“Maestra, ¿tenemos que hacer otra vez lo que queramos?” es el subtítulo un tanto provocativo que tiene el II Congreso de educación organizado por la diócesis de Getafe que se celebrará el sábado 10 de febrero. El tema central que se abordará es el de la crisis de autoridad y sus repercusiones en la educación. El lugar para estas interesantes reflexiones será la Universidad San Pablo CEU de Montepríncipe.
Todos los sociólogos plantean que una de las características de la llamada generación Z, es decir los actuales adolescentes y jóvenes, es precisamente la falta de referentes de autoridad y una formación que se ha ampliado a cauces no convencionales. Quizás nuestros jóvenes se forman más por tutoriales de YouTube o de otras redes sociales que por otros métodos más reglados. Las instituciones en general -algo que afecta también a la institución escolar- han entrado en crisis y su relevancia es menor para los jóvenes de hoy en día de lo que lo ha sido para los jóvenes de cualquier otra generación.
La figura del maestro como referente de autoridad tampoco escapa a esta crisis. La nueva pedagogía (que, por cierto, ya tiene más de cien años) ha minado la referencia de conocimiento y moral que suponía la figura del maestro. Su autoridad ha quedado relegada al puesto de un mero mediador en el proceso de aprendizaje que el niño deberá realizar por sí mismo. Algo que se ha visto reforzado en la actualidad por el acceso a cualquier información por parte de los alumnos por medio de Internet, que parece haber descolocado a muchos profesores.
Si en la red pueden encontrar toda la información, ¿cuál es el papel del profesor? ¿Tiene algún sentido su función para transmitir el conocimiento? Pero si la escuela se ha visto trastrocada por esta crisis, ninguna institución queda al margen de esta ‘irreverencia’ respecto a la autoridad que señalan los sociólogos al describir a nuestros jóvenes. La familia, la iglesia, los diferentes Gobiernos… se ven afectados por esta crisis de autoridad.
Para abordar este complicado tema en este congreso van a intervenir distintos especialistas. La mañana estará marcada por un diálogo entre la pedagoga sueca Inger Enkvist y la jueza Natalia Velilla, autora del libro «La crisis de autoridad». Un diálogo que, sin duda, arrojará luz al abordar el tema desde la doble perspectiva que ofrecerán estas dos personalidades.
Por la tarde varios ponentes se aproximarán a examinar distintas facetas en grupos más pequeños, que los asistentes podrán elegir. Juan Antonio Gómez Trinidad examinará «La crisis de autoridad en el sistema educativo»; Tasio Pérez expondrá el tema «Amor y sexualidad, la autoridad del cuerpo»; Diego Blanco nos introducirá en el uso de los móviles y las pantallas en los jóvenes en el taller «La libertad frente al poder de las pantallas», José Luis Almarza, especialista en el séptimo arte, nos introducirá en este tema en «Autoridad en el cine» y la directora Clara Fontana nos ayudará a aterrizar en el aula y en la vida de los colegios en la «Autoridad en el centro educativo».
Una intuición nos hace comprender a todos que sin autoridad no hay una verdadera educación. Aunque es obvio que para poder abordar correctamente cómo debe ser la autoridad y cómo conseguirla, precisamente en un contexto en el que todo parece ir en contra de esta visión es necesario previamente tener claro qué es educar y el papel que tiene el educador y el que le corresponde al alumno en el proceso educativo. Preguntas de calado que los asistentes tendrán ocasión de hacerse en esta interesante iniciativa. Merece la pena pararse un poco para pensar hacia donde queremos ir en la educación de nuestros hijos.
Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.