Familia

Alicia Latorre: “La reforma de la ley del aborto pretende blanquear el mal”

Es una de las mayores luchadoras de la causa por la vida. Alicia Latorre coordina la Plataforma Sí a la Vida, que ha convocado la Marcha por la Vida 2022 el 27 de marzo, y preside la Federación Española de Asociaciones Provida. A su juicio, la reforma de la ley del aborto es “intimidatoria” y “una apisonadora de derechos y libertades”.

Rafael Miner·27 de febrero de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos
alicia latorre_sialavida_aborto

Han coincidido casi en los mismos días esta semana. Por un lado, la ministra de Igualdad, Irene Montero, anunció en el Congreso algunas líneas de una reforma legislativa que obliga a los hospitales públicos a contar con profesionales que practiquen abortos; elimina el periodo obligatorio de reflexión de tres días antes de abortar, y acaba con la exigencia del consentimiento de los padres para las chicas de 16 y 17 años, cuestión que introdujo el PP. “El aborto será libre, gratuito y seguro”, manifestó la ministra.

Por otro, la Plataforma Sí a la Vida, integrada por 500 asociaciones, y cuya coordinadora es Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, ha convocado de nuevo a la sociedad civil en España.

La cita es el próximo 27 de marzo a las 12,00 horas en Madrid (c/Serrano/Goya), con la finalidad de salir a la calle en defensa de toda vida humana, pedir “respeto por la dignidad de todas las personas y mostrar el rechazo a las ultimas leyes aprobadas, que atentan directamente contra la vida humana”, tal como ha informado Omnes.

Este año volverá por tanto a celebrarse el Día Internacional de la Vida. El antecedente más cercano de defensa de la vida en la calle tuvo lugar en enero, con la concentración de Cada Vida Importa, que se manifestó con motivo de la falta de ayudas públicas a la maternidad, la ley de eutanasia, los no nacidos, el ataque a la objeción de conciencia de los médicos, y la reforma del Código Penal en contra de la libertad de expresión de los provida.

Con ocasión de la Marcha por la Vida de finales de marzo, Omnes ha conversado con Alicia Latorre, que no ha eludido ninguna cuestión, y a la que hemos visto tan entusiasta como siempre.

¿Cuáles son los principales objetivos de la Marcha por la Vida en marzo?

― Por un lado, mostrar un año más (y van 11 desde 2011) nuestro compromiso público y unitario con la defensa de la vida y su dignidad, desde todos los campos en los que están trabajando las distintas asociaciones que forman esta plataforma. 

Por otro, alzar la voz para denunciar la injusticia y vergüenza tanto de las leyes más recientes que atentan contra la vida (eutanasia y persecución a los provida), como las anteriores que han arrebatado millones de vidas humanas. 

Igualmente, como cada año, queremos mostrar la cara preciosa e intensa de la vida humana con tantos aspectos positivos, tantos testimonios de lucha, superación y generosidad, que casi nunca se muestran y están dándose cada día. 

El color verde esperanza y la respuesta rotunda de decir Sí a la vida de todos y en cualquier momento y circunstancia recorrerá las calles de Madrid, precedida de una alegre carrera por la vida. 

¿Cómo valora la reforma que penaliza como acto “coactivo, intimidatorio”, el asesoramiento a mujeres que acuden a centros abortistas?

― Es otra vuelta de tuerca más en la maldad del aborto por parte de sus empresarios y la ideología perversa de la cultura de la muerte. Revela, por un lado, que reconocen que es efectiva la acción de quienes ofrecen información y ayuda, o de quienes rezan y los ven como un peligro real para sus negocios.

Es una ley intimidatoria, una apisonadora de derechos y libertades y, algo peor, pretenden blanquear el mal, con una ley para que se confunda lo legal con lo bueno. Es presentar el bien como mal que debe ser perseguido. Saben perfectamente que no hay acoso ni intimidación.

La ley está redactada de la peor manera posible, porque hay en ella una presunción de culpabilidad, y la denuncia ni siquiera la tienen que hacer las mujeres sino que la pueden hacer los propios centros de aborto.

Evidentemente todo eso habrá luego que demostrarlo, pero mientras tanto existen unas penas previas similares a la también injusta, por discriminatoria, ley de la llamada violencia de género. 

Describa esa tarea que realizan los que ofrecen información o ayuda.

― Estas personas valientes, junto con los cientos de asociaciones que también evitan abortos y cuidan a las mujeres embarazadas y su familia, están llevando a cabo una revolución silenciosa y efectiva que nos hace albergar una esperanza bien fundamentada. Su mera existencia ya ha sido el cauce para salvar decenas de miles de vidas humanas y haber arropado y ayudado a cientos de miles de mujeres, de hombres y de familias. 

Espero y deseo de corazón que todo esto sean los últimos coletazos de esta corriente de odio y prepotencia, y que lo antes posible la cultura de la vida pueda extenderse por todos los rincones. Mientras, seguiremos sin dejar de sembrarla y difundirla. 

En Colombia se ha despenalizado el aborto hasta la semana 24, y algunos medios han hablado de “avance histórico”.

― Es una tragedia terrible para un país que ya está castigado con la ley de la eutanasia, con violencia, secuestros, narcotráfico y otros frutos de la cultura de la muerte. Todo esto sólo crea muerte, sufrimiento extremo, desesperanza y corrupción, por lo que nuestro dolor es inmenso por la población colombiana, que en su mayoría tiene un corazón grande y está siendo atacada en sus valores y creencias. Las consecuencias no son sólo para esas criaturas inocentes a quienes se les va a arrebatar la vida de forma tan cruel, ni para sus madres, algo que tristemente ya conocemos en España después de 36 años de aborto, sino para la conciencia individual y colectiva del pueblo colombiano y de otros países en los que pueda influir. 

Presentarlo como un avance histórico es parte de la estrategia de quienes manejan los hilos económicos e ideológicos de la cultura de la muerte, de quienes han trazado un plan de avance de sus planes de exterminio y control de pueblos y naciones.

Son estrategias bien conocidas de manipular el lenguaje, presentar el aborto como libertad de la mujer y a los provida como enemigos de las mismas. La realidad es que a los hijos los ignoran y cosifican, las mujeres no les interesan más que como mercancía y no sólo no les ayudan a resolver sus problemas, sino que las abandonan tras el aborto sin querer solucionar las consecuencias físicas, psicológicas y morales.

Terminamos la breve conversación con Alicia Latorre. Sobre la decisión constitucional colombiana, la coordinadora de la Plataforma Sí a la Vida afirma: “Mucho más se podría decir, pero desde luego no sólo no es un avance sino que es un retroceso tanto desde un punto de vista legislativo, como en los derechos humanos y el progreso”. Sólo una pequeña recomendación. Si tienen unos minutos, vean el reportaje ‘¿Qué necesitas para no abortar?’. Quizá ayude a pensar un poco.

Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica