Vocaciones

“Los cristianos de Pakistán tenemos la esperanza de un futuro mejor”

Abid Saleem, pakistaní, es uno de los beneficiarios de las becas que Centro Académico Romano fundación gestiona para impulsar la formación de sacerdotes de todo el mundo.

Maria José Atienza·31 de enero de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Abid Saleem, Oblato Misionero de María Inmaculada, es un sacerdote pakistaní de 41 años que estudia en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma.

Desde niño quiso ser sacerdote y, en la universidad, un suceso marcó su vida: “Me encontré con un novicio Oblato que me explicó el carisma de la congregación. Me apunté a un programa vocacional. Me encantó la espiritualidad oblata y su lema: “Evangelizar a los pobres”, relata. 

Ordenado en 2009, su obispo le envió a distintas parroquias, primero como asistente y luego como párroco. Allí trabajó con jóvenes y formó parte de la Comisión Catequética de su diócesis. 

Su país necesita sacerdotes católicos bien formados. Los musulmanes son el 95% de la población y los cristianos representan el 2%, mitad católicos y mitad protestantes. 

“Los cristianos en Pakistán son, en su mayoría, muy pobres. Aún así, han hecho contribuciones significativas al desarrollo social del país, sobre todo en la creación de escuelas y centros de salud”, se enorgullece Abid. Sin embargo, también sufren discriminación y persecución: violencia selectiva, secuestros, conversión forzada y vandalismo de hogares e iglesias. “A pesar de todo, los cristianos de Pakistán tenemos la esperanza de un futuro mejor” afirma. 

Ahora, gracias a los benefactores de CARF, mi superior me ha enviado a Roma para realizar más estudios en Liturgia. Me gustaría ser un buen misionero”, concluye. 

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