Educación

La relación Iglesia-Estado en Panamá en materia de educación

En Panamá hay una relación de respeto entre el Estado y la Iglesia, también en la educación religiosa, y se respeta la libertad religiosa. Giancarlos Candanedo ha estudiado esa materia, y propone la firma de un acuerdo entre los dos en el ámbito educativo y cultural.

Vytautas Saladis·18 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos
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Giancarlos Candanedo tiene experiencias profesionales de todo tipo. Tras sus estudios de Derecho y Ciencias Políticas, así como de un postgrado en negociación, ambos en Panamá, y de un máster con comunicación política y corporativa en la Universidad de Navarra, ha trabajado como abogado, como docente universitario y además como presentador de televisión. También ha sido servidor público y ha pasado unos años en la política de su país; incluso formó parte del equipo responsable de organizar la Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019.

Parece ser que la última etapa de su recorrido profesional empieza ahora: el 19 de noviembre Giancarlos, junto a otros 24 fieles del Opus Dei, será ordenado diácono en Roma, mientras que para el 20 de mayo de 2023 está prevista la ordenación sacerdotal.

En pocos meses defenderá su tesis doctoral en derecho canónico por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, Roma, sobre el tema “El derecho humano a la educación integral y la enseñanza de la religión en Panamá” sobre el que versa esta entrevista.

¿Cómo ha llegado a saber sobre la necesidad de enfrentar este tema?

– Cuando en 2017 iniciaba la licencia en Derecho canónico en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, debí presentar un trabajo sobre la aplicación de los cánones 804 § 2 y 805 en mi país, relativos a la enseñanza y educación religiosa católica y al nombramiento, aprobación y remoción de profesores de religión. Nunca pensé que en modo tan prematuro se me abriría un horizonte amplio que me llevaría, desde aquel momento, a trabajar una tesis doctoral.

A partir de esa experiencia pude visualizar, respecto de mi país, varias cosas. Primeramente el hecho de la cordial relación Iglesia-Estado en el ámbito educativo.

En segundo lugar, que dicha relación no está fundamentada en un concordato o acuerdo. Siendo esto así, la pregunta que surgió fue ¿en qué se fundamenta?

En tercer lugar que, precisamente por la ausencia de un acuerdo en el ámbito educativo, existía un interesante campo de investigación y la posibilidad de aportar un grano de arena sobre esta temática en Panamá, idea esta que fue secundada por quien pasó a ser mi guía en este largo camino académico, el profesor Stefan Mückl, así como por el arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa, que me animó a profundizar en el tema.

¿Cuáles son los puntos clave para asegurar el derecho a la enseñanza de la religión en su país? ¿Qué solución plantea?

– El respeto al Derecho internacional y a la Constitución panameña son los puntos clave para asegurar el derecho a la enseñanza de la religión, sea cual sea la religión de que se trate y que, por iniciativa de los padres de familia, se solicite su enseñanza en colegios públicos.

En este sentido, tanto la libertad religiosa como el derecho de los padres a escoger el tipo de educación para sus hijos tienen amplio sustento en la normativa internacional.

Mi propuesta pasa, entre otras, por la firma de un acuerdo Iglesia-Estado en el ámbito educativo y cultural, del cual presento un borrador.

¿Considera que otros países tienen que enfrentar desafíos semejantes? ¿La solución para Panamá sería una propuesta válida para otros países? 

– Aunque no he profundizado en la realidad de otros países, salvo en los casos de España e Italia que tienen el tema bastante desarrollado, del diálogo con colegas de Centro América me parece que tenemos situaciones y retos similares en cuanto a la relación Iglesia-Estado en el ámbito educativo. Desde esta perspectiva, sin haberlo pensado así al iniciar la tesis, pareciera que esta investigación con origen en una problemática panameña podría tener utilidad o alcance regional.

Para valorar la validez de esta propuesta en otros países será necesario profundizar en la legislación de cada uno, sin embargo, de primera mano, todo apunta a que existen elementos en común, por lo menos en el istmo centroamericano y, por tanto, esta investigación podría dar luces en otras latitudes sobre cómo afrontar la propia realidad jurídico-canónica en el ámbito educativo.

¿Qué importancia tiene la enseñanza de la religión en colegios públicos en Panamá? 

– Se trata de una materia que, por mandato constitucional, se debe impartir en todos los colegios públicos del país. El artículo 107 de la Constitución panameña establece que la religión católica se enseñará en las escuelas públicas, pero asimismo especifica que su aprendizaje y la asistencia a los cultos religiosos no serán obligatorios cuando lo soliciten los padres o tutores de los alumnos.  

