Martin Foley es CEO en Arise Foundation, una organización benéfica fundada en 2015 por John Studzinski y Luke de Pulford. Desde entonces, Arise lucha por la erradicación de las nuevas esclavitudes que perviven en nuestro planeta.
Con una visión centrada en la promoción de la dignidad humana y el convencimiento de que es imposible dar la espalda al sufrimiento humano, Arise trabaja a través de la cooperación de redes locales e internacionales para terminar con la trata de personas, el tráfico de órganos o la explotación sexual entre otras nuevas formas de esclavitud.
Aunque no pertenece a ninguna confesión religiosa, Arise se define como faith-friendly, y lo hace al constatar que “el poder de la fe para lograr cambios duraderos” y los numerosos proyectos que, en este campo, llevan a cabo religiosas y consagrados en el mundo entero.
Foley, licenciado en Derecho por la Universidad de Manchester, ha estado unido, desde hace años al tercer sector. Tras su paso por Life, una organización benéfica británica de apoyo a las personas que se enfrentan a embarazos complicados y abortos, Martin pasó a ser director ejecutivo en el Reino Unido de la organización internacional Stella Maris, de la que llegó a ser el coordinador europeo. En la actualidad, dirige Arise
Según Arise, hoy hay más esclavos que nunca en la historia ¿Por qué no se habla de ello como se debería?
–Para demasiadas personas, la esclavitud se considera un asunto “de la historia pasada”, un crimen abolido hace centenares de años. Sin embargo, la terrible realidad es que aproximadamente 50 millones de personas están esclavizadas hoy en día.
Con demasiada frecuencia, la esclavitud es un delito oculto, que explota a personas vulnerables, incluidos los inmigrantes, y que tiene lugar a puerta cerrada en fábricas, burdeles e incluso domicilios particulares. Así que la falta de concienciación contribuye a que no se hable de la esclavitud como se debería.
Otro factor es la indiferencia a todos los niveles de la sociedad, desde los gobiernos hasta los individuos. La esclavitud está entretejida en muchas cadenas de suministro, pero con demasiada frecuencia los gobiernos no están dispuestos a enfrentarse a este delito y nosotros, como individuos, priorizamos nuestra sed de moda rápida, comida barata y gratificación sexual sobre los derechos humanos de las personas explotadas.
El caso de los niños es flagrante: matrimonios forzados, esclavitud laboral y tráfico sexual ¿qué ocurre en las leyes de muchos países para que esta realidad siga presente en tantas zonas?
–Las leyes no se aplican. Esto permite a los delincuentes eludir la responsabilidad de sus actos. Si se compara con la lucha contra otros delitos, como el tráfico de drogas, es evidente que la lucha contra la esclavitud y la trata de seres humanos carece crónicamente de recursos.
Arise trabaja especialmente en las raíces de estas situaciones ¿Cuáles son las causas de las nuevas esclavitudes? ¿Realmente se pueden atajar?
–La pobreza y la falta de educación y concienciación son causas profundas de la esclavitud, que aumentan la vulnerabilidad de las personas ante los traficantes criminales. Pero tampoco debemos olvidar que la trata es un delito, en el que los delincuentes eligen conscientemente explotar a sus semejantes.
Creemos que es posible atajar las causas, mediante un enfoque dirigido a nivel local, junto con un enérgico procesamiento de quienes cometen el delito. Las personas y organizaciones arraigadas en las comunidades son las más indicadas para prestar un apoyo significativo a quienes sufren, así como para identificar y abordar las causas sistémicas que ponen en peligro a las personas de sus comunidades.
¿Cómo se complementa el trabajo de los grupos de primera línea y las redes de apoyo contra esta esclavitud en Arise? ¿Cómo desarrollan los proyectos en los distintos países?
–Los grupos y redes de primera línea son fundamentales para el trabajo de Arise. Las religiosas católicas, integradas en las comunidades a las que sirven, se encuentran entre los principales grupos de primera línea a los que Arise presta apoyo. Para que se produzca un cambio real es esencial que exista una profunda calidad de atención y confianza. Estas cualidades abundan en las religiosas católicas. Arise tiene el privilegio de apoyarlas en la lucha contra la esclavitud.
A través de un proceso de escucha, diálogo y acompañamiento con grupos de primera línea que trabajan en comunidades donde las personas son vulnerables a la explotación. Todo lo que hacemos se basa en nuestros valores de respeto a la dignidad humana, humildad y confianza. Mediante un proceso de acompañamiento, tratamos de determinar cuáles son las necesidades locales y cómo podemos responder de la manera más eficaz.
¿Cree que es posible lograr un mundo sin estas nuevas esclavitudes?
–Sí. Nuestra visión es un mundo sin esclavitud ni trata de seres humanos, en el que se respete la dignidad de todas las personas. Todos podemos contribuir a hacer realidad esta visión tomando conciencia de la realidad de la esclavitud hoy en día, siendo consumidores responsables y apoyando la misión de Arise de reforzar la fuerza, la sostenibilidad y el impacto directo de los grupos de primera línea que trabajan para prevenir la esclavitud y la trata de seres humanos.