El lunes pasado el Papa Francisco tuvo un coloquio con los seminaristas y sacerdotes que estudian en Roma. Una de las preguntas que atendió tenía que ver con la dirección espiritual de los sacerdotes. Por su interés, reproducimos la transcripción completa de su respuesta, en la que diferencia entre el confesor y el director espiritual y explica porqué este último puede ser un laico.
Pregunta: ¿Cómo aconsejaría a los sacerdotes, especialmente a los jóvenes, que busquen esta ayuda espiritual para su formación?
Respuesta del Papa Francisco:
«La cuestión de la dirección espiritual -hoy en día usamos más un término menos directivo, ´acompañamiento` espiritual, que me gusta- ¿Es obligatoria la dirección espiritual, el acompañamiento espiritual? No, no es obligatorio, pero si no tienes a alguien que te ayude a caminar, te caerás y harás ruido. A veces es importante estar acompañado por alguien que conozca mi vida, y no es necesario que sea el confesor; a veces va, pero lo importante es que son dos papeles distintos.
Vas al confesor para que te perdone los pecados y vas preparándote para los pecados. Acudes al director espiritual para contarle las cosas que te pasan por el corazón, las emociones espiritual, las alegrías, los enfados y lo que ocurre en tu interior. Si sólo te relacionas con el confesor y no con el director espiritual, no sabrás crecer. Si sólo te relacionas con un director espiritual, un compañero, y no vas a confesar tus pecados, eso también está mal.
Son dos papeles diferentes, y en las escuelas de espiritualidad, por ejemplo la de los jesuitas, San Ignacio dice que es mejor distinguirlos, que uno es el confesor y otro el director espiritual. A veces es lo mismo pero son dos cosas diferentes, que tal vez una persona hace, pero dos cosas diferentes.
Segundo. La dirección espiritual no es un carisma clerical, es un carisma bautismal. Los sacerdotes que hacen dirección espiritual tienen el carisma no porque sean sacerdotes, sino porque son laicos, porque están bautizados. Sé que hay algunos en la Curia, tal vez algunos de ustedes, que hacen dirección espiritual con una monja que es buena, que enseña en la Gregoriana, es buena y es la directora espiritual. Ve, no hay problema, es una mujer de sabiduría espiritual que sabe dirigir.
Algunos movimientos quizás tengan una sabia laica. Digo esto porque no es un carisma sacerdotal. Puede ser un sacerdote, pero no es exclusivamente de sacerdotes. Y ser director espiritual requiere una gran unción. Por lo tanto, a su pregunta, le diría: en primer lugar, tenga la certeza de que debo estar acompañado, siempre. Porque la persona que no está acompañada en la vida genera “hongos” en el alma, los hongos que luego te molestan. Enfermedades, soledad sucia, tantas cosas malas. Necesito que me acompañen. Aclara las cosas. Buscar emociones espirituales, que alguien me ayude a entenderlas, qué quiere el Señor con esto, dónde está la tentación… (…)
No sé si he respondido. Es algo importante. Que lo que estoy diciendo ahora sirva al menos para que ninguno de vosotros se quede a partir de ahora sin dirección espiritual, sin acompañamiento espiritual, porque no creceréis bien, lo digo por experiencia. ¿Está claro? ¿Está claro para todos?».