Evangelización

Linda Ghisoni: «La Iglesia es en sí misma sinodal y misionera»

Linda Ghisoni, subsecretaria para los fieles laicos del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, destaca en esta entrevista con Omnes el éxito que fue el encuentro anual con los moderadores de las asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades que tuvo lugar en el Vaticano.

Federico Piana·22 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos
Linda Ghisani

Linda Ghisoni, subsecretaria para los fieles laicos del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida (CNS photo / courtesy Dicastery for Laity, Family and Life)

“Un gran éxito”, es el resumen que hace Linda Ghisoni, subsecretaria para los fieles laicos del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, sobre el encuentro anual con los moderadores de las asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades que tuvo lugar en el Vaticano el 13 de junio.

La cita de este año, a la que asistieron doscientas personas de todo el mundo, tuvo como tema el desafío de la sinodalidad y la misión, en plena sintonía con el sínodo que vive la Iglesia universal en un clima de diálogo fraterno y escucha mutua. Para dar a conocer este encuentro, Linda Ghisoni habla con Omnes acerca de las cuestiones tratadas a lo largo de la jornada.

Alta participación

«Estamos satisfechos del éxito de este evento no sólo por la alta participación, sino también porque hemos podido responder a numerosas peticiones, llegadas de muchas partes, de celebrar más encuentros de este tipo», afirma Ghisoni, según la cual esta necesidad nace del hecho de que cada realidad tiene su misión diferente, pero «también tiene muchos puntos en común con las demás. Y, por tanto, compartir los retos comunes a los que se enfrentan estas realidades puede ser útil para que caminen juntas y se apoyen mutuamente».

Experiencias sinodales

Los trabajos de la reunión sirvieron para poner de relieve algunas experiencias sinodales, ya en uso por asociaciones, movimientos y nuevas comunidades, que pueden ser compartidas con toda la Iglesia universal. Y no sólo. También se hizo hincapié en compartir la vida de fe en las pequeñas realidades, en la corresponsabilidad de laicos y ministros ordenados a la hora de asumir funciones de gobierno, en la implicación de matrimonios y jóvenes en la evangelización, y en la acción caritativa y social.
«El informe introductorio de nuestro Prefecto, el cardenal Kevin Farrel, también se detuvo en las dinámicas que debemos seguir para ser verdaderamente una Iglesia sinodal», añadió la subsecretaria del Dicasterio. 

Compartir buenas prácticas

En la tarde de la jornada de trabajo de este encuentro internacional, tuvieron lugar las intervenciones libres de los moderadores: una fase muy dinámica en la que, revela Ghisoni, «compartieron las prácticas sinodales que estas agregaciones de fieles, compuestas en su mayoría por laicos, viven en su interior y en sus actividades. Es decir, todos aquellos aspectos de su vida que van desde los momentos de vida espiritual hasta las diversas formas de vivir la misión, pasando por la gestión del gobierno de su realidad. En definitiva, prácticas de sinodalidad que deben ser cada vez más compartidas».

Relación entre sinodalidad y misión

La relación que une sinodalidad, misión y asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades es inherente al ADN de la propia Iglesia. «De hecho», explica la subsecretaria del Dicasterio, «la Iglesia es en sí misma el caminar juntos del pueblo de Dios, por tanto es en sí misma sinodal y misionera. Lo subraya también el Papa cuando dice que hay que ser discípulo misionero y no discípulo y luego misionero. El desafío es precisamente comprender que los movimientos están llamados a ser Iglesia y deben ser llamados a ser realidades donde se vive la propia naturaleza misionera ad intra y ad extra con una perspectiva sinodal».

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