Decir que Carlo Acutis era como cualquier adolescente típico sería correcto: le encantaba el fútbol, Pokemon, las películas de acción y los animales, pero el mayor amor de Carlo era la Eucaristía.
Nació en Londres en 1991 de padres italianos, pero él y su familia se trasladaron a Milán (Italia), donde creció. Carlo fue un ejemplo de santidad y sigue inspirando a jóvenes de todo el mundo. A lo largo de su corta vida, Carlo amó y veneró profundamente la Eucaristía. Decía a menudo: «La Eucaristía es mi autopista hacia el Cielo», y «Si nos ponemos delante del sol, nos ponemos morenos, pero cuando nos ponemos delante de Jesús en la Eucaristía, nos convertimos en santos».
A temprana edad, el joven Carlo pidió recibir su Primera Comunión. En un convento italiano, el futuro beato Carlo recibió el Santísimo Sacramento por primera vez y asistió a Misa diariamente durante el resto de su vida, sin perder nunca la oportunidad de estar con su primer amor. Familiares y amigos cuentan que se sentía profundamente atraído por la Eucaristía y que no podía pasar por una iglesia sin detenerse a «saludar a Jesús». Pensaba que la gente se acercaría más a Dios si sabía que Jesús estaba realmente en la Eucaristía.
Carlo Acutis, apóstol de la Eucaristía
Sin ser aún adolescente, Carlo respondió a su llamada a catequizar y se convirtió en catequista auxiliar en su parroquia. «Era un chico muy preparado y adelantado a sus compañeros», dice su madre. Y «hacía que vivir lo ordinario fuera extraordinario». No es casualidad que este muchacho de sólo once años empezara a visitar milagros eucarísticos por todo el mundo con su madre y su padre y a documentarlos, lo que se convertiría en su legado.
Era adepto a los ordenadores y le fascinaba el bien potencial que podían aportar y «veía internet como una forma de evangelizar». Con el tiempo creó una exposición de Milagros Eucarísticos que sigue recorriendo el mundo. Este recurso basado en la web permite a la gente aprender sobre la fe y ahora está traducido a diecisiete idiomas.
Sin miedo
Cuando le diagnosticaron leucemia y supo que su vida iba a terminar, Carlo le dijo a su madre: «Mamá, no tengas miedo porque, con la Encarnación de Jesús, la muerte se convirtió en vida. No hay que huir: en la vida eterna nos espera algo extraordinario».
En 2020, el beato Carlo Acutis fue beatificado en Asís (Italia), su última morada, tal y como solicitó por su admiración a San Francisco de Asís.
El futuro «patrón de Internet» sigue inspirando, conmoviendo y motivando a innumerables personas en todo el mundo.