Ecología integral

Una propuesta cristiana de empresa

El autor cita unas propuestas a través de las cuales las empresas pueden desarrollarse con valores cristianos que permitan la participación y la inclusión de los trabajadores.

Juan Manuel Sinde·2 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos
Empresa

(Unsplash / Dylan Gillis)

Entre 400.000 sacerdotes existentes a mediados de siglo en el mundo, el genio de Arizmendiarrieta no estuvo en sus aportaciones teóricas sino en las aplicaciones prácticas derivadas de su fe, en el marco legislativo y en el escenario competitivo de entonces.

Continuando con esa orientación, las ideas de Arizmendiarrieta tienen hoy una posible aplicación en las empresas convencionales en el modelo inclusivo participativo de empresa que desde la Fundación Arizmendiarrieta estamos impulsando: se trata de un modelo que, inspirado en los principios y valores del humanismo cristiano, busca humanizar las empresas a la vez que mejoran su competitividad para hacer que, de forma sostenible, generen beneficios y valor social.

Ha surgido de la propuesta de distintos grupos de personas relacionadas con la empresa y la economía en general, de distintas adscripciones sindicales, políticas y empresariales, que han reflexionado en distintos seminarios organizados por la Fundación Arizmendiarrieta y otras instituciones sobre las características que deberían tener las empresas que basen su competitividad en el desarrollo de las personas que en ellas trabajan.

Así, en el año 2018 los parlamentos navarro y vasco aprobaron sendas mociones (sin carácter de ley) en las que instaron a los respectivos gobiernos autonómicos a impulsar dos variantes de un modelo inclusivo participativo de características muy similares. Insistiendo, en ambos casos, en que no se trata de un modelo rígido, sino que debe ser adaptado a las circunstancias concretas de cada empresa, tanto en lo que se refiere a su situación interna como a sus necesidades para competir con éxito en el mercado global.

Ello ha generado, por otro lado, nuevas variantes, que mantienen la columna vertebral de lo inicialmente propuesto pero que se adaptan mejor a diferentes contextos regulatorios y culturales.

Recogemos a continuación la variante que UNIAPAC, asociación que agrupa a 43 organizaciones de empresarios y directivos cristianos, con más de 40.000 adherentes en todo el mundo, ha decidido difundir entre sus asociados. Los ejes y las características del modelo inclusivo participativo propuesto serían los siguientes: 

Eje 1

Formular un proyecto compartido por los propietarios, directivos y profesionales/trabajadores de la empresa, que mejore la competitividad de la compañía, sea beneficioso a largo plazo para todos y en el que se dé prioridad a la sostenibilidad del proyecto colectivo sobre los intereses de cualquiera de los grupos citados. Ello supondría:

1. Plantear objetivos anuales que evidencien las ventajas del nuevo modelo, mejorando a la vez la rentabilidad para los accionistas y la retribución global para los trabajadores

2. Destinar un porcentaje significativo de los beneficios de la empresa a la mejora de su solvencia, la inversión en nuevos equipos, las actividades de I+D+i y la formación de todos los miembros de la empresa.

3. Incrementar el porcentaje de los ingresos por ventas destinados a financiar actividades de I+D+i, cuando los resultados lo permitan.

Eje 2

Modificar las prácticas de gestión y la cultura de empresa, en la que la transparencia en la información, la colaboración y la confianza entre todos sus miembros sean las columnas principales del proyecto, en aras de una mayor competitividad y sostenibilidad, lo que incluiría:

4. Crear desde la dirección un clima de confianza mediante una política de transparencia informativa, con información regular a los trabajadores, a través de sus representantes, sobre las variables y políticas más importantes de la empresa, salvando aquellas que pudieran ser estrictamente confidenciales.

5. Implantar un modelo de gestión organizativo y participativo, que fomente la participación de los trabajadores aportando sus conocimientos y experiencia en la mejora del proceso productivo y que impulse la innovación y la sostenibilidad empresarial a largo plazo.

6. Programar y desarrollar planes de formación sistemáticos, con objetivos concretos para los trabajadores, incluyendo en los mismos tanto formación técnica como formación de gestión, con el propósito de intensificar los procesos de formación y acreditación de competencias de las personas de la empresa, haciéndolos extensivos a la mayor cantidad posible de las mismas, tras los acuerdos pertinentes con sus representantes.

7. Impulsar políticas retributivas que no generen una excesiva desigualdad y favorezcan la cohesión social, siendo recomendable que, cuando las circunstancias lo permitan, la remuneración incorpore alguna participación en resultados susceptible de alcanzar a la totalidad de la plantilla. 

