Del 25 al 27 de octubre se ha celebrado en Madrid la vigésimo primera edición de EncuentroMadrid, un congreso que ha querido afrontar si a pesar del contexto presente, que en ocasiones puede valorar negativamente, puede decirse que “la trama de la vida es preciosa”. La frase entrecomillada es de Takashi Nagai, un médico japonés que sufrió la caída de la bomba atómica y aún así encontró en la fe cristiana el impulso para dar una gran esperanza al pueblo japonés en un contexto muy dramático para la nación.
Ponentes de gran nivel
El filósofo francés Fabrice Hadjadj fue uno de los ponentes destacados. A raíz de las propuestas de inmortalidad procedentes del transhumanismo, se preguntaba en su conferencia para qué queremos conservar indefinidamente la vida cuando no aceptamos el riesgo de ponerla en juego. “Queremos crear hombres inmortales para que luego se suiciden”, decía de manera provocadora Hadjadj para explicar que, si buscamos sólo conservar la vida, esta se pierde.
Andrés Aziani, uno de los protagonistas de la exposición “La Plaza del encuentro”, “lo mejor es el coraje con el que cada uno debe retornar su camino para poder decir sí a la vida”, con todos sus retos e implicaciones.
La propuesta de Giussani
Siguiendo la propuesta de Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación, los organizadores de EncuentroMadrid proponen un crecimiento y madurez en la fe basado en el diálogo y la amistad con personas de mentalidades muy diferentes.
Este congreso es un espacio de diálogo y reconocimiento recíproco con personas de diversas tradiciones éticas y culturales. Como dijo el profesor Diego Garrocho, “los bandos son porosos… no se trata de vencer, sino de encontrar ese milímetro de verdad que está en la posición del otro. La diferencia hay que respetarla siempre, pero mejor aún sería hacerla objeto de conversación”.
Reflexiones sobre el arte
La jornada central de EncuentroMadrid 2024 contó con dos de los mejores ponentes de esta edición: los artistas Antonio López, pintor de la generación de los realistas de Madrid, y Pedro Chillida Belzunce, también artista e hijo y colaborador de su padre, Eduardo Chillida.
El encuentro, presentado por el arquitecto Enrique Andreo, estuvo precedido por un vídeo documental montado por él en el que tanto Chillida padre como hijo hablaban de su relación con la obra.
El vídeo aborda también la relación del artista vasco con la fe, en un paralelismo entre la creación artística y la Creación con mayúscula. “La palabra ‘creación’ es demasiado grande para el hombre. Yo sólo concibo la creación a nivel de Dios. Ha sido por floración natural: he tenido fe toda la vida, y los desequilibrios entre razón y fe siempre me han ayudado. La verdadera importancia de la razón reside en el poder que tiene para hacernos comprender sus propias limitaciones. Si no se me hubiera planteado este problema, seguramente ni mi obra se hubiera encaminado hacia donde lo ha hecho… ni yo tampoco”, reflexiona Eduardo Chillida.
Misa de clausura con Cobo
El cardenal José Cobo clausuró EncuentroMadrid con una Misa en la que subrayó a los asistentes que “tenéis en el ADN dos palabras clave más necesarias que nunca: comunión y liberación”. Desde ahí, ha urgido a seguir comunicando esta vida a mar abierto, especialmente a quienes están lejos o son más vulnerables, para seguir tejiendo una trama de verdadera fraternidad en la que todos puedan encontrar el significado y la acogida que necesitan y esperan.