Ecología integral

El auge de la limosna 2.0

La caída del uso de dinero metálico ha llevado a nuevas formas de donativos que facilitan, por un lado, la colaboración de los fieles y, por otro lado, la transparencia en la gestión de este dinero por parte de las parroquias y comunidades.

Maria José Atienza·23 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos
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Atril de limosna por tarjeta en una iglesia de Madrid

Los atriles o cepillos electrónicos se han convertido, en pocos años, en un elemento habitual del mobiliario de las parroquias y templos en España. Tres años después de que comenzaran a colocar estos atriles, hoy se ven ya como algo natural, en parte, gracias a su rápida expansión a través de la geografía española.

Este sistema de recogida de donativos ha experimentado un notable auge, junto al de la donación online y confirma una tendencia que se observa en gran parte de la sociedad española: la generalización del uso de la tarjeta en los pagos habituales.

Además de esto, los atriles de donativos mediante tarjeta no sólo han ayudado a digitalizar las colectas, sino que también “ofrece un análisis de los donativos que resulta muy útil para poder optimizar la parte económica de la corresponsabilidad”, como señala Santiago José Portas Alés, Director de Instituciones Religiosas y Tercer Sector del Banco Sabadell, la primera entidad financiera en poner en marcha este sistema de donativos.

Donativos más generosos

Los datos muestran que, en estos pocos años, muchos fieles se han acostumbrado a usar estos atriles o cepillos electrónicos y se muestran especialmente generosos en las cantidades aportadas a sus parroquias y comunidades a través de ellos. “El importe medio del donativo en 2021 fue de 9,83 €” apunta Portas, “una cantidad muy relevante si comparamos con las colectas tradicionales. Esto nos dice que somos más generosos cuando donamos con tarjetas”. Por zonas, “las comunidades autónomas con mayor media por donativo son Andalucía y Cataluña mientras que Madrid copa el mayor número de donaciones totales”.

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Una de las características de este sistema es la facilidad de su utilización por parte de todo tipo de personas. Muchos de estos atriles además, incorporan cantidades estándares de donación, lo que agiliza su realización. En este sentido, Santiago Portas apunta que “los donativos con más recurrencia son los de 5,10 y 19 euros. Sin embargo, casi el 20% de la colecta es resultado de los donativos de más de 25 euros.

Son muchas las parroquias que, durante la semana no pasan el cestillo y se centran en las colectas de los domingos. En esta línea, la instalación de los atriles permite, a muchas personas que acuden entre semana a la parroquia a actividades o celebraciones, el ejercicio de estas limosnas. Evidentemente, el fin de semana: sábado tarde y domingo- son los días en los que más gente utiliza el cepillo electrónico. Entre semana, “el día con mayor actividad es el miércoles y si hablamos de horarios las colectas son mayores en las misas de por la mañana que en las de las tardes, exceptuando las de sábado que es a la inversa” explica Portas.

Más corresponsabilidad

La situación de crisis, las necesidades crecientes de muchísimas familias de nuestro entorno y de las parroquias y comunidades, está siendo una llamada a la corresposabilidad para muchos fieles. En este sentido además, los datos que ofrecen estos sistemas de donativos están ayudando a los consejos económicos de las parroquias “a analizar el comportamiento de las colectas y con ello a ayudar de forma profesional a aumentar la corresponsabilidad económica en el sostenimiento”.

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