Evangelización

Francisco Vélez: “La Iglesia pide a los cofrades ser consecuentes con su fe”

Entrevista a Francisco Vélez de Luna, presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Sevilla.

Maria José Atienza·14 de marzo de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos
Velez Hermandades sevilla

Foto: Francisco Vélez ©Archisevilla

Sevilla y Semana Santa son dos términos inseparables. A fuerza que tienen en España las Hermandades y Cofradías se nota de manera especial en la capital andaluza que acoge, durante la semana de pasión a más de 2 millones de personas. Pero las hermandades y cofradías van más allá de su estación de penitencia.

Su capacidad evangelizadora toca corazones de jóvenes y mayores y son un dique de contención de la secularización. Prueba de ello es que, en las zonas donde la piedad popular tiene más fuerza son muchísimos más los bautizos y matrimonios sacramentales o, como señalaba en este medio, Marcelino Manzano, Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Sevilla, casi la mitad de los seminaristas sevillanos procede del mundo de las hermandades.

Francisco Vélez de Luna preside el Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla, abogado de profesión, profundamente creyente y vinculado desde hace dedenios al mundo cofrade, destaca, en esta entrevista para Omnes, la necesidad de una formación permanente en los hermanos puesto que “la formación es el alimento de la fe”.

Ser presidente del Consejo de Cofradías en una ciudad como Sevilla, epicentro de la religiosidad popular de Pasión, es algo más que un «cargo de gestión». ¿Cuáles son sus retos? 

–En primer lugar he de señalar que el Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Sevilla es un organismo diocesano que agrupa a todas las hermandades erigidas canónicamente en la Archidiócesis hispalense. El Presidente del Consejo debe velar por el cumplimiento de los fines establecidos en los Estatutos, aprobados por la Autoridad eclesiástica, así como coordinar las labores propias de cada una de las Secciones en las que se organizan las hermandades: Sacramentales, de Penitencia y de Gloria.

Vivimos en una sociedad en la que la secularización es una realidad que avanza día a día. Son muchos los que consideran las cofradías ese «dique de contención» ante la secularización… 

–La piedad popular tiene una gran importancia en la actividad pastoral de la Iglesia en los momentos actuales. Es innegable el poder de convocatoria de las cofradías y la devoción que inspiran sus titulares a miles y miles de personas. De ahí que la Jerarquía eclesiástica valore cada vez más la importancia de la piedad popular y buena prueba de ello es el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular que, recientemente, ha sido convocado por el Sr. Arzobispo para el próximo año.

¿Cómo se vive la fe en una hermandad? ¿Qué dice a quienes acusan a los cofrades de vivir una «piedad sentimental»? 

– En una hermandad se vive la fe a dos niveles. Un primer nivel es personal, la forma en que cada persona se acerca al misterio insondable de Dios y participa de la vida espiritual a la que todos estamos convocados y eso se hace por medio de la práctica sacramental.

El segundo nivel es el colectivo, compartiendo la fe con los hermanos, unidos por una misma devoción a los titulares, las actividades de formación que se organizan y la caridad, que no solo debe ser material, sino también de acompañamiento a tantas personas que precisan de la solidaridad y el calor de sus semejantes.

¿Qué pide la Iglesia a los cofrades en nuestra sociedad?

­–Que sea consecuentes con la fe que se profesa. Que exista unidad de vida, coherencia entre lo que se cree y lo que se practica. Es la forma en la que todo cofrade, como hijo fiel de la Iglesia, debe contribuir a la construcción del Reino de Dios. Esa sinodalidad a la que últimamente nos convoca tanto el Papa como el resto de los pastores.

¿Cree que habría que mejorar el acompañamiento espiritual y la formación de los hermanos para que fueran conscientes de su testimonio de fe? 

–En los últimos años se ha avanzado mucho en la labores de la formación y todavía resta camino por recorrer. De hecho, la formación no termina nunca, dado que es el alimento de la fe, de la espiritualidad. Una fe que no desarrolle queda anquilosada, estancada. Es preciso cuidarla con la tarea formativa para que nos haga crecer por dentro.

velez hermandades
Vélez, Mons. José Ángel Saiz, Arzobispo de Sevilla y un sacerdote

Más allá del día de la estación de penitencia. ¿Cómo vive una Hermandad a lo largo del año? 

–La reciente pandemia que hemos padecido ha hecho aflorar la tarea asistencial que desarrollan las cofradías, que es mucha y variada. Todas las hermandades cuentan con su Diputación de Caridad que canaliza esta labor, una veces a cargo exclusivamente de la hermandad, otras veces unidas unas con otras para potenciar las acciones.

El propio Consejo cuenta con una labor asistencial, “Proyecto Fraternitas”, que desarrolla en una de las zonas social y económicamente más deprimidas, en un barrio que, por desgracia, figura entre los tres más pobres de nuestro país.

Son muchas las personas que sin la contribución de las hermandades y de la Iglesia, a través de Cáritas, pueden afrontar cada día las más elementales necesidades.

Las Hermandades Sacramentales y de Gloria son también una fuerte realidad en Sevilla y en otros lugares. ¿Qué papel tienen dentro del Consejo? 

–Las Hermandades Sacramentales y de Gloria participan de los fines generales de cualquier hermandad: culto, Formación y caridad; si bien, poseen sus propios carismas.

Las Sacramentales tienen como principal cometido fomentar la devoción y el culto a Jesús Sacramentado, realmente vivo y presente en la Eucaristía.

Las hermandades de Gloria son eminentemente marianas. La mayoría dan culto al misterio de la maternidad divina de María. Son devociones muy íntimas, que aglutinan a familias y a muchas collaciones de la ciudad, en las que vertebran a sus vecinos como un verdadero común denominador y una seña específica de identificación.

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