas.

En 1973 se abrió una herida grande en la convivencia uruguaya: con el fin de terminar con la alteración del orden público provocado por la guerrilla urbana de los Tupamaros, las Fuerzas Armadas disolvieron el parlamento. El llamado gobierno “cívico militar” por unos y “dictadura militar” por otros, se extendió hasta 1985, cuando fue elegido democráticamente, como presidente de la república, Julio María Sanguinetti, del Partido Colorado. 

El anticlericalismo y el laicismo en estado puro de Batlle y Ordóñez ya era cosa de tiempos pasados. Al presidente Sanguinetti, un hombre culto, que siempre ha declarado que es agnóstico y que no pertenece a la Masonería, se le debe la ley que ha permitido crear universidades privadas (hasta entonces solamente estaba autorizada la Universidad de la República estatal, laica y gratuita), como la Universidad Católica del Uruguay, dirigida por la Compañía de Jesús; la Universidad de Montevideo, obra corporativa de la prelatura del Opus Dei; la Universidad ORT, afín a la colectividad judía; la Universidad de la Empresa, promovida por la Masonería del Uruguay…  

Cuando el Papa nos visitó

Asimismo, fue durante la presidencia de Sanguinetti cuando se produjo un hecho que marcaría un hito en la historia de la laicización del Uruguay: por primera vez (y hubo una segunda) nos visitó el Papa san Juan Pablo II y sin proponérselo, naturalmente, con su visita provocó un temblor de escala mayúscula.  

La Iglesia y el Estado separados desde 1919, pero el parlamento aprobó por unanimidad la visita del Papa. El Estado no ayuda en nada a la Iglesia, pero la preparación de la visita de Juan Pablo II fue un permanente “¿qué más necesitan?”, de manera que saliera todo perfecto, como debía ser y así fue.

Pocas horas estuvo el Papa en Uruguay: llegó a las 6 de la tarde del 31 de marzo de 1987, celebró la Santa Misa ante 300.000 personas felices en la mañana del día siguiente, y a la una del mediodía estaba volando hacia Chile: apenas 19 horas que, pocas semanas más tarde, provocaron unas discusiones parlamentarias realmente históricas.

La Cruz, nada menos que la Cruz fue el objeto de esas sesiones: el senador Gonzalo Aguirre, del Partido Nacional (uno de los dos partidos tradicionales, junto con el Colorado), había presentado un proyecto de ley para que, donde había tenido lugar la Misa presidida por el Papa, quedara de forma permanente la enorme Cruz que la presidía. No exagero al hablar de “temblor”, ya que fue la primera y única vez que vi publicado en la prensa un suelto de la Gran Masonería del Uruguay, que instaba con todas sus fuerzas a “que se retire de su emplazamiento la cruz levantada con motivo de la visita del Jefe del estado vaticano”… 

Tiene 59 páginas el Diario de Sesiones del Senado, donde están recogidas las intervenciones de los señores senadores a favor y en contra de la propuesta, aprobada después de un debate de muchas horas. Y tiene un interés muy particular lo que dijo el senador Jorge Batlle Ibáñez, del Partido Colorado, sobrino nieto de José Batlle y Ordóñez e hijo de Luis Batlle Berres, que también fue presidente de la república (1947-1951). 

Jorge Batlle, agnóstico, sin bautizar, que ocuparía asimismo la presidencia (2000-2005), dio sin embargo una lección sobre cómo entender hoy la laicidad del Estado. Los tiempos han cambiado; no es lo mismo sobrevivir hoy que hace un siglo. Lo veremos.

El autorJaime Fuentes

Obispo emérito de Minas (Uruguay).

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Reverendo SOS

Unidos y en desacuerdo

Todos somos personas corrientes, y no nos faltan defectos. Además, también dentro de lo correcto hay muchas perspectivas. Las diferencias saltan a la vista, y a veces también los comportamientos “censurables”. ¿Cómo enfocarlos, para ayudar y ayudarnos?

Carlos Chiclana·7 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En muchas ocasiones apreciarás cuestiones de personas, de la Iglesia o de la propia institución, que no te parecen bien. Surgen emociones sin elegirlas: ira, pena, miedo, rebeldía o ganas de huir, que avisan de que algo no va bien. En esos momentos, los pensamientos distorsionados o errores cognitivos pueden sesgar nuestra capacidad de captar la realidad y llevarnos al blanco o negro, a etiquetar a las personas o a personalizar.

Tener sentido crítico es necesario, ayudará a crecer tanto a ti mismo como a los demás y a las instituciones. Para facilitar que sea sano y que no se convierta en un juicio condenatorio o en murmuración basura, sugiero que le pases diez filtros antes de que salga de ti.

1. Sobrenatural. Si estás en la Iglesia, necesitas este marco; si no, casi nada tiene sentido y es todo una locura, ya empezó la cosa regular con unos traidores, un suicidio y una exprostituta. Sugiero tres capas: primero, la cruz para entender el sufrimiento / malestar / limitaciones / pecado de esa persona o situación; después, la Eucaristía, para hacer sagrada y de amor fraterno esa intervención que pretendes; en tercer lugar, la Resurrección para abordarlo con la intención de llevar a las personas, situaciones e institución a la plenitud, la alegría y la felicidad. Tu psicología te lo agradecerá enormemente.

2. Familiar. Lee entre líneas, observa y describe con ojos de madre, padre, hijo/a, amiga/o muy íntimo, que quiere querer y absolver. Así comprenderás mejor porque hay amor en esa mirada, la disculpa que no justifica y que atenúa la dureza de la visión, contemplación para buscar lo bueno, la mejora y no la condena; te dará equilibrio en el sistema límbico.

3. Agradecimiento. A no ser en casos extremos, es probable que esas personas busquen un bien, con mayor o menor acierto, y que se hayan preocupado de pensar, rezar, escribir, compartir, contrastar, corregir, etc., para intentar conseguirlo. Haz un acto interno de agradecimiento hacia ellos, y así separas los actos de las intenciones, lo que ha ocurrido de cómo te ha hecho sentir a ti. También es probable que en otras ocasiones lo hayan hecho bien, aunque ahora lo estén haciendo mal. Regulará emociones.

4. Perspectiva. Para verlo con equilibrio, distancia, conocimiento de dónde se viene y a dónde se va, cuáles son las circunstancias, en qué ambiente de trabajo, pastoral, cultura o social están esas personas o se han tomado esas decisiones. Probablemente verás una realidad caleidoscópica, multidimensional y que tiene más de una explicación. Date un poco de tiempo, espera antes de hablar, que reposen las emociones.

5. Análisis detallado. Puedes escribir todo lo que se te ocurra, que salga todo a borbotones, sin pensar. Déjalo reposar en un cajón para releerlo después más sereno y templado y extraer lo que tiene sentido, escoger lo interesante, matizar los argumentos e ir a favor de las personas.

6. Personal. El mismo juicio que haces aplícatelo a ti, saca conclusiones para mejorar justo en eso, valora si alguna vez te comportaste igual y por qué, si puedes comprenderlo. De esta manera ya estarás sacando al menos un beneficio de ese sentido crítico. Y servirá para entender por qué pudo ocurrir, igual que a ti te pasó. Esto no justifica ni exculpa, pero sí mejorará el modo en que haces la crítica y las propuestas.

7. Comunicación. Para comunicarse de forma efectiva y eficiente con quién vaya a recibir la crítica, propuesta o idea nueva, considera quién es, qué “idioma” habla, en qué estado se encuentra, qué preocupaciones tiene, cómo te podrá entender mejor, por qué vía: directa o indirecta, hablada o escrita. Busca el lugar de unión y conexión dónde esa persona o institución pueda acoger lo que quieres decir.

8. Detección del mal. Busca qué es realmente lo erróneo o dañino: ¿los hechos en sí, el contenido, las formas, el modo, el formato, el vocabulario, la falta de formación, las carencias o defectos de una persona concreta? Así evitas hacer una enmienda a la totalidad, deshacerte de las personas de un plumazo o perderte lo bueno de esa situación.

9. Amigo sincero. Comparte todo tu malestar y crítica con alguien que te quiera y que pueda escuchar todo sin escandalizarse porque sabe que sólo estás “ventilando” la habitación. Además de que te acoja y acompañe, pídele que te corrija el punto de mira, te matice y lime las asperezas de tu criterio.

10. Novedad. ¿Se podría haber hecho de otra manera? ¿Tienes una propuesta? ¿Ideas nuevas para hacerlo mejor? El buen sentido crítico aporta mejora y avance, con optimismo, en sentido positivo y que abra vías de crecimiento y desarrollo. Sugiero que lo escribas, lo dejes reposar y lo corrijas más adelante para darle este tono.

Es probable que después de pasar estos filtros tú seas mejor y estés con el ánimo de permanecer unido, aunque estés en desacuerdo.

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TribunaAnders Arborelius

Suecia: una Iglesia variada, pero unida en la fe

La inmigración y otros factores están dando riqueza y vida a la Iglesia católica en Suecia. El cardenal Arborelius lo expuso en un reciente Foro organizado por Omnes, y lo sintetiza en este artículo.

7 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El hecho de que los católicos en Suecia seamos sólo alrededor del 2% de la población tiene una explicación histórica: la Iglesia fue destruida en la época de la Reforma y estuvo prohibida durante varios siglos. Ahora es reconocida como una parte de esta sociedad multicultural y multirreligiosa. 

El proceso de secularización comenzó hace más de cien años, cuando la iglesia luterana perdió el contacto con mucha gente. Ahora la mayoría de los luteranos sólo acude a la Iglesia para los funerales y, aunque hay pequeños grupos de protestantes con una fe muy grande, son pocos. Cuando ven una misa católica se asombran: “¡cuánta gente hay aquí!”, “¿de dónde salen?”. Les llama la atención encontrar personas de todo el mundo. En una parroquia sueca corriente puede haber entre 50 y 100 nacionalidades. No es fácil de mantener unida una realidad así, pero lo cierto es que personas tan variadas pueden vivir juntas, compartir sus problemas y sentir que como católicos tienen en Suecia la tarea de anunciar su fe. 

Cuando llega aquí, un católico suele percibir la disyuntiva: avanzar en la fe y profundizar su relación personal con el Señor, o exponerse el peligro de desaparecer. Intentamos que los que vienen de países de tradición católica descubran su vocación a vivir la fe junto con católicos de todos los países. Hay diferencias entre las personas, pero saben dejarlas de lado; lo importante es una Iglesia que reúne a gente de todas las clases sociales, nacionalidades, opciones políticas… Precisamente en la sociedad sueca, donde la inmigración a veces constituye un problema social, esto es un testimonio. Suecia era un país muy homogéneo antes de la segunda guerra mundial, pero luego fueron llegando refugiados que huían de situaciones de guerra o conflicto, gente en busca de trabajo y también “inmigrantes de amor”, los que se casan aquí. La inmigración está cambiando la geografía religiosa. En Estocolmo hemos comprado dos iglesias luteranas, que nuestros hermanos protestantes ya no necesitaban: una la usan los maronitas y otra los siro-católicos. Hay muchos polacos y decenas de miles de cristianos del medio oriente: Suecia es el país de Europa con más caldeos procedentes de Iraq. 

Las relaciones con las otras iglesias y confesiones son en general muy buenas, y el movimiento ecuménico es importante. Muchos aprecian la tradición y la espiritualidad católicas: los pastores luteranos hacen con normalidad los ejercicios espirituales de san Ignacio, que también han llegado a las prisiones, donde los presos pueden hacerlos sobre una base ecuménica. 

