El simposio se celebró durante los días 28, 29 y 30 de septiembre en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma, Italia), con la presencia de 200 participantes, en representación de 70 iniciativas de 30 países de todo el mundo.
Los trabajos comenzaron el día 28 de septiembre con dos meses redondas con expertos de varios continentes, que reflexionaron sobre los desafíos de la innovación social.
El día 29 se inició con la conferencia de mons. Fernando Ocáriz sobre la acción social del cristiano en el mensaje de san Josemaría (puede leer la conferencia completa aquí). Hacia el final de su intervención el Prelado animaba a que este encuentro fuese una ocasión de revitalizar el servicio a los más necesitados trabajando con todos y haciendo propia una expresión del fundador del Opus Dei («está todo hecho, y está todo por hacer»), que también puede aplicarse a las instituciones y a las personas que trabajan en ellas, sin conformarse con lo que ya se ha hecho.
A continuación Fernanda Lopes, Presidenta del comité del centenario (2028-30), presentó el marco de este día de “tormenta de ideas” con la vista en el centenario del Opus Dei: la transformación del corazón como motor de la innovación social. Entre los aspectos propuestos para la reflexión y el diálogo se encontraban: la santificación del trabajo y sus consecuencias en la mejora de la sociedad; la transformación del mundo desde dentro; el compromiso social de los cristianos; la ciudadanía y la amistad social; el atractivo de hacer vida la doctrina social de la Iglesia; la importancia del cuidado de la casa común y de las personas, especialmente de las más vulnerables; la conexión entre la sostenibilidad medioambiental y la sostenibilidad social.
Tras el tiempo de trabajo de los 200 participantes en nueve grupos (“Promover la sensibilidad social”), los portavoces expusieron las conclusiones que han girado en torno a diversos temas: el valor de la experiencia, el protagonismo de los propios beneficiarios, confiar en las nuevas generaciones, una formación que lleve a las personas a servir mejor a los demás. La jornada continuó en la tarde con el segundo taller, “La misión de servicio de las iniciativas sociales”: escuchar a todas las personas, investigación para encontrar nuevas necesidades, no perder la identidad de los proyectos y el propósito que las impulsa; el desafío de la comunicación. El último taller versó sobre el legado que el futuro centenario del Opus Dei pueda suscitar en el ámbito del desarrollo social.
Los diferentes grupos abrieron un amplio abanico de ideas. Desde actitudes y espacios de formación y sensibilización, hasta iniciativas para una mayor profesionalización de las instituciones, así como plataformas para compartir experiencias, think tanks y espacios de diálogo intergeneracional, entre otras.
El viernes 30 concluyó el evento con una jornada dedicada a la innovación social y a los jóvenes en África.