Afrontar «el lado oscuro del progreso digital»

La Declaración "Dignitas Infinita" del Dicasterio para la Doctrina de la Fe señala "el lado oscuro" del progreso digital. El Papa Francisco anima a los católicos a hacer frente a esta amenaza a través de una conversión antropológica.

30 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos
Digital

Una persona sostiene un móvil (Unsplash / Rodion Kutsaiev)

La Declaración «Dignitas infinita«, tras recordar los fundamentos teológicos de la dignidad humana, centra su atención en algunas de sus graves violaciones, como los abusos sexuales, el aborto, la maternidad subrogada, la eutanasia y el suicidio asistido, la teoría de género, el cambio de sexo…

El Magisterio ya se ha pronunciado en varias ocasiones sobre estos temas, por lo que la Declaración se limita a resumir esas enseñanzas. La última de las violaciones de la dignidad humana examinadas es probablemente aquella en la que el documento vaticano se adentra en un terreno aún poco explorado desde el punto de vista moral: el mundo digital.

Aquí se ilustran los peligros inherentes al progreso de las tecnologías digitales, progreso que tiende a «crear un mundo en el que crecen la explotación, la exclusión y la violencia», tendencias que «representan el lado oscuro del progreso digital». Se menciona la fácil difusión de noticias falsas y calumnias, el riesgo «de dependencia, de aislamiento y de progresiva pérdida de contacto con la realidad concreta», aspectos que dificultan el desarrollo de auténticas relaciones interpersonales, y también el ciberacoso, la difusión de la pornografía y los juegos de azar.

Se señala que, en la medida en que «crecen las posibilidades de conexión, ocurre paradójicamente que todo el mundo se encuentra en realidad cada vez más aislado y empobrecido de relaciones interpersonales».

Un cambio de época

En su discurso a la Curia Romana en diciembre de 2019, el Papa Francisco comenzó diciendo: «No estamos viviendo simplemente una época de cambios, sino un cambio de época. Por tanto, estamos en uno de esos momentos en que los cambios no son más lineales, sino de profunda transformación; constituyen elecciones que transforman velozmente el modo de vivir, de interactuar, de comunicar y elaborar el pensamiento, de relacionarse entre las generaciones humanas, y de comprender y vivir la fe y la ciencia».

Un cambio de época que es promovido esencialmente por la revolución digital, que afecta ya a todos los aspectos de nuestra vida y que evidentemente constituye también un gran desafío para la Iglesia.

Dignidad humana en el progreso digital

Ante las numerosas consecuencias negativas de esta revolución o –en palabras del documento– «el lado oscuro del progreso digital» (n. 61), a menudo se tiende a buscar soluciones disciplinarias, prohibiendo o controlando el uso de Internet o de los medios digitales. Esto puede ser ciertamente apropiado y necesario para proteger sobre todo a los niños, pero sin duda no resuelve muchos problemas.

En este sentido, es importante la exhortación del documento cuando se dirige a la comunidad humana, animándola a «ser proactiva a la hora de abordar estas tendencias respetando la dignidad humana». En nuestro mundo globalizado, las nuevas tecnologías digitales han abierto muchas posibilidades tanto para la evangelización como –en el plano humano– para que «nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos».

Frente a todo esto, el Papa, en el citado discurso a la Curia Romana, nos exhortaba a «dejarnos interpelar por los desafíos del tiempo presente y captarlos con las virtudes del discernimiento… partiendo del centro mismo del hombre, con una conversión antropológica». Se trata de intuiciones de gran alcance, aunque ciertamente requieran una mayor profundización, concreción y un compromiso renovado tanto por parte de la sociedad como de la Iglesia, a fin de afrontar de manera proactiva los peligros inherentes a la nueva era.

El autorArturo Cattaneo

Sacerdote. Ha sido profesor de Derecho Canónico en Venecia y de Teología en Lugano y es autor de diversas publicaciones en las áreas de Eclesiología, Derecho Canónico y pastoral matrimonial.

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