La Jornada Mundial de la Juventud se celebrará del 1 al 6 de agosto de 2023 en la capital portuguesa con el lema “María se levantó y partió sin demora”.
Después de los años de pandemia, este evento reunirá centenas de millares de jóvenes de todo el mundo. Las inscripciones están abiertas y el Papa fue el primero a hacerlo.
1. Aprende de María. En 2019, en una audiencia con cientos de niños, el Santo Padre confesó «lo que les pasa a los niños mimados me pasó a mí: ¿no te gusta la sopa? Dos platos, ¿no te gusta viajar? Viajarás mucho… de hecho, durante los viajes conoces a mucha gente, buena gente y aprendes mucho». Su primer viaje fue al sur de Italia (Lampedusa) donde cambió de opinión: «después de Lampedusa comprendí que tenía que viajar».
Francisco ha realizado 41 viajes y Portugal acogerá a Francisco por segunda vez, tras su visita en 2017. Si el primero estaba marcado por un eslogan de identidad mariana(«Tenemos Madre»), este segundo tiene como lema «María se levantó y partió sin demora».
Los viajes apostólicos sirven para reformar la Iglesia, colocando las periferias en el centro, para buscar nuevos caminos de evangelización, donde María – y en Portugal, la Virgen de Fátima – es la grande maestra.
2. Más que una tormenta de verano. La JMJ tiene una finalidad eminentemente espiritual, y no significa más que «un encuentro con Dios».
Francisco tiene grandes esperanzas en el impacto que puede tener en los asistentes. Para hacernos una idea, durante la JMJ 2013 en Río de Janeiro, muchas personas se dieron cuenta de que había una iglesia situada bajo la estatua del Cristo Redentor y para el 45% de los participantes fue el acontecimiento más impactante de sus vidas.
Las experiencias de las pasadas ediciones (Panamá, Cracovia, Río de Janeiro y Madrid) muestran que la JMJ multiplica los frutos espirituales en la Iglesia: mayor participación en la misa dominical y en la confesión; más decisiones para corresponder a la propia vocación. Y entre los miles de voluntarios, muchos siguen colaborando con sus diócesis en actividades de carácter social.
3. No te olvides del teléfono de Jesús. En una audiencia previa a la JMJ de Panamá, el Papa recordó que «todos tenemos el teléfono de Jesús y todos podemos conectar con Jesús. Está ahí, siempre tiene espacio, ¡siempre, siempre! Nos escucha siempre porque Él es así, cercano a nosotros».
La logística de un evento nos puede distraer del esencial, de los momentos de adoración, de la participación en la Santa Misa y de la posibilidad de recuperar la línea de teléfono con una buena confesión. Estos son los mejores frutos. Un gran evento eclesial se asemeja al episodio evangélico de las Bodas de Caná: los invitados a esa fiesta en Galilea se fueron contentos, pero los organizadores estaban seguros de que eso no dependía del talento de la organización de los novios.
4. Disfruta con tus amigos después de la pandemia. En su mensaje para la JMJ 2023, Francisco recordó que los «últimos tiempos han sido difíciles, cuando la humanidad, probada ya por el trauma de la pandemia, se ve desgarrada por el drama de la guerra».
La solución parece ser el modelo de servicio de la Virgen que con su visita a su prima «reabre para todos y especialmente para ustedes, que son jóvenes como ella, el camino de la proximidad y del encuentro». El Papa pide que tengamos prisa para poner las necesidades de los demás por encima de las suyas.
5. Haz puentes. Es necesaria una alianza entre jóvenes y mayores, para no olvidar las lecciones de la historia, para superar los extremismos de este tiempo. La diferencia etaria entre el Papa y los asistentes a este evento parece superada a partida: más de 1 millón de jóvenes se prepara para escuchar a un señor de 86 años.
Francisco nos convoca a hacer puentes con gente de otras generaciones o que piensa distinto, a saber convivir con delicadeza con los distintos carismas de la Iglesia.
Henrique Monteiro, editor de Expresso, el semanario más importante de Portugal, reconoció: «A mí, que no soy católico, me parece estupendo que la JMJ venga a Portugal y que celebren la juventud, la paz y la armonía. Este es el espíritu de fraternidad y tolerancia, propio de un Estado laico, que se opone al dogmatismo y al sectarismo de quienes no respetan a los demás.»
Hacer puentes: este es el gran reto. Un dato simbólico al respecto: la ceremonia de clausura de la JMJ tendrá lugar bajo el mayor puente de la Unión Europea (12,3 km) en la parte oriental de la capital portuguesa.
6. Imita la hospitalidad de Isabel. La fe y la vocación nos abren a los demás, también a sus necesidades más humanas y materiales, para hacer un mundo más acogedor para todos, con especial atención a los más vulnerables. «A Jesús no le bastaba con mirarnos desde lejos, sino que quería estar con nosotros, quería compartir su vida con nosotros».
Del encuentro de María con su prima surgen esas palabras que millones repiten diariamente en el Ave María ¿Qué nos impide servir? Mirarse al espejo continuamente, contemplar su propia imagen, quedarse atrapados por las redes sociales.
Mons. Américo Aguiar, el obispo responsable por la JMJ en Lisboa, recuerda al respecto un desafío más: esta será la primera JMJ que contará con la generación de nativos digitales, gente que ya nació en la era digital, con internet. Hay que pensar cómo podemos acogerlos para que se sientan en casa en la Iglesia».
7. ¡Inscríbete! El Santo Padre lo hizo el pasado 23 de octubre durante el ángelus. La inscripción puede realizarse a través de la página web lisboa2023.org.
El Comité Organizador puso a disposición una serie de servicios como alojamiento, comida, seguro de accidentes personales, transporte y kit del peregrino. Ahora te cabe a ti, a tu grupo o a tu parroquia. También es posible apuntarse como voluntario.
Es el momento de alzarse e ir deprisa porque hay descuentos de 10% para inscripciones hasta el 31 de diciembre de 2022.
Autor del capítulo "Jornada Mundial da Juventude (JMJ) 2023 em Lisboa" de la versión portuguesa del libro de Austen Ivereigh “Como defender a fé sem levantar a voz”.