Ecología integral

«En una sociedad sana nadie tendría que preguntarse si sobra”

La mesa redonda “Acerca de la eutanasia: recuperar el sentido de la dignidad, el cuidado y la autonomía” impulsada por el instituto Core Curriculum de la Universidad de Navarra abordó el tema de la eutanasia de una manera interdisciplinar. 

Maria José Atienza·22 de abril de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos
eutanasia

Foto: ©Olga Kononenko/ Unsplash

¿Qué podemos hacer una vez aprobada la ley de eutanasia? El Instituto Core Curriculum de la Universidad de Navarra celebró ayer la mesa redonda “Acerca de la eutanasia: recuperar el sentido de la dignidad, el cuidado y la autonomía” en la que se ha abordado esta cuestión desde los ámbitos de la medicina, el derecho, la opinión pública y la filosofía.  

Carlos Centeno, director del servicio de Medicina Paliativa de la Clínica Universidad de Navarra; Teresa Sádaba, profesora de Comunicación; José María Torralba, profesor de Ética; y Pilar Zambrano, profesora de Filosofía del Derecho fueron los ponentes de esta mesa redonda que ha estado moderada por Mercedes Pérez Díez del Corral, decana de la Facultad de Enfermería.

La medicina actual borra la idea de que “hay que morir sufriendo”

El primero en tomar la palabra fue el doctor Carlos Centeno, quien centró su exposición en la idea de que con una buena medicina se puede morir en paz y sin sufrimiento. Para ello, describió avances y prácticas médicas que actualmente se realizan y que combaten la idea de que “hay que morir sufriendo” y lo hizo a través de varios ejemplos reales, de pacientes de diversas dolencias y estadios de la enfermedad. El doctor quiso, principalmente, destacar la diferencia entre paliativos y eutanasia. Mientras los primeros buscan aliviar los sufrimientos derivados de la enfermedad, la eutanasia persigue, activamente, el fin de la vida.

Centeno centró su exposición en tres prácticas médicas. La primera: el uso de la morfina, bien administrada como “buena medicina que evita un sufrimiento intenso al paciente”. Una práctica que no se aplica sólo a personas cercanas a morir sino a personas que, por motivos de su enfermedad padecen un alto nivel de sufrimiento. La sedación paliativa ha sido la segunda de las prácticas que ayuda a eliminar el sufrimiento y no al paciente, como la eutanasia. En este punto, Centeno recordó que la sedación paliativa tiene como objetivo aliviar el sufrimiento y se aplica con mayor o menor profundidad según las dolencias. Por último, se refirió a la adecuación del esfuerzo terapéutico, “decidir si un tratamiento es excesivo para una persona. Esa aceptación es tener consciencia de que la enfermedad ha llegado a un tope es aceptar, de algún modo, la muerte natural”.

«La nueva ley reconoce el derecho a solicitar una prestación medica consistente en matar»

El enfoque jurídico lo puso la profesora Pilar Zambrano, quien comenzó distinguiendo los conceptos de cuidados paliativos, la adecuación del esfuerzo terapéutico y eutanasia. Zambrano afirmó que es necesario “tener claro que eutanasia es aquella acción dirigida a causa la muerte de manera intencionada y directa”.

Asimismo, Zambrano diferenció entre dos concepciones de la despenalización. La primera, entiende que “el estado debe abstenerse de intervenir ante un derecho individual. Se pide una omisión del Estado y que no exista una penalización, por ejemplo, de una multa en el ejercicio de lo que considero un derecho”.

La segunda concepción, sin embargo, “considera que ese derecho se ha de convertir en un derecho prestacional, es decir, que el Estado tiene que ofrecer los medios para hacerlo posible”. Esta es la concepción de la recientemente aprobada ley de eutanasia, que transforma la eutanasia activa en un derecho prestacional – que el Gobierno tiene que procurar, alentar, y formar en ella. “Estamos frente a una norma que reconoce el derecho a solicitar una prestación medica consistente en matar”, reconoció Zambrano.

La pregunta que deviene de esta normativa es evidente ¿puede un ciudadano oponerse activamente a esta ley? Un tema complicado, como admitió la profesora de Derecho, que reconoció que esta oposición sería distinta según el rol de cada persona ante la ley: por ejemplo, profesionales médicos, legisladores o los propios políticos.

Conocer los «marcos de interpretación»

Por su parte, la directora del ISEM y profesora de comunicación, Teresa Sádaba abordó los “marcos de interpretación actuales en los que la opinión pública aborda la eutanasia” y que habría que repensar, con el objetivo de crear un debate real y fructífero sobre la eutanasia que llevara a la reflexión de los puntos fundamentales que se hayan en juego. Los marcos de interpretación que señaló Sádaba son:

  1. Compasión ante el sufrimiento, especialmente, mostrando situaciones limites. Se considera la compasión por encima de cualquier otro. Una compasión no sólo con el enfermo sino con el cuidador o familia.
  2. El concepto de dignidad. En el que, según Sádaba, existe “una confusión terminológica”, ya que quienes rechazan la eutanasia apelan a una dignidad intrínseca mientras que los defensores consideran la dignidad como adecuación a unas circunstancias.  
  3. La banalización y normalización de estas cuestiones.
  4. La presentación de la Iglesia como una institución dogmática o ancestral, carente de razones inteligentes.
  5. La consideración del Derecho como una conquista de derechos individuales, sin límites.
  6. El argumento sobre el papel de los profesionales: la caducidad del juramento hipocrático o la estadística como argumento.
  7. Experiencia de otros países, en favor o en contra
  8. El animalismo y la consideración o equiparación de los derechos de animales y seres humanos.
  9. El mundo del negocio que también existe en la eutanasia.
  10. Los avances de la ciencia

Para terminar, Teresa Sádaba, destacó la importancia de crear un banco de confianza a la hora de abordar, con una perspectiva correcta este tipo de asuntos.

«Construyamos una sociedad orgullosa de cuidar de los suyos»

Por último, tomó la palabra el filósofo José María Torralba, director del instituto Core Curriculum de la Universidad de Navarra quien comenzó destacando que “estamos ante un momento de cambio de cosmovisión. La sociedad ha perdido el sentido de conceptos como “cuidado”, “autonomía” o “sufrimiento”. Torralba apeló a la necesidad de recuperar el sentido de esos conceptos a través de la educación y del debate público.

El profesor de ética hizo una llamada a no cerrar el debate acerca de la eutanasia, a pesar de estar la ley aprobada dado que es “una ley que perjudica al bien común y hemos de trabajar para cambiar la ley. Nos mueve la convicción de que existen verdades, como el valor de la vida, que la sociedad no debería olvidar”. En esta línea, señaló que “el mensaje cristiano ha de recordar que la vida es un don que recibimos, que los parámetros de utilidad no son adecuados para valorar una vida”.

Asimismo, incidió “en situaciones de sufrimiento la capacidad de amar y ser amado no desaparece, de hecho se hace mas palpable”.  

Torralba se refirió a los dos modos de entender la dignidad a los que había hecho alusión la profesora Zambrano: como valor intrínseco o como pura autodeterminación.

Torralba señaló que “habría que construir una sociedad en la que nadie tenga que preguntarse si sobra, ya que las leyes crean cultura y viceversa”. La cultura, a través de medios, de la educación, las artes “debería crear una sociedad orgullosa de cuidar de los suyos”, concluyó.

Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica