Evangelización

La fuerza de los intelectuales cristianos en Chile

Aunque Chile ha avanzado en su proceso de secularización, el panorama intelectual cuenta con una notable presencia de pensadores cristianos. Jóvenes, influyentes y con una capacidad de diálogo que trasciende las divisiones tradicionales, estos intelectuales han logrado insertarse en el debate público desde la política, la cultura y la academia, abordando temas clave para la sociedad con profundidad y rigor.

Joaquín García-Huidobro·14 de marzo de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos
intelectuales

Algunos de los intelectuales citados en el artículo.

La secularización de Chile ha sido impresionante. En 2012, el 64% de los menores de 35 años se sentían afines a una religión. Diez años después, el 63,6% dice no identificarse con ninguna. Sin embargo, la situación cambia notablemente si se atiende al campo de la cultura, porque en los últimos quince años la presencia de los intelectuales cristianos es mayor que nunca.

¿Quiénes son? La mayoría de ellos apenas llega a los cuarenta años (algunos tienen mucho menos) y su voz se escucha en todos los foros posibles: prensa escrita tradicional, medios digitales, de forma muy notoria en la radio y un poco menos en televisión. Son entrevistados con frecuencia, escriben libros, participan en seminarios y también realizan actividades académicas. 

Perfil de los pensadores

Estos intelectuales son conocidos por su participación en el debate político, pero como crecieron en el Chile de la transición, no están contaminados por las divisiones que afectan a las generaciones anteriores, que vivieron en la dictadura de Pinochet. Eso les da una enorme libertad para opinar y no los encasilla en los moldes tradicionales de la política chilena.

En general mantienen un estilo amable y cultivan el diálogo con personas que piensan muy distinto, particularmente los intelectuales de la nueva izquierda y de la socialdemocracia. De hecho, son muy respetados por ellos. La mayoría se adscribe a la tradición socialcristiana, pero esto se advierte no por los textos que citan, sino por su énfasis en “los invisibles”, para emplear el título de un libro de la historiadora Catalina Siles –una de ellos– y en la dimensión comunitaria de la existencia. 

A diferencia de conservadores y liberales tradicionales, su argumentación no es primordialmente moral o económica, sino que normalmente presenta un carácter político. Por ejemplo, si van a discutir sobre el aborto, no se referirán en primer lugar al derecho a la vida del no nacido, sino al hecho de que, al señalar que la mujer es dueña de su cuerpo, sus interlocutores hacen suya la lógica del capitalismo más extremo que dicen combatir. Cuando aluden a la eutanasia o el “matrimonio” homosexual ponen en primer lugar el tipo de sociedad a la que esas prácticas conducen. 

Estos intelectuales hablan sobre todo lo que preocupa a los chilenos, desde la inmigración y la crisis de seguridad hasta la vivienda o la crisis demográfica, pero nunca lo hacen en términos de “batalla cultural” u otros semejantes. Alguno de ellos tiene un estilo más polémico, como es el caso de Pablo Ortúzar, un antropólogo social, antiguo trotskista, pero el tono de la mayoría es conciliador y, en todo caso, siempre están dialogando con personas y autores que piensan distinto.  

Influencias recibidas

Su cristianismo no es meramente cultural, aunque en ellos se ha hecho cultura. Todos son personas que viven su fe, pero que se alimentan de muy diversas tradiciones intelectuales. Hay autores, como Tocqueville, que están presentes en la mayoría de ellos, pero sería difícil establecer patrones comunes. En sus textos aparecen Raymond Aron, Chantal Delsol, Hannah Arendt o Robert Spaemann, pero también Foucault y de Beauvoir, aparte de autores más clásicos, como Aristóteles, Locke, Rousseau, Montesquieu o Marx.  

