Familia

La familia, cuna de la vocación al amor

Hoy se celebra la Jornada de la Sagrada Familia, con el lema “la familia, cuna de la vocación al amor”.

Paloma López Campos·30 de diciembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos
Familia

La familia, cuna de la vocación al amor. (Unsplash / Dani Guitarra)

Desde la Conferencia Episcopal Española, los obispos recuerdan que la familia es “un lugar privilegiado de acogida y discernimiento de la vocación al amor”. Este núcleo esencial en la sociedad es algo de lo que ni el mismo Cristo se privó. El Papa Francisco señala que “es hermoso ver a Jesús insertado en la red de afectos familiares, naciendo y creciendo en el abrazo y la preocupación de los suyos” (Ángelus, 26 de diciembre de 2021).

La Sagrada Familia, modelo para nuestros hogares

“En esta fiesta de la Sagrada Familia” dicen los obispos “nos acercamos a contemplar de la mano de la Virgen María y de san José el misterio del Dios encarnado por amor a nosotros”. La casa de Nazaret nos recuerda la importancia de nuestras familias y la necesidad que hay de protegerlas: “Ninguna institución puede suplir la labor de la familia en la educación de sus hijos, especialmente en lo que se refiere a la formación de la conciencia. Cualquier intromisión en este ámbito sagrado debe ser denunciada porque vulnera el derecho que tienen los padres de transmitir a sus hijos una educación conforme a sus valores y creencias”.

La Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida ha preparado un folleto para orar en casa durante esta Navidad. Este documento puede encontrarse en la página web de la Conferencia Episcopal Española.

Pautas de la CEE sobre la educación en la familia

Partiendo de las claves expuestas por el Papa Francisco en la exhortación Christus vivit, los obispos comparten unas pautas “para el discernimiento de la vocación y reflexionar sobre la educación en familia:

1.La familia es el ámbito “en el que uno es amado por sí mismo, no por lo que produce o por lo que tiene”.

2.Jesucristo es “el miembro más importante de la familia, a quien se consultan los temas importantes, se le confían todas las situaciones, a quien se le pide perdón cuando hemos fallado”.

3.Es en el núcleo familiar donde se fomentan las virtudes “para que los llamados puedan dar su sí generoso al Señor y mantenerse fieles a este sí”.

4.En los hogares se puede facilitar el encuentro con Cristo para aprender a “escuchar su Palabra y a reconocer su voz por medio del discernimiento”.

5.Los padres deben reconocer, al mirar a sus hijos, que no son “dueños del don sino sus administradores cuidadosos”.

6.Los padres tienen que enseñar a los hijos a “reconocerse como don”.

7.Es importante inculcar la idea de que la vida es entrega, de manera que los hijos puedan decir:  “yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo”.

8.”La familia no es una célula aislada en sí misma, a la que no importa lo que sucede alrededor. Esta dimensión caritativa empieza en la familia ampliada, cuidando especialmente a los abuelos y a los mayores, pero debe estar abierta a las necesidades de los demás”.

9.Es esencial que los padres no “se opongan a la vocación de sus hijos al sacerdocio o a la vida consagrada o que les pidan que prioricen su futuro profesional, postergando la llamada del Señor”. Además, en cuanto a las vocaciones, los obispos apuntan que “no hay nada más estimulante para los hijos que ver a los propios padres vivir el matrimonio y la familia como una misión, con felicidad y paciencia, a pesar de las dificultades, los momentos tristes y las pruebas”.

10.Como Iglesia “tenemos la misión de acompañar a las familias que viven en nuestras comunidades”. Hay que estar cerca de “las familias que viven la marginación y la pobreza; tener muy presentes a las familias migrantes; no dejar a un lado a las familias que han sufrido la separación y el divorcio”.

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