El número de católicos de Suecia no es muy grande, cada año se hace católico alrededor de un centenar de suecos. Suelen tener formación universitaria: son profesionales, doctores, artistas… de modo que hay una cierta influencia católica en el mundo cultural y académico. La rectora de la Universidad de Estocolmo es una sueca, terciaria dominica. En cambio, en el mundo político hay todavía pocos católicos.

Pienso que la Iglesia católica en Suecia muestra lo que será la Iglesia en otros países de Europa. Las migraciones cambian su rostro, pero tenemos que valorar lo que ofrecen. Muchas veces los migrantes son los grupos más activos en las parroquias. Pueden dar vida a las comunidades religiosas europeas, y son una señal de esperanza. La fuerza unificadora de la fe, que permite que los suecos convivan con inmigrantes tan variados, aporta la unidad que falta a las sociedades secularizadas. La Iglesia puede construir puentes, ser ella misma un pequeño puente. Somos pocos, pero podemos mostrar que la unidad es posible a partir de lo que tenemos en común: nuestra fe en Jesucristo. Por eso queremos ayudar a los fieles a interiorizar su fe, a cuidar una relación personal con el Señor, a tener vida de oración, para que puedan vivir su fe y hablar de ella.

Hoy en Suecia la gente está más abierta a la fe. En la pandemia muchos han reflexionado sobre lo importante y se han hecho preguntas, y las Misas online han ayudado a muchos a descubrir la Iglesia católica. Los viejos prejuicios desaparecen sobre todo en los jóvenes, más abiertos que la generación anterior. 

Nos podemos dirigir a estos paganos de buena voluntad, que aprecian la voz del Santo Padre cuando habla de fraternidad entre los pueblos, de diálogo con los creyentes de otras religiones, de justicia y paz, de espiritualidad. Espiritualidad y doctrina social de la Iglesia: he aquí dos elementos importantes en nuestro trabajo de evangelización. 

Somos una Iglesia pequeña, pero llena de esperanza, aun viviendo en un ambiente secularizado. Sabemos que el Señor está con nosotros para que podamos vivir nuestra fe y proclamarla de manera humilde, sencilla, sincera. Siempre habrá alguien que nos escuche. Que haya a veces voces críticas y hasta agresivas, también es señal de interés: algo les atrae en la fe del creyente. 

Esta es mi esperanza para el futuro de la Iglesia. Juntos, como católicos, podemos avanzar hacia el futuro con esperanza.

El autorAnders Arborelius

Obispo de Estocolmo, Suecia.

Teología del siglo XX

Yves-Marie Congar, el despliegue de un teólogo

A la vuelta de cuatro años en campos de prisioneros de guerra (1940-1945), Yves Congar va a desarrollar su teología sobre el ecumenismo y la Iglesia, que ya había trazado, y contribuir notablemente al Concilio Vaticano II.

Juan Luis Lorda·7 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

“En los años 46 al 47, nos fue dado vivir momentos bastante excepcionales en un clima eclesial de libertad reencontrada”, recuerda Congar en su larga entrevista con Jean Puyo (Le Centurion, Paris 1975, capítulo 4). Se mezclaba la alegría de la victoria y la paz en Francia, con las ganas de hacer un mundo nuevo y una Iglesia renovada y en misión. 

Él ya estaba muy involucrado en el movimiento ecuménico. Entre 1932 y 1965, todos los años, incluso alguno de los de cautividad, predicó, donde le llamaron, el Octavario de la Unidad de los Cristianos, que había dado lugar a su libro pionero Cristianos desunidos (1937).

Para leer más

Título: Jean Puyo interroge le Père Congar
Autor: Jean Puyo
Editorial y año: Le centurion, 1975
Páginas: 239

El libro había suscitado algunas reticencias, ahora renovadas ante la segunda edición. 

“A finales del verano de 1947, se pueden situar las primeras manifestaciones de inquietud de Roma. Comenzamos a recibir una serie de advertencias, después de amenazas en relación a los sacerdotes-obreros. No se me concedieron los permisos que pedía (nunca dejé de solicitar los permisos de mis superiores cuando era necesario)”. No pudo acudir a las reuniones ecuménicas preparatorias para la creación del Consejo Ecuménico de las Iglesias en Ginebra (1948). 

Comprender la época 

Era entonces nuncio en Francia Roncalli, después Juan XXIII (1944-1953). Y se presentaban dificultades de distinta naturaleza e importancia. De algunas ya hablamos. Por un lado, estaba la susceptibilidad de un sector católico tradicional bastante herido y la incomodidad e incomprensión de la teología que llamamos manualística ante las nuevas corrientes teológicas. Ambas promovían sospechas y denuncias en Roma. Por otro, la Santa Sede veía nacer el movimiento ecuménico y quería que no se le fuera de las manos. Y, sobre todo, estaba conmovida y alertada por los acontecimientos históricos. 

Se ha dicho que Pío XII vivía obsesionado por el comunismo. Es desconocer mucho la historia. Entre 1945 y 1948, con una colección de violencias y pucherazos electorales, la URSS impuso regímenes comunistas en todos los territorios ocupados: Alemania oriental, Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Rumanía y Bulgaria, además de incorporarse directamente Estonia, Letonia y Lituania y una parte de Polonia. Los comunistas locales tomaron Yugoslavia y Albania. En 1949, Mao se hizo con China. En 1954, los comunistas se quedaron con la mitad norte de Vietnam e iniciaron la invasión del sur, hasta tomar Saigón en 1975. 

En esos años, millones de católicos y cientos de diócesis quedaron sometidos a la represiones y trapacerías comunistas. Todos los días llegaban a Roma noticias tristes, algunas tremendas. Se había creado un Iglesia martirial, una “Iglesia del silencio”. Tanto silencio que muchos no lo recuerdan cuando describen ingenuamente esta época. 

Y en Francia, Italia y Austria existía una tremenda presión comunista política, propagandística y cultural, que afectaba a todo, y a la Iglesia también. Y que tapaba lo que pasaba al otro lado. Vale la pena leer a Stephen Koch, El fin de la inocencia. ¿Cómo podía Pío XII, en los años cincuenta, no estar muy preocupado por el comunismo? Solo cuando aquellos regímenes estaban sólidamente establecidos, Pablo VI pudo intentar un diálogo de buena voluntad que no encontró buena voluntad. Y hoy se sigue intentando con China, Vietnam… Cuba… Venezuela. 

Los años malos de Congar

Frente esto, a Pío XII no podían parecerle muy graves otras cuestiones. Presionado por las quejas y denuncias ante la “nouvelle Théologie”, compuso la encíclica Humani generis (1950), describiendo genéricamente algunas posibles desviaciones, pero no quiso nombrar ni condenar a nadie. Contenía una línea desaconsejando el falso irenismo. Se tomaron algunas medidas disciplinares, se puso algún libro en el índice (Chenu) y, sobre todo, se suspendió el experimento de los curas obreros (1953), que con aquella presión y manipulación comunista no podía salir bien, por más que realmente tuviera una inspiración evangélica. 

En 1954, la Santa Sede hizo cambiar a los tres provinciales dominicos de Francia y exigió que se alejara de sus lugares y de la docencia a cuatro profesores, entre los cuales Chenu y Congar. En realidad, Congar apenas había tenido relación con el movimiento, salvo algún escrito ocasional. Y, quizá por eso, no estaba claro qué se le podía objetar. 

A finales de 1954 fue llamado urgentemente a Roma para entrevistarse con el Santo Oficio. Pero pasaron seis meses sin entrevista. De distintos lados le aconsejaron corregir Cristianos desunidos, pero nunca supo qué debía corregir. “Cambie algo”, le sugirió, en algún momento, el general de los dominicos. Y lo mismo sucedió con Verdadera y falsa reforma en la Iglesia, que había publicado en 1950. También, ya por ósmosis, encontró reticencias otro ensayo pionero suyo: Jalones para una teología del laicado (1953), que ha sido muy importante en la historia del tema. 

Para leer más

Título: A la escucha del cardenal Congar
Autor: Juan Bosch
Editorial y año: Edibesa, 1994
Páginas: 291

Tras volver de Roma en 1954, se le envió unos meses a Jerusalén y después a Cambridge, donde se sentía muy aislado. En 1956, le acogió el obispo de Estrasburgo, que lo conocía bien. Allí desempeñó una labor pastoral normal, con limitaciones de docencia y censura de publicación. Para él fueron diez años (1946-1956) muy malos, por esa sensación de rechazo sin información, como se ve en su Diario de un teólogo, escrito en vivo. Los recuerda con más distancia y mesura en su diálogo con Puyo. Pero también escribió mucho: en 1960, apareció un poderoso ensayo en dos volúmenes, sobre La Tradición y las tradiciones, en su aspecto teológico e histórico. La Tradición, en realidad, no es otra cosa que la misma vida de la Iglesia en la historia, animada por el Espíritu Santo. 

Y llegó el Concilio

A la muerte de Pío XII (1958), el antiguo nuncio Roncalli es elegido Papa y convoca el Concilio. En 1961 nombra a Congar consultor de la Comisión preparatoria. Era una rehabilitación. Al principio, se trataba de asistir a sesiones con otros muchos. Pero, desde marzo de 1963, incorporado a la Comisión Central, jugó un papel muy activo, en la inspiración, redacción y corrección de muchos textos.

En su presentación de conjunto A la escucha del cardenal Congar (Edibesa, Madrid 1994), el teólogo dominico Juan Bosch recoge puntos redactados directamente por Congar, como los números 9, 13, 16 y 17 del capítulo II de Lumen Gentium, y parte del cap. 1 de Presbyterorum ordinis o el capítulo primero del Decreto Ad Gentes, sobre la evangelización. También trabajó mucho en Gaudium et spes, en Unitatis redintegratio (sobre el ecumenismo) y Dignitatis humanae (sobre la libertad religiosa). 

Los grandes temas del Concilio eran sus temas. Se movió para impulsarlos: describir la Iglesia como Misterio y como Pueblo de Dios; entender mejor su comunión, reflejo de la comunión de Personas de la Trinidad, base de la comunión del Colegio episcopal y de las Iglesias particulares y horizonte del ecumenismo; profundizar en la misión “sacerdotal” de los laicos en el mundo, elevando a Dios las tareas temporales. Además, el empeño ecuménico, en cuanto se presentó a los Padres, ganó su corazón y cambió la actitud de la Iglesia católica para afrontar las divisiones históricas. Fue una gran alegría. 

En esos años, escribió regularmente crónicas del Concilio para revistas, que después recogió en libros anuales (El Concilio, día tras día): y llevó también un diario personal detallado, que es una fuente de primer orden para la historia del Concilio (Mon journal du Concile, 2 volúmenes). Y tuvo mucho trato con los jesuitas franceses De Lubac y Daniélou, y los teólogos de Lovaina, Philips, Thils y Moeller. También conoció al obispo Wojtyla. Recuerda que, cuando hablaba, durante los trabajos de la redacción de Gaudiun et spes, impresionaba por su aplomo y convicción. 

Años de trabajo

El Concilio resultó un trabajo agotador, ya que las comisiones trabajaban muchas veces de noche para poder presentar los textos corregidos al día siguiente. Pero él era un gran trabajador. Habitualmente dedicaba 10 horas a escribir, durante muchos años. Así se explica la extensión de su producción. 

En 1964, reúne algunos artículos sobre el ecumenismo en Cristianos en diálogo, y le antepone unas memorias muy interesantes y bastante largas sobre sus trabajos y vocación ecuménica.

