Siempre me han fascinado las historias. Las mías, las tuyas, las de cualquiera que se atreve a compartirlas. Y si hay una frase que resuena a lo largo de la historia, es esta: “No tengáis miedo”. Aparece 365 veces en la Biblia, como un recordatorio diario. No puedo evitar pensar en lo significativo de este mensaje, especialmente para alguien como yo, que ha aprendido a convivir con ese sentimiento.
Cuando empecé mi camino profesional y social, el miedo estaba siempre presente, como una voz incómoda que susurraba: “¿Y si te equivocas?”, “¿Estás seguro?”. Al principio intenté ignorarlo, pero pronto entendí algo crucial: el miedo no desaparece cuando huyes; simplemente espera en la próxima esquina.
Lo que cambió todo fue entender que el miedo no es un enemigo, sino un maestro. Me di cuenta de que solo tenemos que responder a la invitación diaria de esa frase: “No tengas miedo hoy”. Cada día es una nueva oportunidad para dar un paso, aunque sea pequeño, hacia aquello que realmente importa.
En mi caso, sentí miedo cuando suspendí el acceso a la universidad y parecía que todo se desmoronaba. Más tarde, lo sentí cuando toqué fondo emocionalmente y tuve que dejar de vivir bajo un personaje. Incluso ahora, con cada nuevo proyecto, esa sensación sigue apareciendo. Pero ya no me aterra. Ahora sé que si algo me da miedo, es porque vale la pena.
Convertir el miedo en motor
El miedo señala lo esencial: nadie tiene miedo de lo insignificante. Si temes presentar ese proyecto, probablemente es porque realmente importa. Si te paraliza cambiar de vida, es porque sabes que lo necesitas. Cada nudo en el estómago es una brújula, y cada día es una oportunidad para intentarlo.
Hoy, mi compromiso no es vencer el miedo de golpe, sino dar pasos pequeños y constantes. Hacer la cama, escuchar sin prisa, confiar en que el esfuerzo de hoy tendrá sentido mañana. Porque los grandes cambios empiezan en lo cotidiano.
Mi invitación para ti es esta: vive cada día con un pequeño acto de valentía. Haz lo que está en tus manos hoy, y deja que el mañana se encargue de sí mismo. Porque, al final, el miedo siempre estará ahí, pero también lo estará esa frase, susurrándonos cada día: “No tengáis miedo”.
Emprendedor social. Fundador de la comunidad "We Are Seekers". @pabloespanaosborne