Evangelización

“La labor de la Iglesia con personas con discapacidad no es nueva”

Roberto Ramírez es el director del departamento que, dentro de la Comisión de Catequesis de la Conferencia Episcopal Española, se dedica a la pastoral con personas con algún tipo de discapacidad y que comparten , plenamente y de manera adaptada, su vida de fe.

Maria José Atienza·5 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hacer el Evangelio accesible para todos es siempre una tarea ineludible en la Iglesia. Ciertamente, desde hace decenios, numerosas iniciativas eclesiales, como la Pastoral del Sordo o la labor con personas ciegas, ponen de manifiesto que, incluso antes de la sensibilización social, desde la Iglesia, la labor con personas con discapacidad ha sido, en muchos casos, pionera.

En la actualidad, los propios fieles demandan esta atención a las diferentes situaciones de las personas. La atención y adaptación catequética a niños con TDAH o Síndrome de Down es ya una realidad en muchas parroquias, Sin embargo, no todas gozan de las mismas posibilidades y, respondiendo a esta demanda ineludible de lo que podríamos denominar “periferias más cercanas” la Conferencia Episcopal contará con un área específica, dentro de la comisión de Catequesis, dedicada a la atención pastoral de las personas con discapacidad.

Su coordinador es Roberto Ramírez, un joven sacerdote de la diócesis de Canarias, que atiende tres parroquias en la isla y que, respondiendo a Omnes señala que “aunque ésta es, ciertamente es un área nueva en la Conferencia Episcopal, esto no quiere decir que el trabajo sea nuevo. Lo que se pretende es recoger todo el trabajo que ya se viene haciendo desde hace años; por ejemplo, en la pastoral del sordo o Frater, las personas que trabajan con ciegos o niños con TDAH… y, de este modo, ayudar a las diócesis”.

La labor de esta área no se limitará al tema catequético sino que abordará, también, asuntos de índole pastoral, con derivaciones tan concretas como “la construcción de templos adaptados”.

Aunque ésta sea un área nueva en la Conferencia Episcopal, no quiere decir que el trabajo sea nuevo.

Roberto Ramírez

Ramírez apunta que “aunque la pandemia ha retrasado la puesta en común de este equipo, la primera tarea que tienen es que “todos los que trabajamos en estas áreas de personas con discapacidad nos veamos, pongamos en común necesidades y retos y compartir recursos”.

Evidentemente, lo ideal, como destaca el sacerdote, es que cada diócesis tuviese una persona en la delegación de Catequesis o pastoral que se ocupara de estos temas: “una especie de enlace que pudiese orientar a las parroquias según los casos y que tuviese contacto con la propia Conferencia Episcopal”.

Primeros pasos del trabajo

Para el responsable de esta área, uno de los primeros trabajos que se ha de abordar se centra en reunir “una amplia biblioteca de recursos que esté al alcance de cualquier diócesis. Orientar a las diócesis y ofrecerles recursos, orientaciones, etc”. de las que a veces pueden no disponer o simplemente, beneficiarse de experiencias en casos similares.

Roberto Ramirez destaca la importancia de reunir esta “bibliografía y experiencias que puedan servir para orientar a las personas encargadas de las catequesis o en las parroquias, que son las que reciben los casos en un primer momento”.

La pandemia ha retrasado el trabajo de esta área que empezó a organizarse antes de marzo de 2020. Será el próximo octubre cuando, tras numerosos contratiempos, las diversas personas que configuran este equipo se reunirán para poner en marcha este nuevo campo de trabajo de la CEE.

Entre los componentes del equipo que conforma esta área se cuentan personas con discapacidad auditiva o visual, catequistas y fieles que trabajan con síndrome de Down o niños con TDAH. De esa manera se pretende poner en común las peculiaridades pastorales a las que se ha de atender desde las parroquias y las respuestas que ya se han dado en muchos lugares como zonas adaptadas en las parroquias para personas con discapacidad auditiva o recursos de éxito para la catequesis de pre – comunión con niños con TDAH.

En estos momentos se está trabajando es unas primeras orientaciones iniciales adecuadas a la actualidad y a las necesidades de los fieles con diversas discapacidades.

Pare este sacerdote de la diócesis de Canarias, que ha trabajado pastoralmente con niños con síndrome de Down o con TDAH, la Iglesia tiene un gran aliado en las nuevas tecnologías para la labor pastoral con estos fieles, niños, jóvenes y adultos: “hoy es muy fácil que una parroquia pueda proyectar, por ejemplo, en las catequesis de los niños que resuma la enseñanza evangélica que se les quiere transmitir”.

El departamento de la Conferencia Episcopal cuenta, por el momento con un equipo de especialistas en cada una de sus cinco secciones: pastoral del sordo; discapacidad intelectual; trastornos TEA y TDAH; discapacidad visual; y pastoral en las diferentes realidades.

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