Compone para el curso teológico Mysterium salutis (1969), un escrito muy extenso sobre las cuatro notas de la Iglesia, con su fundamento histórico: una, santa católica y apostólica. Y prepara dos extensos tomos sobre la Iglesia para la historia de los dogmas de Schmaus. Es una obra mayor y también pionera, aunque no haya podido recogerlo y sintetizarlo todo. 

Múltiples tareas 

Desde el final del Concilio, era invitado por todas partes para dar conferencias y cursos. Y lo siente como un deber. Si se puede transmitir, hay que transmitir. Era su servicio a la Iglesia. Pero se le empieza a desplegar una esclerosis que ya se había manifestado un poco en su juventud. 

En 1967, en un viaje intensísimo por varios países americanos, donde a veces tiene que usar un carrito, sufre un colapso en Chile. Y necesita meses de recuperación. En adelante, las limitaciones crecerán y la movilidad se complica, pero no para de trabajar y viaja lo que puede. Como necesita más atención física, en 1968 se traslada de Estrasburgo a Le Saulchoir, cerca de París. 

Desde 1969 hasta 1986, es miembro de la Comisión Teológica Internacional y participa en los trabajos. Forma parte de la redacción de la revista Communio, en la que permanecerá a pesar de los problemas que percibe (considera a Küng un buen teólogo, más bien protestante).  Pronto nota, como otros teólogos responsables y amigos, lo que no va bien en el posconcilio. Y hace unas llamadas a la responsabilidad, tanto en la teología: Situación y tareas de la teología hoy (1967), como sobre la vida de la Iglesia: Entre borrascas. La Iglesia de hoy afronta su futuro (1969). Analiza también el cisma de Mons. Léfebvre: La crise dans l’Église et Mgr Léfebvre

Le preocupa la mala interpretación del Concilio, las derivas teológicas y la banalización de la Liturgia. Aunque mantiene un tono confiado en los frutos del Concilio. Él se sitúa en la tradición: “No me gusta mucho el título de conservador, pero yo espero ser un hombre de la tradición”. En esa tradición viva a la que ha dedicado tanta atención.  

Últimos años

Con una limitación creciente, que llega a paralizarle los dedos, sigue trabajando. Es bonito que, en el ocaso de su vida, todo su trabajo sobre la Iglesia le conduce a escribir sobre el Espíritu Santo. Con todos los grandes temas esbozados, compone tres volúmenes (1979-1980) que luego se reunirán en uno solo, El Espíritu Santo. Sin ser un tratado sistemático completo, es una amplia panorámica de los puntos principales: su papel en la Trinidad, en la Iglesia y en el interior de cada creyente. Con ese estilo característico suyo, muy suelto, que combina luces temáticas con desarrollos históricos.  

La enfermedad avanza. Unos años antes había conseguido una pensión de invalidez argumentando que la enfermedad se debía a las penurias de su larga prisión durante la guerra. Se la conceden. Con ese mismo título, en 1985, cuando necesita atención especializada, ingresa en el gran hospital que fundó Napoleón para los heridos de guerra: Los Inválidos, de París. Allí pasará sus últimos años, dictando porque ya no puede escribir, respondiendo al correo, recibiendo visitas. 

En 1987 concede otra larga entrevista autobiográfica, muy interesante, aunque más breve que la de Puyo, a Bernard Lauret, con el título Entretiens d’automne (Conversaciones de Otoño). Ese mismo año escribe una introducción a la Encíclica Redemptoris Mater, de Juan Pablo II. Y, como si fuera un símbolo de su vida, su último artículo de revista, sobre Romanidad y catolicidad. Historia de la conjunción cambiante de dos dimensiones de la Iglesia

En 1994, Juan Pablo II lo nombra cardenal; muere al año siguiente, 1995. 

Otras consideraciones

La obra de Congar es tan extensa que no es posible ni siquiera recoger los títulos significativos. Se han señalado algunos más principales. La nota bibliográfica que aporta Juan Bosch en su panorámica recoge 1.706 trabajos. Entre los cuales está, por ejemplo, su participación en el gran diccionario Catholicisme, al que contribuyó con cientos de voces. Y una curiosa colaboración con la revista española Tribuna médica (1969-1975). 

Las entrevistas con Puyo y Lauret son interesantísimas al verle razonar en vivo. Sus tres diarios sobre la primera guerra (1914-1918), sus tiempos duros (Diario de un teólogo) y su participación en el Concilio también lo son. Y está bien construida la biografía de Fouilloux. Además, hay que contar ya con un gran número de tesis y ensayos sobre su obra. No cabe duda de que ha dejado un patrimonio teológico muy importante.

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Editorial

Debatir sobre laicidad

Omnes·7 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hace pocas semanas terminó la visita del Papa a Irak, con tantos momentos significativos que han quedado bien impresos en la memoria histórica del mundo; a los principales se refiere una columna de opinión en este número. Uno de esos momentos singulares fue la oración “de los hijos de Abraham”, pronunciada por Francisco en presencia de varios representantes musulmanes y en unión ideal, también, con los creyentes del judaísmo, precisamente en la ciudad de Ur, de donde partió Abraham. Pidió el Santo Padre que Dios “nos haga instrumentos de reconciliación, constructores de una sociedad más justa y más firme”. 

Aludía así el Papa al papel -y la responsabilidad- que tienen las religiones en la edificación del orden social, naturalmente desde su perspectiva propia, que no es exclusivamente terrena. En efecto, la religión no es una cuestión tan sólo privada o interna, escondida en la conciencia de los creyentes, sino que tiene una consustancial dimensión externa y colectiva. También hace tres años, asimismo en un contexto interreligioso, hablaba el Papa de la actualidad de este planteamiento “frente a esa peligrosa paradoja que persiste en nuestros días, según la cual por un lado se tiende a reducir la religión a la esfera privada, sin reconocerla como una dimensión constitutiva del ser humano y de la sociedad y, por el otro, se confunden la esfera religiosa y la política sin distinguirlas adecuadamente” (El Cairo, 28 de abril de 2017). Esos son precisamente los dos extremos a los que termina conduciendo, en la práctica, el laicismo. 

Pero existen otras maneras de conformar y encauzar normativamente la aportación de las religiones a la vida social que evitan esos riesgos. Es el caso de lo que suele llamarse “laicidad”, de la que es ejemplo la Constitución española; ésta, más concretamente, lo ha formulado de un modo que el Tribunal Constitucional ha llamado “laicidad positiva”. Concuerda con lo señalado por otros sistemas democráticos, sea porque así lo definen de manera expresa sus textos constitucionales, o también como resultado de una prudente reconducción de planteamientos originariamente menos colaborativos con las confesiones religiosas.

Omnes ha organizado un Foro para tratar de estas cuestiones y sus traducciones prácticas. Han participado representantes destacados del catolicismo (el Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello) y del judaísmo (don Isaac Querub, de las comunidades judías), moderados por la profesora Montserrat Gas. El diálogo no sólo ha contribuido a aclarar conceptos teóricos, sino que también da luz y aporta argumentos sobre debates y propuestas de mucha actualidad. Los interesados pueden verlo en cualquier momento en YouTube.

Lecturas del domingo

Lecturas del domingo II de Pascua, domingo de la Misericordia

Andrea Mardegan comenta las lecturas del domingo II de Pascua y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·7 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Cuando Jesús explica a los doce que Lázaro ha muerto y quiere irlo a ver, Tomás dice a los otros discípulos: “Vamos nosotros también a morir con él”. El amor por Jesús le impulsa, pero está demasiado seguro de su voluntad, no sabe que no es capaz sin la ayuda de Dios. Cuando Jesús es capturado, le entra el miedo y huye como todos. Y lo deja solo a su destino. 

Después de la muerte y sepultura de Jesús, los demás se reencuentran en el cenáculo, con María. Pero Tomás no está. Ha tenido una crisis más profunda y se ha alejado. Aturdido por los acontecimientos y por el colapso de su propósito de morir con Jesús. Aquella noche en el huerto de los olivos: “Soy yo”, dijo Jesús y se cayeron por tierra los soldados. Podía vencer, y sin embargo se dejó capturar. Todo está perdido. Se apodera de él un sentido de derrota total, la impresión de haber perdido los ideales, la vida, a sí mismo. Solo cuenta salvar el pellejo. Pierde la fe en las palabras de Cristo. La resurrección prometida después de la muerte es una ilusión, aquello que cuenta son los hechos vistos: la tragedia del suplicio; y escuchados: el grito de la cruz. Todo se acabó. 

Sin embargo, Jesús resucita el primer día de la semana y se aparece a los apóstoles en el cenáculo. Pero sólo había diez, Tomás no está, quién sabe dónde se habrá ido. Jesús lo confía a la premura de los demás. Lo buscan y lo encuentran, pero Tomás tiene cabeza dura: le quema el fracaso de Jesús delante del pueblo, la propia fuga, el no haber estado ahí aquella tarde, la sensación de haber sido dejado fuera. Se obceca y no quiere creer sin haber visto. 

Es necesaria una intervención tuya, Jesús, todavía una. Jesús escucha la oración silenciosa de María, el deseo de Pedro, el corazón de Juan. Va a ellos después de ocho días, a puerta cerrada. “Tomás, ha llegado el momento de que cambie también tu mente y tu corazón. No seas incrédulo, sé creyente. Mete aquí tu mano, para experimentar la verdad y la fuerza de mi carne resucitada. Es mi cuerpo entregado por vosotros y es mi sangre derramada por vosotros, de la que te alimentarás en la Eucaristía. Es mi mano llagada, que tú mismo impondrás en la cabeza de tantos para cancelar los pecados y curar a los enfermos del espíritu”. 

Tomás hace lo que Jesús le manda, por sí mismo y por nosotros. Hace aquello que todos querríamos hacer: tocar con la mano. Aquellas heridas de Jesús que con la resurrección no han desaparecido, siempre están frescas, contemporáneas, vivas. Felices nosotros que lo encontramos, sin verlo, si lo vemos en los hermanos, en la Iglesia, su cuerpo. Tomás toca a Jesús, que le fulgura con la fe más grande y más pura: “¡Señor mío y Dios mío!”. Acto de fe, de dolor y de amor. 

Vaticano

¿Qué es la comunión de los santos? El Papa lo explica

Francisco reflexiona en la primera audiencia de esta Pascua sobre la relación entre la oración y la comunión de los santos.

David Fernández Alonso·7 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En la primera audiencia general de la Pascua 2021, el Papa Francisco reflexiona sobre la relación entre la oración y la comunión de los santos.

Francisco comenzó la catequesis afirmando que nunca rezamos solos: «Hoy quisiera reflexionar sobre la relación entre la oración y la comunión de los santos. De hecho, cuando rezamos, nunca lo hacemos solos: aunque no lo pensemos, estamos inmersos en un majestuoso río de invocaciones que nos precede y continúa después de nosotros.

La oración es difusiva

«En las oraciones que encontramos en la Biblia» dice el Papa, «y que a menudo resuenan en la liturgia, vemos la huella de historias antiguas, de liberaciones prodigiosas, de deportaciones y tristes exilios, de regresos conmovidos, de alabanzas derramadas ante las maravillas de creación… Y así estas voces se difunden de generación en generación, en una relación continua entre la experiencia personal y la del pueblo y la humanidad a la que pertenecemos. En la oración de alabanza, especialmente en la que brota del corazón de los pequeños y los humildes, resuena algo del cántico del Magnificat que María elevó a Dios ante su pariente Isabel; o de la exclamación del anciano Simeón que, tomando al Niño Jesús en sus brazos, dijo así: «Ahora Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz» (Lc 2,29)».

