“Periodismo y convicciones religiosas”; “accesibilidad a los medios de comunicación”; “medios de comunicación y verdad”, “redes sociales y proximidad”…éstos y otros son sólo ejemplos de los temas que se tratan cada año en estas jornadas internacionales. Lejos de ser un evento más sobre comunicación o periodismo, las Jornadas de San Francisco de Sales, organizadas siempre en fechas cercanas a la fiesta del santo patrón de los periodistas, son un momento de formación -en la profesión- y también espiritual.
Un momento importante de las jornadas será la presencia ya confirmada del Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, quien pronunciará un discurso durante el congreso de su misión en la Santa Sede y hará entrega del premio Jacques Hamel.
François Vayne, vaticanista y uno de los organizadores del evento, habla de la motivación última de las Jornadas: “La prensa católica tiene una misión muy urgente, que es la de dar testimonio de una fe vivida, encarnada, a través de testimonios e historias, que vaya más allá de las incomprensiones provocadas por los reiterados escándalos en el clero. No hay que confundir la Iglesia con la sola institución; la Iglesia es un pueblo que forma el Cuerpo de Cristo, un pueblo en el que los laicos son sacerdotes, profetas y reyes por su bautismo. De esto hablaremos en Lourdes, pidiendo a la Virgen María su apoyo y protección.”
Como explica Vayne, el lugar de celebración de las jornadas ha ido cambiando con los años: “Hace años se celebraban en Annecy, Saboya, la ciudad donde San Francisco fue obispo y donde se encuentran sus restos mortales; pero a partir de 2018 se eligió Lourdes como nuevo lugar de las jornadas, para poder invitar a periodistas de otros países, por ser un lugar más internacional”.
El evento ha sido organizado, una vez más, por la Federación de Medios de Comunicación Católicos de Francia junto con la asociación SIGNIS (la Asociación Católica Mundial para la comunicación) y la UCSI, (la Unión Católica de la Prensa Italiana). También forma parte de la organización el Dicasterio para la Comunicación, que se unió a la iniciativa por primera vez en 2018 y desde entonces colabora en su promoción.
Católicos y no católicos
Aunque las Jornadas de San Francisco de Sales nacen con una perspectiva católica y el enclave escogido indica el marcado aspecto espiritual de las mismas, lo cierto es que están abiertas también a personas no católicas o que no trabajan para medios confesionales. En este sentido, el evento constituye el eje conductor de un diálogo abierto entre los asistentes donde se intercambian experiencias de vida y de trabajo, se comparten dificultades y desafíos de la profesión, y donde también hay espacio para la oración.
En este sentido, el primer día de las jornadas está programada una visita guiada al santuario, donde los asistentes podrán ver la explanada, la basílica y la gruta donde se apareció la Virgen a Santa Bernardette en 1858.
El tema
El objetivo de las Jornadas es claro; con varios ponentes de mucho nivel, y profesionales del sector (profesores, sociólogos, expertos en ciencias de la comunicación, especialistas en tecnología digital, influencers, etc.) provenientes de diferentes países, el evento hace una llamada a reflexionar sobre la misión y la responsabilidad de los medios de comunicación en la transmisión de los valores cristianos:
“La única manera de transmitir la fe en este mundo secularizado es dar testimonio del Evangelio vivido, especialmente a través de artículos y reportajes. La secularización no significa que la fe esté muerta, pues mientras la sociedad rechaza los discursos institucionales que muchas veces se contradicen con los hechos, al mismo tiempo está sedienta de un testimonio de vida que manifieste la búsqueda de Dios”, señala François Vayne. “En Francia, los casos de abusos hacen que la Iglesia pierda credibilidad, pero la autenticidad del testimonio de un actor como Gad Elmaleh, que acaba de rodar una película en la que expresa su cariño a la Virgen María, remueve las conciencias y suscita en muchos jóvenes el deseo de una renovación interior, devolviendo a la fe católica toda su relevancia. Al transmitir este tipo de testimonios, los periodistas católicos juegan un papel esencial para que el Evangelio no sea rechazado cuando sí se rechaza el discurso del clero.”
Por otro lado, durante las Jornadas se hará entrega del premio Jacques Hamel de manos del secretario de estado vaticano, el Cardenal Parolin. Este premio lleva el nombre del sacerdote Jacques Hamel, asesinado por terroristas islámicos en Francia mientras celebraba la Eucaristía. Este premio recompensa las iniciativas en favor de la paz y, en particular, el diálogo interreligioso, siguiendo el espíritu de la encíclica Fratelli tutti.
Micrófonos de Dios
De todos es conocido el poder de los medios de comunicación en la transmisión de determinados valores y, en este sentido, las jornadas quieren hacer hincapié en la gran responsabilidad de periodistas, editores, comunicadores, etc., de ser “micrófonos de Dios” -como decía San Óscar Romero- y de la importancia, por tanto, de ser profesionales en su trabajo, de ser veraces, de adaptarse a los nuevos medios de comunicación, aportar análisis de peso, adecuar el lenguaje utilizado a los diferentes públicos, etc., todo ello para ser mejores portadores de la Fe en el mundo. En esta línea, Helen Osman, presidenta de SIGNIS, uno de los entes promotores del evento, dijo en una entrevista en 2018: “como periodistas y comunicadores católicos debemos tener dos virtudes en equilibrio: proporcionar reportes y análisis cuidadosos, con una eficiencia y claridad que permitan un impacto en el mundo de hoy”.
Y es precisamente ese impacto lo que buscan las Jornadas: el impacto de reportajes bien construidos, artículos bien documentados o historias que emocionen y conmuevan, que testimonien la belleza de una Fe viva, de personas muy reales, que reflejan la verdadera cara de la Iglesia, y que se abre paso, tantas veces, en medio de ecos de indiferencia y de radicalidad.