Hay dos autores chilenos que los han influido claramente. De una parte, el historiador Gonzalo Vial (1930-2009), que en sus lúcidas columnas de prensa anunció la crisis social que se venía en Chile y se exteriorizó en las graves convulsiones que sufrió el país en 2019. También mostró las limitaciones de la racionalidad económica a la hora de entender lo que ocurría en el país, una idea que, en contraste con la derecha más tradicional, estos autores han señalado de modo permanente, porque la suya ha sido una constante insistencia en la especificidad de la realidad política, que no es reductible a la economía. También el sociólogo Pedro Morandé (1948) y su reivindicación de la cultura oral y del ethos latinoamericano ha sido una inspiración constante en su obra.

Los protagonistas

El más conocido de todos es Daniel Mansuy, profesor de la Universidad de los Andes, columnista político y panelista permanente en la radio y la televisión. En su libro Salvador Allende. La izquierda chilena y la Unidad Popular (2023)abordó una de las figuras más polémicas del Chile del siglo XX. No solo ha sido el segundo libro de no ficción más vendido en el país desde 1990, sino que fue celebrado desde casi todos los sectores políticos por la profundidad de su análisis y su ponderación. De hecho, lo recomendó el propio presidente de la república, Gabriel Boric, un representante de la nueva izquierda. Mansuy realiza además una activa labor de investigación sobre Maquiavelo y acerca de las ideas políticas de la Ilustración francesa.

Otra figura muy conocida es Josefina Araos, una joven historiadora que publicó El pueblo olvidado. Una crítica a la comprensión del populismo (2021), un libro que recibió comentarios muy positivos por su empeño por entender este fenómeno más que proceder a su fácil descalificación. 

Sin perjuicio de su participación en el debate público, todos llevan a cabo una amplia labor de investigación. Aquí destacan Manfred Svensson, conocido por sus estudios sobre la filosofía política de la Reforma (The Aristotelian Tradition in Early Modern Protestantism, Oxford University Press, 2024), la tolerancia y la presencia pública de la religión, como también Matías Petersen, que se ocupa de diversas materias relacionadas con la filosofía de las ciencias sociales (por ejemplo, Political Economy, Institutions and Virtue. Alasdair MacIntyre’s Revolutionary Aristotelianism, Routledge, 2024) y Gabriela Caviedes, que investiga sobre feminismo y género.

Estos intelectuales llevan a cabo su labor en diversas universidades, pero también en un conjunto de Thinks Tanks que han aparecido en los últimos años. 

El más conocido es el Instituto de Estudios de la Sociedad (2006), que realiza investigación y tiene una constante presencia pública. Además, en su sello editorial difunde a autores que le permiten poner nuevos temas en el debate intelectual. Así ha publicado libros de Robert Spaemann, Pierre Manent, Robert. P. George, Jean-Claude Michéa, Daniel Mahoney, el aludido Pedro Morandé y Alejandro Vigo, además de obras de sus propios investigadores.

Perfiles jóvenes

Con una marcada impronta socialcristiana hay que señalar a IdeaPaís, cuyos integrantes son particularmente jóvenes. Ellos también tienen una nutrida presencia en los medios, pero a esa actividad agregan programas de formación de universitarios, donde promueven el surgimiento de vocaciones de servicio público, con muy buenos resultados.

Más cercano al pensamiento liberal conservador se halla Res Publica, un centro de pensamiento cuyas actividades formativas llegan a jóvenes de todo el país. Además, mantiene un sello editorial. Sus investigadores, todos muy jóvenes, tienen una amplia participación en los medios de prensa, especialmente en la radio. 

Gran parte de estos intelectuales apoyan el programa “Nueva Cultura” de la Universidad de los Andes, que desde 2019 entrega becas para formar intelectuales públicos de todo Latinoamérica. 

La experiencia chilena de intelectuales públicos de impronta cristiana muestra la importancia de intervenir en la discusión nacional, de hacerlo a propósito de temas muy variados, con un tono constructivo y sin separar radicalmente el mundo de la investigación de la tarea de participar en los medios, porque, aunque sean actividades muy distintas, nada impide que las realicen las mismas personas.

El autorJoaquín García-Huidobro

Profesor de Filosofía de la Universidad de los Andes y columnista político del diario El Mercurio.

Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica