Educación

La filosofía importa

Numerosos profesores se rebelan contra la supresión de la Filosofía en la Enseñanza Obligatoria (ESO), de la nueva ley educativa, justo entre los 14 y 17 años, momento clave para los jóvenes. Los profesores Torralba y Postigo argumentan para Omnes, y se suman a otros como Diéguez y Sturm, o Santos.

Rafael Miner·6 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos
filosofía

Hace unos días, el profesor de la Universidad de Málaga, Antonio Diéguez, se hacía estas preguntas.  “¿Qué es la justicia? ¿Qué es la libertad? ¿Qué es la verdad? ¿Qué es el conocimiento? ¿Qué es el bien? ¿Qué es la virtud? ¿Qué obligaciones tengo con los demás? ¿Qué es una vida buena”. El hashtag en twitter era #lafilosofiaimporta.

Podríamos cualquiera de nosotros plantearnos ahora estas preguntas, u otras similares. El catedrático de Filosofía Moral y Política, José María Torralba, de la Universidad de Navarra, comentaba: “¿La filosofía es un saber inútil?” Y citaba a los profesores Diéguez y Thomas Sturm, éste de la U. Autónoma de Barcelona, que acaban de escribir un artículo en ElConfidencial, titulado La filosofía sí tiene utilidad, y le explicamos por qué.

“En realidad, si se mira con atención, se verá que pocas cosas han sido más transformadoras que la filosofía. En no pocas ocasiones las ideas filosóficas han cambiado la historia”. Esto decían los autores, y lo subrayaba el filósofo José María Torralba, director del Instituto Core Curriculum de la Universidad de Navarra, que hoy sintetiza para Omnes algunas ideas sobre la cuestión.

En paralelo, la doctora en Bioética Elena Postigo, entraba en el debate desde el principio: “No hay Bioética sin Filosofía, aunque muchos piensen que es posible hacer Bioética sin Filosofía. En mi perspectiva están íntimamente unidas. Toda decisión de ética aplicada requiere una reflexión previa, en muchos casos profundamente filosófica”.

“Algunos reducen la bioética a mero cálculo utilitarista, costo beneficio, o a una ética procedimental. En nuestra opinión, la bioética, en cuanto rama de la ética aplicada tiene una raíz filosófica fundamental que hace de ella una verdadera ciencia humana. Una raíz con dos vertientes: una antropológica (qué concepto de hombre subyace) y otra estrictamente ética”, explica Elena Postigo, directora del Instituto de Bioética de la Universidad Francisco de Vitoria. La profesora expondrá también a continuación, para Omnes, algunos de sus puntos de vista.

Sin espíritu crítico

La defensa que se está haciendo en ambientes universitarios y académicos de la filosofía tiene su raíz, como se ha señalado, en que en la ESO de la nueva ley educativa (LOMLOE), no habrá ninguna asignatura de Ética o Filosofía obligatoria, ni siquiera optativa (salvo que la incluyan las comunidades autónomas).

La Comunidad de Madrid se ha comprometido a mantener la optativa de Filosofía de 4º de la ESO y la Psicología de Bachillerato, según ha manifestado el director General de Educación Secundaria, FP y Régimen Especial, José María Rodríguez. La reunión había sido solicitada por la Sociedad Española de Profesorado y Plataforma de Filosofía (SEPFi) y la Asociación de Profesores de Filosofía de Madrid (APFM).

Laura Santos, profesora de Filosofía del colegio CEU San Pablo Montepríncipe, ha reivindicado la filosofía y el espíritu crítico de los jóvenes en el programa La Lupa, en TRECE tv: “A una sociedad que carece de filosofía, a alguien que no ha estudiado filosofía, le pasa algo muy grave. El espíritu crítico viene de la palabra krinein [en griego], que significa filtrar, discernir, es cribar, discernir entre el trigo y la paja, entre lo accesorio y lo necesario, entre lo valioso y lo no valioso. Si no tenemos espíritu crítico, no podemos decir que pensamos por nosotros mismos. Esto quiere decir algo importantísimo, que no somos libres, y que no estamos hablando de la democracia en su verdadero sentido. No se puede olvidar que la ESO es la educación obligatoria mínima que debe tener todo alumno en el Estado español”.

“Tomar decisiones libres”

El análisis de la cuestión sobre la filosofía, realizado para Omnes por catedrático José María Torralba, es el siguiente:

En la ESO no habrá ninguna asignatura de Ética o Filosofía obligatoria, ni siquiera optativa salvo que la incluyan las comunidades autónomas). En esta época de división y enfrentamiento político, una de las pocas iniciativas que el Parlamento votó por unanimidad fue incluir Ética de nuevo en ESO a través de la LOMLOE, que había desaparecido con la LOMCE. Sin embargo, al final, el Gobierno ha decidido no incluirla, probablemente para hacer hueco a «Valores Cívicos y Éticos».

Pueden parecer asignaturas similares, pero son muy distintas. En Ética se presentan los temas de estudio de un modo crítico y se ofrecen al estudiante los recursos necesarios para comprender el origen histórico de los conceptos y su justificación. Es decir, se facilita que desarrollen la capacidad de pensar por sí mismos, aprendiendo de los grandes filósofos, viendo el contraste entre sus posturas, etc. En cambio, con «Valores Cívicos y Éticos» se vuelve a algo similar a la polémica «Educación para la ciudadanía».

En mi opinión, la educación cívica es muy necesaria, pero no puede reducirse a exponer los valores dominantes en un momento dado, porque eso deja a los estudiantes a merced de quien gobierne o diseñe el currículo. Cuestiones tan fundamentales en derechos humanos como la igualdad entre hombres y mujeres se aprenden adecuadamente cuando se ayuda a que cada estudiante entienda la noción de dignidad y sea capaz de argumentar por sí mismo por qué la discriminación debe ser rechazada. No basta con poner etiquetas y decir que un determinado comportamiento es intolerable o despreciable.

Es necesario entender que algo es bueno o justo, no porque así lo hayamos acordado en un momento concreto de la historia o porque lo diga la Constitución, sino porque reconocemos una realidad, en este caso, la igualdad dignidad de hombres y mujeres. Y esta es una cuestión ética: ¿cómo se reconocen los valores? ¿son relativos a la cultura o a cada sociedad? ¿cómo se puede distinguir entre valores justos e injustos? Las sociedades académicas de filosofía son unánimes en la crítica a la ausencia de la Ética y advierten de que la asignatura de Educación en Valores no la sustituye.

En cambio, con la LOMLOE la asignatura de Historia de la Filosofía vuelve a ser obligatoria en segundo de Bachillerato.  Eso es una buena noticia, aunque sea fuera de la educación obligatoria de todos los estudiantes.

El momento decisivo de la educación de una persona son los 14-17 años. Por eso es tan importante que tenga acceso a las humanidades (no sólo la filosofía, sino muy especialmente a la literatura, donde se lean libros).

La libertad, la igualdad

A veces se piensa que la filosofía son teorías con poca aplicación práctica. Nada más lejos de la realidad. Por poner sólo un ejemplo, nuestra democracia se basa en dos valores: la libertad y la igualdad.

El modo en que hoy en día las entendemos o, mejor dicho, los diversos modos en que pueden entender surgen de distintas corrientes filosóficas. ¿Libertad es autodeterminación o capacidad de compromiso? ¿Somos, ante todo, sujetos de derechos o miembros de una comunidad? ¿La igualdad es lo mismo que el igualitarismo? ¿Hay diferencias sociales que están justificadas? ¿Cómo se debe retribuir el mérito y el esfuerzo? ¿Qué justificación tienen las políticas de redistribución de la riqueza?

Sin una mínima base de conocimientos filosóficos es muy difícil que los ciudadanos seamos capaces de tomar decisiones libres en la sociedad, sin dejarnos dominar por los discursos ideológicos de uno y otro signo. La ideología se basa en el poder (económico, político o militar), mientras que la filosofía se basa en la verdad. Vivimos en sociedades muy ideologizadas. La filosofía nos ayudaría a que la verdad estuviera más presente en el diálogo público”.

“La reflexión antropológica”

Una idea nuclear de la directora del Instituto de Biótica de la Universidad Francisco de Vitoria, Elena Postigo, es la fundamentación antropológica y ética de la bióetica. He aquí algunos de sus postulados, necesariamente extractados.

“La Bioética no es una ciencia en sí misma, es una ética aplicada, por lo tanto de todo lo que es la reflexión moral, la reflexión ética. La Bioética estudia las intervenciones sobre la vida en términos generales, humana, animal y vegetal, para ver cuáles son las implicaciones éticas, y poder tomar decisiones acordes a la dignidad humana.

Lo importante es subrayar que la bioética es una rama de la ética, aplicada a un determinado grupo de cuestiones, intervenciones sobre la vida, y por tanto la reflexión de la bioética es una reflexión moral. No es solamente hacer uso de principios. Lo digo porque hay una corriente, una de las que estás más de moda en bioética, que es el principialismo, que empieza en los años 70. Son principios que son verdad, pero pertenecen a la ética clásica: no hacer daño, hacer el bien, obrar con justicia, respetar la libertad. La bioética no se inventa nada.

Quién es persona

Segundo, es muy importante la reflexión filosófica, y en particular la antropológica. Porque según el concepto que se tenga de persona, va a decidir de una mera u otra cómo obrar ante ese ser. Peter Singer, filósofo australiano, sostiene que sólo es persona quien es capaz de razonar y decidir autónomamente. Sólo da el status de persona a quien manifiesta que piensa y decide. Excluye del grupo de las personas al embrión, al feto, y al discapacitado mental, al que está en coma, en estado vegetativo.

En cambio, desde una perspectiva personalista, de personalismo ontológico, que es la perspectiva que sostengo, que inició mi maestro Elio Sgreccia, la perspectiva cristiana, el humanismo cristiano proporciona un concepto de persona que no se reduce sólo a la función de sus actividades mentales, sino que también es un ser que existe, una sustancia con unos accidentes. Si entiendes a la persona de esa otra manera, la respetarás, también en las fases en las que todavía no manifiesta que es capaz de pensar ni decidir.

De ahí la importancia de la fundamentación antropológica en bioética. Casi ningún modelo, ni el utilitarismo, ni el principialismo, tiene en cuenta el planteamiento antropológico, y es muy importante. Un planteamiento antropológico con un trasfondo metafísico”.

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