Las imágenes de del Señor Sepultado y María Santísima de la Soledad del Templo de la Escuela de Cristo son muy queridas y veneradas por los fieles guatemaltecos. Desde el Miércoles de Pasión, con la velación de la Santísima Virgen, hasta el Sábado Santo, con la procesión del Señor Sepultado, sus hermanos y devotos, que se cuentan por miles, acompañan con su oración y su presencia a Cristo y a su Madre en una muestra insigne de piedad popular, fe y devoción.
Como recuerda Marco Augusto García Noriega, presidente honorario de esta Hermandad y autor de un libro sobre esta antigua y querida devoción guatemalteca, “los primeros documentos sobre la Hermandad del Señor Sepultado y María Santísima de la Soledad del Templo de la Escuela de Cristo aparecen en el año 1750. En ellos se hace mención de una cofradía encargada de los protocolos de Semana Santa para un Cristo crucificado, aunque es probable que ya en 1650 existiera la cofradía encargada, pero debido a las catástrofes naturales de la época la documentación se perdió”.
La imagen del Señor Sepultado de la Escuela de Cristo
La imagen de Cristo, según recoge la propia Hermandad, “se constituye por una bella obra de mediados del siglo XVIII, que expone vívidamente un cuerpo sometido a esfuerzo evidenciado por el marcado de músculos y tendones en brazos y piernas”.
García Noriega apunta que “en torno a finales del siglo XVIII, la imagen del Cristo se modificó y pasó a ser la de un Cristo yacente, de tal modo que permitiera realizar las ceremonias de crucifixión y descendimiento cada Viernes Santo, tal como se realiza hasta la fecha”.
Las procesiones de la crucifixión y descendimiento de esta Hermandad son de las procesiones más conocidas y queridas de la ciudad de Antigua, no en vano “la Hermandad del Señor Sepultado y María Santísima de la Soledad del Templo de la Escuela de Cristo la integran, a la fecha, más de diez mil miembros activos que participan en las principales procesiones de la Escuela de Cristo” como subraya Marco Augusto García.
La Hermandad a lo largo del año
Aunque el Viernes y Sábado Santo son fechas centrales en el calendario de devotos y hermanos de la Escuela de Cristo, las vida de la Hermandad no se reduce a estas fechas. Explica, para Omnes, Marco Augusto García Noriega cómo “la Escuela de Cristo tiene varias procesiones con sus titulares siendo las principales las del Viernes y Sábado Santo».
Además de éstas, explica García Noriega, «en la segunda semana de mayo se efectúa una velación de la Santísima Virgen de Dolores seguida de una pequeña procesión de unas cuatro horas en las cercanías del templo”.
Añade quien fuera presidente de la Escuela de Cristo que “a principios del presente siglo, y durante más de quince años se realizaba una procesión de diez horas de recorrido, en la que participaban los miembros de la Hermandad con sus familias, siendo muy concurrida. Durante esta procesión se proporcionaban rosarios a los participantes con un pequeño folleto que explicaba la manera de rezarlo todos los días. Lamentablemente, esta procesión fue suspendida y limitada por las autoridades eclesiásticas de esa época que argumentaron que no coincidía con el calendario litúrgico”.
Aparte de la procesión mariana de mayo, la procesión del primero de noviembre en conmemoración de los Fieles Difuntos es muy concurrida. Esta conocida procesión, como describe García Noriega “tiene una duración entre ocho y diez horas. Su origen se remonta al año 1949, cuando un fraile franciscano fray Miguel Murcia, ya fallecido y muy querido en Guatemala, puso como objetivos de esta procesión conmemorar a los fieles difuntos; unir a todas las hermandades del país, y dar oportunidad a las personas que no pudieron participar de las actividades del Viernes o Sábado Santo para renovar sus votos. Esta procesión esta cercana a cumplir 75 años y es muy popular dentro de la feligresía católica de Guatemala”.
La Hermandad del Señor Sepultado y María Santísima de la Soledad del Templo de la Escuela de Cristo tiene, evidentemente, una fuerte raigambre y presencia en la vida de piedad y las celebraciones de la ciudad de Antigua.
Así lo atestigua Marco Augusto García Noriega que señala cómo la Hermandad “toma parte activa en la celebración eucarística de la Resurrección, en la fiesta de Corpus, asiste a los actos litúrgicos de otras Hermandades, organiza las celebraciones de Navidad y la procesión de la Virgen de la O el 25 de diciembre. Además prepara las velaciones de los titulares el Miércoles de pasión para la Virgen de la Soledad y el Miércoles Santo para el Señor Sepultado”.
Fe, legado y tradición
En un momento de avance de la secularización, preguntamos a Marco Augusto García Noriega sobre el papel de esta Hermandad en el fortalecimiento y la vivencia de la fe en Guatemala y responde “la Escuela de Cristo es conocida por cumplir tres objetivos: fe, legado y tradición. Fe, porque sus integrantes a lo largo del año deben comprometerse en lo personal a renovar su fe para ser mejores católicos cada año, de acuerdo a las enseñanzas de Jesucristo. Legado, porque sus integrantes saben que tienen que ser un ejemplo de practicar los valores cristianos para, al final de sus vidas, presentarse a Dios y poder decirle ‘misión cumplida’ y tradición ya que los miembros transmiten, de generación en generación, los valores de la Escuela de Cristo, razón por la que es un orgullo el pertenecer a ella”.