En la era digital en la que nos ha tocado vivir, no podemos negar los riesgos que corremos, pero tampoco podemos dejar de ver las grandes oportunidades que se nos presentan.
Un tema irreversible: las redes sociales. Políticos, televisiones, radios, empresas, comercios, etc., todo el mundo, las ha asumido de manera que ya no se conciben estas realidades sin ellas. También para las entidades católicas son un reto y una oportunidad.
Un reto porque influyen (para bien y para mal) en nuestras vidas. Una oportunidad porque en relación a la evangelización nos ofrecen ventajas antes impensables.