Otto Fernando Arana Mont es un seminarista de 31 años de Guatemala (diócesis de Santiago). Estudia Teología en el Seminario Internacional Bidasoa, en Pamplona.
Aunque a los 11 años sintió la llamada de Dios al sacerdocio, dejó “aparcada” la vocación hasta los 29 años en los que el capellán del colegio donde daba clases le ayudó a redescubrir su vocación.
La experiencia de trabajo con las familias ha sido muy importante para él: ser testigo del sí cotidiano de la vocación matrimonial, de padres de familia que educaban a sus hijos con dedicación y esmero, dando con ello un auténtico testimonio de santidad.
En su país, como otros tantos de América Latina, se cierne el “peligro” de aprobarse la ley del aborto y de la eutanasia. Por eso, anuncia que Guatemala, la capital de su país, será declarada “Capital Iberoamericana pro-vida” en marzo de 2022.
Otra de las cuestiones de su país es el ascenso del protestantismo. “Pienso que la presencia del sacerdote en la parroquia es fundamental: debe estar disponible para los fieles, y como un padre, ser incansable en formarles y animarles siempre a ser discípulos misioneros.
Los católicos debemos tener un conocimiento sólido de la Sagrada Escritura, la Tradición viva y el Magisterio, así como una formación en mariología que nos lleve a sentirnos orgullosos de tener una Madre como Santa María Siempre Virgen”, explica.