John Henry Newman nació el 21 de febrero de 1801 en Londres, en el seno de una familia anglicana de banqueros. Fue el primogénito de seis hermanos. A la edad de siete años empezó a asistir a una escuela en Ealing, donde se distinguió por su diligencia y buena conducta. Allí manifestó cierta timidez y marginación, pues no tomaba parte en los juegos escolares. Él mismo dijo haber sido en estos primeros años «muy supersticioso».
Desde joven manifestó un gran interés por la lectura de la Biblia, y también por las novelas de Walter Scott, que entonces estaban en curso de publicación. Más tarde leyó algunas obras de escépticos como Paine, Hume, Voltaire y probablemente le influenciaron sus ideas.
Primera conversión
A la edad de quince años, durante su último año en la escuela, tuvo una primera “conversión”, que marcó su vida a partir de entonces. Aparte de sus estudios en los que siempre sobresalió, actuó en obras de teatro, tocaba el violín, ganó premios de oratoria y escribió artículos en publicaciones periódicas.
Su infancia feliz llegó a un abrupto final en marzo de 1816. Hubo un colapso financiero sobrevenido por las guerras napoleónicas y el banco de su padre se vio obligado a cerrar. Newman se quedó en la escuela durante las vacaciones de aquel verano a causa de la crisis familiar. El periodo comprendido entre principios de agosto al 21 de diciembre de 1816, Newman siempre lo consideró como el punto de inflexión en su vida. Solo en la escuela y conmocionado por el desastre familiar, cayó enfermo en agosto. Más tarde llegó a ver esta época como una de las tres grandes enfermedades providenciales de su vida, ya que fue en el otoño de ese año cuando tuvo una conversión religiosa bajo la influencia de uno de sus maestros, el Reverendo Walter Mayers.
Hasta este momento, Newman había tenido una educación convencional en un hogar fiel a la Iglesia de Inglaterra, allí hacían hincapié en la Biblia en lugar de dogmas o sacramentos, y una especie de «entusiasmo» evangélico habría sido mal visto. Su fe se identificó entonces como evangélica y calvinista y llegó a sostener que el Papa era el Anticristo. Se matriculó en Teología en el Trinity College, en Oxford y en 1819 se incorporó al Lincoln´s Inn. Deseando permanecer en Oxford, dio clases privadas en Oriel, «el reconocido centro del intelectualismo en Oxford».
Labor en la iglesia anglicana
En la fiesta de la Santísima Trinidad, el domingo 29 de mayo de 1825, ordenaron a Newman presbítero de la Iglesia de Inglaterra y nombrado después párroco de St. Clement, en Oxford. Durante dos años, estuvo activamente comprometido con el trabajo parroquial, pero también encontró tiempo para escribir artículos para la Enciclopedia Metropolitana. En 1825, pasó a ser vice-director de St Alban’s Hall, y allí tuvo su primera idea clara de la Iglesia católica. En 1826 pasó a ser profesor-tutor de Oriel. A finales de 1827, Newman sufrió una especie de colapso nervioso provocado por el exceso de trabajo y por los problemas financieros de la familia, agregando a esto la repentina muerte de su hermana menor.
Lideró a partir de 1833 el Movimiento de Oxford, una corriente religiosa dentro de la Iglesia anglicana que intentaba una “vía media”, un tercer camino, entre el protestantismo y la Iglesia católica y que trataba, a su vez, de demostrar que la Iglesia de Inglaterra era la descendiente directa de la de los apóstoles. Newman argumentaba, sin embargo, que la doctrina de la Iglesia, definida en el Concilio de Trento, era totalmente incompatible con los Artículos de la Iglesia Anglicana.
La segunda enfermedad providencial
En 1842 se retiró a Littlemore donde vivió bajo condiciones monásticas con un pequeño grupo de seguidores. Años antes, desde 1816, había comenzado a leer a los Padres de la Iglesia, lo que consideró como su segunda enfermedad providencial.
Su vida fue de gran austeridad física, a la vez que de ansiedad, y poco a poco fue reconciliándose con el credo y la liturgia de la Iglesia Romana, aunque todavía no estaba decidido a hacerse católico por encontrar obstáculos como la devoción a la Virgen y a los santos. Fue entonces cuando escribió: “En 1843 di dos pasos muy importantes: 1) En febrero hice una retractación formal de todas las cosas duras que había dicho contra la Iglesia de Roma. 2) En septiembre renuncié a mi beneficio de Santa María, Littlemore”.
Conversión al catolicismo
Dos años después, en 1845 se dio clara cuenta de que sus argumentos sobre la relación de la Iglesia Católica Romana con la de Inglaterra eran más fuertes de lo que él pensaba. Rindiéndose ante la autoridad de su propia argumentación, se convirtió al catolicismo y fue ordenado sacerdote católico el 1 de junio de 1847, en Roma. Celebró su primera Misa el 5 de junio de 1847. Alentado por el Papa Pío IX, fundó el primer Oratorio de San Felipe Neri en Inglaterra con el padre Faber como su superior. Ahí dictaba cursos y conferencias sobre “La actual posición de los católicos en Inglaterra”. En 1877, cuando reeditaron sus trabajos del periodo anglicano, añadió a los dos volúmenes un largo prefacio y numerosas notas en las que criticaba y contra argumentaba sus asertos anticatólicos de la versión original.
En 1889, a los 88 años de edad, recibió del Papa León XIII la dignidad de cardenal pasando a formar parte del Colegio Cardenalicio. Falleció al año siguiente, el 11 de agosto de 1890. Más de un siglo después, en 1991, el cardenal Newman fue proclamado venerable tras una minuciosa investigación de su vida y obras por la Congregación para las Causas de los Santos. En julio de 2009, la Santa Sede promulgó el decreto que atribuía un milagro a su intercesión. El 19 de septiembre de 2010 el Papa Benedicto XVI beatificó al cardenal Newman en el Reino Unido, en una solemne y multitudinaria Misa. En el año 2019, el Papa Francisco canonizó al inglés.