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Jorge Gutiérrez: «La adicción a la pornografía es silenciosa y lenta»

Jorge Gutiérrez es director de la entidad Dale Una Vuelta, un proyecto que tiene como objetivo aportar información sobre el consumo problemático de la pornografía y ayudar a las personas que sufren adicción a esta.

Paloma López Campos·8 de enero de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos
Imagen documental porno

Portada del documental de "Dale Una Vuelta" acerca de las consecuencias del porno (Foto: Dale Una Vuelta)

Jorge Gutiérrez es director de Dale Una Vuelta. En esta entidad tienen como objetivo ofrecer información, prevenir y recuperar a las personas con adicción a la pornografía o a su consumo problemático.

En esta entrevista, Jorge Gutiérrez habla sobre el consumo de la pornografía, su relación con los derechos de las mujeres, los cambios en la conducta y las nuevas plataformas de contenido sexual.

Los datos indican que la pornografía es consumida por más varones que mujeres, ¿a qué se debe esto?

Jorge Gutiérrez, director de «Dale Una Vuelta»

– Los datos, en efecto, son así de contundentes. Todas las encuestas y todos los estudios siempre hablan de una abrumadora mayoría de hombres más que de mujeres en el consumo. Aunque es verdad que cada vez hay más mujeres que ven pornografía. Sí que notamos que todo lo que tiene que ver con la adicción o con un uso problemático de la pornografía sí que es mucho más exclusivo de hombres que de mujeres.

Entre las razones, se suele decir que tiene mucho que ver con la propia forma de ser y con la naturaleza del hombre y de la mujer. El hombre, normalmente, se estimula mucho más con la vista que la mujer. El varón tiene una sexualidad un poco más primaria y eso se manifiesta en que el consumo de pornografía es abrumadoramente mayor en hombres.

¿Por qué el consumo de la pornografía se relaciona con los comportamientos sexuales agresivos?

– Hay que ponerlo todo entre comillas. Hay mucho debate en esto y no sería muy científico decir que hay una relación causal evidente entre el consumo de pornografía y la violencia. Pero sí que es verdad que se puede decir que la pornografía facilita, normaliza y, a veces, es un paso previo para actitudes violentas. También las mujeres que consumen pornografía normalizan más la propia agresividad del varón sobre la mujer.

Por otro lado, hay gente que dice lo contrario. A veces el consumo de pornografía lo que evita precisamente es una actitud violenta porque evitas pasar a la acción, digamos.

Sí que es verdad que con la violencia que se ve en la pornografía esto es un estímulo y, desde luego, se está viendo últimamente más todavía en esas agresiones en menores de edad.

¿Qué tipo de cambios se producen en la estructura de los cerebros de las personas adictas a la pornografía?

– Cada vez hay más estudios sobre adicciones comportamentales, como sería esta. Con estudios de neuroimagen se ve que hay cambios similares en un cerebro de alguien que consume sustancias adictivas con alguien que consume de forma problemática, compulsiva o perjudicial la pornografía. Esto quiere decir que afecta a áreas del cerebro similares y tiene unos circuitos neurológicos igual de afectados que con otro tipo de sustancias.

¿Esto significa que es igual de adictiva una cosa que la otra? No. ¿Afectan de la misma manera? Tampoco. Pero sí que hay una relación muy parecida entre el consumo de sustancias con las adicciones de la conducta.

Los expertos en neurología y adicciones son los que tendrán que dar la información, pero desde luego en los últimos quince años se han hecho muchos más estudios que en los cien anteriores por estos temas y se ve que ambas cosas tienen similitudes.

¿Por qué hay cada vez mayor consumo de pornografía?

– Yo creo que, en la medida en que todo es mucho más accesible que antes, eso facilita mucho. Hay que tener en cuenta que cada vez hay más personas con teléfono móvil y a más temprana edad.

También, en la sociedad, en todo el tema de contenidos, el sexo en general se considera casi como un bien de consumo más. Parece que se ha normalizado. Parece también que si este contenido lo consumes con cierta moderación no pasa nada, es una manera de aprender y de entretenerte. Lo que ocurre es que no es fácil parar, es muy adictivo, es uno de los mayores placeres que tienes en el bolsillo del pantalón a cualquier hora del día. Esto se ha visto que tiene un gran impacto.

Los últimos datos que salen sobre relaciones sexuales desvelan que hay menos que hace unos años. Una de las causas es porque hay mucho más acceso a Internet, al sexo digital, etc. La pornografía requiere menos esfuerzo, no hacen falta preámbulos, es directo y es gratis. Es una combinación, en ese sentido, ganadora.

¿Qué piensan sobre plataformas como OnlyFans, que dejan la puerta abierta a la compraventa de contenido pornográfico?

– Es un paso más hacia identificar la prostitución con la pornografía. Ya casi no hay diferencias entre una y otra. Nosotros decimos que es la pornografía 3.0.

Es el último grito, el último paso donde se hace muy atractiva. Ya no solamente eres espectador de una serie de vídeos y de imágenes, ahora tienes la posibilidad de interactuar con otra persona. Eso genera todavía más intensidad. Entre comillas, también parece que crea más intimidad. Parece que estás con una persona a solas a la que puedes pedir lo que quieras. También, entre comillas, parece que hay más proximidad. Por otro lado, da la sensación de mayor exclusividad, porque crees que es a ti a quien está atendiendo.

Hay gente que dice que se crean “novios virtuales”. De manera ingenua, todo parece más cercano e íntimo. Es un paso importante de cambio. El problema con la pornografía es que siempre se está buscando algo más, algo diferente.

¿Por qué están tan relacionados los derechos de la mujer con la lucha contra la pornografía?

– A día de hoy la pornografía es machista, en la inmensa mayoría se usa a la mujer. Al final, esa cosificación del placer dirigido al hombre utilizando a la mujer, de manera violenta muchas veces, agrede a la mujer desde distintos puntos de vista.

Por un lado, muchas de las mujeres que se dedican a la pornografía son explotadas o engañadas. Y cuando están en la industria porque quieren, suele ser por temas de necesidad.

Por otro lado, muchas mujeres sufren los problemas de las consecuencias del consumo de pornografía por parte de sus parejas. Sus parejas algunas veces quieren imitar actos que han visto en la pornografía que son denigrantes.

Otra manera en que afecta mucho a las mujeres es a través de cómo responden ellas cuando descubren que su pareja ve pornografía. En Dale Una Vuelta tenemos una sección llamada “Nosotras” que va dirigida a ese público, que son las mujeres que sienten muchas veces de una manera diferente a los hombres el consumo de pornografía por parte de ellos. Para las mujeres suele ser algo muy duro que les supone un dolor muy grande, una sensación de traición y de infidelidad. Les distancia de su pareja, se crea una gran falta de comunicación y ellas se pueden llegar a sentir culpables.

Es bueno explicar a las mujeres que puede ocurrir que el hombre sigue queriéndola pero también consume pornografía.

¿Cómo se rescata una relación herida por la pornografía?

– Conocemos ejemplos de parejas que lo han conseguido solucionar. Es muy importante el perdón, la comunicación y la capacidad para perdonarse. Hace falta mucha paciencia y mucho tiempo.

En esta vida todo tiene arreglo. Es importante que ambos cedan y se comprendan. Creo que es preciso, a veces, hablar más y empezar a poner soluciones paso a paso.

Sabiendo todo esto, ¿cuál es la principal consecuencia de la adicción a la pornografía?

– La principal consecuencia es la falta de empatía y de sensibilidad en las relaciones. Uno va perdiendo la capacidad para una relación afectiva, en definitiva, la capacidad para querer a la persona con la que está. Cada vez se distancia más. Esto me parece lo más duro.

Otra consecuencia clara es la mentira, la incomunicación, el aislamiento. Una cosa muy complicada de la adicción a la pornografía es que es muy silenciosa y lenta. Puede pasar mucho tiempo antes de darse cuenta de que hay un problema de fondo. Se crean hábitos difíciles de cambiar.

También ocurre muchas veces que los varones tienen algún tipo de disfunción sexual, pues acumulan tantas horas de escenas eróticas que les cuesta relacionarse sexualmente. Llegan a un extremo en el que necesitan un estímulo muy fuerte.

Pero yo resaltaría, como principal consecuencia, la falta de empatía y de sensibilidad en las relaciones con otras personas, ya no solo con tu pareja.

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