El Papa Francisco se reunió a finales de agosto de 2023 con los participantes de la decimocuarta reunión anual de la “International Catholic Legislators Network” (Red Internacional de Legisladores Católicos, en inglés). El tema central de la conversación fue el liderazgo y la necesidad que tiene la Iglesia de cristianos comprometidos con el bien común. Durante su discurso, el Papa habló sobre el “paradigma tecnocrático dominante” y las preguntas que plantea “el lugar del ser humano” en el mundo. En la Iglesia, dijo Francisco, debe haber líderes católicos cuya formación para hacer frente a estas cuestiones contribuya “a la edificación del Reino de Dios”.
El Santo Padre mostró su preocupación por la “sutil seducción del espíritu humano” que propaga el paradigma actual. La tecnocracia nos lleva a abusar de nuestra libertad, nos anima a “ejercer control sobre los ‘objetos’ materiales o económicos, los recursos naturales de nuestra casa común, o incluso sobre los demás, en lugar de custodiarlos responsablemente”.
Francisco mencionó que esta cosificación se da en las “elecciones cotidianas que pueden parecer neutrales”, pero que en realidad suponen las bases del mundo y de la sociedad que queremos construir.
Los peligros de los medios de comunicación
El Papa citó algunas tendencias dañinas de la tecnocracia que se propagan a través de los medios de comunicación. Se hizo eco de la difusión de noticias falsas, la promoción del odio, la propaganda partidista y la reducción de las relaciones humanas a algoritmos.
Ante estos peligros, la solución que sugiere el Pontífice es una “cultura del encuentro auténtico”. Esto implica saber escuchar y respetar al otro, incluso si existen desacuerdos. Pero también se puede ir más allá. Francisco señaló que la meta final es “cooperar para alcanzar un objetivo común”.
La Iglesia, gran red de líderes
El Papa relacionó la identidad de la Iglesia con las soluciones a la tecnocracia, pues el Pueblo de Dios está “llamado a vivir tanto en comunión como en misión”. Por tanto, Francisco animó a la “International Catholic Legislators Network” y otras entidades parecidas a “formar una nueva generación de líderes católicos bien educados y fieles, comprometidos con la promoción de las enseñanzas sociales y éticas de la Iglesia en la esfera pública”. De este modo, los talentos y aptitudes de los cristianos contribuirán “a la edificación del Reino de Dios”.
Cristo, el líder por excelencia
Existen otras organizaciones que se dedican a promover un liderazgo basado en los valores cristianos. El “Catholic leadership Institute”, con sede en Estados Unidos, considera que los católicos en posiciones de liderazgo son “voces con influencia en la sociedad”.
Uno de sus objetivos es que “el ejemplo de Jesús de liderazgo amoroso y de servicio se modele en cada familia, lugar de trabajo, parroquia y comunidad”. Para lograr sus metas, se centran en tres pilares fundamentales: el amor a Jesucristo y a la Iglesia, la búsqueda del máximo nivel de excelencia y la atención a la persona.
Levadura para elevar a la sociedad
El Papa Francisco ha hablado otras veces sobre la necesidad que hay de líderes católicos en la Iglesia. El Pontífice relaciona el liderazgo con el servicio a Cristo y a los demás. Así, en 2021, al hablar con los miembros de “Catholic Legislators Network”, pidió que Dios les concediera “ser levadura de una regeneración de la mente, el corazón y el espíritu, testigos del amor político a los más vulnerables, para que sirviéndoles a ellos les sirváis a Él en todo lo que hagáis”.
Pueden establecerse, por tanto, algunas características del liderazgo católico:
- Basado en los valores cristianos;
- Al servicio de Dios, de la Iglesia y de los demás;
- Llamado al encuentro;
- Promotor de la paz;
- En búsqueda del bien común.