Este año celebramos el 150 aniversario de la proclamación del Patrocinio de San José. Fue el Papa Pío IX quien, el 8 de diciembre de 1870, puso a la Iglesia bajo su intercesión y protección.
El Papa Francisco, para ayudarnos a vivir esta efeméride, ha escrito una bella carta, titulada Patris Corde, y nos anima a “ir a José” en este tiempo duro: para vivir sus virtudes, para tomar conciencia de la necesidad de la figura del padre y para acogernos a su intercesión. Ya decía Santa Teresa “que no hay cosa que se le pida que deje de concederla”.
En el distrito de Vallecas, concretamente en la calle Pedro Laborde número 78, encontramos la única parroquia en Madrid que tiene como titular el Patrocinio de San José. En los libros parroquiales de bautismo encontramos la primera inscripción el 1 de enero de 1966, fecha de comienzo de la parroquia, de manera semejante a tantas que iniciaron su andadura en ese momento de la vida diocesana, y en concreto en unos bajos de la calle San Anselmo. En el Alto de Palomeras había una colonia con el nombre de San José, y actualmente queda como memoria de aquella época el Colegio San José: por esta razón, también la parroquia fue puesta bajo el Patrocinio de San José, recogiendo el sentir y la vida del barrio, que vivía a la sombra de San José.
Hace 12 años se construyo el nuevo templo parroquial, muy luminoso, que dignifica y embellece este sector de Vallecas. Con sabor de hogar, puertas abiertas y serenidad, vivimos el día a día con la certeza de que peregrinamos hacia la meta de la cual es testigo San José.
“Con corazón de Padre”, dice el título de la carta del Papa Francisco. Y , en efecto, en las instalaciones de la parroquia viven familias que han emigrado en búsqueda de prosperidad y reciben apoyo en este camino para avanzar y progresar. Alimentamos materialmente a un buen número de familias, con el único deseo de ser bálsamo, y les ofrecemos un punto de apoyo para superarse y salir adelante. Vestir al que tiene frío es el fin del humilde ropero, que dignifica la vida.
Un pequeño, humilde y sencillo granito de arena que trasmite algo esencial y que nace de las entrañas de Nazaret: acompañar, hacer juntos este camino hacia la Patria que no conoce el ocaso. La caridad ardiente es un aspecto muy de Nazaret, muy de San José, que al frente de esta familia se esforzó y lucho por hacer familia.
Hogar de salud, salud integral de cuerpo y de alma. Nuestra parroquia consta de dos plantas y una visible torre, comunicados por una escalera, con una gran luminosidad, como indicando el deseo de unir, de poner en comunicación e integrar el cielo y tierra. La fe da sentido y abre horizontes al camino terrenal. La estructura arquitectónica nos ayuda así a entender el reto que tenemos en nuestras manos, y del cual San José es titular y protector, pues no en vano resuena como titular de la parroquia del Patrocinio de San José. Esta parroquia al estilo de Nazaret quiere ser vecina entre vecinos, y uno de sus anhelos es la espiritualidad de la vecindad.
Con nuestras manos trabajadoras, conscientes de retos, dificultades, oscuridades, aciertos y desaciertos, conscientes de la realidad y la nueva época, deseamos hacer visible y real lo que la iconografía y la pintura nos presentan de San José con el Niño Jesús en sus manos.
No nos agotamos en nuestros problemas, no termina todo al final de la calle, la última palabra no la tiene la violencia y el abuso. Valorando tantos esfuerzos y gestos esperanzadores, deseamos contemplar la Presencia del que no nos ha dejado solos y es nuestra fortaleza: Cristo Encarnado y Vivo entre nosotros.
Con distintas actividades, en el deseo de integrar lo humano y lo divino, acompañaremos este año de San José entendiendo que Nazaret es Hogar para todos, escuela de fraternidad.
Con la Novena a San José, encuentros mensuales de catequesis sobre al Santo Patriarca, alguna obra de caridad y una talla por suscripción popular que queremos poner en un jardín de la parroquia, deseamos poner vida a este año dedicado a San José.
Párroco del Patrocinio de San José, Vallecas (Madrid)