Ha recordado en la audiencia que «las oraciones —las buenas— son “difusivas”, se propagan continuamente, con o sin mensajes en las “redes sociales”: desde las salas del hospital, desde las reuniones festivas y hasta desde los momentos en que se sufre en silencio… El dolor de cada uno es el dolor de todos, y la felicidad de uno se derrama sobre el alma de los demás».

Rezar con los santos

«Las oraciones siempre renacen: cada vez que juntamos las manos y abrimos nuestro corazón a Dios, nos encontramos en compañía de santos anónimos y santos reconocidos que rezan con nosotros, y que interceden por nosotros, como hermanos y hermanas mayores que han pasado por nuestra misma aventura humana. En la Iglesia no hay duelo que se quede solo, no hay lágrima que se derrame en el olvido, porque todo respira y participa de una gracia común. No es una casualidad que en las iglesias antiguas las sepulturas estuvieran en el jardín alrededor del edificio sagrado, como para decir que la multitud de los que nos precedieron participa de alguna manera en cada Eucaristía. Están nuestros padres y abuelos, nuestros padrinos y madrinas, los catequistas y otros educadores…»

Los santos nos remiten a Jesucristo, añade el Papa, «los santos todavía están aquí, no lejos de nosotros; y sus representaciones en las iglesias evocan esa “nube de testigos” que siempre nos rodea (cf. Hb 12, 1). Son testigos que no adoramos —por supuesto—, pero que veneramos y que de mil maneras diferentes nos remiten a Jesucristo, único Señor y Mediador entre Dios y el hombre. Nos recuerdan que también en nuestra vida, aunque débil y marcada por el pecado, la santidad puede florecer. Nunca es tarde para convertirse al Señor, bueno y grande en el amor (cf. Sal 102, 8)».

Nuestros fallecidos nos cuidan desde el Cielo

«El Catecismo explica», continúa Francisco, «que los santos «contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquéllos que han quedado en la tierra. […] Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero» (CCE, 2683). En Cristo hay una solidaridad misteriosa entre los que han pasado a la otra vida y nosotros los peregrinos en esta: nuestros seres queridos fallecidos continúan cuidándonos desde el Cielo. Rezan por nosotros y nosotros rezamos con ellos».

El vínculo de oración ya lo experimentamos aquí, dice el Papa, en la vida terrena: «Oramos los unos por los otros, pedimos y ofrecemos oraciones… La primera forma de rezar por alguien es hablar con Dios de él o de ella. Si lo hacemos con frecuencia, todos los días, nuestro corazón no se cierra, permanece abierto a los hermanos. Rezar por los demás es la primera forma de amarlos y nos empuja a una cercanía concreta».

Pedir ayuda a los santos

«La primera forma de afrontar un momento de angustia es pedir a los hermanos, a los santos sobre todo, que recen por nosotros. ¡El nombre que nos dieron en el Bautismo no es una etiqueta ni una decoración! Suele ser el nombre de la Virgen, de un santo o de una santa, que no desean más que “echarnos una mano” para obtener de Dios las gracias que más necesitamos. Si en nuestra vida las pruebas no han superado el colmo, si todavía somos capaces de perseverar, si a pesar de todo seguimos adelante con confianza, quizás todo esto, más que a nuestros méritos, se lo debemos a la intercesión de tantos santos, unos en el Cielo, otros peregrinos como nosotros en la tierra, que nos han protegido y acompañado».

Concluye el Papa la catequesis rezando precisamente al Señor: «Bendito sea Jesucristo, único Salvador del mundo, junto con este inmenso florecimiento de santos y santas, que pueblan la tierra y que han hecho de su vida una alabanza a Dios. Porque —como afirmaba san Basilio— «el santo es para el Espíritu un lugar propio, ya que se ofrece a habitar con Dios y es llamado templo suyo» (Liber de Spiritu Sancto, 26, 62: PG 32, 184A; cf. CCE, 2684)».

España

Misiones salesianas, comprometidas con el acceso a la salud

Más de 11 millones de personas de 121 países se han podido beneficiar de los programas de sensibilización sobre la enfermedad, distribución de alimentos y de kits de higiene en los que Misiones Salesianas ha trabajado especialmente durante este año de pandemia

Maria José Atienza·7 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Ante la celebración del Día Mundial de la Salud, Eusebio Muñoz, director de Misiones Salesianas advierte que las consecuencias de la pandemia serán visibles a largo plazo especialmente en los más vulnerables: «Tras la pandemia ya nos alertan de que habrá más hambre y más desigualdad. Al menos 150 millones de personas más van a pasar al listado de la pobreza».

Muñoz ha señalado como el «coronavirus ha ampliado las desigualdades y ha puesto de manifiesto que la salud es cuestión de las oportunidades y del lugar en el que se nace».  En esta línea, ha destacado el trabajo de las misiones Salesianas que este último año han atendido a más de 11 millones de personas de 121 países que se han podido beneficiar de los programas de sensibilización sobre la enfermedad, distribución de alimentos y de kits de higiene en los que se ha trabajado especialmente.

Entre las acciones llevadas a cabo, desde Misiones Salesianas destacan los «más de 2,5 millones de personas en India han podido comer gracias a los kits de alimentación y raciones preparadas que se han distribuido. En Lesotho se han repartido más de 2.400 “paquetes de supervivencia con alimentos y kits de higiene”. Los gimnasios de varios centros educativos salesianos en América se han convertido en estos meses en almacenes de alimentos que se han distribuido a miles de familias vulnerables. En Myanmar, 500 familias han comido gracias a los repartos de comida que han realizado las comunidades salesianas. Los menores de la calle, como en Etiopía, han sido recogidos para que pasaran el confinamiento en lugares seguros. También en Togo o en Costa de Marfil, hemos trabajado para apoyar a los niños y niñas en riesgo de exclusión. En Filipinas, los misioneros salesianos y jóvenes de los centros educativos salesianos repartieron Equipos de Protección Personal a los trabajadores en primera línea y consiguieron diseñar ventiladores para los pacientes graves. En Perú, hemos visitado a las personas que viven en el basurero. Hemos estado acompañando a las personas migrantes, las familias vulnerables, las personas mayores, las discapacitadas, los refugiados…».

Misiones Salesianas ha querido reafirmar su compromiso con la erradicación de las desigualdades que, aún hoy, son patentes en el acceso a la salud.  

Educación

Competencias y memoria, claves en la maduración personal y educativa

Un aprendizaje para la vida, desde las competencias clave, no ha de oponerse a la adquisición de conocimientos que queden en la memoria.

Javier Segura·6 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En estos días en los que se han presentado las claves pedagógicas de la LOMLOE se está repitiendo como un mantra que la ley Celaá es revolucionaria porque abandona el aprendizaje memorístico enciclopedista de la ley Wert para optar por un aprendizaje basado en competencias que sirva verdaderamente para la vida. Más allá del debate comparativo entre una ley y otra, merece la pena reflexionar sobre el valor del aprendizaje de contenidos y del uso de la memoria.

Llevamos muchas décadas minusvalorando el aprendizaje de conocimientos y el uso de la memoria desde distintas claves pedagógicas. En la actualidad el más oído entre los propios jóvenes es que no tiene sentido un aprendizaje de conocimientos cuando tenemos al alcance de un click toda la información que necesitamos. ¿Para qué memorizar las rutas de carreteras cuando podemos obtener la ubicación en google maps y elegir el camino más rápido para ir a cualquier lugar? ¿Para qué aprender un idioma si hay muchos y buenísimos programas informáticos de traducción? ¿Por qué memorizar datos que voy a tener constantemente actualizados al alcance de mi mano en Wikipedia?

Esta revolución tecnológica está provocando que el ser humano tenga parte de sus capacidades en dispositivos electrónicos externos que, en realidad, son una prolongación de él mismo. Un móvil guarda nuestros contactos personales, pero es también el medio por el que nos relacionamos con esas personas. El reconocimiento personal nos viene en forma de likes. Nuestra memoria tiene muchos gigas o teras, pero están fuera de nuestro cerebro. Y sin embargo son nuestros, pues ahí tenemos nuestros recuerdos, nuestras creaciones, nuestra formación.

En verdad estamos ante un cambio antropológico de primera envergadura. Por eso el uso de la memoria es uno de los aspectos de nuestra humanidad que está en juego. No estamos ante una simple cuestión pedagógica. Es un tema que va más allá de la escuela, que trasciende cualquier ley educativa.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es cómo funciona nuestro cerebro. Nuestra memoria no es un cajón que voy llenando de conocimientos, para los que puedo encontrar un trastero externo si ya no me caben más. Nuestra mente funciona de otra forma. Los conocimientos que retengo en mi memoria, se parecen más a los ingredientes de un plato de cocina. Los recibo, pero luego se convierten en los ingredientes de un suculento manjar, en algo distinto a los propios elementos. En mi interior, a fuego lento, con otros ingredientes previos, sufren un proceso de transformación, de interiorización y metabolización que acaban transformándome a mí mismo. La memoria, el recuerdo, la resonancia que tiene lo que aprendo, es parte de ese proceso de maduración humana e intelectual que jamás se realiza con una memoria externa en un USB, por muchos teras que tenga. No es una mera cuestión de dependencia o no de las máquinas lo que está en juego, sino de cómo nos configuramos nosotros mismos.

La memoria es esencial para la maduración intelectual de la persona. Y lo es para todo un pueblo que no puede dejar de recordar todo lo que ha vivido si no quiere dejar de ser él mismo. Esto tiene una implicación muy especial en el ámbito de la enseñanza religiosa en la escuela y de la transmisión de la fe en la familia y la parroquia. Es el Shemá Israel y el recuerdo de las maravillas que Dios hizo lo que mantiene la conciencia al pueblo elegido a lo largo de la Historia.

Sin memoria no hay conciencia de historia de salvación. Sin recuerdo colectivo no hay auténtico pueblo que trasciende el momento actual y se une con el pasado y el futuro. Es precisamente ésa la llamada que el papa Francisco está haciendo a los jóvenes para que no crezcan sin raíces. Necesitamos memoria de la historia y de la geografía, porque somos seres ubicados en el espacio y en el tiempo, no virtuales.

Evidentemente hará falta hacer una selección correcta de contenidos que los alumnos tienen que aprender y, sobre todo, habrá que aportar a los alumnos principalmente claves de interpretación de la realidad que les permitan desarrollarse en las distintas circunstancias en las que vivan. Pero todo ello no se ha de hacer en detrimento de los conocimientos y de la memoria, sino en una mutua sinergia que lleve a la maduración de la persona. Por ello un aprendizaje para la vida, desde las competencias clave, no ha de oponerse a la adquisición de conocimientos.

Hemos de prevenir ese Alzheimer espiritual antes de que la misma pérdida de la memoria nos haga olvidar que necesitamos de esa memoria y se difuminen paulatina e irremediablmente los contornos de nuestra identidad.

Actualidad

Hans Küng y Joseph Ratzinger, una amistad difícil

En la muerte de Hans Küng, el profesor Pablo Blanco Sarto recorre los vericuetos de la amistad entre Küng y Ratzinger, que refleja asimismo las disyuntivas de la teología católica reciente, sobre todo en el ámbito de habla alemana.