8. Establecer sistemas periódicos de evaluación y mejora continua de la satisfacción y necesidades de las personas que en ella trabajan. Una referencia podría ser realizar un estudio sistemático con una frecuencia bienal.

9. Priorizar (sin exclusividad) la promoción interna para asignar funciones de mayor responsabilidad y utilizar criterios objetivos de valoración del mérito y posibilidades de aportación a la hora de seleccionar entre los diversos candidatos, dando adecuada respuesta a los planes de formación realizados por los empleados/ trabajadores.

10. Avanzar decididamente hacia la igualdad salarial entre hombres y mujeres.

11. Buscar fórmulas que favorezcan la conciliación de la vida profesional y familiar de todos sin perjuicio del desarrollo empresarial.

Eje 3

Avanzar hacia la superación de la dinámica de confrontación entre capital y trabajo mediante la creación de un clima de confianza y acuerdo sobre el proyecto empresarial que permita la progresiva participación de los trabajadores en los procesos de gestión relacionados con sus competencias y, si las circunstancias lo permiten, una participación en los resultados de la empresa.

12. Implantar sistemas de gestión participativos, con procedimientos y herramientas adecuados, que propicien la innovación y los cambios organizativos. Incluirían proporcionar regularmente información a los representantes de los trabajadores sobre la marcha de la empresa, sus resultados, las amenazas y oportunidades, así como de los proyectos más importantes a desarrollar, consultando y valorando sus opiniones y sugerencias al respecto.

13. Estudiar, cuando el nuevo modelo de empresa haya avanzado suficientemente y haya un proyecto común entre todas las partes para el desarrollo del mismo, la creación de comisiones de vigilancia y control donde haya representación de todos los miembros de la empresa.

14. Establecer de forma progresiva fórmulas de participación con carácter variable de los trabajadores en los resultados, teniendo en cuenta la problemática a corto y largo plazo de la empresa.

Eje 4

Preocupación por el impacto social de las actuaciones empresariales e implicación en algunos de los problemas sociales del entorno. Supondría:

15. Mantener una política de honestidad fiscal, sin incurrir en el fraude y en la elusión fiscal y sin la utilización de paraísos fiscales, de forma que no se vean mermados los recursos públicos necesarios para afrontar los retos económicos y sociales de la Comunidad.

16. Participar en la reflexión, evaluación y, si cabe, implementación de las políticas sociales dirigidas a la integración laboral de los trabajadores menos cualificados que puedan quedar excluidos de los procesos productivos por efecto de la incorporación de las nuevas tecnologías o de su situación personal, especialmente en épocas como la actual, de profundos cambios tecnológicos.

17. Colaborar con las administraciones públicas correspondientes para la adecuación permanente de la formación profesional, la formación continua y la formación universitaria a las necesidades de las empresas, tomando protagonismo en el establecimiento de los planes de formación dual, experiencia en prácticas, programas de servicio y aprendizaje adecuados. Establecer para ello una comunicación permanente y regulada entre el mundo empresarial y el formativo a fin de conseguir mejorar la empleabilidad de los egresados, así como dar respuesta a las necesidades del mundo empresarial.

18. Dedicar un porcentaje de los beneficios a actividades de responsabilidad social, valorando la implicación de los trabajadores en los distintos proyectos y contando para ello con los representantes de los trabajadores en la empresa.

19. Favorecer el intra-emprendimiento y una cultura interna que estimule vocaciones empresariales entre los profesionales y directivos de la empresa, de forma que se dé continuidad y se generen nuevos proyectos que aporten riqueza y empleo para la comunidad.

La aplicación práctica de esta propuesta se concreta en el trabajo realizado conjuntamente con Euskalit, Fundación Vasca para la Calidad de Gestión, que se puede consultar aquí.

Como ejemplo de empresas que han puesto en práctica las recomendaciones del modelo citado están las empresas que en la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral de Navarra han sido merecedores de los Premios Arizmendiarrieta Sariak, que concede nuestra Fundación en base a una valoración técnica realizada por evaluadores profesionales y a un Jurado independiente en cada caso. Destaquemos que han sido las siguientes. En el País Vasco: Alcorta Forging, Salto Systems, AB Laboratorios de Biotecnología, Egamaster, Grupo Zigor, Ingeteam y Cadinox y en Navarra: Hidrorubber, Seinsa, Conor Sports e IED.

El autorJuan Manuel Sinde

Presidente de la Fundación Arizmendiarrieta

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