Congreso Eucarístico Internacional en Quito. Eucaristía, fraternidad y unidad

La petición recogida en la oración oficial del Congreso Eucarístico de Quito “Envíanos tu Espíritu de amor, para que, buscando caminos de fraternidad, paz, diálogo y perdón" es más actual que nunca en la Iglesia.

2 de febrero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

En el mes de septiembre se celebrará en Quito (Ecuador) el 53 Congreso Eucarístico Internacional. Seguirá al que tuvo lugar en Budapest en 2021 y que contó con la presencia del Papa Francisco.

El objetivo de la convocatoria de estos congresos, y la experiencia comprobada a lo largo de su historia, es contribuir al fortalecimiento de la devoción eucarística en toda la Iglesia, en la convicción católica de que la Eucaristía, el primero entre los sacramentos, es fuente de vida sobrenatural y de fraternidad también humana. En cada una de las convocatorias, el acento se ha ido poniendo en las necesidades percibidas en cada momento. 

A la vez, el fruto más inmediato se produce, naturalmente, en beneficio de la Iglesia particular que lo organiza y donde se celebra. En este sentido, se intuye inmediatamente la repercusión que el Congreso Internacional del próximo septiembre puede tener para Ecuador, el país anfitrión, que se encuentra en este momento en una situación muy difícil, causada por el enfrentamiento abierto que han planteado a las instituciones grupos ligados al narcotráfico.

El lema del Congreso es “Fraternidad para sanar el mundo”; aunque se estableció antes de los últimos acontecimientos sociales y no se reduce a esa clave, abarca sin duda la necesidad que el país tiene de convivencia pacífica y fraterna.

La oración preparada y difundida en el país como ayuda para la preparación espiritual del Congreso viene a recoger esa esperanza, expresada en forma de petición a Dios: “Tú que nos reúnes alrededor de tu mesa para alimentarnos con tu Cuerpo, haz que, superando toda división, odio y egoísmo, nos unamos como verdaderos hermanos, hijos del Padre celestial”.

Monseñor Alfredo Espinoza, arzobispo de Quito, capital del Ecuador, y pastor de la diócesis a la que corresponde el peso principal de la organización del Congreso, ha concedido a Omnes una entrevista en la que explica el estado de los preparativos y las expectativas para el país anfitrión.

Casi de manera paralela, asistimos a una delicada la situación surgida en los últimos años en la Iglesia siro-malabar (establecida en Kerala, India) precisamente en torno a la celebración de la Eucaristía en la Misa.

Es obvio que la problemática y su contexto son muy diferentes, pero ante la seriedad de las informaciones sobre la actitud de una parte de los sacerdotes de ese rito parece igualmente necesaria la petición que incluye la oración del Congreso Eucarístico “Envíanos tu Espíritu de amor, para que, buscando caminos de fraternidad, paz, diálogo y perdón, colaboremos para sanar las heridas del mundo”.

Como se recoge en las páginas de este número, la resistencia de un grupo del clero de la archieparquía de Ernakulam-Angamaly a aceptar las decisiones del Sínodo que en 2021 que quiso armonizar la forma de celebrar la Misa en las diversas zonas, pone el acento en que nos encontramos ante un tema no sólo orden litúrgico, sino de obediencia y de unidad.

El autorOmnes

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