Pablo Blanco Sarto·6 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 14 minutos

A los 93 años ha fallecido en Tubinga el teólogo suizo Hans Küng, tras una larga enfermedad. Se trata de una figura determinante del panorama teológico en la segunda mitad del siglo XX. Entre 1960 y 1996 enseñó en la Universidad de Tubinga; en 1979 la Santa Sede le retiró la autorización para enseñar teología católica, debido a que sus enseñanzas eran contrarias a verdades definidas de la fe. En los últimos treinta años Küng se había centrado en la promoción del diálogo entre las religiones, para lo que había dado origen al proyecto “Ethos mundial”. Sus libros alcnzaron una gran difusión. Su última gran aparición fue en primavera de 2018, en un simposio científico convocado por la Fundación “Weltethos” y la Universidad para festejar su 90 cumpleaños.

Sus tensiones con la Iglesia se reflejaron, a su vez, en su relación con otros teólogos contemporáneos. Las diferencias con Joseph Ratzinger, con quien inicialmente compartió algunos proyectos de investigación, no impidieron una amistad que el Papa emérito Benedicto XVI recuperó al recibirlo en audiencia en Roma en 2005, lo que despertó gran expectación.

El profesor Pablo Blanco Sarto recorre los vericuetos de esa amistad, que refleja asimismo las disyuntivas de la teología católica reciente, sobre todo en el ámbito de habla alemana.

Una amistad difícil

Hans Küng (nacido en 1928 y fallecido el 6 de abril de 2021) y Joseph Ratzinger –un año mayor- eran dos jóvenes sacerdotes cuando se encontraron en 1957, en Innsbruck, para hablar a fondo de teología. Concretamente, de la tesis doctoral de Küng, sobre la que Ratzinger acababa de escribir una recensión. Después coincidieron en el Concilio Vaticano II, en el que ambos trabajaron como peritos o expertos. Ahí Küng tenía muy buena acogida con los medios de comunicación (era suya la imagen de que el concilio suponía abrir la ventana para que entrara el aire fresco) y vestía unos revolucionarios jeans. En aquel momento nació una larga y comprometida amistad entre ambos. 

El teólogo suizo había estudiado a Sartre y a Barth en París y Roma. En efecto, había escrito una tesis sobre Karl Barth, aunque curiosamente sus escritos derivarían después hacia los planteamientos del protestantismo liberal del siglo XIX. Este cambio de postura será la que separará después a ambos teólogos, aunque afirma Ratzinger: “nunca he tenido un conflicto personal con él, ni por asomo” (La sal de la tierra, p. 85).

Küng se había ocupado en un primer momento de la eclesiología, aunque sus indagaciones sobre la naturaleza de la Iglesia encontraban ciertas diferencias con las enseñanzas del magisterio. Proponía una Iglesia en la que todo consiste en puro devenir histórico, con el que todo puede cambiar dependiendo de las variadas circunstancias. Si existe una forma estable de Iglesia que responda a su esencia –seguirá diciendo–, es la forma carismática y no institucional, anterior a todo posible clericalización. Así opondrá acérrimamente una Iglesia jerárquica frente a la carismática y verdadera. Junto a esto, su posterior “teología ecuménica universal” ocasionará que en 1979 le sea denegada la facultad de enseñar teología católica. 

Ratzinger se encontraba a gusto en Münster, en el norte, y por fin había acabado el concilio. “Empecé a amar cada vez más esta bella y noble ciudad” –declara Ratzinger en sus memorias-, “pero había un hecho negativo: la excesiva distancia de mi tierra natal, Baviera, a la que estaba y estoy profunda e íntimamente unido. Tenía nostalgia del sur. La tentación se hizo irresistible cuando la universidad de Tubinga […] me llamó para ocupar la segunda cátedra de dogmática, instituida desde hacía poco. Hans Küng era quien había insistido en mi candidatura y en conseguir la aprobación de otros colegas. Le había conocido en 1957, durante un congreso de teólogos dogmáticos en Innsbruck […]. Me agradó su simpática franqueza y sencillez. Había nacido así una buena relación personal, si bien poco después […] hubo entre nosotros dos una discusión más bien seria sobre la teología del concilio. Pero ambos considerábamos esto como legítimas diferencias teológicas […]. Encontraba con él un diálogo extremadamente estimulante, pero cuando se esbozó su orientación hacia la teología política, sentí que las diferencias crecían y que podían llegar a tocar puntos fundamentales” (Mi vida, pp. 111-112) en lo que a la fe se refiere.

Mientras tanto, el teólogo suizo iba a bordo de un Alfa Romeo por las calles de Tubinga –esa ciudad con tanta tradición filosófica y teológica–, al mismo tiempo que Ratzinger circulaba por ellas en bicicleta (cfr. J.L. Allen, Cardinal Ratzinger, p. 91). “Comencé mis clases en Tubinga ya al comienzo del semestre estival de 1966, por lo demás en un precario estado de salud […]. La facultad tenía un cuerpo docente de altísimo nivel, si bien algo inclinado a la polémica […]. En 1967 pudimos celebrar todavía espléndidamente los ciento cincuenta años de la facultad católica de teología, pero se trató de la última ceremonia académica al viejo estilo. El ‘paradigma’ cultural con el que pensaban los estudiantes y parte de los profesores cambió casi de un modo fulminante. Hasta entonces, el modo de razonar había estado marcado por la teología de Bultmann y la filosofía de Heidegger; de repente, casi de la noche a la mañana, el esquema existencialista se derrumbó y fue sustituido por el marxista. Ernst Bloch enseñaba entonces en Tubinga y en sus clases denigraba a Heidegger, catalogándolo de pequeño burgués. Casi al mismo tiempo de mi llegada, fue llamado a la facultad evangélica de teología Jürgen Moltmann que, en su fascinante libro Teología de la esperanza, repensaba la teología a partir de Bloch. El existencialismo se desintegraba completamente y la revolución marxista se extendía a toda la universidad” (Mi vida, pp. 112-113), incluidas las facultades de teología católica y protestante. El marxismo había tomado el relevo del existencialismo.

La revuelta estudiantil se hizo dueña de las aulas. Ratzinger recuerda la violencia que pudo apreciar en aquellos años de Tubinga con auténtico terror. “He visto cara a cara el rostro cruel de esta devoción atea, el terror psicológico, el desenfreno por el que se llegaba a renunciar a toda reflexión moral –considerada como un residuo burgués–, allí donde el único fin era el ideológico. […] He vivido todo esto en mi propia carne, pues, en el momento de mayor enfrentamiento, era decano de mi facultad […]. Personalmente no he tenido nunca dificultades con los estudiantes; al contrario, en mis cursos he podido siempre hablar a un buen número de atentos asistentes. Me parecía, sin embargo, una traición retirarme a la tranquilidad de mi aula y dejar el resto para los demás” (Mi vida, p. 114).

Alguien difundió la noticia de que le habían arrebatado en una ocasión el micrófono en alguna de sus clases en Tubinga, a lo que respondió el ya cardenal: “No, a mí nunca me quitaron el micrófono. Tampoco tuve dificultades con los estudiantes, sino más bien con los activistas que procedían de un fenómeno social extraño. En Tubinga las clases estuvieron siempre muy concurridas y fueron bien acogidas por los estudiantes, y la relación con ellos fue irreprochable. Sin embargo, fue entonces cuando percibí cómo se iba infiltrando una tendencia nueva que –fanáticamente– se servía del cristianismo como instrumento al servicio de su ideología. Y aquello sí que me pareció una auténtica mentira. […] Por concretar un poco más los procedimientos utilizados en aquella época, me gustaría citar unas palabras que recordaba recientemente en una publicación un colega protestante, el pastor Beyerhaus, con quien yo trabajaba. Son citas que no proceden de un opúsculo bolchevique de propaganda atea. Se publicaron en octavillas en el verano de 1969, para repartirlas entre los estudiantes de teología evangélica de Tubinga. El encabezamiento rezaba así: ‘El Señor Jesús, guerrillero’, y seguía diciendo: ‘¿Qué otra cosa puede ser la cruz de Cristo sino una expresión sadomasoquista de ensalzamiento del dolor?’. O esta otra: ‘El Nuevo Testamento es un documento cruel, ¡una gran superchería de masas!’ […] En la teología católica no se llegó tan lejos, pero la corriente que estaba surgiendo era exactamente la misma. Entonces comprendí que el que quisiera seguir siendo progresista, tenía que cambiar su modo de pensar” (La sal de la tierra, 83-84).

Ratzinger seguía con su intensa carga docente. Sin embargo, las circunstancias van a cambiar sensiblemente en los años siguientes. Uno de sus biógrafos cuenta los recuerdos de uno de sus discípulos: “Veerweyen empezó su formación bajo el cuidado de Ratzinger en Bonn; después le siguió hasta Münster, y finalmente a Tubinga, donde estuvo con él hasta 1967. Veermeyen conserva claros recuerdos de Ratzinger en el aula. ‘Era un profesor excelente –recuerda– tanto académicamente como didácticamente. Siempre muy bien preparado. Ya en Bonn se podía publicar prácticamente todo lo que salía de su boca’. Veermeyen afirma que los cursos en Bonn y Münster estaban siempre llenos. ‘Los estudiantes estábamos orgullosos de él, porque era uno de los peritos más importantes del Concilio Vaticano II’, dice Verweyen. Según él, el declive en la popularidad de Ratzinger empezó en 1967” (J.L. Allen, Cardinal Ratzinger, p. 105). 

En aquellos años difíciles escribió Ratzinger uno de sus libros más conocidos. “Dado que en el año 1967 el curso principal de dogmática lo había impartido Hans Küng, tenía libertad para realizar por fin un proyecto que acariciaba desde hacía diez años. Me atreví a experimentar con un curso que se dirigía a estudiantes de todas las facultades, con el título Introducción al cristianismo. De estas lecciones nació un libro que ha sido traducido a diecisiete lenguas y reeditado muchas veces, no solo en Alemania, y que continúa siendo leído. Era y soy plenamente consciente de sus limitaciones, pero el hecho de que este libro haya abierto una puerta a muchas personas es para mí un motivo de satisfacción” (Mi vida, p. 115).

Este libro constituye el comienzo de lo que parecía un cambio, aunque en realidad tan solo supone un caminar en la misma dirección. ¡Había cambiado tanto el ambiente desde los años en que empezó a hacer teología!

En el prólogo a la primera edición, el entonces profesor en Tubinga se preguntaba si los teólogos no habrán hecho lo mismo que le ocurrió en un cuento a Hans-con-Suerte (nunca Hans Küng, aclarará después, cfr. La sal de la tierra, p. 85), cuando cambió todo el oro que tenía por vulgares baratijas. En efecto, tal vez en algunos momentos ha podido ocurrir algo así, insinúa. A pesar del evidente fraude, esto tiene un aspecto positivo, ya que se dan algunas ventajas en el hecho de que el oro se haya relacionado con las baratijas. La teología habría bajado de las nubes, pero a veces se había conformado con los espejuelos y las baratijas.

