En los últimos 20 años, en muchas aulas el papel ha sido sustituido por pantallas y los estudiantes han abandonado los pesados tomos de la enciclopedia por Wikipedia, que en 2021 tenía 244 millones de páginas vistas al día. Recientemente se está extendiendo la preocupación social alrededor del impacto de la tecnología en la educación.
Estamos presenciando un movimiento que podríamos llamar de “desdigitalización”, por el que se multiplican las iniciativas de todos los niveles -desde escuelas e institutos a universidades y escuelas de postgrado- para limitar el uso de las pantallas en las aulas académicas.
No son pocos los estudios realizados y los resultados son contundentes. El informe GEM 2023 de la UNESCO advierte sobre el impacto perjudicial de los teléfonos inteligentes en las aulas. Los datos de evaluaciones internacionales como PISA, indican una relación negativa entre el uso de las TIC y el menor rendimiento de los estudiantes.
A raíz de sus conclusiones, UNESCO ha recomendado la prohibición mundial de los teléfonos inteligentes en las aulas y ha insistido en que la educación debería seguir centrándose en las relaciones humanas. Tenemos que enseñar a los niños a dejar que la tecnología apoye, pero sin que suplante las interacciones humanas en la escuela.
Necesidad de legislación
Los expertos recomiendan promover una legislación adecuada. Se trata de una cuestión lo suficientemente relevante como para tomar decisiones desde los poderes públicos.
A nivel internacional algunos gobiernos han tomado decisiones valientes: en 2023 Italia ha prohibido los móviles dentro de las aulas.
Francia lo hizo ya en 2018, excepto para funciones estrictamente lectivas.
Finlandia y Holanda han anunciado que no permitirán el uso de smartphones, tablets y smartwatches en clase a partir del 2024. Otro país que cuenta con restricciones es Portugal.
En el caso de Reino Unido el 98% de sus escuelas lo tiene prohibido.
En España, según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, el 22% de los menores de 10 años tiene un smartphone. Sin embargo, solo 3 comunidades autónomas (Madrid, Galicia y Castilla-La Mancha) han prohibido hasta ahora el uso de móviles en los colegios.
¿Necesitamos más evidencias para empezar a tomarnos este tema con la seriedad que requiere?
Catedrática en la Facultad de Derecho de la Universidad Internacional de Cataluña y directora del Instituto de Estudios Superiores de la Familia. Dirige la Cátedra sobre Solidaridad Intergeneracional en la Familia (Cátedra IsFamily Santander) y la Cátedra Childcare and Family Policies de la Fundación Joaquim Molins Figueras. Es además vicedecana en la Facultad de Derecho de UIC Barcelona.