Traducción del artículo al alemán
A veces conocemos a una pareja, intuimos que su relación va a estrellarse y, sin embargo, no somos capaces de decirles nada. ¿Prudencia?, ¿cobardía?, ¿miedo a ser rechazados o no ser comprendidos?
En la mayoría de las ocasiones quizá sea por prudencia, pero en otras ocasiones posiblemente sea por no tener claro cómo decirlo o por falta de atrevimiento y de fortaleza.
Pero lo que ya es más paradójico es que ese posible estrellamiento lo estemos viendo en nuestros hijos, y nos sintamos incapaces de decírselo. Hay que asesorarse y decirlo en el momento oportuno.
También es razonable hacer que se lo diga alguien que sabemos que lo va a hacer adecuadamente y que tiene ascendiente sobre ellos.
Y es que, con cierta frecuencia, hay relaciones que nacen viciadas o se vician con el tiempo, las mimbres de las que están hechas son tan poco fuertes que claramente se ve que puede ser peligroso el paso adelante.
Una de las razones para no casarse sería el pensar en adquirir un compromiso sólo por lástima, por querer hacer feliz a la otra persona.
Ese sentimiento de compasión hacia el otro puede hacer que aquello termine en un desastre y más que felicidad, produzca una profunda infelicidad en la pareja.
Es decir, que como matrimonio y como ejemplo de solidaridad hacia el otro, puede terminar en desastre.
Un noviazgo está para comprobar que puedo compartir mi vida con la otra persona. No es una ONG.
Otra razón puede ser el que ella se haya quedado embarazada.
Quizá haya que esperar a que las cosas se «enfríen» y después tomar una decisión. « ¡Es que si se enfrían no se casan!», nos pueden decir. Si eso es así, más vale no casarse, porque es señal de que ese matrimonio no iba a funcionar.
La belleza física, si es lo único que nos acerca a la otra persona, se convierte en otra razón para no casarse.
Unirse en matrimonio única y exclusivamente por la belleza física es como hacerlo tan sólo por la sexualidad.
Todos los especialistas en este campo están de acuerdo en que la sexualidad por sí sola, no puede hacer que una relación se mantenga. Una relación consiste en un compromiso personal. Se compromete la persona.
Donde sólo hay sexo, el compromiso no es entre personas sino entre cuerpos.
Terminará decayendo.
Tampoco puede ser una razón las ganas que uno tenga de irse de casa, las ansias de independencia. Hay personas que se casan porque quieren liberarse de sus padres. O, incluso, por parecer normal ante sí mismos.
Con toda seguridad están llamando a voces al fracaso.
Es conveniente pensar que muy probablemente se tenga más «independencia» cuando se vive con los padres que después de casarse. Si la razón para casarse es la búsqueda de independencia, o demostrarse que se es normal se está eligiendo el camino equivocado.
El matrimonio no servirá para desembarazarse de los padres ni para evitar los problemas que tengo conmigo. Quizá lo más peligroso sea darse cuenta de que eso no va a funcionar en el futuro y no ser capaz de romper el noviazgo.
Es muy frecuente A veces, es más fácil romper un matrimonio que un noviazgo. No olvidemos que igual que puede haber razones para casarse, también las puede haber para lo contrario.
Lo que dijimos de los padres que no se atreven a decir nada a sus hijos que sepan que están renunciando a una posible ayuda a los hijos. Muchas veces esa incapacidad proviene de no haberse ganado con anterioridad la confianza de ellos.
Escucha el podcast «Situaciones en las que es mejor no casarse»