Vientos de borrasca se cernirán sobre la Iglesia. Aquel 1966 –el mismo año en que se publicará el incompleto Catecismo holandés–, la tradicional reunión de los católicos alemanes, el Katholikentag, había presentado momentos de fuerte tensión en Bamberg, como ocurrirá de igual modo en Essen dos años después. Más adelante, Hans Küng publicará Veracidad por el futuro de la Iglesia (1968), donde replantea la figura del sacerdote y pone en cuestión el celibato. Al mismo tiempo se abría el duro debate en torno a la encíclica Humanae vitae, promulgada ese mismo año por Pablo VI. Salían además a la luz pública varias iniciativas que iban en contra de la letra y el espíritu del concilio. La Iglesia alemana, privilegiada con un generosísimo sistema de recogida de impuestos, colaboraba con las misiones y las iniciativas solidarias en el Tercer Mundo. Sin embargo, la confusión entre los cristianos resultaba patente. De este modo, progresistas y conservadores, filomarxistas y apolíticos, ‘papólatras’ y cristianos con ‘complejo antirromano’ debatían entre sí de modo continuo. Rahner escribirá en 1972, al juzgar toda esta situación: “La Iglesia alemana es una Iglesia en la que existe el peligro de la polarización” (K. Rahner, Transformazione strutturale della Chiesa come compito e come chance, Brescia 1973, p. 48).

Por otro lado, el sínodo de obispos alemanes en Würzburg (1971-1975) propondrá una fidelidad total al concilio (cfr A. Riccardi, Europa occidentale, en AA.VV., La Chiesa del Vaticano II (1958-1978), Storia della Chiesa, XXV/2, San Paolo, Cinisello Balsamo 1994, pp. 392-396). “Un concilio” –dirá Ratzinger en 1988– “es un desafío enorme para la Iglesia, pues origina reacciones y provoca crisis. A veces, un organismo tiene necesidad de ser sometido a una operación quirúrgica, después de la cual se produce la regeneración y la cura. Lo mismo sucede con la Iglesia y el concilio” (Ser cristiano en la era neopagana, p. 118). Los años que siguieron fueron, por tanto, confusos y difíciles. En efecto, en 1968, el mismo año en que Pablo VI publicaba la Humanae vitae, Joseph Ratzinger vive y sufre las revueltas estudiantiles en la universidad de Tubinga (a la vez sin embargo suscribe la Declaración de Nimega, firmada por 1360 teólogos y dirigida al ex-Santo Oficio, en la que se pide un mayor pluralismo religioso, cfr. J.L. Allen, Cardinal Ratzinger, pp. 67-68). Dos años antes Hans Urs von Balthasar había publicado Cordula, una crítica a las desviaciones posconciliares respecto a la misma doctrina del concilio, especialmente de la teología de Karl Rahner. Una abierta reacción frente a los dogmas progresistas se estaba empezando a formar.

De modo que en Balthasar se dará un giro y una evolución en su postura, que también se manifestará en sus obras. La defensa de la verdad en la Iglesia en este segundo momento le hará merecedor del capelo cardenalicio (aunque murió pocos días antes de recibirlo). De modo que el profesor de Basilea estaba todavía con posibilidades de promover una ambiciosa iniciativa. “Balthasar (que no había sido llamado al concilio, y que enjuiciaba con gran agudeza la situación que se había creado) buscaba nuevas soluciones que sacaran a la teología de las fórmulas partidistas a las que se tendía cada vez más. Su preocupación era reunir a todos los que pretendían hacer teología no desde una serie de prejuicios derivados de la política eclesiástica, sino que estaban firmemente decididos a trabajar a partir de sus fuentes y sus métodos. Nació así la idea de una revista internacional que debía operar a partir de la communio en los sacramentos y en la fe […]. De hecho, era una convicción nuestra que este instrumento no podía ni debía ser exclusivamente teológico; sino que, frente a una crisis de la teología que nacía de una crisis de la cultura, […] debía abarcar todo el campo de la cultura, y ser publicado en colaboración con laicos de gran competencia cultural. […] Desde entonces, Communio ha crecido hasta publicarse hoy día en dieciséis idiomas, y se ha convertido en un importante instrumento de debate teológico y cultural” (Mi vida, p. 121).

El que había sido uno de los fundadores de Concilium en 1965 (y que ahora esta revista había tomado una dirección anticonciliar) estará también en estos momentos en los comienzos de Communio. Ratzinger no lo ve como un viraje personal. “No soy yo el que ha cambiado, han cambiado ellos. Desde los primeros encuentros puse a mis colegas dos condiciones. […] Estas condiciones [de servicio y fidelidad al concilio], con el tiempo, fueron teniéndose cada vez menos presentes, hasta que se produjo un cambio –que se puede situar en torno a 1973– cuando alguien empezó a decir que los textos del Vaticano II no podían ser un punto de referencia de la teología católica” (Ser cristiano en la era neopagana, p. 118).

Todo había empezado unos años antes. “Se reunían en vía Aurelia. Corría el año 1969; Pablo VI seguía denunciando la ‘autodestrucción’ de la Iglesia, y los intelectuales católicos seguían indiferentes soñando con la Iglesia del mañana. En aquel restaurante, a dos pasos de la Cúpula [de la basílica de san Pedro], se sentaban Hans Urs von Balthasar, Henri de Lubac y Joseph Ratzinger. Frente a un plato de spaghetti y un vaso de buen vino, nacía la idea de una nueva revista internacional de teología. En aquellos años borrascosos del posconcilio era otra la revista que ejercía su hegemonía en la Iglesia, Concilium, surgida en 1965 y [ahora] en las manos de Küng y Schillebeeckx. Había que contrarrestar la hegemonía progresista en nombre de una teología nueva más segura” (L. Brunelli, Presentación a Teólogos de centro, “30 días” VI, 58-59 (1992) p. 48). En efecto, como Balthasar no había podido participar en el concilio, esto ofrecía algunas ventajas. “La distancia desde la que Balthasar pudo observar el fenómeno en su conjunto le confirió una independencia y una claridad de ideas imposibles de obtener si hubiese vivido durante cuatro años en el centro de las controversias. Vio la grandeza indiscutible de los textos conciliares y la reconoció, pero también advirtió que alrededor de estos revoloteaban espíritus de escasa categoría que trataban de aprovechar la atmósfera del concilio para imponer sus ideas” (Teólogos de centro, “30 días” VI, 58-59 (1992) pp. 48-49).

En esta iniciativa tuvo también bastante que ver el movimiento eclesial ‘Comunión y Liberación’. “En los jóvenes reunidos en torno a monseñor Giussani [la nueva revista] encontró el empuje, la alegría del riesgo y la valentía de la fe, de la que enseguida se sirvió” (Teólogos de centro, p. 50). Recuerda a este propósito Angelo Scola, luego patriarca de Venecia y arzobispo de Milán: “La primera vez que vi al cardenal Ratzinger fue en 1971. Era Cuaresma. […] Un joven profesor de derecho canónico, dos sacerdotes estudiantes de teología que por aquel entonces no llegaban a los treinta años, y un joven editor estaban sentados alrededor de una mesa, invitados por el profesor Ratzinger, en un típico restaurante a orillas del Danubio […]. La invitación la había procurado von Balthasar con la intención de discutir la posibilidad de hacer la edición italiana de una revista que más tarde sería Communio. Balthasar sabía arriesgar. Los mismos hombres que se sentaban a la mesa de aquel típico mesón bávaro, unas semanas antes habían perturbado su quietud de Basilea, con cierto atrevimiento, pues no le conocían. […] Así, al terminar nuestro coloquio, dijo: ‘¡Ratzinger, tenéis que hablar con Ratzinger! Él es el hombre decisivo para la teología de Communio. Es la clave de la edición alemana. De Lubac y yo estamos viejos. Id a ver a Ratzinger. Si él está de acuerdo…’” (A. Scola, Introducción a Mi vida, pp. 7-8).

Sin embargo, si volvemos por un momento a finales de los años 70, debemos recordar que entonces se había extendido en parte de la Iglesia centroeuropea un ambiente enrarecido. La polémica envolvió esta vez a Hans Küng, un viejo conocido del nuevo arzobispo. Ya en 1977 el teólogo suizo había sido convocado ante los obispos alemanes para discutir sobre su libro Ser cristiano (1974), y fue entonces cuando rechazó a Ratzinger como interlocutor. Poco después, su antiguo colega en Tubinga era consagrado obispo y, más adelante, en 1978, los obispos alemanes pensaban haber llegado a un acuerdo con el controvertido teólogo. Sin embargo, un año después, Küng faltaba a su palabra y volvía a escribir de un modo poco sereno sobre la infalibilidad del Papa. Ratzinger criticó esta postura, tanto en la radio como desde el púlpito. Las gestiones se sucedieron una detrás de otra (cfr J.L. Allen, Cardinal Ratzinger, pp. 129-130).

El 15 diciembre de 1979 Hans Küng recibe la prohibición de enseñar teología católica. El 31 de ese mismo mes, el arzobispo y cardenal de Múnich predica una homilía en la que defiende la “fe de los sencillos”. Refiriéndose a esa fe de los primeros cristianos, que a algunos les parecía demasiado “simple”, afirmaba: “Les parecía una ingenuidad imposible que ese Jesús de Palestina fuera el Hijo de Dios, y que su cruz hubiera redimido a los hombres de todo el mundo. […] De manera que empezaron a construir su cristianismo ‘superior’, a ver a los pobres fieles que aceptaban simplemente la letra como apsíquicos, como personas en un estadio preliminar respecto a espíritus más elevados, hombres sobre los que había que extender un velo piadoso” (Contra el poder de los intelectuales, “30 días” VI, 2 (1991) p. 68). 

Continuaba Ratzinger en su predicación en el Liebfrauendom, la catedral de Múnich: “No son los intelectuales los que dan la medida a los sencillos, sino los sencillos los que mueven a los intelectuales. No son las explicaciones eruditas las que dan la medida a la profesión de fe bautismal. Al contrario, en su ingenua literalidad, la profesión de fe bautismal es la medida de toda la teología” (Contra el poder de los intelectuales, pp. 68-69). El credo sabe más que los teólogos que lo ignoran. Por tanto, “al magisterio se le confía la tarea de defender la fe de los sencillos contra el poder de los intelectuales. [Tiene] el deber de volverse la voz de los sencillos, allí donde la teología deja de explicar la profesión de fe para apoderarse de ella. […] Proteger la fe de los sencillos, es decir, de los que no escriben libros, ni hablan en la televisión, ni escriben editoriales en los periódicos: ésa es la tarea democrática del magisterio de la Iglesia” (Contra el poder de los intelectuales, p. 69). Concluye recordando que la palabra de la Iglesia “no ha sido nunca amable y encantadora, como nos la presenta un falso romanticismo sobre Jesús. Por el contrario, ha sido áspera y cortante como el verdadero amor, que no se deja separar de la verdad y que le costó la cruz” (Contra el poder de los intelectuales, p. 71).

Años después añadirá sobre este controvertido caso: “Aquí habría que desmontar un mito. A Hans Küng se le retiró en 1979 la facultad de dar doctrina en nombre y por encargo de la Iglesia. Esto no debió de gustarle nada. […Sin embargo,] en una conversación que mantuvimos en 1982, él mismo me confesó que no quería volver a su situación anterior, y que se había adaptado muy bien a su nuevo status. […] Pero eso [=la prohibición de enseñar en nombre de la Iglesia] no era lo que esperaba: su teología tenía que ser reconocida como fórmula válida dentro de la teología católica. Pero en vez de retractarse de sus dudas acerca del papado, radicalizó su postura y se distanció todavía más de la fe de la Iglesia en la cristología y [en la doctrina] sobre Dios trino” (La sal de la tierra, p. 103). El caso Küng parece que marcó profundamente la visión teológica y pastoral de Ratzinger.

