Evangelización

Marija y Austeja. Valorar la Tradición de la Iglesia y aceptarnos unos a otros.

Dos jóvenes lituanas cuentan a Omnes sus principales motivos para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa para la que se han ido preparando durante meses.

Maria José Atienza·29 de julio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos
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Foto: Austeja (izq) y Marija

“Lo que me atrae de la Jornada Mundial de la Juventud son los cientos de jóvenes creyentes que voy a conocer allí. Espero sentirme inspirada por la inmensidad de la multitud reunida para escuchar al Papa, adorar a Nuestro Señor y compartir su fe”, afirma Marija a Omnes.

“Para preparar el interior”, añade esta joven de 20 años, lituana, “rezo por el Papa, por todos los organizadores, por cada participante, por mi grupo y por mí misma, para que todos podamos sacar el máximo provecho espiritual de esta experiencia, además de divertirnos mucho”.

En el plano personal, “espero crecer en mi fe, y escuchar el mensaje del Papa, para recibirlo como si fuera personal”. Además, Marija ahonda también en la historia de la Iglesia y en las raíces cristianas. “Se cuenta con nosotros para evangelizar a nuestros círculos más cercanos de amigos y familiares, para que la fe católica siga siendo atractiva para nuestra generación. Además, se espera de nosotros que valoremos la herencia de más de dos mil años de la Tradición de la Iglesia, para que nunca olvidemos las raíces de nuestra fe. Por encima de todo, sólo necesitamos amar a Jesús con toda nuestra vida”.

Por su parte, Austeja destaca que “a la Jornada Mundial de la Juventud voy sobre todo para estrechar lazos con la gente del grupo con el que viajo y para establecer nuevas conexiones con jóvenes de todo el mundo, para quienes la religión y Dios son valores importantes. Por supuesto, conocer al Papa es también uno de los principales objetivos de este viaje”.

Esta joven se prepara sobre todo con la oración. “En mi fuero interno, me estoy preparando, sobre todo, rezando por mis compañeros de viaje y por las personas que organizan todo el evento, y meditando sobre qué aspectos de mi vida debería mejorar y cómo este viaje podría ayudarme a hacerlo”.

Austeja ofrece asimismo su punto de vista sobre lo que el Papa y la Iglesia esperan de los jóvenes de hoy: “Que nos aceptemos los unos a los otros por muy diferentes que seamos a veces y que seamos capaces de escuchar, intentar comprender y conectar juntos. Con estas conexiones, creo que el Papa y la Iglesia esperan que compartamos y difundamos los mensajes y el amor de Dios”.

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