El Santo Padre Francisco ha convocado a toda la Iglesia Católica a caminar juntos en Sínodo. La convocatoria lleva por título: «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión». La preposición “Por”, “Por una Iglesia…” nos indica la dirección que se quiere tomar o el término al que se quiere encaminar y llegar: en este caso, la dirección y el término que quiere tomar y dónde quiere encaminarse y llegar la Iglesia toda.
El camino sinodal es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio, ha dicho Papa Francisco. Se inició solemnemente en Roma el 9-10 de octubre y el domingo 17 de octubre en nuestra Catedral Metropolitana. El Santo Padre nos está recordando que para recorrer este camino juntos nos dejemos guiar por el Espíritu Santo, abiertos con humildad y disponibilidad a su acción en nosotros, entrando con audacia y libertad de corazón en un proceso de conversión sin el cual no es posible esa “perenne reforma de la que la Iglesia misma, en cuanto institución humana y terrena, tiene siempre necesidad” (UR, 6).
La Iglesia desde sus orígenes es sinodal. Como escribió san Juan Crisóstomo en el siglo IV: “Iglesia y Sínodo son sinónimos”. Esta afirmación tan rotunda de este Padre de la Iglesia significa que la Iglesia es constitutivamente sinodal. Es la forma específica de vivir y de obrar de la Iglesia como Pueblo convocado por Dios que manifiesta, en concreto, su ser “comunión” y su ser “participación” de todos sus miembros en la misión de evangelizar. Es en el vínculo profundo entre el “sensus fidei” (el sentido de la fe) del Pueblo de Dios y el Magisterio de los Pastores donde se realiza el consenso unánime de toda la Iglesia en la misma fe y en la misma misión.
Con estas breves palabras pretendo sólo animaros a participar, en la media y el modo que a cada uno, a cada una, le sea posible, sobre todo a nivel parroquial, en este caminar juntos durante esa fase diocesana del Sínodo. Mi preocupación como Obispo es que esta convocatoria alcance al mayor número posible de bautizados y que el desarrollo ordenado del camino sinodal se realice conforme dice San Pablo a los fieles de Tesalónica: “No extingáis la acción del Espíritu; no despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno” (1Tes 5,19).
No olvides que tu voz es importante. Tu saber escuchar también. Tu vivir la comunión eclesial, tu participación ayudará a la misión de toda la Iglesia en estos inicios del tercer milenio de la Encarnación de nuestro Señor Jesucristo. ¡Caminemos juntos en el nombre del Señor!