Castelgandolfo acogió en 2005 un encuentro histórico entre dos teólogos enfrentados desde hace décadas: Hans Küng, crítico implacable de Juan Pablo II, y el Papa Benedicto XVI. La cita fue calificada por Küng como “señal esperanzadora”. El teólogo “disidente” reconoció al diario el diario alemán Süddeutsche Zeitungque pidió una audiencia semanas antes con “la esperanza de poder entablar un diálogo pese a todas las diferencias”. El Pontífice le contestó “rápidamente y en un tono muy amable”, relata el antiguo compañero de Joseph Ratzinger en la Universidad de Tubinga. Se habló de ética y de la razón humana al trasluz de la fe cristiana. Tanto Küng como Benedicto XVI eran conscientes de que “no tenía sentido entrar en una disputa sobre las cuestiones doctrinales persistentes”. Por ello, se evitó entrar en los puntos de conflicto y se dirigió la conversación por derroteros más amables, tratando particulares en los que la visión del Papa y la del teólogo entran en sintonía. Küng aseguró que Benedicto XVI fue un interlocutor “abierto y que escucha con atención”. Añadió que “ha sido una alegría mutua volver a vernos después de tantos años. No nos abrazamos sencillamente porque los germánicos no somos tan expansivos como los latinos”. Todavía bajo el efecto de la sorpresa, reconoció que “el Papa está abierto a nuevas ideas”, y aclaró que Benedicto XVI “no es un Papa que mira al pasado, encerrado en sí mismo. Observa la situación de la Iglesia tal como es. Es capaz de escuchar y de mantener la actitud del estudioso o el investigador”. 

La sorpresa del teólogo suizo la habían experimentado ya el mes de julio anterior un grupo de sacerdotes del Valle de Aosta, cuando Benedicto XVI les dijo que “el Papa es infalible sólo en contadísimas ocasiones”, y reconoció ante ellos problemas serios de la Iglesia que antes no se mencionaban en público y todavía menos en una tertulia informal. Hans Küng había enviado de antemano al Papa su último libro sobre el origen de la vida y documentos sobre sus proyectos para definir una ética mundial basada en los principios morales de las grandes religiones. Para su delicia, Benedicto XVI “se declaró felicísimo de que un teólogo aborde en Alemania estas cuestiones, pues sabe que son muy importantes. Y en el comunicado del Vaticano menciona que aprecia mi trabajo”. De mutuo acuerdo, no abordaron los conflictos con Roma sino sólo los proyectos de futuro, pero el mero hecho de que Benedicto XVI le recibiese durante dos horas en Castelgandolfo y le invitase a cenar “es un signo de esperanza para muchos hombres de Iglesia”.

España

CONFER anuncia los galardonados con los ‘Premios Carisma’

Los galardones tienen reconocen el trabajo que personas o instituciones realizan acorde al fin fundamental de la CONFER: animar, servir y promover la vida religiosa.

Maria José Atienza·6 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Conferencia Española de Religiosos ha anunciado los ganadores de sus ‘Premios Carisma’. Entre los galardonados en esta edición se encuentran la Fundación Madrina, los capellanes de los hospitales o el tuitero Jordi Sabaté, enfermo de esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

Estos galardones tienen como finalidad reconocer el trabajo que diferentes personas o instituciones realizan acorde al fin fundamental de la CONFER: animar, servir y promover la vida religiosa.

En esta edición, los Premios Carisma han recaído sobre las siguientes personas e instituciones:

  • Premio Carisma de Formación y EspiritualidadJosé Ramón Busto Saiz, sacerdote de la Compañía de Jesús. Por su dedicación incansable, inspiradora y de calidad, a la formación e investigación en el campo de la exégesis bíblica durante cuarenta y tres años, desde 1978, en la Universidad Pontifica de Comillas y en innumerables ámbitos de formación no reglada.  
  • Premio Carisma de Justicia y SolidaridadFundación Madrina. Por su apoyo y protección a la infancia más vulnerable y a la mujer en su maternidad frente a la exclusión social, educativa y laboral.    
  • Premio Carisma de Misión y CooperaciónLa Iglesia en Canarias y en particular a Antonio Viera. Por su denuncia de las condiciones en las que se encuentran los extranjeros que llegan al CIE Barranco Seco en Las Palmas de Gran Canarias, así como su lucha incansable hasta conseguir su cierre.  
  • Premio Carisma de EducaciónRaquel Pérez Sanjuan, Secretaria técnica de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura. Por su trabajo para la defensa de la asignatura de Religión como necesaria para una completa formación de los niños, adolescentes y jóvenes españoles.  
  • Premio Carisma de Pastoral Juvenil VocacionalJóvenes Dehonianos. Por sus campañas de publicidad creativas y actuales con el objetivo de impulsar el conocimiento y promoción de la Vida Religiosa en nuestra sociedad.  
  • Premio Carisma de Salud : A los Capellanes de Hospitales durante la COVID. Por su labor de acompañamiento y consuelo a las víctimas del coronavirus que se encontraban solas en los hospitales. Por sus oraciones en el Palacio de Hielo y los cementerios sin la presencia de las familias. Ha sido una labor silenciosa pero fundamental para el consuelo de las familias.   
  • Premio Carisma de ComunicaciónMabel Lozano, escritora, actriz y directora de cine. Por su compromiso en la lucha contra la prostitución, la explotación sexual y la trata de seres humanos.  
  • Premio Carisma Fe y CulturaLa Fundación Pablo VI , Institución cultural y de estudios superiores creada por el Cardenal Herrera Oria. Por su diálogo con la política, la cultura y la sociedad; la ciencia, la tecnología y la bioética; la justicia social, la promoción humana, el desarrollo y la ecología sobre la base del humanismo cristiano.   
  • Premio Carisma de ImpactoJordi Sabaté, enfermo de esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Por su campaña “Mueve un dedo por la vida” y por el incansable empeño en acercar el conocimiento de esta enfermedad degenerativa a la sociedad e impulsar su investigación, todo ello a través del humor y siempre en defensa de la vida.    
  • Premio Carisma Especial : José Luis Pinilla, religioso sacerdote de la Compañía de Jesús. Por su labor encomiable en materia migratoria y defensa de los derechos humanos haciéndose amigo y hermano de los pobres a ejemplo de Pedro Arrupe; vocación religiosa que se hace entrega sobre todo en el desamparado.  

El jurado que conforma estos premios está formado por: Jesús Miguel Zamora, Secretario General de la CONFER; Eva Silva, Responsable Servicio de Comunicación de la CONFER; José María Legorburu, Vicepresidente de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIPE); Elsa González, Consejo de Administración de Telemadrid; Santiago Riesco, Periodista de RTVE; José Beltrán, Director de Vida Nueva; Silvia Rozas, Directora de Ecclesia; Manolo Bretón, Presidente de Cáritas Española; Mayte Ortiz, Directora Fundación SM y Eva Fernández, Corresponsal del Grupo COPE en Italia y Vaticano.

España

Treinta nuevos hijos para la Iglesia de Getafe

Treinta personas recibieron los Sacramentos de Iniciación Cristiana en la diócesis de Getafe.

Paloma Fernández·6 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

En la noche del Sábado Santo, treinta “elegidos” de la Diócesis de Getafe recibieron los Sacramentos de Iniciación Cristiana en la Vigilia Pascual. Por razones de aforo, las celebraciones tuvieron lugar en la catedral Santa María Magdalena, presidida por el obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, y en la basílica del Sagrado Corazón, en el Cerro de los Ángeles, por el obispo auxiliar D. José Rico Pavés.  

Llegados desde diferentes países -España (más de la mitad), Perú, Colombia, Honduras, Cuba, Guinea Ecuatorial, Angola o Gana- y de diferentes edades –5 años la más pequeña y 54 el mayor- el Señor ha renovado sus historias y les ha otorgado la Gracia de la vida eterna, acogiéndoles como Hijos.

Renacer a una vida nueva

“En mi juventud hice muchas cosas de las que me arrepiento profundamente pero el Señor me ha permitido renacer a una vida nueva, ha sido un regalo maravilloso”: así cuenta, entre lágrimas, Leidy Camacho, lo que ha sentido al recibir los Sacramentos de la Iniciación Cristiana el pasado sábado 3 de abril, en la Vigilia Pascual que se celebró en la Basílica del Cerro.

Camacho nació en Cali, conflictivo territorio colombiano, hace 30 años. Educada en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, esta neófita vivió una convulsa adolescencia que la llevó a dejar su casa a los 15 años y a un embarazo no deseado a los 20. 

“Dejé mi casa, me fui a Ecuador con mi novio, luego nos separamos y viajé por medio mundo, hasta que en el año 2017 aterricé en España y llegué a Arroyomolinos”. recuerda con cierto dolor. “Quería que mi hija hiciera la Comunión y la apunté en la Parroquia Santa Ángela de la Cruz, en Arroyomolinos, y fue allí, en ese lugar de la Diócesis de Getafe, donde el Señor se encontró conmigo, a través de una religiosa”. 

A partir de ese momento, la vida de Leidy Camacho cambió por completo, conoció a sus catequistas, y comenzó el proceso de formación en la fe que culminó con su Bautismo junto al Sagrado Corazón. Leidy relata que “en la Vigilia Pascual se unieron en su mente y en su corazón muchos recuerdos y muchos sentimientos; era como si alguien a quien quieres muchísimo y has esperado durante largo tiempo, llegara hasta ti y te abrazara fuertemente contra su pecho, así me sentí”.

foto grupo bautizados cerro

“La Iglesia es mi familia”

Algo parecido sintió Felicia Fátima en su Bautismo en el Cerro de los Ángeles: “Como si me limpiarán el alma. Sentí algo que nunca antes había experimentado”.

Llegada desde Ángola hace tres años y medio, esta neófita que perdió a sus padres en la infancia y recuerda su vida pasada con mucho sufrimiento se encontró con Cristo a través de las Oblatas de Ciempozuelos y de los sacerdotes de la Parroquia Santa María Magdalena que la ayudaron desde el principio: “Ellos me propusieron un camino de formación cuando apunté a mi hija a las catequesis de Primera Comunión”.

“Ahora tengo esperanza. Aunque estoy sola con mis tres hijas y no tengo trabajo sé que Dios está conmigo, y la Iglesia es mi familia y me ayuda”, subraya contenta.

Desde Cuba llegó hace diez años a la Diócesis de Getafe Mailín Serrano, que vivió en primera persona el deterioro progresivo de su país bajo la dictadura de Fidel Castro, experimentando, en medio de su vida, cómo Dios la llamaba para algo diferente. 

“Cuando tenía veinte y pocos años, caminaba por una avenida de La Habana y algo dirigió mis pasos hacía un templo: el templo de Santa Rita de Casia.  Ese fue el día y el lugar en que sentí, a través de Santa Rita, la presencia de Dios”.

Su camino de crecimiento en la fe y el conocimiento del Señor fue paralelo a su integración social en España: “Hace casi diez años dejé mi país, mi casa, mi madre, mi familia, mis amigos. Uno se siente sin tierra bajo los pies. Pero allí estaba Dios dándome casa, comida, cariño, dignidad, fuerza y esperanza”. 

Un intenso proceso de formación

Después de un intenso proceso de formación y acompañada de padrinos y sacerdotes, dejaba atrás el hombre viejo para resucitar junto a Cristo al hombre nuevo y destaca que: “Dios ha puesto en mi vida a personas que son regalos divinos. Me trajo a Móstoles, a la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, donde conocí al párroco Pablo de Haro que recuerda siempre mi difícil nombre y me mira a los ojos. Dios en Móstoles me ha dado un gran amigo y a su familia cristiana, que han robustecido mi fe”. Ese camino culminaba en la Vigilia Pascual en la catedral, donde acompañada del obispo de la Diócesis de Getafe, D. Ginés García Beltrán, Mailín sentía que empezaba una nueva vida junto a Cristo.  

