Las redes sociales -me refiero a Facebook, Instagram, TikTok, Twitter, Twitch…- son empresas con el objetivo de hacer negocio recopilando nuestra información. El descubrimiento de esta verdad puede empujarnos a reacciones instintivas que son completamente ineficaces. Sucedió hace meses a nivel mundial, por ejemplo, cuando millones de usuarios decidieron abandonar WhatsApp para suscribirse a otras aplicaciones como Telegram o Signal: al hacerlo, sin embargo, no reflexionaron sobre el hecho de que la lógica de los algoritmos es la misma. ¿Y entonces? ¿Cómo sobrevivir a los algoritmos utilizándolos en nuestro beneficio? ¿Cómo aprovechar el enorme potencial de la tecnología sin caer en las trampas que presenta? Muchos libros intentan responder a este dilema tan actual.
Sugiero, en primer lugar, comprobar en la web qué seguidores tiene el autor. “Donde hay camioneros nunca te equivocas”: este dicho para indicar la calidad del restaurante siempre ha sido eficaz. Sólo los que utilizan la web saben explicar cómo permanecer en ella sin dejarse atrapar.
El segundo criterio es el evangélico. Nuestra época, cada vez más interconectada, abre nuevas fronteras para compartir contenidos positivos, educativos y, por tanto, también evangélicos. Hay que llevar a Cristo a toda criatura y en el mundo de las redes sociales viven millones de personas, muchas de ellas jóvenes.
Y he aquí el tercer criterio para elegir los libros que pueden ayudarnos: un sano espíritu crítico. Necesitamos ese equilibrio en el que el autor explica que no todo es bueno pero tampoco todo es malo, y para ello cuenta con sinceridad su receta para utilizar las redes sociales. Con una guía inteligente aprenderemos a seguir siendo libres para pensar por nosotros mismos sin plagiar nuestros pensamientos y acciones: deseando movernos como protagonistas en el universo social.