El Papa pide a las familias “valentía creativa”

30 de diciembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos
Familia en la playa.

La familia es una pieza clave, situada en el núcleo originador de personas y sociedades sanas, y en el corazón de una Iglesia viva. De ahí que siempre terminen por manifestarse en ella las tensiones y las crisis sociales de todo tipo, o a la inversa, que a partir de ella comiencen los procesos que ponen a prueba la estabilidad de la sociedad.

Hoy sucede así con mucha claridad en relación con la familia en cuanto tal, desvalorizada y sometida a presiones que la distorsionan, como para cada una de las familias en particular. 

El Papa Francisco sigue con atención e interés patentes el rumbo de las familias; y, en el contexto del año dedicado a la familia “Amoris laetitia”, ha publicado (precisamente en la solemnidad de la Sagrada Familia, el 26 de diciembre) una carta dirigida a todas las familias del mundo. La ofrece como un “regalo de Navidad para ustedes, los esposos: un estímulo, una señal de cercanía y también una oportunidad para meditar”.

El texto se caracteriza, entre otros rasgos que pudieran mencionarse, por la cercanía a las familias reales, que es demostración de una atención continuada y no esporádica o debida a una particular situación coyuntural. Una de las plasmaciones de esa cercanía son el lenguaje utilizado, fácilmente comprensible, y la opción por una extensión asequible para todos los destinatarios.

Unido a ellos va el sentido práctico con que muestra conocer bien de las situaciones y desafíos de las familias; con ellas repasa aspectos de la vida corriente y sugiere claves, a veces pequeñas pero eficaces, para articular el don de unos a otros en el contexto de la vida familiar cotidiana. Desde esta base repasa las dificultades y oportunidades abiertas por la pandemia, los problemas laborales y económicos sobre todo de muchas familias jóvenes, los retos que implica el noviazgo, el papel de los matrimonios maduros, la aportación de los abuelos.

Un segundo rasgo es el énfasis en subrayar que los esposos cristianos no está solos: Dios los acompaña siempre, tanto en las encrucijadas ventajosas como en las de dificultad. Es una convicción que resulta de la fe cristiana. Por ella sabemos “que Dios está en nosotros, con nosotros y entre nosotros: en la familia, en el barrio, en el lugar de trabajo o estudio, en la ciudad que habitamos”.

El matrimonio mismo, un camino grande y no siempre fácil, va unido, en cuanto vocación verdadera que hace de los cónyuges una sola cosa entre ellos y con Jesús, a la seguridad de que “Dios los acompaña, los ama incondicionalmente. ¡No están solos!”

Sobre estas bases, las familias podrán realizar con ilusión una aportación valiosísima a la sociedad y a la Iglesia. El Papa las anima, por eso, a actuar con “valentía creativa”, tanto en la Iglesia y sus comunidades, como en la determinación del derrotero general de los hombres, donde tienen “la misión de transformar la sociedad con su presencia en el mundo del trabajo y hacer que se tengan en cuenta las necesidades de las familias”.

Por tanto, es deseable que esta carta llegue a muchas familias que la aprovechen, en efecto, como oportunidad para meditar.

El autorOmnes

Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica