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La formación de una familia sigue siendo una “quimera” para la mayoría de los jóvenes, según el barómetro. El 83 % de los encuestados menores de 45 años piensa que existen mayores dificultades que en generaciones anteriores para hacerlo.
El porcentaje es elevado. Y cuando se ha preguntado a esta franja de edad sobre sus prioridades en los próximos cinco años, destacan por este orden: prosperar profesionalmente (89 %), ampliar sus estudios (62 %), y viajar y conocer otras culturas (59 %), por delante de formar una familia, que sólo entra dentro de los planes del 26,3 por ciento, es decir, uno de cada cuatro.
Hace doce meses, este porcentaje era de un 40 por ciento, lo que supone una disminución de casi un 14 por ciento, según el trabajo de campo de la consultora GAD3, primero en situación de pandemia.
María José Olesti, directora general de la fundación The Family Watch, think-tank de estudios sobre la familia, ha manifestado que “estos datos explican, en parte, las razones de la profunda crisis demográfica que afecta a nuestro país, algo que, uniéndose a la actual situación de pandemia, y sus consecuencias económicas, no augura que cambie en los próximos años”.
La perspectiva de los jóvenes quizá tenga que ver con otro dato del barómetro: una amplia mayoría de los entrevistados (85 %) afirma que la situación económica de España es mala. Por otra parte, la pérdida de poder adquisitivo afecta a la mitad de las familias españolas (50 %) pero especialmente a aquellas que han perdido el empleo (72 %). A pesar de las dificultades derivadas de la pandemia, la mayoría de las familias (56 %) afirma que han prestado ayuda a familiares, amigos y ONG durante este tiempo.
En contestación a varias preguntas, María José Olesti señaló que “no se da a la maternidad la importancia que tiene en la vida social, política, laboral,… Más bien al contrario, se penaliza a las mujeres que quieren ser madres. Hay que seguir con las ayudas en políticas sociales, en las que estamos a la cola en Europa”.
La conciliación, asignatura pendiente
Una de las preguntas del estudio fue en qué medida le resulta fácil conciliar su trabajo con la vida personal y familiar. El 17,8 por ciento contestó “mucho”, el 43,9 “bastante”, y el 29,4 por ciento “poco”, porcentajes bastante similares respecto al año anterior. Sara Morais, directora de investigación de GAD3, recordó que cada año se reduce la tasa de fecundidad en España, que se situó en 1,24 en 2019. Dos años antes, en 2017, el índice era de 1,3, según datos oficiales.
Internet y los menores
Otra de las cuestiones que más preocupan a las familias, según The Family Watch, es el uso de Internet, el acceso a las apuestas y contenidos para adultos, como la pornografía, y los estilos y comportamientos de los menores en la red.
A pesar de las recientes medidas impulsadas tanto por la industria del juego como por las autoridades, casi 9 de cada 10 hogares sigue considerando que los menores acceden de manera muy sencilla a los juegos de azar y videojuegos online.
El estudio señala que 8 de cada 10 hogares considera que “controla” lo que visualizan los menores en la red, y el 78 % establece reglas de uso y horarios. El 65 % de los encuestados reconoce que durante los meses de pandemia se ha accedido a contenidos para adultos.
Una medida importante para el 74 % de las familias encuestadas sería que al contratar una línea de Internet, “ésta venga, por defecto, con limitación de acceso a determinados contenidos, (pornografía, juegos online, etc.), algo que desde la consultora se viene solicitando tanto a operadores como partidos políticos desde hace años”.
A su juicio, “sería una manera rápida y sencilla de conseguir que sin tener un conocimiento elevado de Internet, los padres puedan proteger a sus hijos y evitar que accedan a contenidos que en nada ayudan a su desarrollo como personas. En países como Francia e Italia ya se ha implementado y España debería seguir el mismo camino”, afirman.