Arthur Alderliesten, director de la fundación Schreeuw om Level (Cry for life, Gritar por la vida), en Holanda, ha intervenido en el XVII Congreso nacional Provida con una ponencia sobre el papel de las parejas masculinas de las mujeres que se plantean acabar con la vida del niño no nacido. En este sentido, su objetivo es evitar que estos hombres se inhiban cuando aparece un embarazo no deseados y en el proceso sobre el aborto, puesto que el 31 % de ellos permanecen neutrales si su pareja se queda embarazada y desea abortar.
Ante un embarazo de estas características, el 42 % de las parejas masculinas instan o sugieren a la mujer que aborte, y el 27%, que no lo haga. Pero el 31 % se calla. “A estos nos gustaría llegar”, asegura. Él y su gente están convencidos del impacto que puede tener la actitud del hombre en salvar la vida del no nacido, y en que la mujer continúe con el embarazo.
Esto es lo que ha defendido en el XVII Congreso Provida que, con el lema ‘Desde las entrañas’, se ha celebrado en Madrid, organizado por la Federación Española de Asociaciones Provida, que preside Alicia Latorre, con la colaboración del CEU y la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), presididos por Alfonso Bullón de Mendoza. Arthur Alderliesten atendió a Omnes en pleno congreso.
¿Cuál es la regulación actual del aborto en Holanda?
— Holanda es uno de los dos países en Europa en los que se puede abortar hasta las 24 semanas. El otro es Reino Unido. En Bélgica están intentando ampliar el plazo de 12 a 18 semanas.
Cuando la ley holandesa se hizo en 1984, el límite de viabilidad eran las 24 semanas. Y por eso se eligió ese límite. Pero eso era en 1984. Hoy día, gracias a los desarrollos médicos, es posible que un niño de 21 semanas salga adelante. Pero ahora no está en la agenda política de Holanda y no se debate.
En los últimos años, la tendencia ha sido tener 30.000 abortos al año. Pero últimamente ha habido un repunte importante, y ahora son cerca de 40.000 al año. Y no sabemos con exactitud las razones.
¿Existen intelectuales, algún entorno cultural, aparte de su fundación, que defiendan en Holanda el derecho a la vida desde la concepción?
— En torno a diez asociaciones defienden este derecho, junto a la nuestra. Hace unos meses tuvimos a una ponente invitada, americana, que venía de Estados Unidos, y tenía una visión muy negativa sobre Holanda: aquí apenas hay provida. Sin embargo, hay más de nueve mil personas, casi diez mil, en el entorno provida. Eso le hizo cambiar su percepción sobre la sociedad holandesa.
Usted coordina el proyecto Ética en el Instituto Prof. Dr. G.A. Lindeboom.¿En qué centra su investiga ahora?
— Uno de los temas que investigo en estos momentos es la dignidad humana, y cómo utilizar la narrativa, un discurso sobre la dignidad que sea positivo en el Parlamento europeo. Porque actualmente las facciones provida y prochoice, no se hablan, no se entienden. El objetivo sería aunar, buscar puntos de encuentro gracias a este discurso.
¿Cuál es el mensaje principal de su intervención en este congreso?
— Construir buenas relaciones entre hombres y mujeres salvará vidas. A través del compromiso del varón, el compromiso del hombre. Quiero, tengo un mensaje específico para la Iglesia. Y es que deben preparar a los jóvenes para ser padres.
En realidad, el problema no es que los hombres no asuman su responsabilidad, porque he encontrado muchos que dicen: bueno, me he equivocado, he mantenido relaciones sexuales y ahora está el problema de un niño, asumo mi responsabilidad pagando por un aborto. Entonces, el problema no es que no asuman la responsabilidad, sino que no están preparados para ser padres. Se trata de que asuman su responsabilidad como padres. Es misión de la Iglesia, de todas las denominaciones cristianas, formarlos y prepararlos para que sean padres.
¿Qué objetivos tiene su fundación?
— Con un acercamiento lleno de esperanza, luchamos por una sociedad en la que el aborto sea impensable, y nos gustaría prevenir la muerte, el asesinato, de los niños no nacidos.
Lo hacemos de dos maneras. Ofreciendo apoyo psicológico a las madres embarazadas, y también después del aborto.
¿Y en relación al papel de los hombres en los embarazos no deseados?
— Ofrecemos un apoyo específico para los hombres en los embarazos de la mujer. Nuestra experiencia está siendo muy positiva cuando nos hemos acercado a los medios de comunicación holandeses. Han dado cobertura mediática a la causa que nosotros defendemos, que es involucrar a los hombres en el proceso sobre el aborto, y reconocer que también a ellos les impacta. La marginación del papel del hombre en la decisión sobre la vida y el aborto es lo que hemos venido a combatir.
Existe una visión muy extendida en el sentido de que los hombres no tienen ningún interés en el aborto. Sólo en las relaciones sexuales, y luego desaparecen de la ecuación. Pero no es así.
Explíquelo, si es tan amable.
— Cuando nos acercamos y escuchamos a los hombres en este proceso de decisión en torno al aborto, encontramos al menos seis situaciones distintas.
La primera es que no sabían del embarazo, y quizá tampoco del aborto, del que no le informó la pareja.
La segunda, sabía del embarazo, pero prefieren ocultar sus sentimientos y convicciones, sin querer decir nada a la mujer.
La tercera, le presiona para abortar.
La cuarta, le apoya en su decisión de abortar.
La quinta, se opone al aborto, aunque no lo diga abiertamente.
Y la última, abandona a la mujer física y emocionalmente, al rechazar todo tipo de responsabilidad respecto a ella y sus decisiones.
En realidad, muchos hombres sí quieren asumir responsabilidad, pero les cuesta encontrar la manera adecuada de disentir.
En su ponencia ha ofrecido algunos porcentajes sobre la influencia del hombre sobre su pareja.
– Sí. En un estudio de 2021, puede verse la actitud del hombre respecto al aborto, y la influencia que puede tener finalmente en el aborto. He aquí el esquema:
La influencia del hombre sobre su pareja:
1.- Le insté encarecidamente a que abortara (12 %). Le sugerí que abortara (30 %)
Total, aborto sí (42 %)
2.- No le di ningún consejo, fui neutral (31%)
3.- Le sugerí que no abortara (19%). Le recomendé encarecidamente que no abortara (8%)
Total, aborto no (27 %).
(Lifeway Research: Care net Study of Men whose Partner has had an Abortion, 2021 – n=983)
¿Que destaca de esos datos?
— El apartado que me gustaría destacar es el de hombres que se mantuvieron neutrales y no dieron ningún tipo de consejo a la mujer, el 31 %.
Precisamente ese segmento del 31 % es al que nos gustaría llegar, porque nos damos cuenta del impacto que puede tener la actitud del hombre en salvar la vida del no nacido, y en convencer a la mujer para que continúe con el embarazo. Muchas veces, el hombre ni siquiera es capaz de aportar un buen consejo.
No se sienten preparados para ser padres
Hasta aquí la conversación con Arthur Alderliesten. El director de ‘Schreeuw om Level’ presentó asimismo algunas razones que dan los hombres a sus parejas para abortar. El primero o segundo de ellos es que no se sienten preparados para ser padres. “Yo tengo cuatro hijos», reveló Alderliesten, «y les aseguro que todavía no me siento preparado para ello”, dijo en su ponencia.