Ecología integral

Un Festival para recordar que el agua es un derecho fundamental

Un Festival enteramente dedicado a la "hermana agua", que se inspira en el contenido de la Encíclica Laudato si' del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común, es el que tendrá lugar durante los próximos días en Montefiascone, un pequeño municipio de origen etrusco situado a un centenar de kilómetros de Roma.

Giovanni Tridente·19 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos
agua festival

Un niño afectado por el empeoramiento de la sequía tira de un bidón de agua en Kenia ©CNS photo/Thomas Mukoya, Reuters

Del 22 al 25 de junio, políticos, expertos en ecología, estudiosos del medio ambiente y artistas se turnarán en actuaciones, debates, exposiciones y conferencias, enmarcando el tema ecologista en una perspectiva universal, considerando la creación como un «bien común que hay que defender en el tiempo presente y para las generaciones futuras», explican los organizadores.

La iniciativa está promovida por tercer año por la Asociación «Rocca dei Papi», fundada en diciembre de 2019 por el arzobispo Fabio Fabene, entonces subsecretario del Sínodo de los Obispos y actualmente secretario del Dicasterio para las Causas de los Santos. Toma su nombre de la fortaleza medieval que domina el valle de Viterbo, conservando vestigios de asentamientos precristianos.

Durante muchos siglos, la Rocca fue un centro desde el que los pontífices administraban los asuntos políticos de sus dominios en Italia Central. La Asociación que lleva su nombre, por su parte, nace para poner en valor un territorio que, por sus cualidades geomorfológicas, históricas, culturales, artísticas y antropológicas, así como por su rica tradición religiosa, se presta bien a comunicar y difundir los principios ligados al cuidado de la casa común en la estela del magisterio del Papa Francisco.

El agua en el centro

La edición de este año, dedicada como decíamos al tema del agua, se inaugurará con una conferencia magistral del economista Stefano Zamagni, ex presidente de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales y uno de los «padres» de la economía civil, muy apreciado tanto por Benedicto XVI como por Bergoglio.

A continuación habrá una representación teatral y una actuación del Coro de la Capilla Papal de Asís. Al día siguiente, diversos profesionales debatirán sobre cómo valorizar el suelo y proteger los recursos hídricos a disposición de los ciudadanos, mientras que por la tarde, el Obispo de Viterbo (diócesis a la que pertenece el municipio de Montefiascone) pronunciará una conferencia sobre el agua como «don que sacia la sed y vivifica». Otros discursos explorarán el tema del agua en la comunicación, la empresa y el arte.

Laudato si’

La referencia al agua en la Encíclica Laudato si’ aparece 39 veces, desde las primeras líneas. Está presente en referencia a las «heridas» que se infligen a la creación a través de los muchos tipos de contaminación, y también hay toda una sección dedicada a lo que se denomina «una cuestión de importancia primordial», como en los números 28-31. Por ejemplo, se habla de la pobreza del agua pública en África, y del problema de su «calidad» en referencia al agua disponible para los pobres, que genera no sólo sufrimiento, sino en algunos casos también mortalidad infantil.

En su segunda Encíclica, el Papa Francisco deja claro sin ambages que el acceso al agua potable y segura es más bien «un derecho humano esencial, fundamental y universal», condición para el ejercicio de todos los demás derechos, y como tal debe ser absolutamente salvaguardado. Aunque sólo sea porque el agua misma, junto con, por ejemplo, el suelo y las montañas «es la caricia de Dios» (n. 84).

El tiempo de la creación

Una advertencia para la comunidad internacional (ver nn. 164-175) que también se reitera en el reciente Mensaje para la próxima Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que tendrá lugar como de costumbre el 1 de septiembre junto con las demás comunidades cristianas. El tema de este año se inspira en las palabras del profeta Amós (5,24): «Que el derecho y la justicia fluyan como un arroyo perenne».

Una oportunidad para «crear un mundo más sostenible y justo», que según el Papa Francisco, para llegar a serlo, debe ver transformados «nuestros corazones», «los estilos de vida» y las «políticas públicas» que rigen las sociedades. Corazones que se transforman considerando la creación ya no como un «objeto a explotar», sino como un «don sagrado del Creador» que hay que custodiar.

Sobre los estilos de vida, hay que aprender a derrochar menos y evitar el consumo innecesario, mejorando los hábitos y las opciones económicas y «practicando una sobriedad gozosa».

Por último, las políticas públicas, gracias a las cuales es necesario poner fin a «la era de los combustibles fósiles» para frenar el calentamiento global, un compromiso que los líderes mundiales habían adquirido en varias ocasiones, tanto con el Acuerdo de París como en las distintas cumbres de la COP, pero que a día de hoy sigue sin cumplirse.

«Vivamos, trabajemos y oremos para que en nuestra casa común vuelva a abundar la vida», concluye el Papa Francisco en el Mensaje, confiando esta renovación a la guía del Espíritu Santo.

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