El nuncio en España, arzobispo Bernardito Auza, ha repasado y comentado los documentos en los que los últimos Papas se ha referido a la ecología integral, desde san Pablo VI hasta la encíclica Laudato si’ del Papa Francisco.
La conferencia del nuncio en España ha tenido lugar en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), en el marco de la presentación del VI Congreso Razón Abierta, que tiene lugar de manera bianual.
Al repasar “un concepto que utilizó Juan Pablo II en 2001, que es también un elemento central de una ecología integral, la conversión ecológica”, afirmó el nuncio Auza, se observa que “laecología integral es para nosotros, creyentes católicos cristianos, una cuestión ética y moral, y también religiosa, espiritual”.
Una conversión
“El fundamento, el principio fundamental, porque tenemos la responsabilidad compartida, es la obligación de cuidar el medio ambiente, la creación. Es el imperativo moral y religioso. No vamos a cuidar el medio ambiente porque hay un problema. Para nosotros, haya más o menos problemas, tenemos la responsabilidad compartida de cuidar el medio ambiente, porque creemos que ésta es la creación que el Señor nos ha confiado, para cuidar, y también para disfrutar, para nuestro bien. Ese es el fundamento”, añadió.
“Podemos decir”, como san Juan Pablo II, agregó el nuncio en esta línea, “que hemos traicionado al Señor, que nos ha confiado la creación y no lo hemos hecho bien. Éste es el concepto de la conversión. Con la conciencia, colectiva ya prácticamente, de que no hemos hecho bien, tenemos que volver, éste es el concepto de la conversión, de esta conversión ecológica”.
“Podemos decir que tenemos que alejarnos de ciertos comportamientos, y convertirnos a comportamiento buenos. La crisis ecológica, para nosotros, tiene que considerarse también como un llamamiento a una profunda conversión interna”. “Una conversión, y ya estamos en el campo moral y teológico también”, que “necesita al menos dos acciones: una de aversión, de huir, de alejarse de comportamientos”.
¿De qué hemos de convertirnos? El nuncio Auza citó aquí algunas actitudes que nos ofrece el Papa. “Por ejemplo, el individualismo rampante, una cultura de la gratificación plena e inmediata, la avaricia, la falta de moderación, la falta de solidaridad con los necesitados”.
La segunda acción es “la acción de conversión, de cambio”, prosiguió. “Un movimiento hacia el bien. El Santo Padre menciona la responsabilidad compartida en el cuidado de la creación, la sobriedad en el uso de los bienes, y una participación siempre más activa en las acciones del cuidado del medio ambiente”.
“Pienso que esto es muy oportuno hoy, porque mañana vamos a comenzar la Cuaresma, el periodo espiritual de la conversión. Que nuestra conversión sea también beneficiosa para nuestra casa común, el planeta”, añadió Monseñor Bernardito Auza.
Santa Sede y Agenda 2030
El nuncio en España fue presentado por el rector de la Universidad Francisco de Vitoria, Daniel Sada, quien formuló la primera pregunta, sobre la Santa Sede y la Agenda 2030. Monseñor Auza, en su conferencia sobre la ecología integral, había recordado la fecha de publicación de la encíclica del Papa Francisco, Laudato sí’, el 24 de mayo de 2015.
“No era una casualidad que se publicara un documento de tal envergadura justo en las últimas fases de las difíciles negociaciones intergubernamentales de la Agenda 2030.
Los últimos meses fueron difíciles, y sale Laudato si’, que fue leída prácticamente por todos. Su objetivo específico era con vistas a la cumbre de París de diciembre de 2015”.
“Este documento”, reveló el nuncio, “ha tenido y continúa teniendo un impacto muy grande y muy positivo en los debates y en la política internacional sobre el medio ambiente. Soy testigo de ello al haber estado presente en todas las conferencias en todo el mundo, antes del Acuerdo de París, y antes de la agenda 2030, especialmente en las fases decisivas de las negociaciones intergubernamentales”, manifestó.
Recordar el Discurso del Papa Francisco ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, el 25 de septiembre de 2015, fue quizá uno de los motivos por los que el nuncio se alargó un poco en la contestación sobre la Agenda 2030. Y también, como es natural, porque Monseñor Auza trabajó en la Secretaría de Estado de la Santa Sede y posteriormente fue Observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde 2014 hasta su llegada a España.
El nuncio recordó que la Santa Sede ha expresado su posición sobre la Agenda 2030 en varias ocasiones. En ella se encuentran de manera destacada la erradicación de la pobreza y el hambre, la educación, desafíos medioambientales, y la promoción de la paz, que la Santa Sede comparte, como es obvio. Y existen dos puntos (aborto y género), en los que ha expresado “reservas” en el proceso.
La Agenda 2030 no incluyó finalmente el término “aborto ni un derecho al aborto”, afirmó el nuncio. En cuanto al término “género”, incluido en el punto 5, “la Santa Sede entiende el término género en su base biológica: masculino y femenino”. “Preferimos otros términos que recojan la idea del poder como servicio, antes que empoderamiento y empoderar`.
Por ejemplo, hablar de promoción, de promover”. El nuncio señaló también que es posible que España sea el único país del mundo donde existe un Ministerio para la Agenda 2030.