“Por primera vez vais a llamar a Dios, Padre. Habéis comenzado una historia de amor que os transforma y os salva. Ahora sois de Cristo. Ser cristiano es ser de Cristo y ser de Cristo es una Gracia”, les dijo el prelado antes de ser bautizados.

Bautizados junto con su hija

Unas palabras que conmovieron profundamente a Amanda Moreno y a Cristian Astillero, una pareja de jóvenes novios veinteañeros unidos por el amor y por una hija, Samara, de cinco años que, junto a ellos, recibió también el Sacramento del Bautismo.

Amanda y Cristian han iniciado juntos el camino de formación en la fe que les conducirá a un próximo matrimonio por la Iglesia. Los padres de Amanda no la bautizaron porque querían que ella eligiera de mayor lo que quería en su vida, así que el Señor salió a su encuentro en la Parroquia Nuestra Señora de Butarque, en Leganés, a través de un noviazgo y una hija. 

“Aunque no estaba bautizada siempre me he sentido cerca de la Iglesia y quería casarme en esta parroquia. Pero para eso teníamos que recibir antes el Bautismo y formarnos, para emprender los tres juntos este camino”, explica emocionada Amanda. Su futuro marido, Cristian, también está feliz y agradecido: “Gracias a Dios que puso en mi camino a buenos maestros pude reconducir mi vida, ellos me han ayudado mucho a recobrar la paz. También estoy muy agradecido por mi pareja y por mi preciosa hija que han recibido conmigo el Bautismo”.

La ayuda de los amigos y de la parroquia

Aunque sus padres no lo bautizaron, Jorge Ugaz recibió formación cristiana en el colegio. En un momento de vacío cuando era ya estudiante universitario decidió entrar en una iglesia; se celebraba la Misa, y cuando la señora que estaba a su lado le dio el signo de la paz, percibió una paz verdadera, no sólo humana. Decidió seguir asistiendo todos los domingos y continuó dando pasos hacia la fe.

Sobre todo, le ha ayudado el apoyo de los amigos y la dedicación de su catequista en la parroquia de San Josemaría, en Alcorcón. En la Vigilia Pascual, le conmovió sobre todo recibir la Eucaristía, y sentir que, como hijo de Dios, ahora la Iglesia es para él una familia.

  En el camino de todos los neófitos ha tenido un papel fundamental el Catecumenado de Adultos de la Diócesis de Getafe, a cuyo frente está el sacerdote Óscar Martínez y los catequistas, sacerdotes y padrinos que les acompañan en este proceso, como representantes de toda la Iglesia. 

El autorPaloma Fernández

Directora del Gabinete de Prensa de la diócesis de Getafe.

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Cine

Lupin

La serie de Netflix está inspirada en el libro sobre el caballero ladrón Arsène Lupin, de las novelas de Maurice Leblanc (1864-1941). En verano de 2021 podremos ver estrenada la segunda temporada de la serie.

Jaime Sebastián·6 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Maurice Leblanc (1864-1941) fue un novelista y escritor francés de relatos cortos. Nacido en Ruan, Leblanc se muda a París, en donde comienza su carrera literaria, desde 1892 aproximadamente hasta 1904. Publica unos diez libros.

Serie

Título: Lupin
Año: 2021
País: Francia
Productora: Gaumont Télévision y Netflix
Distribuidora: Netflix

En 1904 Pierre Laffite, director de Je sais Tout, le encargó un cuento para su revista recién fundada. Al poco tiempo le entregó un original titulado «El arresto de Arsène Lupin». Según palabras del propio autor, este era el único cuento que tenía planeado de Lupin. Sin embargo, a Pierre Laffite el personaje le causó una fuerte impresión y animó a Leblanc a desarrollar al personaje. Así nace de la mano de Leblanc: Arséne Lupin, un ladrón de guante blanco. Las novelas sobre Lupin suman casi 20 libros. Se podría decir que Arsène Lupin es una héroe paralelo al Sherlock Holmes inglés.

Pasando a la serie que nos ocupa, su protagonista no es el personaje imaginado por Leblanc en 1905 sino Assane Diop (interpretado por Omar Sy), un admirador de Arsène Lupin. Assane es el único hijo de un inmigrante de Senegal que había llegado a Francia para buscar una vida mejor. El padre de Assane es incriminado por el robo de un costoso collar de diamantes por parte de su empleador, el rico y poderoso Hubert Pellegrini. Estando en la cárcel, se ahorca en su celda por vergüenza, dejando al adolescente Assane huérfano. Veinticinco años después, inspirado por un libro sobre el caballero ladrón Arsène Lupin que su padre le había regalado en su cumpleaños, Assane, convertido en un ladrón profesional, se propone vengarse de la familia Pellegrini, usando su carisma, para exponer los crímenes de Hubert.

La serie ha sido estrenada en Netflix el 8 de enero de 2021. Consta de 10 episodios, divididos en 2 partes. Por ahora solo ha salido la primera parte compuesta por 5 episodios.

Es fácil que la serie resulte atractiva en base a su buen ritmo y se la puede considerar dentro del género thriller. Por supuesto, incluye momentos cómicos muy propios de su actor protagonista.

Otro de los méritos de la serie radica en su ambientación y, en particular, en las localizaciones icónicas de las que se sirve: Louvre, Jardines de Luxemburgo, la banlieu parisina de Montreuil, la emblemática ciudad normanda de Étretat,…

Su punto fuerte no es la credibilidad (muchos cabos sueltos e inconsistencias), pero a pesar de ello es entretenida si no eres muy exigente. En definitiva, una serie entretenida, para pasar un rato agradable sin ser riguroso.

El autorJaime Sebastián

España

Cardenal Parolin: “La situación actual puede compararse a los primeros siglos de la Iglesia”

El Secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Pietro Parolin, ha comparado el momento actual con los primeros siglos de la Iglesia, y asegura que “el problema fundamental es la razón, no la fe”, en una entrevista en ‘El Espejo’, de cadena Cope.

Rafael Miner·6 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Siento mucho la pérdida de la fe en nuestra Europa, en nuestra cultura, en nuestros países, y estos cambios antropológicos que se están dando, perdiendo la identidad de la persona humana; antes que una pérdida de fe, yo diría que es una pérdida de razón”.

En estos términos respondió el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, en una entrevista realizada por José Luis Restán, director de ‘El Espejo’ y director editorial de la cadena Cope, a una pregunta sobre la vieja Europa, nuevas legislaciones sobre temas éticos que se alejan cada vez más de la raíz cristiana, como la ley de eutanasia en España:

“Lo dice muchas veces el Papa. Me impactó mucho”, prosiguió el cardenal. “Dice por ejemplo: la cuestión del aborto no es una cuestión religiosa. Lo es ciertamente, también para nosotros cristianos desde el principio, desde los primeros documentos de la Iglesia hay un rechazo total del aborto, pero es un argumento de razón”.

“Probablemente hoy, ya lo decía Benedicto XVI, el problema fundamental es la razón, no es la fe”.

En la entrevista, el cardenal Parolin, señaló que “se puede comparar la situación que estamos viviendo con los primeros siglos de la Iglesia cuando llegaron los apóstoles y los primeros discípulos en una sociedad que no tenía valores cristianos, pero a través del testimonio de las primeras comunidades lograron cambiar la mentalidad e introducir los valores del Evangelio en la sociedad de entonces. Creo que éste es el camino que tenemos que hacer hoy todavía”.

En cuanto a la fe, lo más importante a su juicio, es “el testimonio. Por supuesto, es un testimonio, cómo decirlo, global, entonces tenemos que testimoniar nuestra fe, tenemos que testimoniar nuestra esperanza, tenemos que testimoniar nuestra caridad. Pero la línea es ésta. Hoy día no se puede imponer nada, sino ofrecer a partir de un testimonio coherente y convencido de vida cristiana”.

En la conversación, el cardenal se refirió a Irak, a China y a diversos temas de actualidad. Además, reveló que ha experimentado hace mucho que “ser diplomático de la Santa Sede es una forma de ejercer el propio sacerdocio. Sobre todo, porque hoy en día, después del Concilio Vaticano II, la tarea de los nuncios es una tarea pastoral entonces es de estrechar los lazos entre la Santa Sede y las iglesias locales. Estamos al servicio de la comunión y también la defensa, la promoción de la libertad de la Iglesia, de la libertad religiosa. Además de la tarea de la paz en el mundo. Imagine usted cuánto trabaja la Iglesia por la paz. Es mi manera de considerar la diplomacia”.

El cardenal Parolin comentó también que “esa manera de entender la diplomacia vaticana quedará plasmada más o menos, después de la publicación de la constitución apostólica sobre la Curia Romana, que por ahora se titula, aunque pienso que seguirá siendo este título, ‘Predicate Evangelium’”.

En su trabajo junto al Papa Francisco, el cardenal señaló que “lo que me impacta primero es la gran sencillez que manifiesta. Cuando uno se acerca a él se da cuenta de que es un hombre sencillo, sin protocolo. El contacto es inmediato. Cuida mucho la relación y la cercanía con la gente. Busca encontrar la gente. Es otra característica de su manera de trabajar. Y también me impacta mucho este deseo suyo de ayudar a hacer la Iglesia más creíble en el anuncio del Evangelio”.

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Bautismos en la noche de Pascua

La incorporación de adultos a la Iglesia católica manifiesta como la gracia suele abrirse paso en la normalidad de la vida de cada persona.

6 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Dieciocho personas, adultos jóvenes, recibieron el bautismo en la Vigilia Pascual en la que participé. Cada uno tendrá una historia diferente y personal. Probablemente pocos son resultado de una conversión repentina, o han buscado una experiencia religiosa particular. La vida habrá sido su camino.

En pocos momentos como en la Vigilia Pascual se percibe tan bien la novedad de la fe cristiana, a través de la expresividad de cada rito. Pero la incorporación a la Iglesia de algunas personas, por la recepción de los sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo, confirmación y eucaristía), da a esa noche una plenitud particular.

Aquellos dieciocho hombres y mujeres jóvenes (Jorge, David, Elías, Ruth…), y los que ocupan cada año su mismo lugar en tantos sitios, son una muestra de la vitalidad de la fe y un ejemplo de la máxima elocuencia para el entorno en el que viven. La decisión que cada uno ha tomado, tras su propio recorrido personal y después de una larga preparación, ha sido bien consciente; y se ha formado en el deseo y en la inteligencia por medio de la catequesis y del acompañamiento. Su alegría, bien perceptible tras la Vigilia, tenía una energía que “ningún batanero” podría volver más blanca. Pienso que cada uno debería ser para su entorno un verdadero “motivo de credibilidad”.

La catequesis y la incorporación de adultos ha sido siempre una ilusión de la Iglesia, desde los primeros días. En nuestro país, debido a la predominancia “sociológica” del catolicismo, quizá ha tenido menor importancia numérica durante algún tiempo. Ahora se ha convertido en el nuevo horizonte. Una ilusión para la Iglesia y para cada uno, porque la gracia suele abrirse paso en la normalidad de la vida de cada persona, y pasa por cada familiar, cada amigo o compañero que orienta o apoya al que quizá sólo “intuye” a Dios. Muchas veces la ayuda es inconsciente, y otras consiste en oración, en tiempo que se dedica, en aliento para sostener los primeros pasos o en transmitir de la luz de la doctrina.

Enhorabuena a todos los bautizados en la noche de Pascua.