¿No sería más congruo con el carácter secular del Estado dejar la enseñanza de la religión a los ambientes extracurriculares? ¿Esto no sería también más eficaz?

– Debemos tener presente que la enseñanza de la religión en las escuelas, sean estas públicas o privadas, no es sinónimo de catequesis. Son dos cosas distintas la enseñanza de la religión desde un punto de vista histórico, cultural e identitario, y la catequesis que consiste en la transmisión de la doctrina a quienes por fe la quieran recibir. La primera no requiere ser católico, ni siquiera cristiano, mientras que la segunda sí conlleva le fe de la persona que recibe la catequesis.

Teniendo esta distinción clara, no es incompatible con el carácter secular del Estado la enseñanza de la religión en las escuelas, incluso públicas.

Probablemente tuvo la ocasión de hablar sobre el tema con profesores de religión, con representantes de la jerarquía eclesiástica y con personas que trabajan para el Estado. ¿Qué reacciones observó: interés, sorpresa, quizás enfado por “tratar de meter” a la Iglesia a las instituciones públicas?

– Ciertamente he podido conversar con muchas personas: funcionarios y ex funcionarios públicos; obispos; religiosos, religiosas y laicos responsables de iniciativas educativas públicas y privadas; profesores, etc. Pude visitar iniciativas educativas conjuntas Iglesia-Estado como las de los Hermanos de La Salle en las ciudades de Panamá y Colón, incluso en zonas de difícil acceso, como el colegio que lleva la orden de Agustinos Recoletos en Kankintú, en la comarca indígena Gnöbe Buglé.

Las reacciones siempre han sido positivas. Todos, principalmente las autoridades gubernamentales y miembros de la sociedad civil, reconocen la labor que históricamente ha desarrollado la Iglesia católica en el ámbito educativo en Panamá.

Asimismo son conscientes de que dicha relación se ha dado por la buena voluntad de las partes y que, a pesar de ello, no son pocos los tropiezos -principalmente económicos y burocráticos-, a los que se enfrentan para poder cumplir con una función social, que además es un derecho humano que implica la formación integral de las futuras generaciones.

¿Qué desafíos presenta la enseñanza de la religión en Panamá?

– Desde el punto de vista del Estado, creo que el desafío es precisamente garantizar el cumplimiento de la constitución, no solo en el ámbito de la enseñanza de la religión católica, sino también en lo relativo al derecho a la libertad religiosa y a la de los padres de familia a escoger el tipo de educación para sus hijos. Hasta el momento no se han dado conflictos en este sentido, pero esto no significa que no puedan darse en un futuro, como ha ocurrido en otros países.

Desde el punto de vista de la Iglesia católica diría que el principal reto es el de garantizar que realmente se enseñe religión católica, tanto en las escuelas públicas como en las privadas, y que quienes la enseñen sean idóneos para dicha tarea y sean acompañados en esa misión.

Asimismo es importante que se oriente a los padres de familia, en el sentido de que sepan cuándo un colegio es católico o de inspiración católica, respecto de uno que no lo es aunque lleve el nombre de un santo o santa. 

Tiene experiencia tanto en la política panameña como en el trabajo con las instituciones de la Iglesia. ¿Qué papel juega la Iglesia en la vida pública y política de Panamá? ¿Cómo es la relación entre la Iglesia y el Estado panameño?

– Hay una relación de respeto mutuo, en la que se reconoce la posición y el papel que cada uno, Iglesia y Estado, deben jugar. En cuanto a la Iglesia católica panameña, desde siempre ha gozado de gran reconocimiento social, pues en todo momento, incluso en los años más difíciles de la dictadura militar (1968-1989), ha mantenido una posición conciliadora.

A lo largo de la historia -también durante la democracia- ha sido garante, a solicitud tanto de los gobernantes de turno como de la sociedad civil, de fructuosos diálogos en búsqueda de la paz y el bien común.

Si Dios quiere, dentro de poco llegará a ser diácono y más tarde sacerdote. ¿Piensa que este trabajo será útil para su futuro servicio eclesial? 

– No sé a dónde vaya a terminar ejerciendo el ministerio sacerdotal, ni si tendrá que ver con esta investigación; lo que sí sé es que seré ordenado para servir a la Iglesia a donde haga falta, y como ella quiera y necesite que le sirva.

En cualquier caso, creo esta investigación en sí ya es un servicio a mi Iglesia local y está disponible para que tanto la Iglesia -católica u otras-, como la comunidad académica y jurídica de cualquier sitio dispongan de él.

El autorVytautas Saladis

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