Nathalí es una jóven mujer que muchos le conocemos por su presencia en medios
(@nathali.musica) y en la música.
Peruana de cepa, expresa una profunda gratitud por todo lo que ha recibido, desde su familia hasta las oportunidades que le han permitido crecer en el camino que le han acercado a Dios. “Somos hijos amadísimos de Dios”, comenta con una sonrisa, reflejando su enfoque en la meta última: el cielo, siempre luchando por superar las dificultades con fe y determinación.
Desde hace más de diez años ha dedicado su vida a servir al Señor a través de la música y el periodismo. Como cantante debutó en el 2014 con un grupo de música católica que se llama Tabor, que comenzó con otros jóvenes de la parroquia San Francisco de Borja en Lima.
Inspirados por la experiencia vivida en la Jornada Mundial de la Juventud en Río 2013, decidieron utilizar su talento musical para evangelizar. Nathalí recuerda cómo un amigo les sugirió el nombre “Tabor”, y desde entonces han llevado su música a diversas comunidades. Nathalí también es periodista de profesión, y, desde 2019, ha sido conductora de televisión en EWTN Noticias, la cadena de televisión fundada por la Madre Angélica que tiene mucha fuerza en América. Sin embargo, confiesa que su llegada a este medio fue casi accidental. “Yo no quería regresar a los medios, ya había trabajado en un canal antes”, admite. Su objetivo inicial era continuar en el campo de la comunicación empresarial, pero la providencia la llevó a aceptar una oportunidad en EWTN.
A pesar de que al principio lo hizo con cierta reticencia, Nathalí reconoce que este trabajo ha sido un regalo de Dios, permitiéndole evangelizar a través de su profesión.
Encuentro con Cristo
A lo largo de su carrera, Nathalí ha experimentado momentos de transformación personal. En 2020, durante un retiro llamado “La Novia del Cordero”, tuvo un reencuentro profundo con Jesús. “Fue como si me hubieran quitado una venda de los ojos”, confiesa. Este retiro no sólo revitalizó su vida espiritual, sino que también la llevó a redescubrir su vocación como cantante y periodista.
Desde entonces, Nathalí ha visto su trabajo en EWTN no solo como una profesión, sino como un apostolado, una oportunidad para llevar el mensaje de amor de Dios a través de la información y la música.
La música ha sido una constante en la vida de Nathalí, y su pasión por componer comenzó cuando era catequista de confirmación. “Quiero adorarte” fue su primera canción, escrita hace más de una década, y sigue siendo una de sus composiciones más queridas. Nathalí menciona que sus canciones nacen de la oración y, aunque no es músico de profesión, considera que cada una de ellas es un don de Dios. “Yo entrego todo lo que el Señor me regala para su servicio”, afirma con convicción.
Una de las anécdotas más conmovedoras de Nathalí ocurrió durante un viaje a Cracovia con su grupo de música Tabor. Allí, después de una presentación en un pequeño pueblo llamado “Manzana Dulce”, el conserje del hotel, que había asistido al concierto, se acercó a los integrantes de de Tabor visiblemente emocionado. Les contó cómo una de sus canciones, “Renuévame hoy”, había tocado su corazón de tal manera que lo ayudó a alejarse de la brujería y a volver a Dios. “Gracias, Señor” fue todo lo que Nathalí pudo decir en ese momento, reconociendo la magnitud de lo que había ocurrido.
Dios hace maravillas cuando las personas están dispuestas a hacer su voluntad.