Tomárselo sin Filosofía

La Filosofía forma en un sentido crítico, en un análisis de fondo de la realidad, que es un contrapunto en una sociedad superficial y utilitarista como la nuestra. Precisamente por eso es hoy más necesaria que nunca.

12 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos
filosofía

Foto: Daniel Tran / Unsplash

Vamos conociendo la propuesta del Gobierno para la nueva ley educativa. Entre otros muchos aspectos que podríamos analizar, uno de los que está pasando más desapercibido es la disminución del peso de las Humanidades, y más en concreto, de la Filosofía.

Efectivamente desaparece la Ética en la ESO, y se reduce la carga lectiva en Bachillerato. A la espera de ver si las Comunidades Autónomas ‘deshacen el entuerto’ ministerial y aumentan la carga lectiva de esta y otras asignaturas, el punto de inicio es que en la LOMLOE se reduce, una vez más, el peso de las Humanidades.

El conocimiento humanístico es una ventana al mundo, que abre los ojos y la mente, que fragua una convivencia crítica y que sirve de consuelo en muchos momentos de la vida.

La literatura, la historia, la filosofía, la teología, la filología son materias a las que no debemos renunciar como sociedad y mucho menos debemos permitir que se prive de ellas a los más jóvenes. Y más en concreto la Filosofía forma en un sentido crítico, en un análisis de fondo de la realidad, que es un contrapunto en una sociedad superficial y utilitarista como la nuestra. Pero precisamente por eso es más necesaria que nunca.

Reducir a dos horas una asignatura es convertirla en una ‘maría’, es ya restarle importancia y valor. ¡Qué diremos de dejar en una sola hora una asignatura como ocurre con Religión o Música, que es hacerlas casi inexistentes!

Pero además se ha cargado a las Humanidades de un sesgo ideológico, en aras de imponer unos postulados partidistas, que es altamente peligroso. Esto es grotesco en asignaturas de Ciencias en las que se propone, por ejemplo, el estudio de las Matemáticas desde la perspectiva de género. Pero es especialmente peligroso en las Humanidades que son más permeables a ese tipo de mensajes.

Por ello hay que denunciar que la Historia haya perdido su búsqueda de objetividad en el acercamiento a los distintos acontecimientos como son la Segunda República o la inclusión de visiones de España que son un brindis a los nacionalismos.

En el caso de Filosofía, por un supuesto feminismo, se ha metido a calzador algunas figuras filosóficas que difícilmente se puede justificar su aportación a la Historia de la Filosofía y se han dejado aparcadas otras más relevantes pero de distinto sesgo.

Mucho me temo que, de Hipatia de Alejandría, nuestros alumnos vayan simplemente a ver la película de Amenábar, y no puedan aprender nada más, porque no hay mucho más. Mientras que una filósofa de primera línea como es Edith Stein quede relegada al olvido. Quizás porque esta mujer judía, discípula de Husserl, fundador de la fenomenología, se convirtiese al catolicismo, fuese carmelita descalza, mártir y, declarada por Juan Pablo II Patrona de Europa.

Quizás.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

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