Vaticano

Papa Francisco: «La pretensión de detener el tiempo no solo es imposible, es delirante»

En las catequesis sobre la vejez a lo largo de estos meses el Papa Francisco ha puesto en valor la sabiduría de los ancianos. Hoy también ha destacado este conocimiento frente a la mentalidad actual que pretenden controlarlo todo.

Javier García·10 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa saludo a los peregrinos en la audiencia del 3 de agosto. ©CNS photo/Paul Haring

En la audiencia papal de este 10 de agosto los peregrinos llegados a Roma han podido escuchar una de las últimas catequesis de los miércoles dedicada a la ancianidad. El Pontífice ha destacado cómo la búsqueda de “la juventud eterna, la riqueza ilimitada, el poder absoluto” son una pretensión irrealizable. Incluso la ha calificado de delirante.

Los cristianos no viven solo para esta vida, sino que su meta está más allá. “En este camino se nos invita, con la gracia de Dios, a salir de nosotros mismos y a ir siempre más allá, hasta llegar a la meta definitiva, que es el encuentro con Cristo”.

La promesa de vida eterna

La reflexión del Santo Padre ha partido de la escena recogida en el Evangelio de Juan donde Jesús pronuncia la consoladora promesa de la vida eterna: “No se turbe vuestro corazón. Cuando me haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde yo esté vosotros también estéis”. Y continuaba el Papa: “Una vejez que se consume en el desconsuelo de las oportunidades perdidas trae consigo el desconsuelo para uno mismo y para todos. En cambio, la vejez vivida con dulzura y respeto por la vida real disuelve definitivamente el malentendido de un poder que debe bastarse a sí mismo y a su propio éxito”.

El Papa Francisco ha señalado cómo la perspectiva de la ancianidad puede ser positiva. “Nuestra existencia en la tierra es el momento de la iniciación a la vida, que solo en Dios encuentra su realización. Somos imperfectos desde el principio y seguimos siendo imperfectos hasta el final. En el cumplimiento de la promesa de Dios, la relación se invierte: el espacio de Dios, que Jesús nos prepara con todo cuidado, es superior al tiempo de nuestra vida mortal. He aquí que la vejez acerca la esperanza de esta realización.

La vejez conoce definitivamente el sentido del tiempo y las limitaciones del lugar en el que vivimos nuestra iniciación. Por eso ella es creíble cuando nos invita a alegrarnos del paso del tiempo: no es una amenaza, es una promesa. La vejez, que redescubre la profundidad de la mirada de fe, no es conservadora por naturaleza, como se dice”.

El papel de los ancianos

A lo largo de estos meses, el Papa Francisco ha tratado de mostrar cómo los ancianos tienen una misión muy especial tanto en las familias como en la sociedad. Hoy ha concretado uno de los aspectos en los que este cometido puede concretarse: “La vejez es la fase de la vida más adecuada para difundir la alegre noticia de que la vida es una iniciación para una realización definitiva. Y lo mejor está por llegar. ¡Que Dios nos conceda una vejez capaz de esto!”.

En la recta final de la audiencia, el Santo Padre ha saludado a los peregrinos en distintas lenguas. En sus palabras en castellano ha expresado su “cercanía de modo especial a los afectados en la tragedia causada por las explosiones y el incendio de la Base petrolera de Matanzas, en Cuba”.

Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica