La belleza de la sexualidad humana fue el primer denominador común de las sesiones prácticas que protagonizaron los expertos en el curso organizado por el Instituto Core Curriculum, y cuyo primer ponente fue el profesor Juan José Pérez Soba, como ha informado este portal omnesmag.com
Un segundo concepto en el que coincidieron fue la necesidad de ayudar y acompañar a los jóvenes, que tienen un anhelo profundo de entregarse a otra persona, señaló Jokin de Irala, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública e investigador del proyecto Educación de la afectividad y de la sexualidad humana del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra. “Podemos ayudarles en su camino de crecimiento. El primer paso es que se sientan sinceramente acogidos, queridos, por quienes les acompañamos”.
La profesora Nieves González Rico, directora académica del Instituto “Desarrollo y Persona” de la Universidad Francisco de Vitoria, quiso contextualizar desde el principio el marco del que estaban hablando: “Necesitamos escuchar bien, acoger verdaderamente las situaciones reales que estamos abordando en los centros educativos en los que trabajamos. Cada día sabemos que son más numerosos los alumnos que no crecen un marco de estabilidad familiar. Dos de cada tres niños nacen fuera del matrimonio, y seis de cada diez matrimonios constituidos en España, se rompen. Hay mucho sufrimiento en el seno de los hogares, y muchas heridas afectivas reales”.
A continuación, la experta de la Francisco de Vitoria lanzó otro mensaje de acompañamiento: “La familia es una realidad generadora de sociedad, de cultura, que precisa ser acompañada para poder llevar adelante esta gran misión que tiene de transmisión de significado, en el fondo, a los hijos. Sobre todo en los momentos que está atravesando, de dificultad, soledad, abandono, necesita ser especialmente acompañada”.
Un tercer aspecto nuclear de coincidencia fue que los primeros y fundamentales formadores son los padres, pero que luego está la escuela, los docentes. “Nuestra misión es formar formadores que anuncien la grandeza y belleza de la sexualidad, pero los primeros y fundamentales formadores son los padres, y a ellos nos dirigimos”, señaló Nieves González Rico. Y luego, a su juicio, “los docentes tenemos una labor fundamental para poder abordar con sencillez y también con naturalidad estos temas, que tienen que ver con la identidad personal: yo, ¿quién soy?, que va unida a otra pregunta: yo, ¿para quién soy?, la vocación, que es la vocación familiar en la vida adulta, que es esponsal, y la vocación también profesional, que estamos trabajando por construir un bien común”.
“Si no contestamos, otros lo harán”
El catedrático Jokin de Irala abordó de entrada la necesidad de una educación sexual, y manifestó en su planteamiento inicial: “La educación sexual sí es necesaria. Los padres son los educadores primordiales, pero son importantes otros educadores, por ejemplo, los centros educativos, que ayudan”, señaló. Y añadió con claridad: “La educación afectivo sexual es preparación para el amor. Por lo tanto, no hay edad para hacer esto. Si fuera hablar de la relación sexual, sí habría edades. Y esto tiene dos grandes apartados: la educación del carácter, donde se hace mucho trabajo en educación primaria. Y luego, vienen otros aspectos, más biológicos, que comenzarían en la secundaria”.
Se preguntó también el experto de Navarra “si la educación sexual puede ser perjudicial”. Esta fue su respuesta: “Sí, cuando no está integrada, cuando no está en su contexto de edad, cuando no hay valores detrás, cuando no hay preparación para el amor. No es perjudicial cuando sí está integrada. Y además puede proteger de la incitación de otros mensajes. Cuando busca crecer en habilidades para ser amado y amar”.
Siguiendo con la argumentación, el profesor De Irala subrayó que si no hacemos esta tarea, otros la harán. “No perdamos de vista que si no hacemos nuestro trabajo, tengamos la seguridad de que otros sí están haciendo su trabajo: en redes, internet, gobiernos, Netflix, etc. Hay una actuación continua sobre los jóvenes. En cambio, si nosotros hacemos nuestro trabajo, los jóvenes van a poder elegir entre lo que ven en internet y lo que les estás transmitiendo”.
Opciones en colegios públicos franceses
El catedrático expuso un caso real relativo a esta cuestión educativa en Francia porque, aseguró, “los centros escolares van a ser importantes en este paradigma. En algunos colegios públicos en Francia los padres se reunían para decidir quiénes iban a hablar de afectividad y sexualidad a sus hijos. Y en un colegio público podían salir tres grupos de padres. Pues bien, se daban tres programas de educación sexual paralelamente. Podemos pensar que no es la situación ideal, pero desde luego prefiero eso a que lo que se dé sea lo que haya decidido el gobierno de turno. Por lo menos así los padres podían decidir quiénes iban a hablar a sus hijos de ciertos temas”.
A la hora de hablar a nuestros hijos de estos temas, señaló el doctor De Irala, es importante “integrar la información en cuatro aspectos: “información biológica, educar para el amor humano, educar en el estilo de vida y actitudes saludables, y apertura a la trascendencia”. Son cuatro oportunidades o dimensiones que conviene tener en cuenta en los diálogos.
Pasar de la teoría a la práctica
Otro aspecto importante es el que se podría denominarse “empoderamiento, y que llamaremos saber hacer. Es decir, pueden saber la teoría, pero no la práctica. Cuando hablo a jóvenes en los colegios me gusta mostrarles que se saben la teoría, pero no la práctica”, añade Jokin de Irala.
Y el profesor puso el siguiente ejemplo de una sesión en un centro educativo: “una chica ve que el guaperas de la ciudad quiere bailar contigo; miras alrededor, las amigas le animan, o sea, adelante. Comienza a bailar con él, y el chico empieza a hacer cosas que no le gustan. ¿Cómo salir de esa situación de manera airosa, sin hacer el ridículo?
Algunas respuestas fueron: me voy corriendo de la discoteca, pero puede no ser la mejor opción si al día siguiente hay que dar explicaciones; o es posible que sí lo fuera. En todo caso, el hecho de haber pensado en eso, cuando les ocurra una situación parecida, actúan y reaccionan mucho más fácilmente. Con alumnos universitarios también se puede hacer, para que no lleguen los bloqueos. El entrenamiento del saber hacer es muy importante”, comenta este catedrático, que está casado y tiene cinco hijos.
Información precisa, verdadera y suficiente
En los talleres con padres del catedrático, uno de los criterios que ofrece es: “mejor una hora antes que cinco minutos tarde. Y si le dicen: tengo miedo de adelantarme, responde: mejor adelantarse antes de llegar tarde”.
“Se trata de educar y formar además de informar. Lo que hace la educación sexual zoológica, veterinaria, lo que algunos llaman la fontanería sexual, es hablar del cómo, pero hay que hablar del por qué. La información ha de ser precisa, verdadera y suficiente”. Y elprofesor puso un ejemplo para ilustrar cada uno de estos conceptos.
“Precisa: Una madre le comentó en una ocasión: “yo le he dicho a mi hijo que ha nacido de mi ombligo. ¿He hecho bien, doctor? Le miro y le pregunto: ¿pero su hijo ha salido de su ombligo? Me responde. No. Pues no me parece buena idea. Su hijo va a acabar diciendo que su madre no sabe nada de estos temas y acabará preguntando a sus amigos.
Suficiente: si preguntan por dónde salen los hijos, diles por dónde salen, y no necesariamente cómo entró.
Verdadera: según el grado de desarrollo de personal y progresivo, con una visión positiva del amor y de la sexualidad. Mi consejo es formar en la responsabilidad, desde la libertad. Promover actitudes y comportamientos. Basado en el diálogo y respetando la propia intimidad”.
Acceso precoz a las tecnologías
Cuántas veces hemos visto chicos muy jóvenes, realmente niños, con artilugios electrónicos, incluso teléfonos móviles. Desde el principio de su intervención, la profesora Nieves González Rico manifestó: “sabemos que nuestros alumnos acceden de forma muy precoz a las tecnologías, que el consumo de pornografía les toca precozmente, que se les ofrecen relaciones sexuales desvinculadas de los afectos, incluso se les facilitan a través de los plataformas que tienen en sus manos”.
“Y emergen nuevas preguntas que son existenciales, y que tiene que ver con la afectividad, con la sexualidad, por ese clima cultural que nos rodea. Porque nuestros niños de 5 a 11 años están dos horas delante de las pantallas, y a partir de los 11 años podemos subir a 3, 4 y hasta 5 horas diarias. A través de estas pantallas se están ofreciendo respuestas que están vinculadas a una nueva antropología”, alertó la directora del Instituto Desarrollo y Persona de la Universidad Francisco de Vitoria, cuyos materiales pueden consultar aquí.
Algunos de los mensajes finales de Nieves González-Rico, que dirige desde hace años el Centro de Orientación Familiar de la Archidiócesis de Valladolid, fueron: “Educar es amar. Acoge y valora. Abre una pregunta inteligente, ¿Por qué crees que…? ¿Qué puedes hacer con…? Escucha hasta en el silencio. Confía y sana en el amor”.