Evangelización

Joost Joustra: “Las obras de arte tienen tanto que decir como los teólogos”

Joost Joustra, profesor del King's College de Londres, profundiza en esta entrevista con Omnes en la relación entre el arte y la religión, alegando que las obras realizadas por algunos artistas pueden aportar mucho en la comprensión de aspectos teológicos.

Paloma López Campos·29 de enero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos
Joost Joustra

Joost Joustra

Joost Joustra es uno de los ponentes que participa a finales de enero de 2025 en el XIV Seminario Profesional sobre Oficinas de Comunicación en la Iglesia que se celebra en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Actualmente es profesor en el King’s College de Londres, donde ayuda a los alumnos a entender la compleja relación entre el arte y la religión.

¿Cómo definiría la interacción entre religión y arte?

– No es una respuesta fácil porque ambos son temas muy amplios. Yo diría que, esencialmente, la relación entre la religión y el arte, o específicamente entre el cristianismo y el arte, es que incluso para las personas que no se consideran creyentes, hay ciertas cosas con las que se pueden identificar en estas historias que se encuentran en la Biblia, por ejemplo. El arte visual es una forma muy accesible de adentrarse en esos temas.

Por poner un ejemplo, trabajé en una exposición sobre el tema del pecado y, por supuesto, uno de los temas importantes de esa exposición era la Caída de la Humanidad y la historia del libro del Génesis. Y si eres cristiano o judío conocerás muy bien esa historia, pero si no, un cuadro de Adán y Eva que muestre cierta duda en Adán cuando acepta la fruta puede hacer la historia muy accesible. En última instancia, ese es el poder del arte cuando se trata de estos temas.

¿Cuál es su relevancia de esta relación en el contexto contemporáneo?

– Tradicionalmente, las iglesias están muy decoradas y a la gente le gusta visitar estos lugares independientemente de su fe, por lo que parece existir algún tipo de atracción. Aunque la gente no tenga una conexión personal con el aspecto religioso del arte, se siente atraída por él.

¿Cómo ve la evolución del arte religioso y qué tendencias actuales le parecen especialmente significativas desde una perspectiva teológica?

– Un buen ejemplo, que no me gustaría llamar “tendencia” sino “preocupación”, es que creo que la gente piensa muy activamente en el medio ambiente en estos días. Por ejemplo, la exposición en la National Gallery sobre San Francisco de Asís. La relación de San Francisco con el medio ambiente y el Papa Francisco utilizando sus escritos en los últimos años es un buen ejemplo de alguien que vivió hace cientos de años pero que todavía tiene algo que decir sobre nuestro momento actual.

¿Hay ciertos elementos o símbolos recurrentes en el arte que considere universales a la hora de representar lo divino?

– Por supuesto, están por todas partes. Pueden ser muy explícitas, la imagen más esencial del cristianismo podría ser Cristo en la Cruz o la Virgen con el Niño. Pero la gente también encuentra cierta presencia divina en las pinturas abstractas. ¿Es necesario que el arte sea figurativo para transmitir una cierta sensación de divinidad? Creo que no. Los artistas pueden hacer muchas cosas.

¿Qué oportunidades hay hoy en día para una mayor colaboración entre estos dos campos en las próximas décadas?

– En mi trabajo diario en el King’s College de Londres me he dado cuenta de que la enseñanza es importante en esta relación. En el King’s College ofrecemos un programa de Máster en Cristianismo y Arte, lo que significa que la gente se reúne y algunos de ellos pueden estar formados en Teología y otros en Historia del Arte. Pero todos se reúnen por ese interés común.

Durante este curso, los historiadores del arte se familiarizan con la Biblia y ciertos conceptos religiosos, y los teólogos se familiarizan con la visión.

Un reto, que también es una oportunidad, es que tenemos que volver a introducir la imagen en la religión. Desde la Reforma estas imágenes han desaparecido un poco, al menos en algunas partes del mundo. Pero creo que las imágenes y las obras de arte tienen tanto que decir como los textos y los teólogos.

Desde la perspectiva de la Historia del Arte, ¿cómo ha evolucionado la representación de los temas religiosos a lo largo de los años?

– El primer arte cristiano se basaba en ciertos símbolos, como la cruz o el pez. Poco a poco surgió una tradición, se contaron historias y la figuración y el naturalismo cobraron importancia. En última instancia, se trataba de identificación, de que la gente se identificara con estas historias. Por eso el culto a los santos adquirió tanta importancia en la Europa medieval.

El apogeo del Renacimiento y el periodo de la Contrarreforma es el verdadero florecimiento de este tipo de arte. Durante la Ilustración hubo algo menos de interés por ello, pero incluso cuando se piensa en los grandes pintores y artistas del siglo XIX, hay un gran interés por estos temas que, aunque cambie la representación, siguen siendo los mismos.

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