Nacho Gil (@Nachter) y Tomás Páramo (@tomasparamo) son conocidos influencers. Para ellos, las redes sociales no son un entretenimiento sino un trabajo en que su compromiso y sus valores vitales no quedan a un lado.
Así lo han compartido en la mesa redonda “Marketing de influencia: Conexión de valores”, celebrada en la Universidad Villanueva en la que, además de ellos, intervinieron, “desde el lado de las marcas”, los responsables de agencia Daniela Rodríguez, de la agencia SoyOlivia, y Álvaro Blanco, de Native Talents.
Sus cuentas se podrían calificar de “blancas”: sin insultos, o escenas con tintes adultos. Una limpieza y una naturalidad que supone, en medio del mundo de las redes sociales un valor añadido, cada vez más apreciado por marcas de muy diferentes ámbitos. En este sentido, Páramo destacó que el trabaja con una marca que “me contrate a mí por mi valor añadido”. Una afirmación compartida por Natcher: «Una de las cosas más importantes es que la marca comparta mis valores y, además, me tiene que gustar el producto. Si no me dejan meter mis bromas, no hago la campaña».
Trabajo y naturalidad
Este marketing de valores es el que centró esta mesa redonda en la que Nacho Gil ha destacado la constancia necesaria y el trabajo duro para llegar al éxito en este sector. Un éxito que, sin embargo, intenta relativizar en la medida de lo posible: “huyo un poco de los eventos, porque prefiero un día normal”.
«Llevo 7 años haciendo vídeos -explicaba Nachter- y la constancia es lo más importante. Nunca hemos parado. Es un esfuerzo, pero me ha ayudado a crecer. Tengas un día bueno o malo, tienes que subir algo porque te das cuenta de que ayudas a gente y sabes que tienes que estar positivo por ellos. Esto al final es un trabajo.»
Tomás Páramo, por su parte, recomendó «ser naturales, hay que ser nosotros mismos, ser transparentes, que la gente vea que todos tenemos días buenos y malos y que no somos actores y no tenemos que meternos en el papel de alguien que no somos».
Ambos hicieron especial hincapié en la necesidad de tener libertad creativa. Una libertad que, además, tienen comprobado que resulta positivo tanto para ellos a la hora de realizar los contenidos, como para las marcas con las que trabajan por la naturalidad con la que, de este modo, pueden hacer llegar sus objetivos.