Padres, madres y adres

La ingeniería social que, a través de un sistema educativo ideologizado, se quiere imponer a los más jóvenes no dejará de tener consecuencias no sólo personales y afectivas, sino también educativas

25 de mayo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos
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En el artículo 17, de la nueva ley sobre transexualidad, que versa sobre el cambio de nombre en el Registro Civil de personas trans se señala que ‘las personas trans serán inscritos como padres, madres o adres según  el sexo registral actual sea hombre, mujer o no binario o en blanco’.

Al baile de denominaciones que ya nos tienen acostumbrados algunos colectivos y con los que, poco a poco nos vamos familiarizando, añadimos uno nuevo, al menos para mí, que son los (¿las?) ‘adres’.

Más allá de la situación de las personas concretas, que como toda persona merece el mayor de los respetos, no por el hecho de ser trans, sino sencillamente por ser personas, querría alertar de las consecuencias educativas que este tipo de conceptos y visiones de la sexualidad pueden tener.

Efectivamente en los colegios se están impartiendo charlas incluso a los niños de infantil (de tres a cinco años) sobre la transexualidad para que la entiendan y normalicen. Por medio de cuentos, disfrazado de tolerancia, se va transmitiendo a los niños una mentalidad en la que su propia sexualidad y la de sus padres se difumina y confunde. Niños que son niñas, niñas que son niños, niños y niñas que no saben que son. Padres, madres y adres.

Estamos construyendo sobre arena la personalidad de nuestros niños y jóvenes privándoles de las seguridades necesarias en cada momento de su vida para que puedan crecer con armonía.

Javier Segura

Un principio educativo básico es que crecemos y maduramos desde certezas, no desde las dudas. En todo tipo de conocimiento y experiencia aprendemos desde seguridades en las que vamos profundizando poco a poco hasta llegar a descubrir su complejidad. Si he de enseñar la construcción de frases en inglés a los niños les diré que el verbo auxiliar ‘do’ se utilizar para las negativas y las interrogativas. Y les contaré que en las afirmativas no se utiliza. Ya llegará el momento en el que les cuente que en las afirmativas, si deseo enfatizar la idea sí  que debo usar el auxiliar ‘do’, como por ejemplo en la canción de Peter Pan, ‘I do believe in fairies’. Sencillamente ese es el proceso correcto de aprendizaje.

Creo que estamos construyendo sobre arena la personalidad de nuestros niños y jóvenes privándoles de las seguridades necesarias en cada momento de su vida para que puedan crecer con armonía. Y es falso que les hagamos por ello más tolerantes y capaces de acoger a quien es, por una razón u otra, distinto.

Se trata de un proyecto de ingeniería social en el que se están invirtiendo grandes cantidades de dinero, por el que se quiere anular el concepto de naturaleza humana y aún la misma idea de persona. Y se está haciendo de una manera especialmente activa en el mundo de la educación, empezando con los niños.

Esto es especialmente grave cuando se trata de los más pequeños, con una personalidad en desarrollo, induciéndoles a experiencias y planteamientos ajenos a lo que su propia evolución psicológica y afectiva necesita. No es sólo que estemos matando su infancia. Es que estamos provocando dudas sobre su propia identidad que pueden perjudicar seriamente su desarrollo y maduración. Porque crecemos desde seguridades, desde certezas. También en el ámbito afectivo, también en los referentes de los adultos de sus padres y madres.

La ingeniería social a la que la ideología de género está sometiendo a nuestros niños es educativamente un despropósito.

Javier Segura

Llegará el momento en que el niño crezca y se convierta en adolescente y joven, y entonces comprenda que hay situaciones complejas en el ámbito de la sexualidad que merece abordar con sumo respeto. Pero la ingeniería social a la que la ideología de género está sometiendo a nuestros niños es educativamente un despropósito con consecuencias personales y sociales muy graves.

Y esto es preciso que todos los educadores lo tengamos presente.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

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