Los componentes de Kénosis no se definen como un grupo musical, prefieren hablar de apostolado. Convierten su oración en canciones, de forma que los 32 miembros que se unen para componer y cantar hacen del don de la música una tarea que ponen “al servicio de la Iglesia”.
Kénosis acaba de lanzar “Cuando Él reina”, el primer single de su nuevo álbum que tendrá por nombre “Don y tarea”. En esta entrevista con Omnes comparten su proceso creativo y muestran la riqueza que puede aportar la música católica a la vida de oración de cada uno.
¿Qué inspiró el tema de este primer single y por qué han decidido que sea el primer tema que publican del álbum?
– La inspiración es un encuentro con Cristo, ocurrido en un momento de oración que tuvo la comunidad durante una actividad del Reino de Cristo. Para nosotros, como apóstoles del Reino, estábamos orando y preguntándonos en qué ponemos nuestra seguridad. De esa oración nació una reflexión muy bonita, pues descubrimos que Dios nos da un don y nos encomienda una tarea. Con la canción destacamos esa llamada para ir detrás de Cristo, dándonos cuenta de que lo imposible para el hombre es posible para Dios, y quisimos que fuera la primera del disco porque muestra mucho la esencia del Regnum Christi.
¿Qué papel juegan la espiritualidad propia del Regnum Christi y la fe en su proceso creativo?
– En el proceso tenemos muy claro que el protagonista es Dios. Nuestro propósito es evangelizar, antes que ser un grupo musical somos un apostolado del Regnum Christi y nuestro propósito es llevar a Dios a otros a través de la música. Por ello, cualquier canción que componemos tiene que nacer de la oración, es oración hecha canción.
¿Cómo manejan la colaboración entre los diferentes miembros del grupo para garantizar que cada uno aporte su sello personal sin perder la unidad del mensaje?
– Somos una familia y todos identificamos en nuestro corazón una semilla puesta por Dios, que nos llama a evangelizar a través de la música. Al tener todos ese deseo en el corazón, se hace más fácil la disponibilidad. Identificamos este apostolado como un don y una tarea, esto facilita el respeto, el estar disponibles y la organización.
¿Qué hace único su nuevo álbum dentro del género de la música católica?
– Más que algo diferente, nuestro álbum complementa muy bien el llamado de la Iglesia. Hay mucha gente componiendo cosas muy buenas, por lo que nuestro objetivo no es ofrecer algo mejor a lo del resto, sino algo que muestre esa complementariedad y sea una respuesta para corresponder a la Iglesia y al don de Dios. Queremos donarnos a través de esta tarea.
¿Qué puede ofrecer la música católica a los jóvenes de hoy?
– La música católica que nace de la oración permite que la gente pueda rezar a través de ella. Eso facilita la creación de una comunidad y el encuentro con Cristo, que es algo de lo que los jóvenes tienen sed. Además, gracias a la música podemos poner palabras a lo que estamos sintiendo incluso cuando no sabemos exactamente lo que es.
En el caso concreto de nuestro nuevo álbum, con cada canción queremos acompañar un tipo de oración. Queremos que los jóvenes encuentren en las canciones un mensaje que sea agradable al oído y que Jesús llegue a ellos a través de la música.
¿Cómo relacionan esto con el título del álbum, “Don y tarea”?
– Hemos recibido el regalo de poder expresarnos a través de la música. Como todo don, esto conlleva una responsabilidad, exige una respuesta. Nosotros hemos decidido poner este regalo al servicio de la Iglesia, que se concreta ahora en este nuevo álbum.
¿De qué manera consideran que la música fortalece su espiritualidad y su relación con Dios?
– Muchas veces cuando no te alcanzan las palabras la música puede expresar lo que llevas en el corazón. La música nos puede unir a Dios de algún modo e incluso nos puede ayudar a identificar cosas que llevamos dentro porque la letra de una canción nos toca de forma especial. Por otro lado, gracias a la música podemos entrar en comunión con otras personas. La oración de otros, hecha canción, se convierte también en nuestra oración.
Para nosotros, como Kénosis, somos conscientes de que más que un grupo musical somos partícipes del ministerio de la música. Como Iglesia militante, se nos pide unirnos con los ángeles y la Iglesia triunfante. Estamos llamados a ser uno en la comunión de los santos, ser Iglesia en esa comunión. Gracias a este ministerio de la música, podemos ver al Cielo tocar la Tierra y acercar la Tierra al Cielo.