Ecología integral

La pureza es posible

Ante el aumento del consumo de pornografía entre los jóvenes y las adicciones perjudiciales que esta práctica provoca, el doctor Kevin Majeres ha impulsado una iniciativa para ayudar a salir de esta y otras adicciones sexuales.

David Fernández Alonso·3 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos
la pureza es posible

Foto: Dương Hữu / Unsplash

Los adolescentes consumen pornografía por primera vez a los 12 años y casi 7 de cada 10 (el 68,2%) consumen estos contenidos sexuales de forma frecuente (lo han hecho en los últimos 30 días). Este consumo se produce en la intimidad (93,9%), a través del teléfono móvil, y se centra en contenidos gratuitos online (98,5%), basados de manera mayoritaria en la violencia y la desigualdad.

DATO

68%

de los adolescentes consumen pornografía de forma frecuente.

Así lo revela, entre otros, el informe (Des)información sexual: pornografía y adolescencia que ha elaborado Save the Children publicado hace unos meses para estudiar el consumo de contenidos sexuales entre la población adolescente y el impacto que estos tienen en sus relaciones y su desarrollo. Además de arrojar luz sobre este asunto, el estudio recoge una serie de recomendaciones sobre cómo abordar la sexualidad para las familias, los profesionales de la educación y de la salud y la propia población adolescente.

Según algunos expertos, el poder de la pornografía, de la cual aumenta el consumo cada año, según se observa en este y otros estudios, proviene de la forma en que ésta engaña al cerebro inferior del hombre. Uno de los inconvenientes de esta región del cerebro es que no puede distinguir entre una imagen y una realidad.

Consciente de esta situación, el doctor Kevin Majeres, ha lanzado una iniciativa dirigida a ayudar a las personas que se encuentran en una situación de cierta adicción sexual.

Nacido y criado en Minnesota, Majeres estudió medicina en la Universidad de Dallas en Irving, Texas, donde hizo también la residencia en el Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern. Después de la graduación completó una beca con el Instituto Beck de Terapia Cognitiva e Investigación en Filadelfia, y entró a formar parte de la Academia de Terapia Cognitiva. También es miembro de la Asociación de Terapeutas Conductuales y Cognitivos. Actualmente forma parte del cuerpo docente de la Facultad de Medicina de Harvard, donde imparte una clase semanal sobre terapia cognitivo-conductual a los psiquiatras en formación del Centro Médico Beth-Israel Deaconess. También es diplomado por la Junta Americana de Psiquiatría y Neurología.

La iniciativa se encuentra en la página web www.lapurezaesposible.com y su original en inglés www.purityispossible.com.

Bajo la afirmación de que «la pureza es posible para cualquier persona», Majeres ofrece un método para salir de la adicción del consumo de pornografía o de otras conductas sexuales adictivas. «La pureza», se lee en la introducción del portal, «es un estado de paz en el que tus deseos y conductas sexuales están en completa sintonía con tus ideales. Vivir de acuerdo a los propios ideales siempre nos da alegría, y cualquier persona es capaz de aprender a hacerlo a través de una práctica bien enfocada».

Esta web se propone aplicar la sabiduría y la ciencía de la terapia conductual al desafío de superar los comportamientos sexuales adictivos. Mediante nueve módulos que ofrece el método, se puede aprender paso a paso a ganar control sobre los impulsos, la ansiedad y la distracción. El método de Majeres se basa en los resultados de las últimas investigaciones en neurociencia, psicología, fisiología y medicina. Y, a lo largo del camino, el sujeto podrá encontrar muchos motivos para la esperanza.

El plan comienza con un módulo sobre los ideales. «El propósito de la terapia conductual», explica Kevin Majeres, «es romper círculos viciosos y fomentar círculos virtuosos. La terapia conductual se concentra en el momentum que impulsa a unos y otros. En los círculos viciosos, este momentum es el proceso de automatización que crece conforme uno escapa de las emociones desagradables; en los círculos virtuosos, es el crecimiento en el sentido de la vida, el autocontrol y la alegría que acompañan al seguimiento de los ideales. Este módulo te ayudará a identificar tus ideales y a dar los primeros pasos para vivir de acuerdo con ellos».

En el centro de la terapia cognitiva se encuentra la práctica del reframing, con la que uno se entrena voluntariamente para ver las pruebas como oportunidades en lugar de amenazas. El reframing cambia el modo en que trabaja tu cerebro durante una prueba: desaparece la visión túnel formada por el impulso, se conserva la capacidad de tomar decisiones morales, y permanece en primer plano una visión clara de los ideales. La persona será menos impulsiva y se distraerá con menor facilidad, lo que hará que los impulsos sean mucho más fáciles de gestionar.

El método, además de estos dos que hemos mencionado, propone los siguientes módulos a modo de itinerario que el interesado puede recorrer por cuenta propia: Ideales, Paciencia, Reframing, Mindfulness, Trabajo, Ansiedad, Esperanza, Preparación y El plan.

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